—Gran trabajo, todos —Ralyks aplaudió cuando el último de los Monstruos cayó.
Los Otromundistas acabaron con poco más de cien Monstruos en un abrir y cerrar de ojos, y apenas siquiera sudaron.
Incluso Ralyks no tuvo más opción que impresionarse.
—Estos Objetos son increíbles. ¡No me siento cansado en absoluto! —comentó uno de los Otromundistas con emoción.
—¡Subí de Nivel tres veces justo ahora! —exclamó otro.
—¡Cuatro para mí! —se unió otro.
—¡Esto es una locura! Las Incursiones en la Mazmorra son impresionantes —afirmaron varios de forma entusiasta.
Había sonidos de emoción haciendo eco de tantos de ellos que era seguro asumir que unánimemente disfrutaban de sus actividades.
Sonrisas deslumbrantes y ojos brillantes resplandecían entre los adolescentes que se encontraban en medio de los cadáveres de los Monstruos.
Parecía que ya no temían a nada.
—Kukuku… ¿es así? —Ralyks soltó una risa suave.
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com