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Mundo Shinobi - Chunin - 284

Después del desayuno, los kages y Kain, se fueron al gimnasio donde se iba a llevar a cabo la tercera parte de los exámenes chunin. La cual consistía en un combate individual sin diferenciar entre villas.

Los kages entraron directamente al gimnasio, pero Kain se quedó en la entrada, mirando a un trio de niños espiando y buscando una forma de entrar. Kain camino hasta una muralla donde se asomaban las tres cabezas y ellos se escondieron por efecto reflejo.

Kain dio la vuelta a la esquina y los encontró discutiendo. Bueno, Tsunade y Jiraiya discutían mientras Orochimaru los miraba.

—Te digo que es mala idea, es nuestro enemigo—

—Cállate, también me cae mal, pero es nuestra única posibilidad—

Kain se cruzó de brazos y preguntó —¿Me pregunto de quien hablan?—

—nii-san— dijo Orochimaru, mirándolo con ojos inocentes —ellos se refieren…— pero no pudo completar la oración, ya que Tsunade y Jiraiya le taparon la boca con las manos y rieron con una expresión de incomodidad.

—Sabes, Uchiha. Bueno, no hemos sido los mejores amigos— dijo Tsunade mirando hacia un lado —pero, siempre podemos empezar—

Jiraiya miró a Tsunade y miró a Kain con envidia.

Kain sonrió entendiendo lo que ellos querían y les dijo —vengan conmigo, pero se portan bien—

Tsunade miró a Kain con una gran sonrisa —¿De verdad?— preguntó

—Claro, de verdad, pero se los repito. Tienen que portarse bien o los van a pillar los guardias y enviarán afuera. Una vez que pase eso, ni Hiruzen los va a poder ayudar—

—Uchiha, no hables mal de sensei, pero tienes razón. Sensei es malo, ayer le pedimos ayuda y nos dijo que los exámenes chunin no era un lugar para ir a jugar—

—Así es, no es un lugar para ir a jugar. Pero pueden mirar y aprender, siempre y cuando, se…—

—Ya lo sé, ya lo sé— dijo Tsunade frunciendo el ceño de inmediato —tenemos que portarnos bien—

—Así es, ahora vengan conmigo—

Kain camino y Orochimaru lo alcanzo, caminando junto a él. Kain le revolvió el cabello mientras Tsunade y Jiraiya miraban a su amigo ser feliz con la compañía de alguien más aparte de ellos. Tsunade pensaba que Orochimaru se sentía demasiado solo y cualquier compañía le valía. Por otro lado, Jiraiya pensaba que era un tonto. Kain era el enemigo de todos los hombres.

Kain llegó a la entrada, lo miraron los dos jounin que custodiaban y ellos se pusieron en su camino —los niños que no participan en los exámenes no pueden entrar— dijo uno de ellos

—Sí, bueno, haz una excepción. Me haré cargo de ellos y si hacen algún desorden, los sacare del gimnasio—

Los tipos fruncieron el ceño, pero asintieron y se hicieron a un lado. Después Kain avanzó con Orochimaru mientras Tsunade y Jiraiya los acompañaban. No obstante, estos dos no encontraron nada mejor que sacarles la lengua a los guardias. Kain los vio y los castigo con un coscorrón a cada uno.

—¿Por qué me golpeas, maldito?— protesto Jiraiya agarrándose la cabeza

—Sí, Uchiha ¿Por qué nos golpeas? Le diré a la abuela— protesto Tsunade

—Par de idiotas— dijo Kain en un tono serio —les dije que no dieran problemas y se ponen a molestar a los guardias ¿Qué sacan con enojarse con los guardias si ellos solo cumplen con su trabajo?—

—Eso—

—Ahora son niños, pero cuando sean adultos van a ver que incumplir con su misión tiene muchas formas de penalización. Sean un poco más respetuosos con los demás—

—No eres mi hermano— grito Jiraiya enojado

Kain bufo y le dijo —si fuera tu hermano ya te hubiera castigado por pensar con el culo. Ahora compórtense como corresponde o los sacare yo mismo—

—Idiota— dijo Jiraiya mirando al suelo y apretando los puños mientras ponía una expresión de enojo. Sin embargo, de repente alguien le acaricio la cabeza y elevo su mirada. Era Kain sonriendo de forma amigable. Jiraiya se ruborizo y le dio un manotazo —no eres mi hermano— grito

Kain soltó un suspiro y asintió —ya lo sé, pero si te regaño es por algo— dijo, después le dio la espalda y siguió caminando.

Jiraiya lo quedó mirando con sentimientos encontrados, pero a los pocos segundos se le paso el enojo y continúo avanzando. Quería ver de qué se trataban los exámenes chunin.

Kain guio a Orochimaru, Tsunade y Jiraiya a una escalera que los condujo al segundo piso. Jiraiya y Tsunade se quisieron colar a las escaleras que llevaban al tercer piso, pero Kain los detuvo. Ahí solo podían ir los kages y sus escoltas. Kain podía subir, pero tenía que hacerse cargo de los tres revoltosos. Por otro lado, considerando el estado de ánimo de la mañana, era poco probable que alguno de los cinco kages peleara.

Kain y los niños salieron al balcón que estaba a los costados del gimnasio, desde donde podías ver la arena en el centro. Al mismo tiempo, al final del gimnasio, podías ver una escultura similar a la del valle del fin, con Madara y Hashirama mostrando un sello de tigre en forma de respeto, como si estuvieran teniendo un combate de práctica. Kain odiaba esa escultura, pero se aguantó su molestia. Eso pasaba cuando alguien quería homenajear a alguien sin conocerlo. Si su tío estuviera aquí, esa estatua sería como una puñalada al corazón.

—¿Por qué estás molesto, Uchiha? No hicimos nada malo— dijo Tsunade mirando el pasillo por delante, con varias decenas de genin y sus maestros jounin esperando a ver los combates. Al mismo tiempo, se podían ver a los jounin en la parte baja de la arena, preparándose para jugar sus papeles de referí.

—No es nada, Tsuna, solo cosas que uno piensa— dijo Kain, se detuvo en el pasillo y se apoyó en la baranda metálica. Orochimaru, Tsunade y Jiraiya se detuvieron y se pusieron los tres juntos, a la derecha de Kain.

—Pero si no es el renombrado, shinobi cabeza de piedra— dijo alguien en un tono burlón. Kain miró hacia su izquierda y capto a Kazuhiko Hyuga viniendo en su dirección. Su cabello oscuro iba atado en una cinta y llegaba hasta la mitad de la espalda. Destacaba un parche en su ojo derecho mientras sonreía de manera amigable. Vestía un kimono blanco con un obi oscuro y un haori verde pasto.

—Pero si no es el gran patriarca— respondió Kain con una gran sonrisa en los labios —dime ¿ya sabes cómo colocarte el haori o todavía tienen que ayudarte?—

—Maldito— dijo Kazuhiko con una gran sonrisa en los labios, lanzó un puñetazo y Kain lo atrapo con su mano. Kazuhiko retiro su puño, se detuvo al lado izquierdo de Kain y miró a los tres niños que estaban del lado derecho —¿Qué cuentas?— movió su mano de lado a lado, saludando a los niños y después apoyó los antebrazos en la baranda, igual que Kain.

—Nada, aquí haciendo unos mandados para Saru y ayudando a estos niños a ver los exámenes—

—Nagisa, Kenzo y Duy lo hicieron muy bien ayer, en el bosque de la Muerte—

—Soy su sensei— dijo Kain con una sonrió —por supuesto que les iba a ir bien—

Kazuhiko le dio un puñetazo en el hombro y le dijo —maldito engreído—

Kain se largó a reír y miraron como un muchacho de Sunagakure, con el chaleco táctico de color arena, se acercaba desde el lado izquierdo de la arena. Del otro lado se acercó un muchacho moreno y rubio de Kumogakure, con el chaleco táctico blanco. Al mismo tiempo, el jounin que iba a funcionar como referí se detuvo en medio de la arena y espero a que los dos muchachos que no deben haber tenido más de quince años, se acercaran.

—¿Muy complicado ayer?— preguntó Kazuhiko en voz baja mientras miraba la arena

—Más o menos— respondió Kain mirando a los dos participantes —pero Rei-chan lo hizo bien y pudo establecer el tema. Ahora solo queda ver el resultado final. Puede que lleguemos a un acuerdo o no, pero la piedra fue lanzada al estanque y eso generara hondas en el agua. Esperemos que esas hondas no se conviertan en un tsunami—

Kazuhiko soltó un suspiro y respondió —espero que todo salga bien—

—Lo mismo quiero yo—

La pelea en el centro de la arena se realizó entre un titiritero de Sunagakure, cuya marioneta tenía largas agujas venenosas en vez de manos y un usuario de espada de Kumo. El titiritero tenía la ventaja con su ataque en conjunto a su marioneta, pero el usuario de espada logro alcanzarlo y el combate se acabó cuando hirió al de Sunagakure de gravedad. No obstante, ambos tuvieron que ser descalificados. Uno estaba herido y el otro envenenado. Así que iban a pasar varios días en cama.

Al mismo tiempo, Danzo bajo por la escalera desde el tercer piso y miró hacia todos lados. Kain lo capto y le dio unas palmaditas a Kazuhiko —oye, hazme un favor— dijo

—Claro— respondió Kazuhiko

—Vigila a estos niños y ve que no se metan en problemas, tengo que ir a ver algo—

—Claro, ve, yo los veo ¿Y si se portan mal?— preguntó Kazuhiko con una sonrisa significativa. Jiraiya, Tsunade y Orochimaru lo miraron al mismo tiempo.

—Los golpeas y los echas afuera del gimnasio—

—Qué bueno, qué bueno, hace tiempo que no hago ejercicio—

—Oye, Uchiha, no nos asustes— protesto Tsunade, asustada de Kazuhiko

—No te preocupes, Tsuna-chan, como nos conocemos, iré fácil— dijo Kazuhiko

—¿Quién es este?— preguntó Jiraiya con el ceño fruncido.

Kain paso por su lado y le dio unas palmaditas en el hombro —el patriarca del clan Hyuga— murmuro —así que controla tu lengua. Él no es tan suave como yo—

Jiraiya trago saliva y vio al muchacho con el parche en el ojo. Tenía sus dudas de que alguien tan joven fuera el patriarca, pero los otros Hyugas de pie a tres metros de Kazuhiko, lo quedaron mirando con seriedad. Lo cual lo hizo sentirse intimidado y prefirió mirar hacia la arena. Donde dos nuevos combatientes iban a luchar.

—Ooooh, es Duy, que bien— respondió Kazuhiko —por fin vamos a ver algo interesante—

Al mismo tiempo, Duy vestido con su traje verde de cuerpo completo, corrió por debajo del balcón hasta alcanzar a Kain, quien avanzaba hacia Danzo, y grito —Sensei ¿Hasta dónde puedo llegar?—

Todos miraron a Duy, de actitud entusiasta y después miraron al muchacho de cabello y haori blanco. Kain solo levanto su mano izquierdo y levantó sus tres dedos.

—Entiendo, sensei, no te defraudare—

Kain ni siquiera lo miró, no era necesario en su mente. Los exámenes chunin eran un desafío demasiado pequeño para alguien como Duy, quien cruzo la puerta del dragón y se transformó en un verdadero dragón. En este momento Duy podía luchar contra algunos jounin de elite. Sin embargo, como la técnica de las puertas internas era algo secreto que dejo Tobirama, solo tenía permitido liberar hasta la tercera.

Kain continúo avanzando, escucho al referí regañar a Duy y después preguntarle si estaba listo. Todos los que lo conocían a Duy lo subestimaban y le faltaban el respeto. Kain sonrió divertido y escucho como el referí decir —¡adelante!—

Solo pasaron tres segundos y se escuchó un fuerte estruendo en la pared del fondo. La estatua que tanto odiaba Kain fue partida por el cuerpo del otro participante, que tuvo la mala suerte de encontrarse con una bestia.

—¡Oye, que tipo de trampa es esto!— protestaron varios shinobis, pero nadie les dio una respuesta. Todos vieron como Duy solo le dio una patada giratoria y envió a su contrincante a volar. Por otro lado, los que realmente sabían, tenían prohibido con un sello de muerte revelar esa información.

Kain llegó a una esquina, donde Danzo estaba apoyado sobre la baranda y se colocó a su lado. Danzo le dio una breve mirada, frunció el ceño y después miró hacia la arena. Todavía usaba el cabello desordenado y espinoso mientras destacaba la cicatriz en forma de cruz sobre su mentón. Algo que Kain recordaba que tenía de toda la vida o al menos, desde que lo conoció. Hoy iba vestido con sus túnicas blanca de consejero del hokage.

—¿Qué pasa con esa cara de pocos amigos?— preguntó Kain con una sonrisa burlona —¿Enojado por qué te delate delante de Hiruzen? Tobirama nunca fue tan descuidado—

Danzo agarro la baranda con sus manos y ocupo tanta fuerza que dejo sus dedos marcados en el metal. Le dio una breve mirada a Kain y le dijo —ese no fue nuestro trato—

—Bueno, tengo que castigarte si te vuelves tan codicioso y descuidado. Si sigues así, te quitare a los anbus de raíz—

Danzo apretó con tanta fuerza la baranda que el mental rechino, pero al ver el rostro Kain mostrando una sonrisa burlona, como esperando que perdiera el control, tomo una profunda respiración y asintió.

—Eso está mejor, el líder de los anbus debe mantener la calma y planificar con cuidado sus movimientos. Recuerda, te mueves en las sombras— dijo Kain, después miró a la molesta estatua al final del gimnasio, partida a la mitad. Eso le gustaba, había que eliminar todo lo que le producía dolor a su tío.

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