Capitulo 3: En la oscuridad siempre habrá...

Aquí tienes la corrección del fragmento:

Ya estoy caminando por la calle principal, las casas están en un estado de deterioro alarmante. Observo a los niños desnutridos suplicando por comida, la pobreza es palpable en el ambiente. Nunca antes había presenciado o leído algo tan desolador. Todo aquí es lúgubre y sombrío, resulta increíble cómo tan solo unos minutos en este lugar han contaminado mi espíritu con su deprimente paisaje.

Estoy tan absorta en mis pensamientos que cuando finalmente me doy cuenta, un hombre me está siguiendo. Intento escapar dirigiéndome hacia un callejón, pero al voltear hacia la oscuridad veo cómo otro hombre golpea brutalmente a otro, golpe tras golpe, "Una muerte desgarradora sin lugar a dudas". Siento la urgencia de alejarme de esto, de correr, pero antes de poder siquiera moverme, un agudo dolor se dispara en mi costado.

En mi afán por dejar tal escena olvide que estoy huyendo. En ese instante, me encuentro rodeada por cuatro individuos. Intento saltar sobre el que parece mas débil para buscar una salida por la debilidad del grupo, pero incluso el más débil de los cuatro resulta ser más fuerte que yo. Un solo golpe en el estómago me roba el aliento, dejándome tirada en el suelo, luchando por recuperarme.

"Maldito, ¿te atreves a intentar golpearme?" Exclamo entre jadeos de dolor. El agresor me patea repetidamente mientras los otros tres disfrutan de la tortura. El dolor es insoportable, cada patada se convierte en un tormento, lamento no haber vivido la vida que deseaba, lamento no poder enfrentar a estos cuatro matones, lamento no poder golpear a ese despreciable ser que se autodenomina padre. Lamento todo mientras escupo sangre por el dolor.

De repente, el tormento se detuvo, con curiosidad intente abrir los ojos pero no puedo, el cansancio me abrumo. Solo puedo distinguir una silueta oscura en mi campo de visión. En algún momento leí la frase "En medio de la oscuridad siempre habrá luz", pero viendo en esta sombre solo puedo pensar que en medio de la oscuridad siempre habrá....

Mi fatiga no me permitió concluir el pensamiento, en ese instante todo se volvió oscuro haciéndome perder el conocimiento

...

Cuando finalmente vuelvo a abrir los ojos, me encuentro en una habitación pequeña que no reconozco. Al examinar mis heridas, solo puedo ver vendajes por todas partes. Están envueltas alrededor de mi cuerpo. Intente levantarme, pero un dolor intenso recorrió todo mi cuerpo. Parece que todavía no he comenzado a sanar por completo, resignada, decido quedarme acostada.

Todo esto me recuerda a la mansión, sin poder moverme, sin poder mejorar, sin poder hacer nada. Me siento inútil, débil. La oscuridad comienza a invadir mi corazón.

En ese momento, escucho una voz: "¿Ya estás mejor?". Es la voz de alguien que no estaba antes. Estoy segura de haber examinado toda la habitación, pero ahora, en medio de la habitación, hay una figura ennegrecida, una sombra que antes no estaba.

Luego, la persona se quita la capucha y la sombra que la envolvía desaparece, mostrándome un hombre, fuerte, aunque no tanto como mi padre, con una barba y varias cicatrices en la cara. extrañado el hombre me vuelve a preguntar: "¿Estás bien?"

Aunque me sorprende su aparición igualmente respondí: "Estoy bien, solo algunos moretones aquí, aquí, aquí a y aquí, pero estoy completamente bien".

El individuo sonríe y responde: "Jajaja, tienes un buen sentido del humor". Respondió el hombre, espera, no era un hombre, por que ahora es una mujer.