Kain estaba abrazando a Reika mientras esta última continuaba argumentando con Ryoko, su mejor amiga. Era bastante simpático verlas discutir. Reika no pudo encontrar amigos dentro del clan Uchiha ni dentro de los shinobis en general, pero aquí, ella era amiga de un civil. Los shinobis subestimaban y algunos clanes, como el Uchiha despreciaban a los civiles por su inherente debilidad. Sin embargo, a Reika no parecía importarle. Por otro lado, Los civiles no confiaban en los shinobis, ya sea por los pasados quinientos años de destrucción o por el simple hecho de que eran monstruos con piel humana. Sin embargo, se podía ver y sentir que Ryoko disfrutaba molestar a Reika.
Por su parte, Kain sonreía al verlas argumentar, pero de repente miró en dirección norte como si él pudiera ver a la distancia, superar el mar, los bosques y las montañas. Su vista se enfocó en lo que estaba viendo un clon verdadero en la fortaleza de la cordillera de Aisu, en la nación de la Tierra.
Como todas las tardes, Kain iba a cenar con el doctor Ishin y su hija Ran. El doctor Ishin era un hombre experimentado en la medicina de los civiles, así que tenía un punto de vista refrescante, alejado del razonamiento shinobi. Al escucharlo, Kain lograba ver las falencias en el proceso y lo perfeccionaba al punto de que cualquiera con un mínimo de preparación lo pudiera llevar a cabo. Al menos, los tratamientos más simples. Cualquier especialidad debía ser hecha por un profesional debidamente entrenado sin importar las buenas intenciones.
Por otro lado, su hija Ran parecía haber pasado en pocos días la fase de enemistad y ahora le daba a Kain miradas largas y sonrisas tímidas. Kain prefería evitar pensar en el asunto, se suponía que ella había perdido a su prometido por culpa de Kain. Perdonar era una cosa, pero reemplazar a alguien tan fácilmente era otra. Puede que sea por un tema de algo que paso hace años ¿Quién sabe? La mente humana es compleja.
Kain conversaba con Ishin, pero este último de repente miró hacia otro lado, Kain miró en la misma dirección, solo vio la pared, pero le daba la impresión de que Ishin era un poco parecido a él cuando veía cosas a través de la conexión de su divinidad de pensamientos múltiple o de Guardián a través del dispositivo susano.
Ishin miró a Kain, los ojos azules enfocados en él. La sonrisa astuta, pero sus ojos no sonreían, como siempre. Tenía el cabello cortó, delgado y peinado hacia atrás. El rostro redondo, las cejas delgadas, una nariz ligeramente más grande y respingada. Perfectamente afeitado. Por alguna razón le daba una sensación parecida a la de una araña.
—Su excelencia— dijo Ishin con voz suave sin perder esa sonrisa astuta —el otro día usted me preguntó ¿Qué cosas me desagradaban? Si le soy sincero, no muchas, pero si hay algo que me produce cierta repugnancia, es la indiscriminada y estúpida avaricia. Ojalá pudiera resolver todos esos problemas con el chasquido de mis dedos— y él chasqueo los dedos.
Al instante siguiente se escuchó una gran explosión. Kain se levantó, Ran también, solo Ishin se quedó sentado a la mesa.
Kain puso una expresión seria —voy a ver— dijo
—Adelante, lo estaré esperando— dijo Ishin con calma
—Yo también voy— dijo Ran
Kain camino y Ran lo siguió de cerca.
Engañar al otro dándole la falsa seguridad de la propia ignorancia era tener un ventaja de movimientos. Él otro creería que sabia algo que los demás no sabían y eso sería su perdición.
Kain no necesitaba decirle a Ishin que lo había descubierto, que sabia el secreto aterrador de su técnica de chakra invisible.
Kain había presenciado la técnica del nieto, tenía un gran control sobre el chakra para ser un niño de diez años. Puede que su gemela tenga el mismo nivel de habilidad, pero ella era más normal y se daba cuenta de la peligrosidad.
Ishin al no tener conexión con la región emocional de su cerebro, no tenía ego, no tenía que demostrar nada, las apariencias no le importaban, lo que era un gran punto a su favor y con eso podía mejorar sus habilidades. Ishin estaba un paso por delante de Kain en cuanto a control y manipulación del chakra. Lo que había derivado en una técnica parecida a la que ocupaba el primer Tsuchikage, Ishikawa. Sin embargo, las pequeñas arañas explosivas de Ishin iban más allá de lo que Ishikawa alguna vez pudo lograr. Para empezar, Ishin no necesitaba invocar una araña gigante par que produjera arañas microscópicas.
Lo otro y más aterrador, es que Ishin podía confeccionar arañas explosivas tan pequeñas que entraban por la piel a través de una neblina explosiva. Su víctima actual lo sabía bastante bien y también el propio Kain.
Ver siempre fue una ventaja, un punto a favor, ver/observar/contemplar algo que nadie más podía te daba una perspectiva única del mundo. Todo el mundo pensaba que Kain era infalible, el hombre más inteligente del mundo, pero solo pasaba que él observaba más que el resto de las personas.
Kain y Ran salieron de la casa y miraron a la distancia, el consultorio que había construido Kain ardía en llamas como una enorme hoguera. Sonaron las campanas y se movieron los shinobis para apagar el fuego, pero esa gran explosión no fue la única. En su lugar, se produjeron varias explosiones a lo largo de la fortaleza, todas sin un significado relevantes, pero conectadas por una intención.
Kain empezó a ver el resultado del diagnóstico de Guardian y la observación de las unidades de apoyo. El objetivo principal fue el capitán Iori que por alguna razón estaba en el consultorio médico a esa hora de la noche tratado de capturar uno de los clones de madera de Kain. Los otros objetivos fueron los subordinados de mayor rango y más cercanos a Iori.
Kain y Ran corrieron, Kain no fue muy rápido para que Ran lo pudiera seguir. Ellos llegaron frente al consultorio. El edificio sólido de concreto y ventanales de vidrio se había reducido a escombros. Solo quedaba la cara Este del edificio en pie, pero se estaba desmoronar poco a poco. Fue una poderosa y contundente explosión, pero también se notó el control, ya que nadie más fue afectado.
Las explosiones se habían detenido, los shinobis de Iwa estaban corriendo de aquí para allá. Estaban tocando la campana de incendio. Onoki los guiaba y preguntaba a todo el mundo por el capitán Iori.
Onoki vio a Kain y se acercó levitando, gracias a eso, ellos fueron de un mismo porte —Kain-kun, utiliza tus jutsus de agua y ayúdanos a apagar el fuego—
—Entiendo, ahí voy— dijo Kain, hizo un sello en forma de cruz con sus dos manos y dijo —kage bunshin no jutsu—
Aparecieron una decena de clones en una explosión de humo blanco, pero la explosión en sí alerto a todos los shinobis. Sin embargo, al ver que solo eran los clones de Kain, soltaron un suspiro de alivio y siguieron con lo suyo.
Los clones se movieron y comenzaron a lanzar jutsus de agua a la parte superior del edificio mientras otros corrían a las esquinas de la fortaleza donde se produjeron las otras explosiones.
—¿Dónde está Iori?— preguntó Kain mientras veía a sus clones trabajar
Onoki estaba levitando y mirando a los clones, miró al Kain real y le dijo —no sé dónde está, pero voy a tener una larga conversación con él. No puede dejar su deber en un momento como este—
Kain no afirmo ni negó lo que dijo Onoki, era el precio de ser el jefe. Tenías que ser el primer en estar y el último en irte. De lo contrario, se producía el desastre, como ahora. Al menos, eso sería el pensamiento racional, pero Kain sabia la realidad de la situación —la indiscriminada y estúpida avaricia— murmuro recordando las palabras de Ishin.
A Kain no le importaban las intenciones de Iori, incluso si quería dañar y raptar los desechos del clon de madera que dejo Kain en el consultorio, le daba lo mismo. En el mundo solo había un puñado de personas contadas con una mano que podían estudiar las células producidas por el elemento de madera, pero, aun así, no existía la tecnología para analizarla. Solo Kain tenía acceso a ese tipo de tecnología. Por otro lado, si Iori hubiera tenido éxito, hubiera sido el fin para él y su contratistas. Kain los hubiera encontrado y matado. Ahora solo paso que Ishin se le adelanto, pero esto era un grato descubrimiento.
—Kain-kun— dijo Onoki —Kain-kun—
Kain miró a Onoki, por alguna razón a este último le gustaba mantenerse levitando cuando estaba en modo combate. A lo mejor sería porque lo hacía sentir más alto ¿Complejo de inferioridad por su baja estatura? Kain no lo dijo, pero respondió —¿Sí?—
—Puedes ir a descansar— dijo Onoki —yo me haré cargo de aquí en adelante con mi gente—
Kain asintió y le dijo —si encuentras mi clon de madera, devuélvelo y no pienses en nada divertido. Solo será material para que me burle de ti durante los próximos cincuenta años—
Onoki no replico, Kain lo conocía bastante bien y por alguna razón, su amenaza fue más espeluznante que un combate entre los dos. Onoki se imaginó rápidamente ser el tema de conversación en cada mesa de cada país. Sobre todo, su nombre rondando en la boca de las personas importantes. Todos riendo de Onoki y su plan para robar el clon de madera. Eso le pareció repugnante.
—Nunca— dijo Onoki con un tenue rubor en las mejillas —somos amigos, tiene que haber confianza—
Kain sonrió, Onoki era débil a la burla y la frustración, así que amenazar con burlarse de él era más efectivo que ofrecerle una venganza.
Kain miró de soslayo, se dio cuenta que Ran lo seguía. Ella llevaba el cabello suelto, del tipo liso y rubio. El cabello caía a los lados de su rostro, la mirada lánguida y la expresión seria al ver las secuelas de las explosiones. El daño estructural no fue mucho, el consultorio fue la mayor perdida, pero el miedo a las explosiones continuaría durante toda la semana.
—Ran, vamos— dijo Kain
Ran miró a Kain, ella asintió y lo siguió por el camino que vinieron. El olor a humo lo llenaba todo, pero la fuerte ventisca de la montaña aligeraba el aroma.
Al mismo tiempo, Kain fue recibiendo los análisis de las microscópicas arañas explosivas. Eran tan pequeñas que se metían por la piel y podían pasar años dentro del cuerpo como si fuera un bacteria inofensiva. Sin embargo, cuando el usuario lo deseaba, se activaban y explotaban matando al huésped.
—Escáner de clon verdadero— murmuro Kain
Al instante el brazalete susano envió un ligero pulso a través de todo su cuerpo y como supuso Kain, él también tenía un millar de esas cosas. Parece que el chasquido no era necesario para la detonación, pero solo la intención del doctor Ishin para que todo se volviera fuego y humo. Una vez identificada la señal de energía, Guardian y las unidades de apoyo que rondaban por la fortaleza realizando análisis, detectaron todas las arañas explosivas. Eran una especie de gas que producía Ishin; incoloro, inoloro e inofensivo, por eso Guardián ni el dispositivo susano lo descubrieron antes.
—Análisis del núcleo familiar— dijo Kain y todas sus esposas e hijos, sobre todo Aoi y Miyuki, fueron analizados por si acaso, pero para su sorpresa, ninguno estaba infectado con la niebla explosiva. Parece que Ishin debía cumplir ciertos requisitos para poder transferir la niebla explosiva. Entonces Kain recordó haberle dado la mano hace un par de días cuando recién llego a la fortaleza.
—Análisis de niebla explosiva— dijo Kain y Guardián cambio el nombre de "arañas explosivas" a "niebla explosiva". Realizo el análisis y fue como pensó Kain. La niebla era como un organismo vivo y se alimentaba del chakra del anfitrión, por eso podía mantenerse activo durante años. Sin embargo, no podía vivir en el medio ambiente. Por eso la niebla explosiva estaba dentro de las personas y no sobre su piel.
—¿Por qué tu padre nunca quiso ser shinobi?— preguntó Kain
Ran miró a Kain, ella agacho su rostro y pestaño un par de veces, le pareció extraña la pregunta —papá se siente más civil que shinobi— dijo —Yo creo que es por eso. Después de todo, nunca entró a Iwagakure—
Kain asintió, fue para mejor, pero Onoki y cada shinobi en esta fortaleza estaba infectado con la niebla explosiva. Solo bastaba que Ishin lo deseara y todos se volverían carne quemada.