Después de recoger al genin en un estado lamentable, lo llevaron de urgencia al hospital mientras Duy se disculpaba sin parar. Desde la distancia, Kain sonrió y se divertía con un muchacho tan considerado. Cualquiera, en la posición de Duy, se volvería arrogante.
Después Kain miró a la escultura de Madara y Hashirama partida a la mitad y sonrió complacido mientras los shinobis a cargo del evento, limpiaban los escombros más grandes.
Kain miró a Danzo a su lado, apoyado en la baranda de metal y le dijo —te has vuelto descuidado—
—Solo fue una mala planificación— respondió Danzo
—¿Una mala planificación?— preguntó Kain en un tono juguetón, miró a los shinobis que limpiaban los escombros y continuo —una mala planificación fue cuando tú y Hiruzen avanzaron a ciegas y gracias a la suerte se salvaron de morir bajo la nieve—
—Eso…— murmuro Danzo avergonzado
—Lo que sea, cuando te metes a mi casa, donde viven niños y mujeres que no tienen nada que ver con nuestro juego, no es una mala planificación— respondió Kain perdiendo su sonrisa mientras emergía un brillo asesino en sus ojos —Nawaki y Tsunade son los sobrinos de tu sensei, pensé que le tendrías respeto a eso, pero eres igual de tonto que tu sensei. No te vuelvas descuidado Danzo o te haré desaparecer. Te estoy dando la oportunidad de que te vuelvas la sombra del hokage, pero si sigues haciendo estupideces, me dejaras sin opciones—
Danzo volteó su rostro y miró a Kain. Este último hizo lo mismo, lo miró a los ojos con frialdad y Danzo miró a la arena, donde habían terminado de sacar los escombros más grandes.
—No volverá a pasar— dijo Danzo —pero no puedo dejar pasar lo que escondes en tu laboratorio—
—Lo que yo hago en mi laboratorio no es ni una décima parte de lo retorcido que hacía tu sensei— dijo Kain recordando los manuscritos que encontró y confisco. Hizo una sonrisa maligna y continuo —¿o no crees que sea así? Si no lo crees, podemos comprobarlo ocupando un jutsu en tu sensei. Estoy seguro de que tú y Hiruzen estarían muy contentos de volverlo a ver—
—¡Detente!— grito Danzo, volteó su rostro y miró a Kain con furia. Todos los quedaron mirando y Kain volvió a ser el centro de atención, con su cabello y haori blanco. Por otro lado, Danzo estaba espantado con profanar los restos de sensei. Incluso para él, los muertos debían quedarse en el inframundo.
Kain lo miró a los ojos, sonrió y le dio unas palmaditas en el hombro —en ese caso— dijo en voz baja —ten más cuidado para la próxima—
Kain se dio la vuelta mientras Danzo miraba espalda de Kain, cubierta por el haori blanco con el vajra y el abanico. No obstante, pese a su edad, le daba más miedo que cualquier bestia o persona en este mundo ¿Acaso había hecho un pacto con el diablo? Danzo llevó su mano a la manga derecha, busco un pañuelo y se lo paso por la frente para limpiarse el sudor. Soltó un suspiro y se dio cuenta que traspiraba por todo el cuerpo. Después se dio media vuelta y volvió al tercer piso, donde estaba Hiruzen.
Kain avanzó por el pasillo del segundo piso, al costado izquierdo del gimnasio. Diferente de la primera vez en que nadie lo miró hasta que le hablo Duy, ahora capto la atención de los genin que venían a dar la prueba. Unos lo miraban con curiosidad, otros con molestia y otros se sentían atraídos. Kain solo sonrió, porque la mayoría de estos niños vivían en la ignorancia y apenas sabían dónde estaban parados. Lo máximo que sabían era que ser kage era el máximo título y volverte chunin era un gran logro. No obstante, sus senseis eran descuidados y en la mayoría de los casos no le explicaban que significaba volverse chunin. Kain pensó que, si lo hubieran sabido, no hubieran estado tan felices de correr hacia los problemas.
Una vez que Kain llegó a donde estaba Tsunade, Jiraiya y Orochimaru, los tres lo quedaron mirando extraño. Kain no les hizo mucho caso, paso de ellos y se puso entre ellos y Kazuhiko. Este último le dio una breve mirada y después miró a la arena.
—Viene tu favorita— dijo Kazuhiko señalando a Nagisa, en una esquina de la arena. Su hermoso rostro ovalado enmarcado por el cabello naranja destacaba quitándole el aliento a los muchachos.
—No es mi favorita— dijo Kain —es mi discípula igual que Duy y Kenzo—
—Si fuera mi discípula, yo la haría mi favorita— dijo Kazuhiko con una sonrisa traviesa
—Deja de pensar con la entrepierna, te va a pasar algo malo—
—No quiero escuchar eso de ti—
—Oye, Uchiha— dijo Tsunade al lado derecho de Kain —¿Cómo hizo eso?—
—¿Cómo hizo eso quién?— preguntó Kain, mirándola a los ojos.
Tsunade se ruborizo de solo mirarlo a la cara y preguntó en tono mimado —ese, el de las cejotas ¿Cómo golpeo tan fuerte a ese tipo? Su fuerza no era normal—
—¿Quién sabe? Tengo entendido que es secreto de negocios— respondió Kain en un tono burlón
—Maldito, siempre eres igual de arrogante. Por eso no te quiero— dijo Tsunade de malhumor, miró hacia otro lado con las mejillas ruborizadas mientras Kain soltaba una risita.
—Tsunade-chan— dijo Kazuhiko del otro lado, Tsunade lo miró por detrás de Kain y Kazuhiko continuo —incluso si este tipo es el sensei, no puede ir por ahí contando a los demás las fortalezas de sus discípulos. Konoha y en especial, hokage-sama lo castigaría. Es una de las cláusulas que tienen que seguir todos los que se convierten en sensei de algún equipo—
—¿Y cómo lo puedo saber, Kazu-nii?— preguntó Tsunade
—Bueno, para eso tienes que hacer alguna contribución a la villa o ser premiada por hokage-sama. Él te puede dar a escoger alguna técnica o conocimiento especial y de esa manera puedes saber. De otro modo, se le consideraría espionaje interno y serías sancionada—
—Todo es tan aburrido— dijo Tsunade, agacho la mirada y soltó un suspiro. Alguien le toco el cabello y se lo peino con suavidad. Ella levantó la mirada y vio a Kain sonriendo con amabilidad.
—habla con sensei- dijo Kain -ella puede tener alguna variante que puedas ocupar—
—¿Te refieres a la abuela?—
—Claro, sensei tiene los puños más fuertes que he conocido en mi vida. Desde pequeño me hicieron correr por mi vida—
Tsunade hizo una sonrisa traviesa y preguntó —¿Te estas quejando de la abuela?—
—En parte, pero no le digas que me estoy quejando— dijo Kain y le guiño un ojo. Sacó su mano del cabello de Tsunade y continuo —se podría enojar—
Tsunade se rio como un hada y dijo —eres raro, Uchiha—
—Claro, muy raro—
—¡Oye!— protesto Jiraiya al lado de Tsunade, se movió y se interpuso entre ella y Kain —tu ya tienes a Kaoru-chan—
—Vamos, Jiraiya, yo solo estoy conversando con Tsuna— dijo Kain
—No lo parece—
Kain soltó un suspiro y miró a Jiraiya con una sonrisa —sabes, tengo una misión—. Jiraiya quedó confundido y Kain continuo —le prometí a mi tío que yo y Tsuna íbamos a ser los mejores amigos del mundo—
—¿Y quién es tu tío?—
—Hashirama Senju—
Jiraiya quedó con la boca abierta, tratando de gesticular algo, pero no le salían las palabras.
Kain soltó una risita y le desordeno el cabello gris ya alborotado. Después señalo a la arena, con Nagisa y otro muchacho de Kumo portando una espada afilada en cada mano —mira allá, Nagisa es fuerte, ve como lucha, podría ayudarte— dijo
Jiraiya frunció el ceño y se volteo a mirar a Nagisa. Esta última estaba de pie frente al otro genin. Después Jiraiya miró a Kain de soslayo varias veces y pensó que era un tipo raro ¿Quién era tan tonto como para hacer una promesa así? Ser los mejores amigos del mundo sonaba raro. Sin embargo, no sonaba tan mal si hacías esa promesa con alguien increíble como el dios shinobi.
En el centro de la arena, Nagisa tomo una postura de combate similar al jeet kune do, dando saltos en su posición mientras apuntaba con los puños hacia adelante y los brazos semi extendidos. El otro muchacho de Kumo con las dos espadas la quedó mirando extraño, sin saber cómo había nacido un taijutsu tan irregular. Sin embargo, tomo su postura de combate apuntando con las dos espadas hacia adelante, un pie delante del otro y las piernas abiertas a la altura de los hombros.
El jounin que actuaba de referí, levantó la mano, miró al muchacho de kumo, vestido con el chaleco táctico blanco de la villa. Después miró a Nagisa, de vibrante cabello naranja y rostro inocente, vestida con el chaleco táctico verde pasto. Entonces bajo su mano y dijo —adelante—
El muchacho de Kumo se lanzó con las dos espadas hacia adelante como si fueran dos colmillos listos para apuñalar a Nagisa, pero ella en su movimiento constante, movió su cuello hacia un lado, evitando una cuchilla y levantó su pierna derecha, interceptando la pierna izquierda y evitando que el otro avanzara. El muchacho de kumo miró hacia abajo, algo asombrado por el movimiento, pero retrocedió lanzando un corte circular. Nagisa también se impulsó hacia atrás, pero unas hebras de cabello naranja cayeron al suelo, recordándole lo cerca que estuvieron las espadas de cortarla.
Nagisa continúo dando saltos en su espacio y rodeando al muchacho de kumo. Al mismo tiempo, gracias al taijutsu irregular, el muchacho de kumo no supo cómo avanzar. Era claro que el estilo de Nagisa no era solo para mostrar, esa patada aplico suficiente fuerza y le impidió seguir avanzando.
Al mismo tiempo, Nagisa, al ver al muchacho seguir su movimiento sin moverse de su posición y lleno de dudas en su mirada, decidió tomar la iniciativa.
<<Recuerda, quieres ganar, pero también quieres vivir otro día para disfrutar de esa victoria>> escucho Nagisa la voz de Kain en su mente, un regaño usual porque ella era demasiado temeraria en sus ataques.
Nagisa dio un salto adelante, el muchacho de kumo la recibió con un corte ascendente de ambas espadas. Ella saltó hacia un lado, se acercó, el muchacho de kumo retrajo sus espadas, pero fue muy tarde. Nagisa alcanzo ambas muñecas, se giró, le dio la espalda y lo proyecto hacia adelante, estrellando al muchacho de kumo contra el suelo. Sin embargo, Nagisa no le quito las manos de las muñecas y canalizo chakra del alma y fabrico unos grilletes de sellos alrededor de las muñecas.
Después Nagisa saltó hacia atrás y quedó mirando al muchacho de Kumo acostado en el suelo. Este último miró a Nagisa hacia arriba, con la mirada confundida. Se puso de pie y pensó que, si hubiera sido él el que tiro al oponente al suelo, lo hubiera rematado. Sin embargo, pensó que era su suerte encontrar a una muchacha tan ingenua. No obstante, de repente las espadas cayeron de sus manos y el muchacho fue consciente de que no sentía sus manos desde la muñeca hasta la punta de los dedos. Él acercó sus manos a su cara y vio un largo sello similar a unos grilletes rodeando sus muñecas. No podía mover los dedos, ni las manos. Se lleno de espanto y empezó a tiritar de miedo.
—Ríndete— dijo Nagisa —no quiero hacerte daño—
El muchacho cayó arrodillado en el suelo y asintió.
El jounin que hacía de referí, miró a Nagisa como si fuera un monstruo ¿Qué clase de habilidad debías tener para colocar un sello sin realizar ningún sello de mano y dejar incapacitado a tu oponente con un solo toque?
—Bien, hecho Nagisa-nee— grito Tsunade desde lo alto del balcón al costado izquierdo de la arena.
Nagisa se dio la vuelta y miró a Kain, Tsunade, Jiraiya y Orochimaru. Ella levantó la mano y saludo con una sonrisa amable. Eso robo el alma de muchos muchachos, pero dejo a Nagisa triste, ya que Kain estaba regañando a Tsunade por hacer un escándalo cuando debía estar callada. Nagisa soltó un suspiro, se dio la vuelta, camino hasta el muchacho de kumo y le toco ambas manos. Eso desvaneció el sello de las muñecas y ella siguió caminando de vuelta a donde estaban Kenzo y Duy esperándola.