Diosa de la Fortuna y la Desgracia
Cuando Ainsley recibió la notificación, corrió de vuelta al hotel y se encerró dentro del baño.
Con el Padrino y los espíritus de Zev flotando en el aire cerca de ella, la bebé miró al espíritu niño con ojos brillantes.
—¡Zev, ¿dónde está mi poción de iluminación? ¡Rápido, rápido, dámela! —La bebé ya estaba ansiosa por beber la poción y mejorar una de sus habilidades especiales.
¡Con eso sería más fuerte y podría proteger bien a su gente!
Zev miró la cara sonrojada de Ainsley y suspiró. —Cálmate, jefe. Revisa la interfaz primero, ¿vale? Haz clic en la opción 'Aceptar recompensa'.
—Vale —Ainsley obedeció inmediatamente. Revisó el panel semitransparente que nadie podía ver y hizo clic en el botón de 'aceptar recompensa'.
Inmediatamente después de eso, la interfaz brilló con una luz azul pálida antes de que una botella de poción apareciera de la nada.
La poción del tamaño de un puño flotaba elegantemente en el aire mientras caía lentamente en las manos de la bebé.
Chapitre verrouillé
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