Nayara se levanta a las diez de la mañana, se ducha, hace su aseo personal y luego se pone una falda negra, una blusa lila y unas sandalias bajas y baja las escaleras hacia el salón. Natanael está en la cocina preparándoles una barra de pan con mortadela que ha comprado por la mañana en la panadería.
Le dedica una gran sonrisa cuando la ve, se acerca, la besa en la frente y le dice:
- Buenos días, ¿cómo te encuentras?
- Buenos días. Me duele la cabeza y tengo un poco de hambre, pero no estoy del todo bien.
- Te voy a dar una medicina, vamos-Saca una dipirona de su bolso y se la da, y una botella de agua-. Ahora ven a comer algo porque estás un poco pálida.
- Gracias, gracias.
Comen en silencio hasta que ella dice:
- Hoy tengo que ir a trabajar, pero no sé cómo va a ser sin él, porque yo sólo soy la ayudante y él era el profesor.
- Deberían poner a alguien para sustituirle.
Terminan de comer y Nayara dice que necesita comprar los muebles para la casa y Natanael la acompaña a la tienda del pueblo. Van en moto y ella elige los muebles y los paga con el dinero que recibe por su trabajo y los promotores dicen que los muebles los entregarán mañana.
Salen de la tienda a las once y media de la mañana y Natanael decide llevarla a la plaza.
Cuando llegan, él le dice:
- Quédate aquí que vuelvo enseguida.
- OK.
Va a la tienda de mascotas y le compra a Nayara un cachorro y comida para mascotas. Vuelve al cabo de diez minutos y le pide que cierre los ojos. Ella hace lo que él le pide y dice lo mismo:
- Ya está, ahora puedes abrirlos.
Ella los abre y ve un precioso cachorrito, todo peludo y de color miel con negro. Es un precioso chow-chow y él le dice:
- ¿Te gusta?
- Sí, me encanta. Gracias.
Ella le besa en la mejilla, pero él se gira y acaban besándose. Sonríen, pero ella se separa de él y le da las gracias de nuevo. Luego suben a la moto con ella sujetando al cachorro y se dirigen a su casa.
Al llegar a casa, ella saca al cachorro al jardín y le da de comer:
- ¿Has elegido ya un nombre para el cachorro?
- Sí, se llamará Bambam.
Lo deja en el patio y se dirige a su habitación, pero antes Nathaniel se acerca a ella y le abraza la cara, mirándola profundamente a los ojos. Ella también sonríe, pero dice
- No hagas eso, hoy no, por favor.
- Lo siento, pero que sepas que te esperaré el tiempo que haga falta, no me alejaré de ti, ángel.
- Esta bien, pero no estoy de humor para una nueva relación, por favor ten paciencia conmigo.
- De acuerdo, lo haré, pero primero- se acerca a ella y la besa suavemente. Luego le pone la mano en el corazón y le dice: "¿Sientes mi corazón?" Ella asiente: "Entonces es tuyo, siempre lo ha sido. Incluso cuando nos separamos, nunca dejó de ser tuyo.
- Pero saliste con esa mujer e incluso dijiste que la amabas.
- Sólo salí con ella porque quería que fueras feliz con él, pero nunca dejé de quererte.
- Y sólo lo elegí a él porque parecías tan enamorado de ella que quería verte feliz.
- Nayara, todo fue un malentendido y ahora no hay nada que nos impida estar juntos, pero respetaré tu tiempo.
- Gracias, ahora déjame prepararme, porque hoy tengo que ir a trabajar-Él la besa en la mejilla y ella sube las escaleras hacia su habitación.
Se ducha y se pone la ropa de trabajo: vaqueros, blusa del colegio y zapatos cerrados. Se suelta el pelo, que ha formado bonitos rizos en su espalda, coge su bolso y mete el material de los alumnos, el móvil, los documentos y vuelve a la habitación donde la espera Nathaniel.
La mira y le dice
- Vaya, estás preciosa.
- Gracias, pero tengo que irme.
- Pero primero vas a almorzar conmigo. Te llevaré a un restaurante, porque quiero que comas.
- DE ACUERDO.
Sale al balcón y le echa agua y más comida al perro y cierra la casa, dirigiéndose a la puerta donde él la espera.
La lleva a un restaurante de la ciudad. Cuando llegan, le dice al camarero:
- Una mesa, por favor.
- Sí, acompáñeme.
El camarero, que se llama Romário, les lleva a una mesa cerca de la playa.
Se sientan y el joven les da el menú y dice:
- Yo quiero un pollo stroganoff y tú, ¿ángel?
- Podría ser lo mismo que tú.
El hombre lo escribe y dice:
- ¿Y la bebida?
- ¿Puede ser fanta uva?
-Sí -responde ella.
- Entonces véame una botella de fanta uva.
- Sí, un momento.
El camarero se va y Nathaniel se queda admirando a su amada y dice:
- ¿Te encuentras bien?
- Creo que sí.
Tras unos minutos de charla, llega el camarero con sus pedidos y almuerzan en silencio. Luego él paga la cuenta y ambos se dirigen a la escuela. Llegan a tiempo y ella se despide de Nathaniel, pero él tira de ella y le da un fuerte abrazo:
- Cuando te vayas, llámame y te recogeré.
- No hace falta, después de todo, necesitas descansar.
- No me quieres cerca, ¿verdad?
- No es eso, es que quieres hacer tus cosas y yo estoy aquí estorbándote.
- Nunca te metas en mi camino, Nayara, y vendré a recogerte. Son las cinco, ¿verdad, cuando te vas?
- Sí.
- OK, estaré allí a las cinco de la tarde.
Se zafa de su abrazo, le da un beso en la mejilla y entra en la escuela.
Cuando llega a la escuela, va a la oficina para saber quién será la nueva maestra sustituta y la mujer le dice que la maestra ya está en el salón y le pide a Nayara que entre al salón que la estará esperando.
Nayara sale del despacho de la secretaria y se dirige al aula, cuando entra se sobresalta porque la profesora sustituta es la ex de su ex marido y piensa: "¡Ay no! voy a tener que trabajar con ella? Espero que todo vaya bien".