Corazón liberado

** 1700 palabras, tengo sueño, así que dime si tienes errores. **

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Baraqiel estaba sentado en una mesa en el nido temporal y al frente estaban Akeno con Suzetsu.

Baraqiel es un hombre rudo de mediana edad con cabello y barba negros, y tiene buenos músculos en todo el cuerpo. Antes de llegar al lugar se había afeitado y cortado su largo cabello que lo hacía parecer un mendigo, luego se había peinado bien y se había puesto un traje que lo hacía lucir bastante formal.

Suzu había querido salir de lugar junto con el grupo de Azazel que se había ido hace un tiempo, pero Akeno lo abrazó para sentarse con ella. Suzetsu no estaba con la actitud indiferente que mantiene la mayor parte del tiempo, sintió un poco de nerviosismo, algo inusual en él.

Se preguntó con curiosidad a qué se debía el sentimiento. Dejó a un lado sus pensamientos y simplemente lo miró mientras asentía interiormente, el hombre se ve con gran fuerza y ​​actitud tenaz. Posiblemente como Azazel.

"Akeno, quiero hablar contigo"

"No me hables tan casualmente" - respondió con cierta frialdad.

Suzu estaba un poco incómodo, se preguntaba cómo debería participar en esta conversación, pero decidió ser solo un oyente.

"Eres tan joven y estás viviendo solo con este mocoso"

"¡¿Qué derecho tienes para decir algo sobre esto ?!"

"Como tu padre ..."

Pero Akeno no lo dejó continuar. "¡¡¿ENTONCES POR QUÉ NO VENES EN ESE MOMENTO?! ERES EL QUE DEJÓ MORIR MAMÁ !!"

"...". Baraqiel guardó silencio y bajó la cabeza mientras sus ojos se volvían borrosos gradualmente.

Akeno señaló a Suzu mientras le gritaba al hombre. "¡Lo necesito ahora, así que desaparece de mi vista! ... ¡¡NO ERES MI PADRE !!"

Después de sus palabras, Baraqiel simplemente se levantó de su asiento en silencio mientras se iba. Akeno tembló mientras lloraba sin parar.

"Akeno ..."

"No digas nada Suzu ... déjame ser así por un momento"

Así que Suzetsu simplemente la abrazó amorosamente mientras la dejaba liberar todo lo que contenía hasta que finalmente se durmió.

Por la noche…

Suzetsu estaba en la cama, esperando como siempre para dormir al lado de Akeno. Cerca de su nido, había un río donde se lavaban antes de dormir, en este momento Suzu la estaba esperando, después de todo, quería ver cómo estaba.

'Ufff esto es un poco raro, lo he compartido con otras mujeres antes, pero ahora me siento diferente cuando comparto de noche con Akeno, suspiro… Supongo que esto es lo que me decía Venelana, la llamada pubertad. No es tan fácil controlarme. Pero lo principal ahora es garantizar su salud. '- pensó Suzu mientras tenía una sonrisa tonta. La pubertad es el momento de la vida en el que un niño o una niña alcanza la madurez sexual y provoca cambios físicos y afecta a niños y niñas de manera diferente. Suzu con casi 11 años y su rápido desarrollo, era inevitable.

No solo eso, sino que sentía un afecto especial por Akeno, algo similar con las mujeres de la casa, Youkai, etc. También era consciente de que, Himejima ya había ocupado un lugar importante en su corazón, y era aún mayor en ella. debido a su particular situación, algo que no cambiaría a pesar de pasar años. Dejó sus pensamientos a un lado cuando la sintió acercarse.

"¿Akeno?" - dijo Suzu cuando la vio con un rostro que refleja una gran tristeza.

"Quiero hablarte de mí y de ese hombre, Baraqiel. Mi madre, Himejima Shuri, era una sacerdotisa nacida y criada en un templo sintoísta. Un día conoció a un ángel caído oficial gravemente herido por la batalla y él se enamoró de ella. "

Después de suspirar, continuó. "Y entonces, nací yo. Mi madre y yo fuimos expulsadas de la familia Himejima por eso, pero comenzamos una vida tranquila junto a ese ángel caído pero esos días no dudaron mucho. Mis alas negras fueron detestadas y me aislaron de otros. Y finalmente, intentaron exterminar mi existencia ". Akeno comenzó a llorar al recordar a su madre y respiró hondo para tratar de controlarse.

"Mi madre me protegió, a su pequeña hija, a costa de su vida ... después de eso, pasé mis días huyendo de los cazadores. Mi mente estaba rota y solo quería suicidarme, pero los recuerdos de mi madre me impidieron hacerlo. eso. Todo era un infierno ... hasta que te conocí Suzu "

"Akeno, yo ..." - quiso hablar pero fue interrumpido. Él ya conocía parte de su historia, pero nunca abordó estos detalles, simplemente dejaría que ella fuera la que se abriera.

"Quería contarte sobre mi pasado y dejarlo todo atrás ... ¡pero no puedo! ¡No hay forma de que pueda llamar padre al hombre que nos abandonó! ... por eso yo ... quiero que me ayudes a olvidar "

Después de sus palabras, empujó a Suzu sobre la cama, Akeno se sentó en sus caderas y se quitó la blusa, revelando sus pechos perfectos y grandes, pero aún en crecimiento. Luego usó la mano de Suzetsu mientras la colocaba sobre su pecho izquierdo.

"¿Sientes mi corazón? Quiero que me ayudes Suzu, te amo Suzu! Eres la luz de mi vida, mi faro en el horizonte ... La sonrisa es mía, pero la razón eres tú" - se inclinó Akeno y comenzó a besar torpemente a Suzetsu mientras lo abrazaba con fuerza.

"Suficiente Akeno ... hmm cálmate" - Suzetsu se estaba dejando llevar por la pasión, pero también sabía que no era el mejor momento, después de todo, Akeno estaba fuertemente afectado psicológicamente.

"Hmm no, quiero" - seguía insistiendo Akeno. Solo se detuvo cuando Suzu la obligó a levantarse.

"¡SUFICIENTE!" - gritó Suzu haciéndola temblar. Nunca le había gritado.

"... Yo" - Akeno comenzó a llorar cuando Suzu la abrazó amorosamente y le dio una palmada en la espalda.

Suzu le habló en voz baja mientras él le levantaba la barbilla. "No puedo corresponder contigo si estás en este estado. Ven, relajémonos un rato".

Por la noche, los dos abrazándose acostados en el nido temporal, aunque había algunos cuervos fríos afuera de vez en cuando, los dos calentándose no sintieron el más mínimo escalofrío. Suzu la abrazó mientras él le acariciaba el pelo. Akeno simplemente lo abrazó mientras ella descansaba su cabeza en el pecho del joven. Pasaron una hora en un cómodo silencio hasta que aparecieron las palabras.

"Aún sabes poco de mí Akeno"

Ella lo miró dulcemente mientras rodeaba su pecho con el dedo. "No necesito demasiado"

"¿Recuerdas que te dije que mi nacimiento es un poco especial?"

"Aham." ella lo miró con una pizca de curiosidad y asintió.

"La verdad es que no tengo padres, nunca los tuve, al menos como se entiende normalmente. Nací producto de elementos de distinta naturaleza"

"...". Ella se levantó y lo miró con un poco de incredulidad.

"Jeje, no lo supe hasta hace unos años y eres la primera persona a la que se lo digo"

"Suzu, yo no ..."

"Pensé que nunca se lo diría a nadie, tal vez solo varios años después. Pero te lo digo porque creo que tienes mucha suerte".

"..."

"Me encontré con una familia gloriosa de demonios, pero siempre sentí que no encajaba. Básicamente, toda la casa me ignoró, y yo tampoco estaba muy interesada en contactarlos. Pero las chicas me llenaron de vida"

Akeno se acostó encima de Suzetsu mientras ella se apoyaba en su cuello y lo acariciaba para que pudiera sentir su calor. Sus palabras la conmovieron y se preguntó cómo serían esas mujeres que le dieron tanto amor.

"Te digo esto porque vi en los ojos de tu padre los mismos ojos amorosos de esas mujeres que amo, también había culpa, tristeza, anhelo, esperanza. Mi vista es bastante particular por lo que es fácil para mí conocer la veracidad. Además, cuando salió de esta casa, sus lágrimas fluían como una corriente en un río, es fuerte pero por dentro se estaba muriendo. No tuve padres, pero no voy a negar que me hubiera gustado conocer ese sentimiento. A tu madre le encantó tú, tu padre sigue vivo. No te digo que lo perdones, pero tal vez deberías escuchar lo que tiene que decir y calmar tu corazón ... "

Akeno estaba llorando mientras escuchaba parte de la vida de Suzu y después de un tiempo, reflexionó sobre sus palabras mientras recordaba su infancia.

….

Recordó cuando su padre la estaba bañando y le mostró sus alas de ángel caído. Ella se emocionó cuando los tocó con fascinación.

Recordó cuando le preguntó a su madre si su padre la amaba y ella le respondió con una brillante sonrisa mientras jugaba con su cabello.

Recordó cuando su padre la defendió cuando fue intimidada.

Recordó cuando su madre falleció en sus brazos y que su padre se presentó ante ella mientras lloraba con el corazón desgarrado. Entonces ella lo regañaría furiosamente para ahuyentarlo culpándolo y diciéndole que odiaba sus alas negras ...

...

Finalmente, Akeno sintió que su corazón se abría cuando terminó de llorar y abrazó a Suzetsu con fuerza.

"Sabía que no era culpa de mi padre, pero no pude evitar no decirlo. Soy débil, por eso siempre estoy solo ... ¡Quería ver más a mi padre! ¡Quería que mi padre me acariciara más la cabeza!" ¡Quería jugar más con mi padre! ... quería ... ¡quería vivir más con mi padre y mi madre!

"Akeno…". le dijo suavemente a Akeno en sus brazos.

"Gracias ... cariño, ya sé qué hacer". Ella cambió la forma en que lo llamaba y le dio un suave beso en los labios.