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Capítulo 17¡NOCHE DE DIVERSIÓN!

Capítulo 17

¡NOCHE DE DIVERSIÓN!

Pasaba el tiempo y su lejanía parecía no tener fin, era difícil la comunicación, de modo que Adonis mandó a Morfeo a acompañarme en casa y así él no tendría que preocuparse por mi seguridad ni mi soledad, pues confiaba plenamente en Morfeo…

Luego, me sorprendí al constatar que Morfeo, por su comportamiento realmente era gay; y lo comprobé cuando en forma directa se lo pregunté:

G: Disculpa si te ofendo, pero tengo que preguntarte Morfeo, ¿eres gay?

M: Señorita Galt… Yo soy una linda y espontánea flor rústica que se esconde detrás de toda esta seriedad.

G: Es un alivio para mí saberlo sobre todo porque ahora sí sé que podré estar tranquila sin el acoso de un hombre dentro de mi propia casa.

Pasaron muchos días y Morfeo y yo logramos una mutua y sincera confianza entre los dos; así que llegó un momento en que Morfeo confianzuda, alegremente y ya tuteándome me preguntó:

M: ¿Te gustaría divertirte sanamente conmigo, Galt?

G: ¿Como ir al cine o al teatro?

M: No Galt; deja que me encargue de la diversión… te garantizó que en el sitio donde te llevaré, la vas a pasar muy bien.

G: Esta bien Morfeo, confió en ti.

Así Morfeo se puso en marcha, llevándome a un local de lujo, muy privado, donde se rentaban chicos extremadamente guapos para sesiones privadas de striptease y placer visual y auditivo en general.

Al llegar a ese lugar, noté que todo era por pedido y como no conocía el lugar me dejé guiar por Morfeo, quien era un cliente regular del lugar.

Luego, al ir a una sala privada escogida por Morfeo, cerraron las puertas, apagaron las luces y sólo quedamos Galt y Morfeo sentados uno al lado del otro.

G: ¿Qué sucede Morfeo?

M: Siéntate y deja que te enseñe lo que realmente es el placer visual, Galt.

G: A qué te refieres con eso, Morfeo… ¿tú no «ique» deberías cuidarme?

M: Tranquila Galt, Yo estaré aquí también contigo, ¿acaso crees que eres la única con derecho a disfrutar esta noche…?, solo mira y aprende, amiga mía. Adonis no me da mucho tiempo libre, así que aprovecharé esta oportunidad para divertirme sanamente contigo… bebe un whisky con tranquilidad para que te relajes y disfrutes del placer visual mu-

cho más…

G: Esta bien Morfeo, te creeré de nuevo esta

vez…

Justo en ese momento , aparecieron unos hombres que se ubicaron sobre la pequeña tarima que había frente a nosotros; y debo reconocer que en verdad eran de belleza única, amables y sensuales; de inmediato nos sirvieron un whisky con limón y cuando lo probé, sentí que me gustaba… y pude observar que Morfeo estaba inmensamente feliz con la presencia de estos hermosos hombres, quienes pusieron una agradable melodía y bajo una suave penumbra comenzaron a bailar moviendo sus cuerpos ardientemente frente a nosotros.

En verdad, me pareció agradable verlos bailar de esa manera y sentí que Morfeo tenía razón, era más placentero de lo que pensé en la forma en que bailaban y cubriendo sus torsos con aceites eran deseables para cualquier mujer… Morfeo estaba tan emocionado que gemía de placer… y no lo culpo, pues aquellos lujuriosos bailes durante toda la noche eran tan agradables, que mis ojos no podían apartar la mirada sobre aquellos hombres al ver cómo brillaban bailando tan eróticamente para Morfeo y para mi… y ya amaneciendo regresamos a casa.

M: ¿Qué te pareció la diversión Galt?

G: Era cierto lo que dijiste Morfeo… este tipo de placer es más excitante de lo normal, pues deseaba mucho más lo que no podía tener, es cierto que es más deseable y excitante…

M: Qué bueno que me crees Galt; yo sé escoger muy bien las diversiones y cuando quieras podemos rentar unos chicos para divertirnos.

G: Creo que podríamos hacerlo seguido y sanamente Morfeo.

De repente, recibí una inesperada llamada de

Adonis…

Ad: Galt, moría por escuchar tu voz… ¿has estado bien?

G: Sí Adonis, me he divertido mucho.

Ad: ¿Tendrá Morfeo algo que ver con esa diversión?

G: Claro que no, Adonis…

Ad: Sé que me estás mintiendo mi querida Galt, pues tu respiración cambió drásticamente.

G: ¿Y cómo sabes eso Adonis?

Ad: Soy tu maestro amada mía, pero debes tener cuidado, pues nunca le he conocido pareja a Morfeo y temo que te seduzca mientras no estoy allá.

Entre risas le dije a Adonis que se despreocupara por eso ya que Morfeo era muy respetuoso conmigo y me cuidaba como un hermano todo el tiempo.

Ad: Creeré en ti entonces y quiero que sepas que regreso en dos días a casa.

G: ¿Tan pronto?

Ad: ¿Acaso no te alegra que regrese…?

G: Claro que me alegra, solo que pensé que demorarías al menos una semana más fuera de Londres.

Al terminar, comencé a llamar a Morfeo.

M: ¿Qué pasa «Diva»?

G: Tenemos que ir hoy a rentar unos chicos y quiero que me enseñes a verme seductora.

M: Tú déjamelo todo a mí, «Diva», que hoy te haré la estrella del lugar.

Así nos fuimos a comprar ropa corta para mí y me probé mucha ropa, pero nada le gustaba a Morfeo hasta que vio un vestido de correas, corto, que era muy tentador… lo compramos y pronto cayó la noche… salimos de casa para el lugar de lujo seleccionado por Morfeo denominado Sex And Boys, donde nos recibieron efusivamente.

Esa misma noche llegó Adonis para sorprendernos, pero la casa estaba vacía y yo no contestaba y Morfeo mucho menos. De modo que Adonis llamó y le pidió nuestra ubicación a la central de teléfonos, sorprendiéndose al comprobar que estábamos en el mismo lugar.

Cuando arribó a la dirección que le dieron en la central de teléfonos, pudo observar que era un pequeño edificio bastante agradable y lujoso donde logró entrar y subir al quinto piso, que es donde funciona Sex And Boys, y para entrar tienes que ser titular de una acción que te acredite como socio; obviamente que él no solamente no la tenía, sino que jamás había ido a ese lugar que solo era para mujeres y gays… de modo que tuvo que sobornar al portero para que le dejara entrar y al hacerlo siguió la señal del GPS de los celulares, la cual lo llevó a una sala privada que estaba en penumbras con hombres muy atractivos bailando de manera erótica…

Morfeo y yo estábamos sentados en un cómodo, confortable y amplio puff gritándole a los hombres: «Báilame así y hazme ver tus deseos», «esta noche soy totalmente de ustedes chicos bellos y divinos…», y así entre whisky y risas, Morfeo no aguantó más y se acercó a donde estaban bailando los chicos para tocar sus torsos mojados y desearlos sexualmente aún más…

Adonis, riendo en silencio vio y notó de inmediato que Morfeo era un gay sumamente excitado en ese momento, y se propuso acercarse a mí, lo cual efectivamente hizo mientras susurraba a mis oídos…

Ad: ¿Disfrutando de los placeres visuales, Galt?

G ¿Quééé?

Ad: ¿Acaso no te dije que no puedes ver a otros hombres con esos ojos?

G: Yo sólo acompaño a Morfeo sanamente, Adonis.

Ad: Te quisiera creer, pero ese vestido tuyo me dice otra cosa y me hace desearte mucho más, tanto, que no puedes dejar que otros te vean tan provocativa, sexy y semidesnuda, pues eres solo mía y para mí.

En ese momento Morfeo vio a Adonis y gritó despavorido…

M: ¡¡¡Ayyyy señorrrr Adonissss!!! ¿Qué hace usted aquííí?!!!

Ad: ¡Te atrapé infraganti Morfeo…! ¿Así es como me cuidas a Galt?

M: Es que ella me obligó señor Adonis.

G: ¿Qué yo Quééé?

M: Lo siento mucho Galt.

Ad: Conque ahora estás traviesa y juguetona, ¿no?

G: Mentira… tú sabes que yo no soy así, amado mío.

Ad: Morfeo, no vengas a casa hoy, tómate el resto de la noche y disfrútala.

M: Ayyyy señor Adonis, en serio es usted tan generoso que hasta me provoca darle un beso por tanta generosidad conmigo.

A: Si llegaras a besarme como dijiste, te mandaría de una vez y de un solo tortazo al mundo de los sueños, grandísimo alcahuete y gilipollas…

Enseguida, cargó conmigo y me llevó a casa donde con mucho cuidado me quitó el vestido mientras besaba mis hombros y el resto de mi cuerpo desnudo.

Ad: Mi amada y traviesa Galt, no sabías en qué estabas pensando al ir a ese lugar… ¿no recordabas que eres sólo mía y para mí?

No tuve palabras para responderle, pero terminé disfrutando a mi amado toda la noche sin descanso y a la mañana llegó Morfeo con unas grandes ojeras, cansado y casi totalmente apagado por la resaca y la falta de sueño.

M: Lamento lo de ayer.

Ad: ¿Eres gay?

M: Sí Adonis, a mucha honra soy gay y me gusta serlo.

Ad: Ya veo, entonces ustedes debieron divertirse mucho mientras yo no estaba…

***

La vida continuó; los días seguían pasando y todo parecía ir mejorando más y más.

Un día me puse triste al pensar que él no merecía estar con una mujer como yo que apenas era una estudiante ingenua e inexperta… no podía estar a su nivel y por ello, decidí escribir una carta renunciando a nuestro amor y anexando el anillo de compromiso que me había entregado; y pidiéndole perdón, recogí mis cosas y me fui a una ciudad cercana y cuando él regresó a la casa y vio la carta, ya yo estaba muy lejos.

Supe que desesperadamente Adonis me buscó por todas partes y le preguntó a todos mis conocidos si alguno de ellos sabía dónde estaba, pero nadie supo darle tal información.

D: Ella congeló su carrera universitaria.

Ad: ¿De verdad no sabes dónde está?

D: No, Adonis, y si lo supiera te lo diría.

Si ustedes lectores, preguntan qué fue de mí, pues alquilé un local y empecé a vender deliciosos

postres por lo que en aquel lugar gané una mere cida fama como repostera de excelencia… Ya han pasado dos años desde la última vez que lo vi y me pregunto si aún se acordará de mí…