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CONTROL INCOMPLETO

Fernando es un estudiante de universidad muy hábil en los juegos de video, luego de ganar una partida por internet recibe una invitación de un extraño usuario usuario para representarlo en un juego, Fernando inocentemente accede, y lo siguiente que sabe, es que acaba de entrar a un juego en el que todo es mas real de lo que podría imaginar.

MarioSerrano · Sci-fi
Peringkat tidak cukup
4 Chs

PREGUNTAS, RESPUESTAS Y MALA SUERTE

Fernando llevó a Jesica al primer hospital que se puso en su camino, luego buscó un café internet que estuviera dividido por cubículos e intentó abrir sus redes sociales, mas ninguna le funcionó, después de desesperarse, en su computadora se abrió el control del cibercafé con un mensaje:

-¿Qué es lo que deseas saber?, no puedes tener interacción con ningún pariente o conocido hasta que ganes el juego-Fernando se estaba molestando por todo aquel misterio, y respondió por el mismo chat -¿¡En qué demonios me metiste!?-Flamel_Inmortus tardo un poco en responder –yo, en nada, tú te metiste al aceptar, y como te dije antes estas en un juego, ¿Has hecho caso de algo de lo que te dije en el pasado?-Fernando se tranquilizó un poco y meditó sus palabras –Sácame de aquí-Flamel_Inmortus respondió casi al instante –no puedo-Fernando se molestó, pero razonó un poco, y después se tranquilizó a sí mismo –está bien, ¿Cómo gano el juego?-Flamel_Inmortus le mando las reglas que había visto por la mañana, Fernando las volvió a leer y después respondió -¿Qué es exactamente este juego?-Flamel_Inmortus divagó un poco con su respuesta –no es nada del diablo, si es lo que te estás imaginando, es una especie de torneo- Fernando apresuró su escritura por desesperación -¿Y cuál es el premio?- Fernando no sabía que esperar, pero no se esperaba la respuesta que siguió por parte de Flamel_Inmotus-el control del mundo por supuesto-Fernando no creía lo que acababa de leer, pero después de lo que había pasado ese mismo día, el controlar el mundo no le pareció tan descabellado sin embargo por la forma en la que se expresaba Flamel_Inmortus, creyó que había algo que su beneficiario no le estaba diciendo –Permíteme deducir un par de hipótesis, hay cosas que no me puedes decir, y estoy dentro de un mundo virtual-Flamel_Inmortus le envió un pulgar arriba y una caria triste antes de afirmar o contradecir sus suposiciones –si y no, no te puedo decir muchas cosas, me temo que tendrás que descubrir la verdad por ti mismo, y no, no estás en una realidad virtual, pero creo que eso ya lo sospechabas, te encuentras en una ciudad real, aunque ciertamente no te puedo decir en qué parte del mundo estás con exactitud, ¿algo más?-Fernando se molestó un poco, los poderosos jugaban un juego en el que peligraba la vida de gente inocente, pero aquello no podría ser del todo extraño, la gente importante siempre había hecho cosas similares –¿Cómo cubriste mi desaparición?- g000gle le envió un link, Fernando lo abrió, era una nota periodística en la que figuraba el título "estudiante de la Universidad "Garza Roja de Tlaxcala" es beneficiado con una beca para estudiar en Estados Unidos con todos los gastos pagados por su brillante desempeño académico" en el periódico figuraba una foto de Fernando estrechando la mano del rector de su facultad, él leyó apresuradamente la nota periodística y se sorprendió por la habilidad que tenía Flamel_Inmortus para ocultar sus fechorías, abrió de nuevo el chat y tecleó –no recuerdo haberme tomado esa foto- Flamel_Inmortus respondió rápidamente –es porque no lo hiciste tú, un doble está tomando tu lugar, e irá a la universidad por ti, ¿algo en especial que desees que realice?, excelencia académica, deportista, artista, ¿Quieres que deje veinte señoritas enamoradas de ti para cuando tomes su lugar?, pide lo que desees, pero ten en cuenta que tu doble morirá de una forma trágica si tu pierdes la vida en el juego-Fernando se irritó un poco, pero nuevamente se tranquilizó a sí mismo –lo que quieras está bien, siempre y cuando no se meta en problemas, ni cause conflicto entre mi novia y yo, ahora bien, ¿me has dicho todo lo que me puedes decir?-Flamel_Inmortus le envió un link y desapareció junto con la conversación que acababan de tener él y Fernando, este abrió el link, mismo que abrió una imagen de un hombre con una sombra amenazante, Fernando se preguntó que podría significar aquello hasta que decidió que no le importaba, fuese lo que fuese, lo descubriría a su tiempo, pagó por la computadora y salió de allí, de camino al hotel compró una computadora portátil, una consola X-BOX y un videojuego de zombies, llego al hotel, pidió servicio de cuarto, comió y se dedicó a jugar con la consola hasta que anocheció, entonces recordó que en su traje estaba una memoria oculta, en caso de que lo asaltaran, buscó en su habitación, pero no encontró su traje hasta que abrió en armario, allí estaba colgado, parecía que lo habían mandado a la lavandería, cosa que le molestó, buscó su memoria que todavía estaba oculta y se apresuró a prender su computadora portátil.

Conectó su memoria y abrió el navegador portable que usaba para navegación privada, un navegador llamado "anticristo", entro a la hidden Wiki y de allí al servicio de mensajería privada, entro con su usuario, y para su alivio, esta cuenta todavía existía, instalo sus barreras de seguridad desde su memoria para mejorar la privacidad y mando un mensaje a su único contacto registrado, SZK043GMARADE, que era la cuenta de Sergio, el único de sus amigos que todavía entraba a la Deep Web, el mensaje decía –necesito ayuda, estoy atrapado por Flamel_Inmortus- Sergio casi nunca se conectaba, pero por lo que le había pasado a Fernando, necesitaba desahogarse con alguien. Después de que su mensaje se envió, Fernando se dio cuenta de que la web cam estaba prendida, y palideció de la impresión, había olvidado desconectarla o taparla, y ahora alguien lo estaba viendo, le quitó la batería a su computadora portátil para que se apagara rápidamente y la tiró a la basura, pensó que era un desperdicio tirar una computadora que acababa de comprar, pero era mejor que correr más riesgos.

Tardó unos minutos en tranquilizarse, después recordó que había ganado un nuevo ítem después de asesinar al tipo loco de en la mañana, imaginó de nuevo su pantalla, y esta apareció solo que no era un solo ítem la diferencia, sino tres, tecleo el primero, que parecía una esfera de cristal:

Orbe de invisibilidad

Ítem de tipo equipo,

Para su uso requiere equipamiento, solo piensa fuertemente en él cuando lo requieras

Te hace invisible durante 180 segundos, solo puede ser usado una vez cada veinticuatro horas.

El segundo tenía forma de radar y decía:

Rastreo

Ítem de tipo utilidad,

Para su uso requiere equipamiento, solo piensa fuertemente en él cuando lo requieras

Una vez que descubras a otro jugador, podrás rastrearlo en cuanto salga de tu línea de visión.

El tercero, parecía una espada, se veía como una Katana, aunque era de color azul.

Katana de salvación nivel 1 de 19

Ítem de tipo arma,

Para su uso requiere equipamiento, solo piensa fuertemente en ella cuando la requieras

Regenera un punto de salud por segundo, causa un daño de 30 puntos de salud por estocada, en caso de cortar la cabeza el daño será mortal para el jugador rival, puede mejorarse, por desgaste necesitará mantenimiento.

Fernando repasó mentalmente las reglas y se preguntó por qué no había recibido una estrella después de acabar con otro jugador, pero siendo el juego tan extraño como era, supuso que alguna explicación debía de existir.

Era de noche, y el sol había caído hacia algún tiempo, Fernando salió del hotel y fue a caminar, por la forma de la ciudad se sentía como en Racoon City, ya que la ciudad colindaba con un bosque, aunque el parecido terminaba allí, después de todo, este lugar no parecía un laberinto.

Había mucho más concurrencia de noche que de día por las calles, Fernando paso junto a varios grupos de jóvenes que reían y conversaban, parecía un lugar normal, y el supuso que fuera de la relación que guardaba con el juego lo era.

Encontró un bar abierto y entró, el lugar era amplio, por lo que pudo apreciar, tenia mesas de billar y demás pasatiempos propios de un lugar así, a él no le molestaba estar allí, y necesitaba un trago, por lo que se acercó a la barra, y cuando el barman fue a tomar su orden pidió un Martini, que fue el nombre de la primera bebida alcohólica que se le vino a la mente, el barman no tardo mucho, Fernando pagó la bebida y la terminó de un trago, entonces un hombre que al igual que él vestía una chaqueta de cuero negro se le acercó.

—¿Sabes jugar al billar?—Fernando se sorprendió un poco por aquello, aun así asintió con la cabeza y el sujeto continuó—verás, mi compañero me dejo a media partida, y voy a tener que pagar quinientos dólares si no encuentro un reemplazo, íbamos tres bolas por delante, ¿Te interesa?—Fernando lo meditó unos segundos, y después acepto, cualquier cosa que le distrajera era bien recibida.

Aquel sujeto lo llevó a Fernando a una mesa de billar donde lo esperaban otros dos hombres, uno era alto y fornido, tenía una playera sin mangas que dejaba ver tatuajes por todo su brazo derecho, tenía una barba de chivo y usaba gafas oscuras, el otro se le parecía, solo que era más bajo de estatura, y no parecía fuerte, además de que su cara estaba bien afeitada y no llevaba gafas, este se burló del que había llevado a Fernando.

—Mejor deberías rendirte Mike, este crio no creo que siquiera sepa jugar esto—se dirigió a Fernando—¿Cuántos años tienes, veinte, veintidós?, bueno, espero que traigas pasta para pagar—Fernando se molestó un poco, si había algo que realmente le molestaba era ser subestimado, saco su cartera y colocó cinco mil dólares sobre la mesa de billar.

—Si estas tan confiado, porque no subimos la apuesta, cinco mil para empezar—el sujeto sacó los cinco mil de sus bolsillos y le sonrió a su compañero.

—E Peter, somos cinco mil dólares más ricos—Peter asintió y dijo:

—No lo creo Toni, yo apuesto otros mil—sacó algunos billetes y también lo puso sobre la mesa, Mike alzo los hombros y saco mil dólares para ponerlos también sobre la mesa mientras que le decía a Fernando discretamente.

—Más te vale que sepas jugar, estamos jugando rayadas—Fernando asintió y comenzaron a jugar.

El juego terminó rápido, y Fernando debía reconocer que no estaba a la atura de las circunstancias, dado que Peter y Toni eran muy buenos en el billar, por suerte, Mike también, y gracias a él alcanzó a ganar, por muy poco, entonces sus contrario le pagaron y dejaron el lugar enfurecidos y culpándose el uno al otro.

Fernando dividió entre dos las ganancias obtenidas, le dio una mitad a Mike y también estaba a punto de irse cuando este lo tomó del brazo.

—¿Por qué te vas tan pronto?, te invito un trago, después de todo gracias a ti tengo tres mil dólares en lugar de quinientos, me alegro de que mi compañero se tuviera que ir—Fernando asintió y ambos se sentaron en una mesa, pidieron un par de tarros de cerveza de barril y conversaron un largo rato, hablando de cosas sin importancia videojuegos, películas, alcohol y otros temas de la misma naturaleza, después de un par de horas entraron cinco hombres fornidos, uno de ellos se dirigió a Mike.

—No creía cuando me dijeron que estabas apostando y bebiendo, mientras que no puedes pagar lo que me debes, te atrasaste ¿Cuánto?, dos meses, ¿Algo que decir?—Fernando miró por un lado al hombre que estaba interrumpiéndole, era enorme, y se veía fingiendo emoción, de ese tipo que sale en las películas para aterrar a un subordinado, estilo que parecía funcionar perfectamente en Mike, que estaba muy nervioso, este comenzó a hablar desesperadamente.

—Espera Jacobi, tengo tres mil, eso cubre lo de esta semana, conseguiré más, solo espera un poco—Jacobi lo miró de reojo.

—Muy tarde para escusas, mañana en la mañana quiero ciento cincuenta mil, y ya que nos gusta arreglar las cosas con un trago, veámonos aquí, tienes veinticuatro horas, así que a las diez veintitrés estarás aquí, si no lo consigues serás un cadáver, y si intentas escapar desearas serlo, ahora bien, soy un hombre ocupado, hasta mañana, suerte, la vas a necesitar—se dio la vuelta y se fue seguido por los otros cuatro que habían entrado con él, Fernando entonces preguntó.

—¿Quién era ese?—Mike apuró su bebida antes de responder.

—Elías Jacobi, él controla lo que sucede por aquí, tiene gente en la policía y muchos contactos, además de influencias, mierda, soy un muerto, ¿De dónde voy a sacar tanta pasta?, trabajo en un centro comercial por el mínimo, realmente vivo de apuestas, y él lo sabe, ¡Maldición!—Fernando saco de sus bolsillos diez mil y los puso sobre la barra, Mike lo miró sorprendido mientras Fernando se levantaba dispuesto a marcharse.

—¿Que se supone que haga con esto?—Fernando no se dio la vuelta, ni se detuvo.

—Apuesta a ganar—Fernando salió del lugar dejando a una anonadado Mike y se dirigió al hotel.

De camino paso por un taller de aparatos eléctricos, y compró una computadora portátil de segunda mano.

Llegó al hotel y se dirigió a su habitación, prendió su reciente adquisición y entró a la página principal de Google, esperando que así él lo contactara, pasaron varios minutos sin que ocurriese nada, mas después de un tiempo la página se redireccionó automáticamente a un servicio de chat desconocido para Fernando.

-¿se te ofrece algo?-Flamel_Inmortus no se hizo esperar, tal como predijo Fernando -¿Como retiro dinero sin ir al banco?-Flamel_Inmortus dudó unos segundos antes de responder -sabia que tarde o temprano realizarías esa pregunta, hay una forma, pero te costará un ítem, ¿Vale la pena?-Fernando no lo meditó, pues ya estaba seguro de lo que quería -si-Flamel_Inmortus le mando una lista de sus ítems antes de responder -entonces escoge el ítem que planeas intercambiar-Fernando lo pensó algunos segundos hasta que decidió que el ítem que no necesitaba el de rastreo, por lo que lo escogió, y frente a sus ojos, apareció la leyenda, "intercambio completo, nuevo ítem: cajero de cartera". Flamel_Inmortus, se desconectó, y la computadora portátil de Fernando se apagó, a él no le sorprendió, mas tampoco le agradó, la guardo, y se concentró en su pantalla que le indicaba los ítems que tenía, y seleccionó el que había intercambiado, la descripción decía:

Cajero de cartera

Ítem de tipo utilidad,

Para su uso requiere equipamiento, solo piensa fuertemente en él cuando lo requieras

Sirve para retirar dinero del ítem tarjeta de crédito, mientras la tarjeta de crédito este en su interior piensa en una cantidad de dinero y en el tipo de billetes que deseas, siendo el límite de billetes que pueda tener la cartera en su interior treinta, para saber su estado de cuenta solo piensa en ello y en una de las ranuras de la cartera aparecerá una tarjeta con el total de su dinero impreso.

La cartera parecía útil, ahora, necesitaba sacar bastante dinero, por lo que comenzó deseando tres mil dólares en billetes de cien, la cartera funcionó de maravilla, mas sería molesto reunir cantidades grandes, aunque ya tenia planeado lo que iba a hacer, pero no sería aquella noche, puesto que lo único que le restaba a él ese día, era dormir.

Mike esperaba nerviosamente en el bar acordado, llevaba una mochila con setenta mil dólares en efectivo, aunque en billetes de diversas denominaciones, durante aquel día había empeñado las alhajas de su abuela, su pistola nueve milímetros, había sacado dinero prestado de una financiera, había pedido prestado a amigos y familiares y había intentado inútilmente de sacar un crédito hipotecario, y entre todo, solo había juntado setenta mil con todo y los diez mil que le había dado Fernando, estaba más muerto que vivo, y él lo sabía.

Elías Jacobi llego con diez minutos de retraso, vestía un traje de color rojo e iba acompañado por cinco hombres fornidos que vestían igual que él, Elías repasó visualmente el lugar hasta encontrar a Mike.

—Viejo amigo, estas aquí, eso debe ser bueno, dime lo que quiero oír, dime que tienes la pasta y terminemos con esto, esto no fue nada personal sabes, desde que los rumores de tu adeudo circulan, nadie quiere pagar a tiempo, esto es solo por el prestigio, nada mas—Mike lo miró con ira.

—No tengo todo, solo reuní setenta, eso por lo menos corresponderá a la seguridad de mi esposa y de mi hija—Elías lo miraba con compasión.

—Ambos sabemos que así no es como funciona, sabes cómo funcionan los ejemplos, realmente lo lamento, pero no me dejas alternativa—terminó de hablar y tomó una escuadra nueve milímetros de su saco, la apunto a la cabeza de Mike e iba a disparar cuando la puerta del establecimiento se abrió, sus hombres le apuntaron al recién llegado mientras le decían que el lugar ya había cerrado, Fernando levanto una mano en son de sometimiento puesto que en la otra llevaba un portafolios.

—Tranquilos, yo solo quería tomar un trago con un amigo—los cuatro lo insultaron y le dijeron que se largara, pero el negó con la cabeza.

—Me temo que no puedo hacer eso, traigo algo que un amigo necesita, me pidió que trajera el pago—acabo de hablar y Elías se dio la vuelta, vio el maletín y le ordenó a uno de sus hombres que lo tomara y lo abriera, él así lo hizo y cuando lo abrió, se sorprendió, lo volvió a cerrar y se lo llevó a Jacobi, el lo volvió a abrir y una sonrisa se dibujo en sus labios.

—Mike, mi buen amigo, tú y tu sentido del humor, estuve a punto de volarte los sesos, nunca entendí tus bromas, pero está bien, aquí me estás dando cincuenta mil razones para apreciar tu sentido del humor, aquí hay doscientos, te pedí ciento cincuenta, pero acepto de buena fe, con esto recobras mi confianza, si de aquí en el futuro necesitas algo, solo dímelo—Mike estaba muy sorprendido, pero actuó como si hubiera planeado todo y le siguió la corriente a Jacobi. Fernando se acerco aunque los hombres de Elías no dejaron de apuntarle, sacó treinta mil de sus bolsillos y se los extendió a Jacobi.

—Necesito hablar contigo de algunos asuntos—Elías lo miró y sonrió.

—Si quieres droga, estas en el lugar equivocado, y aunque no fuese así, me tomaré el resto de la noche libre, claro si eres amigo de Mike puedes venir también—Fernando sacó otros treinta mil.

—Creo que no me entiendes, no me interesa la droga, pero necesito algo de información, pagaré por ella, ¿Me la facilitaras?—Elías rio un poco antes de responder.

—Por sesenta mil, te diría la receta secreta de las galletitas de mi abuela, pero si es serio, deberíamos hablar en otra parte, sígueme—se dirigió a Mike—Tu te vienes con él crio—luego a sus hombres —Traigan el auto, vamos al club, y llamen para avisar que habrá una fiesta privada— Fernando tragó saliva estaba peligrando su vida si cometía una estupidez, cosa que no era del todo mala, era signo de que hasta ese momento tenía todo bajo control, por lo que siguió a Jacobi hasta su auto, y luego a su club.

Una vez en su Club, Elías lo guió por algunos corredores y escaleras, hasta que llegaron a una amplia habitación, había varios cuadros en las paredes, lo que parecía un armario, asientos de piel y una mesa de cristal en el centro con una botella de vino y seis copas dispuestas, Jacobi abrió la botella y llenó dos copas, le ofreció una a Fernando y se sentó en uno de los sillones, hizo un gesto a Fernando para que se sentara enfrente de él y este así lo hizo.

—¿Cual es ese asunto importante que quieres discutir conmigo?—Fernando sabía lo que convenía a sus intereses, pero tardó algún tiempo pensando como plantearlo.

—Necesito saber sobre desapariciones, verá, creo que algo grande se está armando, y la única pista que tengo es que a esta ciudad ha llegado gente, ¿cómo decirlo?, peligrosa, y que los que llegaron se están matando unos a otros sin dejar huellas, según tengo entendido usted controla todo por aquí, quiero saber cuántas personas que llegaron recientemente a esta ciudad desaparece sin dejar huella—Elías pensó un tiempo lo que acaba de escuchar, sabía algo, Fernando lo vio en su expresión.

—Con que desaparecidos, han estado ocurriendo varios, mis fuentes en el departamento de policía, me dicen que como cuarenta personas que aparecieron de la nada desaparecieron de la misma forma, puse diez mil dólares de recompensa por información, pero eso ocasionó que fueran pandilleros los que comenzaran a desaparecer, si sabía que algo grande se estaba cociendo por aquí, pero no tengo idea de que es, y los encargados estamos tratando de averiguar que pasa, pero, hasta ahora nada, los Italianos le tiran la culpa a los chinos, los chinos a los rusos, los rusos a los latinos y los latinos a nosotros, mientras que yo le tiro la culpa a los italianos para no romper la cadena, pero ninguno de nosotros tiene idea real, somos una hidra de 5 cabezas, y aun así, algunas cosas escapan a nuestra vista yo creo que un nuevo grupo está queriendo hacernos tontos, no sería la primera vez, si encuentras a los que están detrás de esto, tienes mi apoyo para aplastarlos, les enseñaré a respetar mi territorio—Fernando pensó un poco, se acababa de poner la soga al cuello, y solo de el dependía la caída rápida.

—No sé mucho en realidad, pero según tengo entendido en esta ciudad se está dando una especie de competencia, hombres poderosos enviaron mercenarios a buscar ciertos objetos, yo solo sé eso, y también fui enviado, pero parte de mi misión consiste en descubrir y obtener estos objetos, y la otra en eliminar a la competencia, aunque desconozco los detalles, y por esto recolecto información, mi manejador puede pagar mucho mas por su cooperación, ¿Estaría bien un millón para empezar?—Elías me miro un poco y después comenzó a reír.

—¿De verdad esperas que me crea eso?, ¿Cuántos años tienes, veinte, veintiuno , y quieres que crea que eres espía o algo similar?, ¿Quien te envió?—

—Primera regla en este negocio, sin nombres—Jacobi iba a seguir riendo cuando se escucharon disparos provenientes del bar, Elías desenfundó por instinto su pistola y apuntó a la puerta, permanecieron en silencio unos segundos hasta que esta se abrió, Jacobi estuvo a punto de dispararle a Mike y a uno de sus hombres que entraron tan rápido como pudieron, ellos estaban jadeando, y levantaron las manos.

—Entraron cinco hombres, están bien armados, acabaron con los otros en segundos, Mike reaccionó a tiempo y me sacó de allí, luego solo corrimos, estos tipos son muy buenos—Elías me miró, y pude ver en su rostro que comenzaba a creer la historia que le inventé.

—¿Refuerzos?—el sujeto negó con la cabeza.

—No sirven los malditos celulares—Elías cambió la pregunta.

—Y la alarma de la policía—esta vez fue Mike quien respondió.

—El cantinero presionó el botón, fue lo último que hizo, pero si no me equivoco con los que entraron, la desactivaron, son profesionales, no niñas exploradoras, por lo que parece, estamos jodidos—Elías entonces se dirigió a Fernando.

—¿Contigo o en tu contra?—

—En mi contra por supuesto—no había dudas ni inseguridad en la voz de Fernando, aunque el sabia que en aquellos momentos su vida dependía más de la suerte que de sus habilidades.

—Si salimos vivos de esta, tendremos una plática más a fondo, de momento tendrás el privilegio de ser un cliente VIP y verás la galería, Natán—Su guardaespaldas asintió y se dirigió al armario, los demás lo siguieron, él lo abrió y accionó un mecanismo oculto, un elevador se abrió ante ellos, entraron y comenzaron a descender. En cuanto se abrió el elevador reveló una habitación amplia, llena de estanterías con armas.

—Veras espía, yo soy el rey local, no por la droga, sino por las armas, mi negocio es este, detesto las drogas, jamás me ensuciaría con esas porquerías, en cambio las armas son verdaderamente buenas, no hay paz sin ellas para mantenerla, aunque naturalmente tampoco guerra, dilemas sin importancia, el dinero puede ser útil, pero en las calles lo mas importantes es esto, tener con que llenar de plomo a alguien, ahora bien, estas en mi bodega, aquí se almacenan las armas que se fabrican bajo mi supervisión, mi arte es transformar chatarra en armas, pero eso será discusión de otro momento, hay tres maneras de entrar aquí, una es el ascensor que utilizamos, otra es el laberinto de cloacas, y por último, está el túnel que utilizo para traficar, escoge las armas que requieras, te mandaré de regreso, y si acabas con los asesinos que enviaron por mi cabeza, pensaré en cooperar contigo, te esperaré aquí, y no te preocupes, si te eliminan y logran llegar hasta aquí, tengo suficiente personal como para acabar con cualquier ex soldado de películas de Holliwood, pero te advierto, que si esto es un teatro tuyo la pagaras caro—Fernando no sabía si podía manejar la situación solo, eran cinco contra uno, además de que tenían armas de fuego, si todo giraba en torno a los ítems programados por el juego, cualquier arma fuera de esos estándares seguramente sería inútil, viéndolo desde cualquier punto de vista, Fernando estaba perdido, mas por otra parte, la apuesta bien valía la pena, dado que si tenía éxito, habría posibilidad de tener de su lado a Jacobi, un rey local de su lado incrementaría enormemente sus probabilidades de victoria, tenía que intentarlo, por lo que se acercó a un estante, tomó una pistola de nueve milímetros y un par de cargadores para disimular y asintió, Jacobi alzó los hombros.

—Yo habría tomado algo más pesado, pero es tu decisión, ahora ve y termina con esos novatos que se metieron conmigo—Fernando se dirigió entonces al ascensor, mas Mike lo detuvo tomándolo del brazo.

—Yo voy contigo—Jacobi sonrió ante esta aseveración.

—¿Escuche bien?—Mike lo miro con determinación, por lo que no hubo necesidad de ninguna respuesta, entonces Elías se dirigió a una caja de acero que estaba pegada en una pared, y sacó una máscara blanca que no tenía más marcas que los agujeros de los ojos, y un cuchillo de caza, le arrojo ambos objetos a Mike.

—Tu identidad, no olvides que siempre te gustó el anonimato, también llévate una pistola, seguro te servirá, y Mike, no mueras amigo—Mike miró algunos segundos lo que acababa de recibir, después se puso la mascará, guardó el cuchillo entre sus ropas, tomó una pistola y dos cargadores al igual que había hecho Fernando, luego ambos se dirigieron al ascensor, cuando llegaron a él, escucharon detonaciones detrás de ellos, doce, ambos se agacharon y voltearon apuntando sus armas de fuego en contra de Jacobi, este sonrió.

—Nunca planee asesinarte, mi arma tenia salvas, ahora ve, haz lo que tienes que hacer—Mike lo comprendió, y le dirigió una mirada de aprobación a Jacobi, luego él y Fernando se dirigieron arriba, una vez dentro del ascensor Mike miró a Fernando a los ojos.

—Jacobi cortará la energía en cuanto llegue el ascensor, entraron cinco hombres, sus movimientos pertenecen al ejército, aunque no al nacional, son alemanes si no me equivoco, reconocí algunas cosas de como se movían y algunas de sus señales, cuatro de ellos son muy altos y fornidos, mientras que el quinto si deduzco que es su técnico, uno tiene una escopeta, dos tienen rifles de repetición, AK-47 si no me equivoco, otro una escuadra nueve milímetros y el técnico una veintidós, el procedimiento estándar será separarse, el técnico y el de la nueve milímetros se quedaran en el bar para asegurarse de que nadie entre, y los otros tres nos buscarán individualmente, solo el que usa la nueve milímetros tiene un chaleco antibalas, ahora bien, debemos esperar lo peor, que tengan balas anti-blindaje y que hay uno esperándonos en la oficina personal de Elías, eso es lo que deduje, ahora es tu turno, ¿En qué diablos me metiste?—Fernando se sorprendió del análisis de Mike, y supuso que le será de utilidad.

—En un torneo, e ultimo en pie gana, aunque no conozco del todo los detalles—Mike asintió, y no volvió a hacer preguntas, mas entonces apareció una leyenda en los ojos de Fernando: "Nuevo ítem conseguido; Equipo. ¿Seleccionar un compañero ahora?" Fernando no comprendía lo que acababa de ocurrir, pero inclinó su respuesta por el sí y selecciono a Mike, aunque no tenía idea de lo que estaba haciendo.

Melvin era un mercenario desde que había salido del ejercito, y ahora que era parte del juego por el control mundial se sentía realizado, nunca quiso ser soldado, y mucho menos de un país extranjero, pero necesitaba el entrenamiento y la experiencia para valer más de dos euros, él y su equipo llevaban un par de semanas vigilando a Jacobi, dado que era útil tener en la mira a alguien con sus influencias en la ciudad, y justo ayer les había llegado la foto de un jugador, algún inteligente había burlado sus defensas y la había pasado por debajo de su puerta, cosa que no podría importarle menos, salvo por que tener la información, la información era valiosa, y el rostro de un jugador era algo casi invaluable. La suerte les favorecía, pues el jugador cuyo rostro conocían estaba teniendo contacto con Jacobi, el pez había mordido el anzuelo antes incluso de que le colocaran la carnada, ahora todo el equipo sobreviviente había entrado y solo era cuestión de tiempo antes de que tuvieran una estrella y un nuevo ítem, se habían separado, pero no encontraban al jugador, solo un par de pandilleros de poca monta que no dieron pelea, él entro a una habitación amplia, con una mesita de centro que tenia dispuesta una botella de vino, un trago no le vendría mal, si las circunstancias no fueran aquellas, entonces escuchó un sonido similar al de un elevador que provenía de un armario, y por instinto preparó su rifle.

En cuanto la puerta del ascensor se abrió se apagaron las luces, y en la habitación se escucho un ruido metálico de algo al caer mientras que Fernando gritaba "Fuego en el agujero", él y Mike escucharon como una hombre saltaba detrás de los sillones intentando ponerse a cubierto, el último error de la vida de aquel sujeto que en cuanto se dio cuenta del timo empuñó su arma solo un instante antes de que Mike le cortara el cuello.

El hombre se desvaneció, cosa que Mike ignoró, después habría tiempo para preguntas, por otra parte, en los ojos de Fernando apareció la leyenda "nuevas reglas desbloqueadas, nuevo ítem conseguido; Beretta" aquel juego estaba volviendo loco a Fernando, pero esta sorpresa fue agradable para él, colocó su pistola en el suelo, y pensó fuertemente en la pistola que acababa de ganar, esta apareció en sus manos, él la revisó, tenía el cargador lleno, y parecía en óptimas condiciones.

—Parece que está despejado, lo cual me perturba, deben de estar preparando una emboscada, el hombre que asesiné desapareció, si salimos vivos de esta, tienes mucho que explicar, ahora bien, cuando entraron no tenían lentes de visión nocturna o algún similar, pero no demos nada por seguro, si los tienen y no estamos preparados, estamos muertos, este edificio parece un laberinto, Jacobi contrató un arquitecto que así lo diseñara, tu grito de fuego en el agujero, los a alertado respecto de nuestra presencia, por lo que sugiero que vallamos al bar, habrá dos efectivos esperándonos, y dado que es la única salida los dos restantes tarde o temprano tendrán que llegar allí, otra opción sería primero buscar a los dos que barren el edificio en nuestra búsqueda, y eliminarlos a ellos primero, con suerte los del bar estarán con la guardia baja, ¿Qué opinas que deberíamos hacer?—Mike se quedó, mirando en la dirección en la que debería estar Fernando esperando una respuesta, la oscuridad no le permitía ver nada, aunque eso poco le importaría en un combate, podría decirse que estaba acostumbrado.

Fernando meditó ambas opciones, ambas eran peligrosas y el saberlo solo empeoró la situación, después de algún tiempo llegó la conclusión de que ir a cazar a los dos que lo buscaban por el edificio sería la mejor opción y se lo hizo saber a Mike, este accedió inmediatamente, y ambos fueron a por ello, Mike iba enfrente como guía, y Fernando lo cubría, se movían tan silenciosamente como podían, y ambos sabían que el más mínimo error representaría la muerte.

El primer infortunado que encontraron fue el del rifle, que murió de manera similar a su compañero caído, sin embargo alcanzó a presionar el gatillo un segundo antes de morir, disparando dos balas al aire.

El hombre se desvaneció de la misma forma en la que lo hizo el anterior, cosa que le incomodó a Mike, mas nuevamente, la vida importaba más que cualquier respuesta. En el caso de Fernando apareció nuevamente la leyenda de que había ganado un nuevo ítem, esta vez el título del ítem era "moneda de plata".

Avanzaron por el edificio en silencio, y algunos segundos transcurrieron, al final de los cuales Mike se volteó apuntando su pistola, aparentemente en dirección a Fernando mientras le gritaba que se agachara, este, no logró reaccionar a tiempo, con los ojos acostumbrado ya a la oscuridad vio el arma de Mike, solo un instante antes de recibir un disparo de escopeta por la espalda, el impacto le dolió más que cualquier otro daño que hubiera recibido en el pasado, aunque supo, por el hecho de que aún no se desvanecía su cuerpo que el impacto no era mortal, mas el impacto lo arrojó hacia el frente provocando que cayera al suelo un instante, mientras caía escucho es sonido de la escopeta al cambiar la bala de la recamara, mas de aquella arma no hubo una segunda descarga, pues Mike vació su cargador antes de que el soldado de la escopeta pudiera impedirlo.

Fernando reaccionó un instante antes de estrellar su rostro con el suelo, y lo evitó deteniendo su caída con sus manos, en sus ojos se escurrió de nuevo la molesta leyenda que anunciaba el recibimiento de un nuevo ítem, esta vez el ítem llevaba el nombre de piedra damolar.

Fernando se reincorporó pesadamente y se percató de que Mike no había dejado de empuñar su arma, solo que ahora le estaba apuntando a él.

—¿Como sales ileso de un disparo de escopeta? Me vendría bien el truco—Fernando alzo los brazos en señal de rendimiento.

—En primera, no estoy ileso, y en segunda, llevo un blindaje especial—Mike no dejó de apuntarle.

—Buena escusa, ahora la verdad, y también explica por que desaparecen los que asesinamos—Fernando se vio sin opción, y hablo antes de razonar correctamente.

—Bien, estoy metido en un juego por el control mundial, represento a un loco que se hace llamar Flamel Inmortus y todo esto, relacionando a los demás que están en el juego ya mí, no aplican las reglas naturales o físicas, sino reglas similares a las de un videojuego—Fernando creyó por un instante que su explicación le costaría la vida, mas para su sorpresa, Mike bajo su arma.

—Si salimos vivos de esta, cosa que es ochenta por ciento seguro, tendremos una plática larga, y detallaras eso que acabas de decir someramente, ahora avanza, que nos quedan dos por eliminar—.

No dijeron nada mas, Mike guió a Fernando hasta la puerta del bar silenciosamente, Fernando no se quejo de dolor, aunque el mover su cuerpo se convirtió en un martirio, dedujo que su línea de vida estaba debajo de los cincuenta puntos, a través de la ventana se filtraba una tenue luz, cosa que prácticamente garantizó la presencia de sus dos víctimas, y una vez allí, ambos con arma en mano entraron abruptuosamente y descargaron sus armas en los dos hombres que allí se hallaban, uno de ellos, al que le había disparado Mike, se desvaneció, más el que tenía una nueve milímetros sonrió mientras aparecía en los ojos de Fernando la leyenda correspondiente después de eliminar un jugador enemigo, él último soldado desarmó de dos tiros a ambos.

—Me alegra tener chaleco anti-balas, si no estaría ya en un lugar muy cálido, ¿Ultimo deseo?—ninguno respondió, y en un instante Mike le lanzo su cuchillo a aquel hombre, recibiendo un disparo en la frente por ello, se escucho un ruido metálico, cuando la bala rebotó de su máscara, y otro cuando el cuchillo de Mike le arrebataba el arma de las manos a su oponente. El impacto hizo a Mike perder el equilibrio y cayó al suelo temporalmente fuera de combate, mientras que Fernando apareció en sus manos su espada y se abalanzo sobre aquel hombre que para sorpresa de Fernando, éste detuvo la estocada con un machete.

—Así que eres de esos, he vivido en la jungla con nada más que un cuchillo de caza y uno de estos, tu espada de juguete debería estar colgada en una pared de adorno, ya que es inútil para cualquier otra cosa—Fernando ignoró esto y volvió a atacar, mas esta vez el mercenario no solo detuvo su estocada, sino que acertó un golpe en la barbilla de su oponente lanzando a Fernando hacia atrás, y provocando que cayera, mas éste reaccionó y trato de levantarse, sin embargo estando de rodillas se percató de que su agresor estaba lanzando un ataque propio con la intención de cortarle la cabeza, Fernando pudo chocar su arma con la del mercenario por reflejo más que por voluntad, pero recibió una patada en el pecho que lo dejó tendido sobre el suelo, el mercenario piso la muñeca de Fernando obligándolo a soltar su arma, luego la pateó y preparó la propia para dar el golpe final, mas para su desgracia cuatro detonaciones le pusieron fin a su vida antes de que pudiera hacerlo.

Mike se levantó del suelo, y ayudó a Fernando a reincorporarse mientras en sus ojos aparecía la leyenda que ya comenzaba a incomodarle.

—No pareces la gran cosa—Fernando sonrió ante la aseveración.

—Me atacó cuando me distraje—

—Si claro, vamos, debemos revisar nuevamente y después informar a Jacobi que ya limpiamos el lugar, además de inventar una escusa creíble para el hecho de que no tenga los cadáveres de sus agresores en su edificio— Fernando asintió, desapareció tanto su Beretta como su espada, y siguió a Mike, su cuerpo aun le dolía, pero lo ignoró en el marco de lo posible, después de todo y teniendo en cuenta la situación, había salido bien librado, puesto que si algo sabia, era que el juego, no hacía más que comenzar, y que combates como este se repetirían hasta su muerte o su victoria, pero ahora no estaba peleando solo.