¡Entonces tú, pérdete!

De repente comprendió muchas cosas, pero tenía más preguntas.

—No es de extrañar que Xie Nianqing no te contara la verdad. No es de extrañar que Xie Nianqing fuera tan talentoso, pero no era discípulo de ninguna fuerza en el continente Este. No es de extrañar que Lian Cang pudiera ver a través de él.

Sin embargo, si Xie Nianqing tenía tal identidad, ¿por qué había viajado tan lejos al continente Este e incluso a un rincón rural del Imperio del Sol Ardiente?

¿Cuál era el propósito de todo esto?

—Xie Nianqing miró a Xie Zhen en el cielo. Su rostro estaba pálido y su expresión era amarga. "¿Viniste aquí específicamente por mí?"

—Jeje, estás medio en lo correcto. Estamos aquí por petición de nuestro Padre para formar una alianza con las grandes fuerzas del continente Este y llevarte de vuelta. Pensamos que tendríamos que pedirles que nos ayudaran con la investigación. ¡No esperábamos verte aquí, no tuvimos que hacerlo! —Xie Zhen rió entre dientes.