- Monte Frypan

Gokú y Bulma decidieron descansar el resto del día. En cuanto a la vergüenza de Bulma, ésta fue erradicada tras la ardua lucha, después en la noche se movilizaron en la Nube voladora. A media noche salieron del desierto y se posaron frente una amplia explanada, Bulma tenía una vestimenta diferente, principalmente consistiendo en una camiseta sin mangas blanca, un pantalón ajustado negro con sus clásicas botas, su cabello también estaba suelto y su rostro marcaba unas diferencias con respecto a los anteriores días, y la ropa que llevaba le hacía resaltar sus curvas tempranas.

"Hop", Bulma se bajó de la nube y luego miró el monte frente a ella. Sacó su radar del dragón y tras revisar la posición de la próxima esfera del dragón suspiró.

"¿Pasa algo, Bulma?"

"Sí, si no me equivoco la próxima esfera está en ese monte", dijo Bulma señalando el monte a unos cuantos kilómetros frente a ellos, desde aquí se veía enano, pero Bulma sabía que no lo era, y más que la altura, el verdadero problema era la condición del monte.

"¡¿Eh?!", Gokú notó como el monte estaba ardiendo, pero lo que realmente lo sorprendió fue como éstas llamas no se propagaban a la vegetación que lo rodeaba, era solamente el monte el que estaba en llamas, llamas viciosas de un rojo intenso, además.

"Ese es el monte Frypan", dijo Bulma con seriedad, "Una leyenda popular de la última década, cuenta que el maligno Ox-Satán ofendió a una bruja de gran poder, lo que provocó su muerte a manos de ésta, incendiándolo junto a su castillo y el monte en el que vivían", dijo Bulma, "La parte de las llamas es cierta, al menos".

Gokú miró el monte sorprendido.

"¿Quieres ir caminando?", preguntó Gokú posando su mirada sobre Bulma.

"Sí, no está muy lejos", dijo Bulma asintiendo. El viaje del desierto a ésta parte le había dejado un poco inquieta, no por nada en particular, sino porque a Bulma no le gustaban las velocidades que la nube alcanzaba, no se podía obligar a disfrutar mucho de algo que le hacía tener una reacción similar a estar muy por arriba en el aire.

Gokú asintió y se bajó de la nube.

"¡Gracias nube Kinton!", Gokú, tan bueno como siempre, agradeció a la nube.

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A varios kilómetros de ahí, en un bioma caracterizado por grandes hongos que alcanzaban los 15 metros de altura, de tierra húmeda y de un color melón, había un coche de estética militar moviéndose por un camino fabricado.

"Arf", una de las personas que estaba en el coche militar soltó un gruñido de perro triste, graciosamente, era un hombre perro de pelaje amarillo suave, el que lo había hecho, un hombre-perro de una vestimenta que se componía de la tradicional de un ninja (con todo y sus armas), y unas botas para movilidad por el suelo más fácil.

"¿Qué pasa Shu? ¿Deprimido tan pronto?", la persona que preguntó esto se trataba de una bella mujer de mirada feroz, cabello negro y sedoso largo que le llegaba hasta la mitad de la espalda, vestía un uniforme militar cerrado de color verde. En ese momento sonreía ligeramente, hasta burlona del humor que el hombre perro, shu, manifestaba.

"Claro, señorita Mai", dijo el perro mirándola con el ceño ligeramente fruncido, "El emperador nos mandó expresamente a encontrar las esferas del dragón en el este, pero encima que perdimos al cerdo, no encontramos rastro alguno de esas malditas esferas", se quejó.

"No hay uso en llorar por leche derramada", dijo Mai seriamente, luego miró a la radio del automóvil, "solo queda contactar al emperador", la mujer tocó un botón de la radio, estática apareció, luego manipuló la estación hasta llegar a la frecuencia deseada, pero contrario a sus expectativas, la estática continuó. "¿Eh?", confundida, Mai golpeó a la radio con el canto de su mano.

"Qué raro", comentó el perro, él también propinó un golpe a la radio y un sonido de estática interrumpida salió.

Había puro silencio.

Escalofríos recorrieron la espalda de los dos presentes, porque acto seguido un extraño rugido sordo se oyó salir de la radio, Shu sintió su cabello ponerse en punta, y la mirada de ambos mostró miedo.

"A- Ayuda", una voz gutural salió de la radio, a lo que Mai se detuvo abruptamente, sus manos temblaban.

Y de pronto, la estática volvió.

"¿Q- qué diablos?" Eso fue lo único que pudieron decir.

Aquel extraño fenómeno no fue el único en transcurrir con Mai y Shu, en varias partes del mundo, aquellos que tuviesen posesión de algún tipo de radio sufrieron el mismo fenómeno, todos aquellos que lo presenciaron quedaron con especial miedo en sus espaldas, afortunadamente para todos, el evento no pasó a más.

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Gokú y Bulma no pudieron presenciar tal inusual fenómeno, pero eventualmente habían llegado frente al monte el cual, era simplemente enorme, y el calor emitido por éste era suficiente como para hacerlos sudar bastante. En las faldas de éste monte existía las ruinas de un pueblo.

"Así que este es el monte Frypan", Gokú dijo con algo de sorpresa en su voz. Bulma sacó el radar y pudo detectar que la esfera estaba en el tope del enorme monte.

"Okay, esto es un problema", dijo Bulma.

"¿Qué pasó?" Preguntó Gokú.

"Que a menos de que tengas resistencia al fuego, dudo que podamos obtener la esfera", Gokú acarició su mentón y luego miró hacia el monte.

"¿Me prestas el radar?", preguntó Gokú, Bulma lo miró con una ceja arqueada.

"Sea lo que sea que estés planeando ten el más absoluto cuidado", dijo Bulma dándole el radar.

"Umn", Gokú asintió y luego llamó a la nube voladora, usándola para marcar exactamente la posición, y con sus ojos, sintiendo el calor de las llamas, logró detectar la esfera, de acuerdo a lo que logró ver, era la esfera de siete estrellas, la Qi Xingqiu. "Haah, aquí voy", inhalando el aire caliente, Gokú comandó a la nube a entrar con velocidad, sin embargo, inesperado para gokú, el fuego lo atacó violentamente causándole quemaduras de gran gado, a lo que Gokú comandó a la nube sacarlo de ahí inmediatamente, y ésta lo hizo y lo llevó a la base del monte, donde Bulma corrió apresurada.

"¡¿Estás loco?!", preguntó Bulma con preocupación en su mirada, notó a Gokú con varias quemaduras de segundo grado en la piel, parte de su traje consumido por llamas y su cabello también emitía un suave olor a cabello quemado, "Ah, ah", Bulma estaba paniqueada, pero se apresuró a sacar su caja de cápsulas, sacando un botiquín de primeros auxilios, lavó las heridas con alcohol y luego cubrió las heridas con gasas y vendas, invocó la casa y acostó a Gokú en la cara que estaba con los ojos cerrados, respirando un poco agitado, Bulma suspiró ligeramente aliviada, y notó como sostenía el radar del dragón con ligera fuerza.

"Que muchacho tan imprudente estás hecho", dijo Bulma masajeando su entrecejo.

Así, esa noche se transformó en mañana rápidamente.

La mañana del 7 de septiembre, Bulma se había quedado dormida al lado de la cama, y Gokú fue el primero en levantarse.

Se sintió adormecido del cuerpo y notó como estaba ligeramente débil.

Growl.

Su estómago gruñó y notó las vendas y gasas, unos cuantos recuerdos le surgieron al verlas. El primero y más viejo recuerdo fue de cuando era muy pequeño, recuerda mucha sangre… y después que su abuelo lo cuidó durante varios días antes de empezar a educarlo. Después de eso recuerda uno a los 5 años que intentó luchar con su abuelo siendo derrotado con bastante facilidad, también tuvo que ser cuidado por varios días, la siguiente vez fue a los 7 años, donde un Gokú más versado en las artes marciales pudo ponerse a la par de un Son Gohan contenido, aunque eventualmente fue derrotado, Son Gohan lo cuidó de sus heridas unos días antes de desaparecer por algunos años, desde entonces, tuvo que tratarse las heridas él mismo, incluso cuando su abuelo volvió. Así que era la primera vez que alguien lo cuidaba en mucho tiempo.

Gokú luego miró hacia la ventana y notó la luna en el cielo.

"Se acerca una luna llena…", dijo Gokú sin pensar mucho.

Gokú posicionó su mirada sobre Bulma y luego colocó su mano en su cabeza.

Sintiendo el hambre surgir en su estómago, se levantó y notó como Bulma no reaccionó, parecía estar bastante cansada, Gokú le colocó la manta encima de la espalda y fue a la cocina, donde se preparó algunos platillos simples y comió alegremente, sentía el adormecimiento y dolor en donde hubo quemaduras, y también sintió como la comida lo revitalizaba, por lo que salió y se dispuso a entrenar duramente.

Un recuerdo de su abuelo le vino. Fue cuando lo encontró herido tras haber desaparecido por algunos años.

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Después de regresar a su casa y vestirse, Gokú salió y se encontró a una figura familiar cojeando con dificultad.

"¡Abuelo!", Gokú exclamó sorprendido y asustado, por lo que corrió y se apresuró a apoyarlo, "Abuelo, ¿qué te ocurrió?", Son Gohan se rio a la pregunta.

"Me pelee con un monstruo muy poderoso"; respondió Gohan con una sonrisa, aunque luego se cambió a una expresión de dolor.

"No te ves muy bien, abuelo", dijo llevándolo a uno de los bancos.

"Ahh", Son Gohan suspiró un poco adolorido, "Eso es normal"; dijo Son Gohan, "Estoy muy viejo como para recibir graves heridas", añadió a su comentario.

"Espera aquí, abuelo". Gokú entró en la choza y regresó rápidamente cargando varios objetos de primeros auxilios.

"No… no", Gokú los colocó en la mesa e ignoró las 'no' de su abuelo.

"Insisto", dijo Gokú con una cara seria, "Tú me cuidaste por mucho tiempo, es mi turno de cuidarte", Son Gohan puso una expresión compleja.

Gohan se dejó tratar y pudo sentir la seriedad con la que Gokú lo intentaba, y aunque se llegó a sentir mejor, él sabía mejor que sus heridas lo matarían en poco tiempo, miró a Gokú con una ligera sonrisa, en ese momento no pudo evitar pensar, ¿Qué será de éste muchacho en un futuro?

Y con esto en mente Son Gohan habló.

"Gokú, te gustan las Artes Marciales, ¿no?", preguntó Gohan, a lo que Gokú lo miró con una expresión de confusión.

"Claro", Gokú asintió.

"¿Tú sabes cómo se vuelve fuerte un artista marcial?", preguntó Son Gohan, Gokú lo pensó por unos segundos y su respuesta llegó tan rápido como la pensó.

"¡Entrenando!"

"Claro, pero eso no es lo único", dijo Son Gohan con una sonrisa, "Hay muchos factores que influyen en el poder de un artista marcial y uno de esos es… ¡Su resistencia!", dijo entusiasmado.

"¿Su resistencia?", Gohan asintió.

"¡Un artista marcial se vuelve más fuerte por medio de la adversidad!"

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Gokú se encontraba alzándose con un solo brazo y con las piernas hacia arriba, era un modo de entrenar la resistencia y fuerza del brazo, y podía sentir ligeras corrientes de electricidad fluir en su cuerpo, claro que Gokú lo ignoró, pero pues, su cuerpo estaba respondiendo a las quemaduras.

"¡Hey!", Una voz joven y con un atisbo de hostilidad sonó interrumpiendo la reminiscencia de Gokú, Gokú giró su cabeza y miró a un muchacho media cabeza más alto que él, de un gi de color rojo intenso y con mangas, tenía una expresión feroz con cejas prominentes y un cabello en punta hacia atrás de color negro, sus ojos, en cambio, eran de un color rojo intenso, "¡Qué haces aquí!", el muchacho preguntó con agresividad, sus puños estaban cerrados con fuerza, como preparado para lanzar un ataque en cualquier momento.

Gokú se dejó caer y aterrizó sentado mirando al recién llegado.

"Hay una cosa que queremos en ese monte", dijo Gokú señalando al monte Frypan. El muchacho aseveró su expresión, pero no hizo nada. Luego notó una peculiaridad en la espalda de Gokú.

"¡Tú!", la expresión del muchacho se volvió desconcertada, "¡Qué haces con el Bastón de Son Gohan!", el muchacho señaló con mucha confusión en su voz, incluso, su mandíbula estaba temblando.

Gokú sacó el bastón.

"¿El nyoi-bo?" preguntó Gokú con los ojos achicados, "¿Conoces a mi abuelito?" Y luego añadió.

"¡Tú!... ¿Tu abuelito?", el muchacho reveló una expresión de confusión.

"Sí, mi abuelito era Son Gohan, y él me legó éste bastón al morir", dijo Gokú, el muchacho se quedó viendo a Gokú en silencio.

Bulma salió de la casa con una expresión soñolienta.

"¿Quién hace tanto ruido?", preguntó sobándose un ojo, "¡Gokú! ¿Qué haces arriba? ¡Deberías de estar recuperándote!", dijo Bulma al ver a Gokú.

"Estaba entrenando, cuando apareció éste muchacho", dijo señalando al muchacho de gi rojo.

"¿Un artista marcial?", el muchacho negó, su expresión estaba calmada y ya no estaba tan agresivo.

"Yo soy Red, adquirido el apellido de Son Gohan, Red Son, un gusto en conocerte compañero del mismo maestro", Red Son se inclinó ante Gokú, "Y mujer del cabello lavanda", se inclinó ante Bulma, luego volvió a mirar a Gokú. "Debido a tu parentesco con Son Gohan, he decidido ser respetuoso, pero si no se van de aquí, los voy a matar en este momento"