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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 578

—Sonara idiota, pero ¿Estás bien?— preguntó Kain al ver a Ryoko, no lo preguntaba solo por cortesía, su aura era fría en las extremidades, negra en el torso y la cabeza. Un poco encendida en el pecho, en la tráquea y los ojos. Kain casi podía sentir como a él mismo se le hacía un nudo en la garganta ¿Por qué ella estaba tan triste?

—No, nada, solo me entro un poco de crema a los ojos— dijo Ryoko y sonrió, se pasó la mano por los ojos y se limpió las lágrimas. Kain se levantó de su taburete y se posiciono detrás de Ryoko. Él apoyo sus manos en los hombros, era una espalda pequeña y la piel suave. Él miró hacia el tocador, encontró un peine y le comenzó a peinar el cabello.

—¿Segura que te sientes bien?— preguntó Kain

—Yo, bueno, no lo sé— dijo por fin Ryoko como si se desinflara y mostrara su verdadero estado de ánimo —no lo sé— susurro y se quedó mirando a Kain por el espejo del tocador mientras él le peinaba el cabello.

—¿Cómo está tu padre?— preguntó Kain

—Papá, bueno, él está bien mientras tenga dinero. Tampoco es mucho lo que necesita, se dedica a beber todos los días ¿Crees que esté bien?—

—No lo sé, si quieres, lo puedo ir a ver uno de estos días y hacerle un chequeo médico— dijo Kain

—Sería de ayuda— respondió Ryoko como si estuviera aliviada —él no escucha a nadie ¿Por qué solo escucha a Kain-sama?—

—¿Kain-sama?— preguntó Kain con una sonrisa divertida mientras la peinada —¿Qué paso? Yo soy solo Kain ¿No?—

—No, no, no— dijo Ryoko mientras se ponía muy roja —no te burles de mi—

—¿Te ruborizas? Bueno, se ve bonito el rubor en tus mejillas— dijo Kain —¿Cómo te sientes, Ryoko-chan? La verdad—

—Un, bueno— dijo Ryoko mirando hacia la izquierda como si utilizara su hemisferio izquierdo para recordar —un poco sola. Ryoichi anda perdido, no ayuda con la compañía y ni siquiera sé si está bien. Papá más de lo mismo, quizá muera por una borrachera, por el vómito o porque una de esas prostitutas le pego alguna enfermedad— ella soltó un suspiro y sus hombros cayeron como si no le quedara fuerzas para seguir.

—Ryoko se preocupa demasiado por Ryoichi y Kaito. Ellos son tu familia, pero tú no eres responsable de su felicidad ¿No crees que te deberías preocupar primero por tu felicidad? Ellos eligieron su propia vida—

—¿Cómo lo hace Kain-sama?—

—Lo siento, en ese aspecto, no tengo experiencia. Mi okaa-sama es una mujer responsable. Además, ahora ella es responsabilidad de su marido y yo tengo que hacerme cargo de mi propia familia. De vez en cuando la voy a ver, le hago chequeos médicos. De lo contrario ella me diría "tengo un médico en la familia, pero ni siquiera es capaz de preguntarle a su okaa-sama por su estado de salud"—

Ryoko se rio y por fin sonrió de verdad.

Kain detuvo el movimiento del peine y miró el reflejo de Ryoko en el espejo ovalado del tocador.

Ryoko levantó su mano y la acerco a la de Kain, como la veía por el reflejo, confundió las direcciones, pero logro tomar la mano de Kain —yo, parece que soy muy buena cuidando de los demás, pero no soy buena cuidando de mí misma. A lo mejor, necesito que alguien cuide de mi—

—Yo no soy esa clase de hombre. Además, tú sabes que yo tengo numerosas esposas ¿Eso te parecería bien? Puede que no tenga tiempo para ti en todo el día—

—Yo, bueno, si tienes un poco de tiempo para mí en la noche, yo no me quejaría— dijo Ryoko y miró hacia la derecha como si utilizara su zona creativa para inventar una buena respuesta —yo trabajo de diez a doce horas en la oficina. A veces no voy a la universidad en una semana porque estoy muy ocupada. La semana pasada fui dos días, esta semana fui un día y estuve un par de horas. Casi no tengo tiempo para el romance, así que no me molestaría, pero si tu pudieras darme un poco de tu tiempo—

Kain soltó un suspiro y volvió a peinarle el cabello a Ryoko en silencio.

Ryoko se quedó quieta, mirando a Kain a través del reflejo. Ella levantó su mano y acercó para tomar la de Kain. Este último detuvo el peinado y acercó su mano. Ryoko la sostuvo y se levantó del taburete. Ella se dio la vuelta y lo miró. Ella tenía el cabello oscuro húmedo y correctamente peinado. Se veía ordenado y brillante. Ella tenía sus ojos enfocados en Kain, el rostro sin ningún tipo de pintura y las mejillas ruborizadas. Ella sostuvo las manos de Kain y abrió los labios, pero las palabras no le salían. Al final, ella estiro su mano y sujeto la mejilla de Kain. Ella se paró de puntillas para ofrecerle sus labios.

Kain la quedó mirando a los ojos y agacho su rostro para responder a su avance. Ryoko le dio un beso pequeño y suave. Ella apartó sus labios y lo quedó mirando a los ojos. Kain agacho su rostro y la continúo besando. Ella se aferró a la ropa de Kain mientras lo besaba.

Ryoko comenzó a respirar con dificultad mientras besaba a Kain. Ella estiro su mano y acaricio el pantalón. Kain estaba duro, pero ella solo lo acaricio por encima. Kain le sostuvo las mejillas y la beso intensamente. Ella se enfocó en besarlo y sujetarlo como él la sujetaba a ella. Kain apartó su rostro, la tomo en brazos y la sacó del vestidor. Después camino a la cama, la recostó y se subió a la cama. Él la beso en los labios, introdujo su lengua, le succiono los labios y después se los labios. Kain comenzó a bajar por la barbilla, después por el cuello. Ryoko lo abrazó y soltó gemidos con cada beso. Kain llegó a los pequeños senos, paso su lengua por encima y los fue succionando. Cada uno le caía en la boca, lo que tenía su propio encanto. Con sus esposas era para ahogarse con un solo seno, pero Ryoko tenía el tamaño perfecto para disfrutarlo.

Kain continúo bajando hacia las costillas, bajo al vientre y al besarlo, Ryoko soltó un fuerte gemido y curvo su espalda. Kain continúo bajando hasta el ombligo, marco toda la región del abdomen con besos, bajo a las generosas caderas hasta la vulva y se detuvo. Ryoko tenía un pequeño triangulo de cabello como si señalara donde estaba su sexo. Kain le sujeto las piernas y hundió su rostro en la entrepierna.

—Kain-sama— gimió Ryoko con la voz ahogada mientras curvaba su espalda. Ella quedó con las manos a los lados, sin saber que hacer o como responder. Ella se quedó catatónica y jadeando con fuerza.

Kain se detuvo y miró hacia arriba, observo como estaba Ryoko, él subió hasta la boca y la beso. Ryoko apenas abría la boca y respondía. Kain la continúo besando y ella fue volviendo en sí. A medida que se recuperaba, era más activa en los besos. Kain llevó sus manos a la entrepierna, parece que no podía confiar mucho en Ryoko. Las opciones eran dos, o ella era inexperta o muy sensible. Sea como sea, ella estaba abrumada por la sensación. Así que Kain se hizo cargo de todo y lo condujo a la entrepierna de Ryoko. Esta última abrió la boca como si fuera una pez y soltó un fuerte gemido. Kain no se siguió moviendo, pero la espero para ver como reaccionaba. Por otro lado, llevó su mano a la entrepierna y la comenzó a estimular.

Ryoko miró a Kain, lo trato de besar torpemente mientras lo abrazaba. Entonces Kain tomo la oportunidad para seguir presionando para abrir el interior de Ryoko. Ella gemía de dolor, pero fue menos escandalosa que la primera vez. Kain hizo su camino hasta el fondo, lo dejo quieto, ella estaba ardiendo y apretando muy fuerte. Kain se quedó ahí, la beso y la sujeto del trasero. Tenía que admitirlo, ella podía competir con Hana y Mana. Era un extraño balance de una espalda estrecha, una cintura más estrecha y unas caderas muy anchas conectadas a unas nalgas abundantes.

—¿Me puedo mover?— preguntó Kain mientras jadeaba

Ryoko asintió una vez, Kain lo empezó a mover lentamente, lo sacó por completo y lo froto con la entrepierna de Ryoko. Esta última soltó un fuerte gemido, pero no de dolor como lo anterior. Entonces Kain lo continúo frotando y viendo como ella reaccionaba.

Sin embargo, esto preocupo a Ryoko porque sentía que él no terminaría adentro y eso le sabia mal —si Kain-sama quiere, puede terminar adentro. Es un día seguro— dijo

Kain no le preocupaba eso, él le daba medicina a todas las chicas que no eran sus esposas para que ninguna quedara embarazada. Sin embargo, lo que le preocupaba era el dolor que sentía Ryoko al meterlo. Kain lo intento de nuevo, pero ahí estuvo la reacción adolorida de Ryoko. Así que Kain lo dejo dentro y llevó su mano a la entrepierna de Ryoko. Él la estimulo y ella se abrazó a él mientras lo besaba. Kain lo movió lentamente, tratando de producirle el menor daño posible. Kain no pudo contenerse más y lo comenzó a mover. Él lo hacía lento, pero profundo, presionando el fondo. Ryoko parecía más acostumbrada, pero los pequeños destellos de dolor se veían en su expresión. Kain lo metió una última vez y lo dejo todo en su interior.

Él se detuvo y se quedó encima de ella, apoyo sus manos en la cama para que ella solo sintiera una fracción de su peso y calor mientras lo dejaba dentro.

—Kain-sama ¿Se sintió bien?— preguntó Ryoko

Kain la miró a los ojos, ella parecía acomplejada, pero Kain le dio un pequeño beso y después la beso en el cuello —sí, muy bien— susurro, pero no la miró a la cara. Solo la abrazó y le beso el cuello como si la deseara.

—Perdón— dijo Ryoko mientras lo abrazaba —desde siempre Ryoko ha tenido problemas para mojarse ahí abajo—

—Bueno, para la próxima lo haremos mejor— susurro Kain, acercó su rostro al de Ryoko y la miró a los ojos —¿Todo bien?—

Ryoko asintió suavemente y acercó su rostro. Kain la beso suavemente y sintió que Ryoko disfrutaba más el estar abrazado y besándose que del sexo. Puede que lo único que ella quisiera fuera tener alguien al que abrazar. Así que Kain le dio lo que ella quería y la beso durante media hora hasta que ya no pudieron más y cayeron sobre la cama, uno al lado del otro.

—Ahora Ryoko es de Kain-sama— susurro Ryoko y se apegó al pecho de Kain.

Kain se giró para abrazarla y se quedó así, podía ver el aura de Ryoko. Era fría en los pies, pero ardiente desde la ingle hasta la cabeza. Era la sensación del amor ¿Quizá cuan sola estuvo todo este tiempo?

—Así es, así que ahora Ryoko tendrá que viajar todos los días a mi casa y reportarse— susurro Kain

Ryoko apartó su rostro y miró a Kain confundida —¿Cómo haría eso? Kain-sama vive muy lejos— dijo

Kain soltó una risita, para ser inteligente a ella se le había olvidado algo importante en el calor del momento —tu solo confía en mi— dijo y llevó su mano a la nalga. Él le acaricio el trasero, era grande y gordo —entonces, todos los días vamos a practicar. Todos los días hasta que Ryoko tenga el sabor y la forma que a mí me gusta— él acercó su rostro y la beso mientras le acariciaba la nalga.

—Pero Ryoko— dijo Ryoko

—Para eso hay múltiples soluciones, no te preocupes, una vez que te muestre como, lo vas a pedir a diario o por lo menos varias veces a la semana— susurro Kain y la continúo besando.

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