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CLUE: SERENDIPIA

Imagina tener todo lo que te hace feliz... Una madre amorosa, amigos que te apoyan y cuidan, vecinos que te tratan con amabilidad. Es una vida de ensueño que la mayoría puede envidiar, ¿cierto?... Pero, ¿Qué pasaría si un día tu madre decide presentarte a tu padre después de 18 años?. Ella se encuentra emocionada y no puedes negarte, rumbo a la reunión con aquel hombre algo golpea su auto y en cuestión de unas horas pierdes a la única persona que estuvo a tu lado y que puedes llamar "familia". Quedas sola con una biblioteca que atender y al cuidado de los padres de tu mejor amiga. Conforme vas creciendo tu vida se vuelve rutinaria y algo aburrida, estas limitada a hacer cosas porque puede que aquellas personas que dañaron a tu madre regresen por ti. Todo te resulta monótono... O por lo menos así es hasta que le conoces a él, pero para poder ser feliz y proteger a tus seres queridos deberás descubrir que hay detrás del pasado de tu madre. Esta es la historia de Sasha Aráoz, ¿Estas listo para conocerla?

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Verdad Parte II

Alex, Ash e Isaac se fueron en un taxi solos, mientras que Matt y yo nos fuimos en otro.

- ¿En serio estás bien?.- Dijo Mateo viendo mi muñeca.

- Si, no te preocupes. Sabes que cualquier cosa hace que se me hagan moretones. - Le di un suave golpe en el hombro y sonreí.

- Aún así me preocupa lo que te pase. Si alguien te hace daño yo... no sé que haría. El tan solo pensarlo me hace...- Cerró sus puños con fuerza hasta que sus nudillos se pusieron blancos.

- No me pasará nada. Tranquilo Matti.- Dije colocando mi mano sobre las suyas.

- Sash, ¿Sabes que me puedes decir cualquier cosa, cierto?.- Su ceño se frunció haciendo que aparecieran una par de arrugas en su frente.

- Si, lo sé. Igual tu puedes decirme lo que sea.- Estiré mi otra mano y coloque un dedo en su frente para que ese gesto se fuera, lo cuál funcionó a la perfección. - Así me gusta.- Dije retirando mi mano.

- A mí también.- Susurró mirándome fijamente haciendo que mi corazón temblara.

- ¿Qué?.- Pregunté como si no lo hubiera escuchado.

- Que también me gusta estar de buen humor.- Quitó su mano de la mía y se arregló la camisa mientras miraba hacía la ventana.

¿Porque su reacción me resultaba extraña? ¿Acaso sus mejillas se habían enrojecido? ¿Estoy imaginado cosas? Me sentí un poco inquieta al pensar que él seguía teniendo sentimientos por mí. ¿Estaba siendo demasiado narcisista? El resto del transcurso estuvo bastante tranquilo, silencio... e incómodo pero sobre todo silencio, ni siquiera el taxista hablaba.

Mateo pagó el taxi, y en la entrada del edificio estaban los demás esperándonos, en cuanto mi amiga nos vio actuar con torpeza me hizo una seña para que habláramos más tarde.

- ¿Crees que ella le dirá algo a su familia? - Dijo Ash mientras abordamos el ascensor.

- No creo.- Dijo Alex mientras colocaba el piso al que íbamos.

- No lo hará, sus padres no le perdonarán el que ella esté embarazada de otro hombre que no sea con el que estaba saliendo.- Isaac se recargo y dejó salir un suspiro.

- Creo que nadie estaría de acuerdo con algo así.- Dijo Ash viéndole.

- ¿Irás mañana?.- Isaac miró a.mo amigo con atención.

- No, le dije que tenía hasta las seis, si ella no hablaba con ellos lo haré hoy yo. Ya no quiero tener nada que ver con ella.- Salió de elevador en cuanto se abrieron las puertas, nos abrió la puerta y todos entramos mientras nos quitabamos las chaquetas porque hacía demasiado calor.

- Voy a cambiarme los zapatos.- Dijo Ash caminando hacia su habitación con sus zapatillas.

- Pedire algo de comer.- Dijo Alex que salió directamente hacía la cocina en donde estaba el teléfono.

- Quiero pedir algo de botanas.- Dijo Isaac corriendo tras él.

- Vamos a ponerte algo antes de que se haga morado.- Mateo caminó hacia las escaleras, yo le seguí sin decir nada, estaba siendo amable conmigo, porque solo éramos amigos.

- Siéntate ahí.- Señaló la cama mientras iba hacia su maleta y buscaba en ella. - Dame la mano.- Se acercó a mi con un bote pequeño y se hincó en el suelo.

- Deja me quito el reloj.- Mi mano era muy torpe y no podía quitar el seguro, Mateo sonrió y estiró su mano para ayudarme. - Gracias.- Dije dándole mi mano la cuál tomo con cuidado como si fuera extremadamente delicada, no tardó mucho en quitar mi reloj, colocó con suavidad la crema y encima colocó una muñequera color piel.

- Ya está.- Cerró la crema y se sentó en el suelo.

- Gracias Matt.- Moví la mano un poco. -¿Es necesario la muñequera?-

- Es para ocultar el moretón, si lo ve Alex o Ash es probable que se preocupen, puedes ponerte el reloj y algunas pulseras para ocultarla, de todos modos casi no resalta.- Recargó su cabeza en su rodilla y siguió viéndome con atención.

- ¿Qué pasa?- Giré para ver si había algo detrás mío.

- Tengo envidia de Alex.-

- ¿Porque?.-

- Porque tuvo una cita contigo hoy y te ves muy bonita.- Miró hacía la ventana y pude ver qué se estaba ruborizando, intenté decir algo pero me había atacado cuando tenía la guardia baja.

- Jajaja... No fue una cita, salimos juntos para hablar y para que se sintiera mejor.- Mi voz sonaba bastante nerviosa y mis orejas ardían.

- Pero aún así, actuaron como una pareja, te tomo de la mano y te abrazó.- Tosí un par de veces, ¿Qué rayos estaba pasando?.

- Jajaja.- Reí como último recurso al no saber cómo debía responder.

- Vamos abajo, es probable que los demás nos estén buscando, debemos ir a preparar todo para está tarde.- Se levantó y camino hacia la puerta. -Pero estaré cuidando que Alex no se tome muy en serio su relación falsa.- Dijo antes de salir y dejarme con la mente en blanco.

Cuando me recupere, me puse mi reloj, salí de la habitación y en las escaleras me encontré con Ash quien al verme solo comenzó a reírse.

- Yo nunca me equivoco. El jefe debe prepararse.- Tomó mi mano y me llevo hacía donde estaban los demás.

- Son las cuatro de la tarde, comamos algo, repasemos el plan, se alistan y nos vamos a revelar la verdad acerca de Elena para que se detenga antes de que lleve esto a otro nivel.- Dijo Isaac viéndonos a todos con atención.

- Hagámoslo.- Dijo Mateo sentándose en la mesa.

- Está bien.- Suspiró Alex quien intentó sonreír.

- Todo saldrá bien, estamos juntos.- Ash fue a abrazarle para darle ánimos y él asintió con más seguridad.