—Las tareas que me asignó mi Señor definitivamente se llevarán a cabo correctamente. Después del cobate de mañana, continuaré difundiendo más rumores y puedo garantizarle a mi Señor que no se sentirá decepcionado. —Zhao Xun dijo con cautela.
El hombre de la túnica negra asintió con la cabeza, luego se giró inmediatamente y se fue.
Después de que Zhao Xun observó respetuosamente como el hombre se iba, finalmente suspiró aliviado, mientras que, al mismo tiempo, su corazón dio un salto de alegría.
Una vez concluido el asunto, ¡le esperaban infinitos lujos y riquezas con un futuro brillante!
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