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Mas allá de las montañas

𝘊𝘩𝘪𝘳𝘱 𝘊𝘩𝘪𝘳𝘱

Escucho… Escucho el sonido del cantar de las aves a mí alrededor…

Escucho… Escucho el sonido del viento pasar por las hojas de los arboles…

Estoy… ¿Acaso en un sueño…?

Abrí lentamente mis ojos, y lo que me encontré era un vasto azul con varios algodones blancos que lo moteaban

—Si… Definitivamente esto soñando…—

Cerrare los ojos, y me despertare en aquel laberinto del demonio, sep, solo un sueño, abriré mis ojos y…

—¡Oh por dios no es un sueño!—

Me senté en mi lugar, abriendo mis ojos completamente, logrando apreciar lo que había enfrente de mí

Un bosque, sin embargo a pesar de su gran cantidad de árboles, estos eran muchísimo más pequeños que los de Kalisios, tenían un tronco de color marrón oscuro y… Hojas de un hermoso color rosa que caían lentamente al suelo debido al viento…

—Woah…—

Nunca había visto arboles como estos, el ver como danzaban aquellos pétalos en el aire era casi hipnótico…

Al fin estoy afuera de aquel lugar… Aunque siento que me estoy olvidando de algo importante…

—¡Agh! ¡Mi espada! O-Oh… Ahí estas…—

Aquel acero herrumbroso yacía en el suelo al lado de mí, sin embargo, también encontré una cosa más aparte de que mis cosas estaban intactas

—¡¡Ooooooooh…!!—

Una sonrisa se dibujó en mi rostro, ¡aquel cofre que dejó aquel monstruo estaba ahí también! Me levante al instante para ponerme enfrente de el

Su decoración era única, no era como ninguno que había visto antes, me pregunto… ¿Que habrá dentro?

Usando mis dos manos para abrir la tapa del cofre, vi como aquellos tentáculos se quitaban de en medio para descubrir lo que había adentro.

En mi rostro un brillo dorado se reflejó, quedando boquiabierto por el tesoro que había conseguida, a tal punto que me pellizqué tan fuerte como pude para verificar que no era un sueño

—Bueno, estar al borde de la muerte puede que no sea tan malo de vez en cuando…—

Hundí mi mano en los contenidos del cofre, sacando lo más grande que estaba cubierto por monedas de oro que parecían casi infinitas

—Woah… ¿Qué es esto…?—

Aquello que sostenía en mis manos era una espada, sin embargo esta tenía un filo extremadamente afilado, casi que cortaría con solo mirarla, con un mango con condecorados en negro y carmesí y un acero totalmente oscuro

—Se parece a uno de los tentáculos de esa cosa…—

Y pensar que como premio me daría su arma… Sin embargo, debido a la atadura astral con mi arma invocada, no puedo usarla… Al momento de sostenerla, intenté blandirla, sin embargo sentí como algo me detuvo al instante, haciendo que no logre lanzar ni un ataque, además de sentir como mi fuerza disminuía al sostenerla en mis manos

—Sera mejor que te tenga guardada a un costado… Lo siento compañero, pero tendrás que aguantar al intruso por un tiempo—

Decía esto mientras miraba a mi espada que yacía ahora en su vaina, rayos, el estar solo realmente me está afectando… Bueno… Técnicamente me acompaña ese señor caballero de llamas que está dentro de la espada, ¿o no? Oh rayos…

Guarde aquella espada negra al atarla a mi cinturón, quedando colgando, así como cuando cargaba mi espada antes de tener su vaina, solamente que en el lado derecho

Después de un rato, saqué de mi bolsa el monedero con el que cargaba mi dinero

—Debería de conseguir uno más grande…—

Metí todo el oro que encontré en el cofre ahí adentro, la bolsa estaba al punto que parecía que iba a explotar, así que por mi seguridad, la guardé de nuevo en la bolsa, me pregunto que podré comprar…

—Muy bien… ¿Ahora adonde estamos?—

Consulté el mapa de Libria, oh, OH, ¡genial! Ya decía yo que esto no es por donde entre… En la demografía del mapa, hay árboles de color rosa después de las montañas que tenía que cruzar, así que siguiendo esa lógica… Estoy…

—Estoy fuera…—

A partir de aquí, ya no hay punto de retorno, no puedo volver a Drakenshiel aunque quisiese, ni podré regresar a Kalisios por un buen tiempo…

Oficialmente… Estoy en Libria… La parte civilizada al menos…

Di un suspiro para después estirarme, acompañado de un bostezo profundo, inmediatamente me golpee las mejillas con mis manos, espabilándome

—Ok… Aquí vamos otra vez—

ME dispuse a irme, aunque antes de dar un paso, me acordé de algo muy importante, mirando atrás a las montañas, me acuerdo de a quien le pertenecieron estas dagas que llevo en mi bolso…

—Bueno… No pude cuerpos… Pero merecen al menos… Un sitio en el que ser recordados…—

No me vendría mal ensuciarme las manos un poco…

𝐔𝐧 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞

Me encontraba de rodillas, teniendo mi pierna derecha arrodillada mientras la izquierda se encontraba en reposo con la rodilla al suelo, teniendo mis manos juntas a la altura de mi rostro

—Que los dioses dragón guíen sus pasos al más allá, y que en cielo en donde todos mis hermanos y hermanas yacen volando para siempre, hallen paz… Astra Drakonemuru, valientes guerreros…—

Aquello que yacía enfrente de mí eran 3 túmulos de tierra, con palos en forma de X y con pétalos rosas encima de ellos… No los conocí… Solo supe de ellos gracias al diario que ellos dejaron atrás… Que él dejo atrás… A pesar de que ya haya ido al más allá… Planeo cumplir lo que prometí… No sé cuánto me llevara…

Después de unos momentos de silencio, me levante de mi lugar, apreciando el recuerdo de aquellos que perecieron antes de mi llegada a aquel lugar

—¡Gracias por todo!—

Hice una reverencia ante las tumbas, antes de dar media vuelta, y dirigirme ante el sereno bosque de rosa…

Después de caminar por un rato, me encontré con un camino, aunque no había ninguna señalización y el mapa del continente no marcaba caminos… Solo las ubicaciones así que… Estoy jodido… Empecé a caminar hacia una sola dirección, esperando que tal vez CalmWind se encuentre por allá…

¿Hmmm…?

Veo algo más adelante… Algo moviéndose… Y es grande… No desenfunde mi espada pero si posé mi mano izquierda en el mango, sin embargo, no sentía algo parecido a agresión viniendo de aquello…

Después de unos momentos, logré divisar lo que había adelante, un ser cuadrúpedo con cuello algo largo iba arrastrando un carro con dos ruedas de madera que llevaba unas grandes cantidades de heno encima de él, además había alguien guiando a aquel ser, un señor de edad avanzada, tal vez tenga la edad de uno de los sabios de la aldea, hmm…

Bueno… No pierdo nada con preguntar…

Caminé por el sendero hasta que llegué a acercarme a aquel transporte

—Em… Oiga señor, ¿tiene un momento?—

El anciano hizo por detener a aquel animal, deteniendo su vehículo por completo

—Oh si… Que… Sucede… Jovencito…—

El señor que llevaba un gambesón sencillo acompañado de unos pantalones de color gris hablaba tomando pausas, realmente es alguien bastante viejo… Me pregunto que estará haciendo con tanto heno…

—Ah… Si… ¿Me preguntaba si usted sabe dónde queda CalmWind?—

—¿CalmWind… Dices?—

—Sí señor, CalmWind—

El hombre se tomaba su tiempo para pensar, no quiero presionarlo y que se vaya de repente… No sé cuándo me encontrare a otra persona en este camino…

—Se… Encuentra… Hacia… Alla…—

Con su tembloroso dedo, me apuntó hacia la dirección de donde vine

—¡¿Oh enserio?! Ugh… Voy a tener que caminar todo eso otra vez…—

Exclame, rascándome la cabeza mientras fruncía el ceño, si tan solo hubiera más indicaciones en este maldito mapa…

—Bueno… Voy a tener que apurarme para llegar antes del anochecer…—

Me dispuse a caminar devuelta, sin embargo el sonido parecido a un chillido entrecortado de aquel animal cuadrúpedo

—Si quieres… Puedo llevarte hasta allá… Igual voy… A vender… Esta paja… En los establos…—

—¡¿Lo dice enserio señor?!—

Un brillo en mis ojos se mostró, casi podría llorar llegados a este punto, un ángel se mostró ante mi lleno de arrugas y con el habla ralentizada (sin ofender)

—Siento que… Te vendría bien un descanso… Jovenzuelo... Veo que… Has viajado por mucho tiempo sin descanso…—

—Bueno… Si lo pone de esa forma, ¿Cómo no negarme?—

—Sube al… Carro de atrás… Me vendría bien… Que alguien me acompañe… En estos tiempos con ladrones… Por ahí…—

Siguiendo sus indicaciones, me subí al carrito de atrás, sentándome en un lugar en el que el heno hacia como una silla y una cama a la vez, se siente suave… Casi como el que había en Drakenshiel…

—¿Ladrones?—

—Si… Han… Estado molestando… A varios de… Mis compañeros…—

—Oh, ya veo… Tranquilícese señor, si algo sucede, ¡estaré ahí para mantenerlo a salvo! No puedo agradecerle lo suficiente por déjame ir con usted—

—Jojojo… Ustedes jóvenes… Llenos de energía…—

El hombre reía mientras se frotaba la barba ligeramente, el animal empezó a avanzar, y el vehiculo empezó a moverse en dirección hacia CalmWind

—Mi… Nombre… Es… Lazaro…—

—¡Oh! Agh… Mis modales… Soy… Soy Archer. Mucho gusto—

—El… Placer… Es… Mío…—

Bueno… Quién lo diría… Mi primer encuentro con una persona afuera del pueblo resultó ser algo agradable… Necesito… Necesitaba este descanso de piernas…

Al menos ya no tengo que preocuparme por que algo me mate en medio de la noche…

Sentía como mis ojos cedían al cansancio… Solo espero que esto no sea alguna especie de alucinación en la muerte… Y que en realidad este pereciendo en aquel agujero…

Pero bueno…

¡Muy bien mundo, Archer llego, y está a punto de buscar a su familia y amigos con gran determinación…! Ah… Solo espero encontrarlos pronto…

𝐎𝐝𝐚 𝐚𝐥 𝐝𝐞́𝐛𝐢𝐥

𝐀𝐫𝐜𝐨 𝟐 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟏: 𝐒𝐫. 𝐌𝐢𝐞𝐝𝐨

𝐅𝐢𝐧