Mientras un clon verdadero estaba con Ryoko, otro de los clones verdaderos estaba al mismo tiempo conversando con Leonor.
El yate estaba en los arrecifes de coral de la Isla Jiro, al sur de la nación del Té. Igual que los otros días, el cielo estaba despejado. Habían hecho que una parte de la pared del segundo piso bajara y funcionara como un balcón.
El viento refrescante entraba al yate y agitaba el cabello.
Kain estaba sentado en un sillón de tres cuerpos mientras Leonor estiraba sus piernas y las colocaba sobre el regazo de Kain —no puedes ir— dijo
—¿Por qué?— preguntó Leonor, lo miraba con seriedad, como siempre, sus labios bastante gruesos se veían sensuales a pesar de su seriedad. Su cabello castaño se mecía ligeramente por la brisa marina.
—No eres la única que no va a ir. Tuve que ser estricto en esto, mis otras esposas también querían ir. Así que pusimos una regla, aquellos que estén ligados al evento, irían. Eso quiere decir que solo empresarios o artistas—
—Eres tan tacaño— dijo Leonor y miró hacia otro lado.
—Así soy yo, el tacaño— dijo Kain y sonrió, él estiro su brazo y alcanzó un vaso con jugo de piña natural con mucho hielo. Él lo acercó su boca, pero Leonor se acercó, le quito el vaso y bebió el jugo mientras lo miraba.
Kain soltó un suspiro y negó con la cabeza. Leonor no era la única enfadada, pero debía haber reglas o todo se volvería un caos.
—Encontré a un grupo de humanos ancestrales— dijo Kain
Esa frase fue suficiente para que Leonor dejará de beber el jugo de Kain y lo quedara mirando con cierta expectación.
—Viven en la nación del Hierro, en una cueva bastante particular, muy larga, pero con tanto espacio como para formar su propio bioma y obtener luz natural del día—
Leonor pestaño varias veces —es extraño, solo había un lugar donde los humanos pudieran sobrevivir en esa época— dijo y se cruzó de brazos y después llevó su mano a su mentón.
—La ciudad de los Sabios— dijo Kain
Leonor lo quedó mirando, ella apenas se estaba comenzando a actualizar en la geografía del continente, así que ubicaba muy pocos lugares.
Kain tomo una profunda respiración y continuo —al centro de la nación de la Tierra. Te acuerdas de que te señale ese lugar como la tierra natal del segundo rey shinobi—
—¿Ese con vendas por todo el cuerpo?—
—Ese mismo—
—Mmm, tienes que mostrarme el lugar, todo ha cambiado tanto que apenas reconozco los lugares—
Kain asintió, le pidió a su dispositivo susano que compartiera la información con Leonor y ella vio la imagen de la tierra con los largos pilares de piedra natural y las rocas flotando.
—¡Aaaaah!— dijo Leonor como si recordara algo —yo estuve ahí. Ese es el lugar de donde saque la tecnología para alejar las raíces come hombre—
Kain asintió. En aquella época no había demonios de chakra/shinobis ni nada por el estilo. El mayor peligro eran unas extrañas raíces que se extendían por todos lados, emergían desde la tierra y capturaban a las personas envolviéndolas en crisálidas. El mundo se volvió un lugar peligroso, así que los humanos tuvieron que huir del continente.
—Yo también hice lo mismo, el campo de energía que dispersa los partículas de chakra impidiendo su activación— dijo Kain
—Sí, sí, gracias a eso las raíces come hombres jamás pudieron penetrar los pilares de piedra. Sin embargo, la gente que vivía ahí era bastante egoísta y no dejaba entrar a los extranjeros— dijo Leonor, ella se cruzó de brazos mientras ladeaba su rostro hacia la izquierda recordando borrosamente ese momento. Ella tomo una profunda respiración y miró a Kain —bien hecho—
—¿Eso es un elogio? ¿Desde cuándo me convertí en tu estudiante?—
—No lo eres, pero eres mi hombre y si fueras más estúpido que yo esto no llegaría a ningún lado—
Kain puso una expresión entre divertida e incómoda —gracias por avisar, lo tendré presente— dijo
—No seas así, es selección evolutiva ¿Qué esperabas? ¿Qué solo fuera por el poder del amor?—
—Bueno— dijo Kain con tranquilidad —esperaba que fuera por compatibilidad, porque nos podemos entender y hablar a un mismo nivel—
Leonor mostro una amplia sonrisa, ella recogió sus piernas y se acercó a Kain. Ella se recostó y apoyo su nuca en el regazo de Kain y lo miró. Su cabello castaño y voluminoso caía a los lados de su rostro. Ella lo miraba a los ojos, parecía bastante feliz.
—Cuando haces esto pareces un gato ¿Tengo que comprarte un atún?— preguntó Kain y estiro su mano para acariciarle las mejillas
—No soy un gato, pero me gusta tu calor— dijo Leonor y abrazó a Kain por la cintura mientras soltaba una risita divertida. Ella se levantó, quedó frente al rostro de Kain y lo miró a los ojos. Ella sonreía fascinada —eres muy lindo ¿Lo sabes?—
—¿Te refieres a ser guapo? ¿Atractivo?— preguntó Kain
—No, eso, bueno, sí, tú ya lo sabes, pero me refiero a lindo con la intensión de recalcar lo tierno que son tus comentarios. Ya sabes, aunque no soy fanática de esas cosas, cuando tú lo dices me produce cosquillas— dijo Leonor, tomo la mano de Kain y la llevó a su seno izquierdo —aquí, tú sabes, no puedo dejar de sentirme dulce, feliz—
Kain soltó un suspiro y le dijo —lo tomare como un cumplido—
—Es un cumplido— dijo Leonor mirándolo a los ojos mientras sonreía y asentía varias veces —es un cumplido, puede que tu rasgo más atractivo—
—¿En serio? ¿Más que mi cara?—
—Tu cara no es tan buena como crees, pero tus labios, eso me los quedaría para siempre— susurro Leonor y lo beso apasionadamente. Ella apartó su boca y le susurro —son exquisitos, podría besarte durante todo el día—
Kain negó con la cabeza y la abrazó. Leonor acercó su rostro y lo beso.
—Oye— dijo Leonor, apartó brevemente su rostro y le preguntó —¿Puedo ir?—
Kain sonrió, cerró los ojos y negó con la cabeza.
—Eres malo— susurro Leonor, pero lejos de enojarse, ella lo siguió besando.
Otra persona que estaba muy interesada en ir a la fiesta en el hotel de ciudad Tengu era Rei-chan, pero ella estaba viajando con Kain a la ciudad de Los Sabios.
En este momento Kain conducía uno de los vehículos todo terreno por un camino de tierra que cruzaba los pilares de piedra natural que resguardaban la ciudad de Los Sabios. Los pilares de piedra eran tan antiguos que árboles y maleza crecían de sus costados. No obstante, lo más impresionante eran las enormes rocas que levitaban a diez metros del suelo como si se burlaran de la gravedad. Era el escudo perfecto contra el chakra, sus derivados y las criaturas influenciadas por su fuerza. Gracias a eso, la familia real y los nobles de la nación de la Tierra se mantuvieron a salvo cuando nació el árbol de Kaguya y aparecieron los primeros shinobis.
Kain iba en el asiento del piloto sosteniendo el volante con una mano y la otra mano en la palanca de cambio. El camino estaba aplanado, pero tenía sus desniveles y había bastantes piedras. El hecho de que el vehículo fuera hecho para este tipo de caminos accidentados era un gran alivio y un descanso para todos.
Kain miró a Rei-chan a su lado. Ella llevaba el cabello castaño recogido en un moño, usaba un kimono azul y un obi dorado. Iba mirando el paisaje, pero estaba bastante aburrida a pesar de que Kain la había dejado en casa la mayor parte del viaje. Sin embargo, según la experiencia de Kain no era el aburrimiento por el viaje, sino por algo más. Era el efecto de liderar y planificar. Dichas personas con ambos atributos se ponían incomodas hasta el punto de enfermar si no controlaban su horario y se preparaban con anticipación.
—¿Quieres viajar ahora mismo a ciudad Tengu?— preguntó Kain mirando por el parabrisas hacia el camino
Rei-chan salió de su contemplación y lo miró —no podemos Kain-sama— dijo —debemos presentarnos delante de los nobles y el daimio—
—Lo sé, Rei-chan, pero podrías ir a ciudad Tengu, preparar tus cosas y después yo te busco—
—¿Tú crees?— preguntó Rei-chan.
Kain mostro una pequeña sonrisa, apartó su mano de la palanca de cambio y estiro su mano. Rei-chan se la sujeto y se la acaricio —por supuesto que podemos. Tú me preocupas, parece que te va a dar una aneurisma si no organizas tus cosas con anticipación. Todavía faltan ocho horas para que ocurra el evento. Tu vestido y todas tus cosas ya están en mi departamento—
—No me va a dar una aneurisma— dijo Rei-chan, a pesar de que no sabía que era eso —es solo que me preocupa. No hay nadie ahí de mi confianza—
—¿Quieres que vayamos a buscar a alguien de tu confianza?—
—Eso, todavía no encuentro a alguien como para utilizar sus formas de viajar, Kain-sama— dijo Rei-chan, era una pesada carga. Los shinobis sabían de Kain, pero nada era tan simple. Andar con Kain era exponerse a cosas que eran secretos comerciales o militares y para eso ella necesitaba a alguien en que el que pudiera confiar.
—Entiendo—
—Kain-sama, no se preocupe, puedo arreglármelas por mi cuenta, pero le agradecería que me dejara llegar al hotel un par de horas antes—
—Sí, no hay problemas. En tres horas llegaremos a la ciudad de Los Sabios— dijo Kain —oye, Aki-kun estaba trabajando con uno de sus tíos si mal no recuerdo ¿Por qué no lo contratas? Es tú hermano, no debería haber problema. Él sería de tu completa confianza—
—Él no está trabajando para mi tío. Lo dejo—
—¿Por qué?— preguntó Kain, le dio una breve mirada a Rei-chan, ella estaba bastante seria
—Según él, está siguiendo la pista de los asesinos de nuestros padres. Es un niño tonto, eso ya no importa— dijo Rei-chan, pero se le veía la preocupación en la cara. Ella era estricta con su hermano menor, pero nunca se dejó de preocupar por él.
Por otro lado, Kain apostaba a que a ella le gustaría saber quiénes eran los asesinos de sus padres ¿Quién provoco la caída de su familia? Sin embargo, parece que ella se preocupaba más por Aki que por cualquier otra cosa.
—Hablando hipotéticamente— dijo Kain mientras conducía con una mano y miraba por el parabrisas —si encontraras al asesino de tus padres ¿Qué le harías?—
Rei-chan también conocía Kain y sabía que si él decía algo así es porque ya lo sabía o tenía una idea de quién podía ser con un gran margen de certeza —Kain— dijo con firmeza —¿Tú sabes algo?—
Kain lo pensó un poco mientras manejaba: Aki andaba detrás de la pista y Makoto lo había averiguado a través de una investigación. Era un conocimiento que estaba circulando, puede que intencionadamente. Esto lo dejo un movimiento por detrás de los demás, así que había que tomar la iniciativa. Ellos pasaron por un camino de gravilla y todo el vehículo tembló. Kain apartó su mano, movió la palanca de cambio y continuo —algo así— dijo —pero me gustaría que me dejaras esto a mi—
—Es mi familia— dijo Rei-chan alzando la voz como pocas veces en su vida
—Y yo soy tu marido, eso convierte a tu familia en mi familia por extensión— respondió Kain sin alterarse
Rei-chan guardo silencio y le dijo —continua—
—Sabes que nuestra familia está creciendo en poder e influencia y hacer un movimiento en falso podría llamar mucho la atención—
—Sí, lo sé, estoy trabajando para eso—
—Lo sé, amor, gracias a ti siguen creciendo Industrias Mokujin, pero el hecho es que, con eso, nos exponemos al escrutinio público—
—¿Esas personas son influyentes?—
—Hasta cierto punto, sí— dijo Kain
—Quiero atraparlos y que paguen—
—Atraparlos nunca ha sido un problema, lo importante es qué vas a hacer una vez que logres tu objetivo ¿Tú los podrías matar?—
Rei-chan se quedó callada, congelada por dentro. Ella nunca fue shinobi, nació con chakra, pero nunca lo entreno. Ella no sabe de pelear, mucho menos de matar.
—Yo los destruiré para ti, Rei-chan, pero por ahora, solo piensa en lo que harás en el momento en que te encuentres con ellos cara a cara— dijo Kain —es una decisión pesada, decidas lo que decidas, yo te apoyare—
Rei-chan asintió en silencio, se quedó callada durante varios minutos y después preguntó —¿Cuánto tiempo tengo para pensar?—
—Medio año. Ya me estoy moviendo y en medio año destruiremos a su familia, nos quedaremos con todas sus riquezas y serán destruidos públicamente. Solo cuando pase lo último, yo los capturare y te los entregare. Será tan fácil como degollar a un cordero, pero lo importante es si tú vas a poder matar a esos tipos—
Rei-chan tomo una profunda respiración y asintió —gracias, Kain-sama, lo pensare cuidadosamente— dijo
—Por último, habla con tu hermano y dile que abandone su plan. No le digas nada, Aki siempre fue muy impulsivo desde niño y podría arruinarlo todo en un arranque de ira—
—Entiendo, Kain-sama— dijo Rei-chan, pero su expresión era de enojo.
—Tú también, Rei-chan. No hagas nada estúpido, recuerda que tienes a Hashirama y él es pequeño como para perder a su madre por un arrebato—
—Lo sé—
Kain asintió y continúo conduciendo.