Alhelí se vistió para dormir, se puso una pijama de shorts cortos y una camisa de tirantes, se cepillo el pelo, se vio al espejo y cerró sus ojos con fuerza.
Era su primera noche en la mansión, el día había pasado más rápido de lo que ella hubiese esperado, apenas unas horas atrás estaba despidiéndose de Rocío y ahora estaba preparándose para dormir en una casa que aunque le resultará muy cómoda para ella era la casa de unos extraños, lo único que la hacia sentir parte de todo aquello era la conexión que tenía con Drogo, sin duda alguna sólo se sentía completa cuando el estaba cerca, no había otra cosa que le importará más, y ahora por muy doloroso que le resultará sólo quería ser parte de su mundo, no hacerse como él, pero si estar junto a él sin importar lo que tuviera que forzarse a ver ó a aceptar.
Al final Nicolae tenía razón, sólo el destino se podría encargar de haber cambiado su vida de una manera tan radical como lo que le había pasado por el simple hecho de haber entrado ese dia a la oficina de la Directora.
Unos golpecitos la hicieron salir de sus pensamientos...
- Mi amor, ¿Puedo pasar? -
-Si, si pasa- Ella se acomodó en la cama con un libro en sus manos.
-Creí que ya estarías dormida-
-Jeje, no. Siempre leo un poco antes de dormir. Me siento muy nerviosa- Él se sentó a su lado.
-Esta bien, es normal- Le dio un corto beso.
-Mmm...- Ella no separó sus labios de los de él. -¿Te.. puedes quedar?- Drogo rió.
-¿Eres consciente de lo que me estás pidiendo?-
-No en ese sentido... Sólo.. Ah, mejor olvidalo- Drogo la agarró con fuerza del rostro y le plantó un gran beso furioso en la boca. Ella se subió a sus piernas con ansiedad, continuaron así por unos minutos hasta que...
-Debes dormir, preciosa- Ella se aferró a él.
-Ujuhh.. ok-
Alhelí se recosto en la cama poniendo su cabeza en el pecho de él. -Tú.. Me has presentado como tu novia...-
-¿Y?¿No lo eres?-
-¿Lo soy?- Sonrió. -Tú no me los has preguntado...-
-Creí que ya era un hecho ¿o no?- Ella se levantó y lo fulminó con la mirada.
-Aunque tengamos está atracción en nosotros, no significa que todo sea más fácil, aún tienes que esforzarte- Se cruzó de brazos.
-Mirame..- Dijo dulcemente. Tomo su barbilla, la miro fijamente.
-¿Quieres ser mi novia, Alhelí?- No pudo evitar sonreír y enrojecerse. Se abalanzó sobre él y le dio otro beso caluroso, en este consiguió no ser la única con las mejillas coloradas.
- Lo tomaré como un sí- La volvió a besar.
Sólo leyó unas cuantas páginas de su libro y después quedó dormida entre los brazos de su ahora oficialmente, novio.
5:30 a.m.
Sonó el despertador situado en una de las mesitas de noche.
Ella despertó y alcanzó el pequeño reloj para silenciarlo. Se froto los ojos y cuando puso ambas manos en la cama y tomar impulso para levantarse, sintió que su mano derecha tocó algo mucho más duro que el colchón, vio de reojo que su mano estaba sobre la entrepierna de Drogo.
Se quedó inmóvil, su respiración se agitó, uno a uno fue levantando cada dedo de lo que le pareció se iba agrandando a medida que ella levantaba la mano.
Se mordió ambos labios y con un movimiento lento volvió a ver a Drogo que la miraba con malicia.
-Bueno días, amor. ¿Dormiste bien?- Ella cerró los ojos y se tapó la cara. -Jeje.. creo que... despertaste a mi amigo- Susurró. Trato de no acobardarse más y lo volvió a ver, algo llamo su atención.
-Ah.. Drogo tus ojos.. estan... ¿acaso ustedes no dormían?- Él suspiró.
-Tienes suerte hermosa, cambiemos de tema. No, no dormimos, pero creo que a tu lado si puedo hacerlo, ¿Los tengo rojos?- Ella asintió.
- Si, pero no como aquella vez, es justo como cuando uno despierta y los tiene rojos por el sueño, jeje, ¿no te sientes adormilado, descansaste?-
-No, me siento igual, supongo que simplemente puedo dormir pero nada más, no me canso así que es imposible que descanse, pero si dormí, de hecho si podemos hacerlo, pero es más como quedar en blanco, pero esta noche fue... diferente-
Alhelí lo vio con curiosidad, él la beso con ternura y salió de la habitación para que se preparará.
Ella se baño, se vistió, y se maquilló, lo que le recordó hablarle a Rocío.
- Hola, Rocío. Perdóname, ayer no tuve tiempo siquiera de hablarte-
-Si, claro. Apenas llegas y ya te olvidaste de mi, bla -
-No, no, en serio que no, Perdóname ¿Si?- Le hablo con niñerias.
-Ash... De acuerdo, de acuerdo, sólo porque eres tú. Oye, debes mandarme fotos,quiero saber como es todo allá-
-Si, lo sé. Si supieras todo lo que me ha pasado desde ayer hasta ahora-
Alhelí puso al corriente de todo a su amiga, claro, exceptuando que con quienes iba a vivir eran en realidad una especie considerada mitológica.
Después de un rato hablando, ella bajo y fue a la cocina, se dio cuenta que los hermanos se habían reunido en el despacho de Nicolae, pero no mostró interés en ir, y prefirió hacerle caso a su estómago.
Llegó a la cocina y vio que no tenían mucha comida de la cual disponer...
-Claro, vampiros... bueno, mejor uso lo que tengo a la mano-
Tomó los únicos huevos que habían, y algunas tostadas con té de hierbas, no fue su mejor desayuno pero sabía que ellos no se habían preparado para tener una humana ahí, tenía la esperanza de encontrar algún resto de la cena anterior, pero al parecer ella misma se había encargado de que no quedará nada.
Lourie la estaba vigilando sigilosamente desde la puerta de la cocina, Alhelí sintió la presencia de la niña y la llamó.
-Lourie, se que estas ahí...- Lourie salió y de un brinco se sentó en el desayunador.
-Jajaja, me descubriste. Eso... ¿Está bueno?- Alhelí entrecerro los ojos y le alzó un pedazo de tostada. -Agh... que asco. Ni siquiera para un humano se ve bueno eso, aghhh...-
-Jajajaja, no está tan mal, aunque habría hecho algo mejor de no ser por que no hay nada-
-Si, Nicolae planea ir hoy a comprar cosas necesarias para ti-
-¡Oh! ¿En serio? Vas ir con nosotros ¿Cierto?-
-Mm.. no lo creo. Siempre prefieren dejarme aquí, tienen miedo de que les haga una rabieta-
-¿Y por que les harías una?-
-Jeje, a veces me descontrolo un poco- Alhelí bufo. -Bueno, mucho, me descontrolo mucho-
-Jeje... pero, ven, si quieres podemos andar juntas, y trata de tranquilizarte, ustedes pueden evitar respirar, deberias de hacerlo-
-Ah. Tal vez, pero me cuesta un poco-
-Hay Lourie. Mira te quería preguntar algo pero... No te molestes-
-Trataré, dilo-
-Es que ayer.. Vi algo en tu habitación que no... no se...-
-Viste mis muñecas- Ella asintió. -Es... un pasatiempo mío-
-Imagino que así te desahogas-
-Jaja, algo parecido, pero por eso tengo muchas como siempre las arruinó, necesito nuevas-
-Mmm... y si compramos unas ahora...? Creo que ya necesitas más, y de todos modos no puedes jugar con esas, ¿Verdad?-
-Tienes razón, pero no puedo ir si Nicolae no quiere- Dijo molesta.
-Dejamelo a mi-
Se hicieron una mirada cómplice, y fueron hasta el despacho de Nicolae, ellos estaban discutiendo un poco sobre lo que Drogo había descubierto tras pasar la noche con Alhelí.
Ellas dos se acercaron y Alhelí se dirigió hacia Nicolae, pero antes de que hablara, Nicolae vio los pensamientos de la niña.
-Lourie, no, ya sabes por que- Alhelí empezaba a comprender un poco cuando hablaban sólo con su cabeza.
- Nicolae, por favor, yo me quedaré con ella, ya verás que conmigo se comporta- Nicolae la vio dubitativo, Peter y Drogo se dieron cuenta de lo que intentaba.
- Por favor, mira así podré llevarme mejor con ella, además, como esperas que cambie si no le das la oportunidad...-
-Ya le he dado muchas oportunidades, Silene. Ella sabe que no me gusta restringirla, pero en lo que es necesario lo haré-
-Pero yo quiero que ella vaya, vamos. Si algo sale mal yo me haré responsable-
Alhelí sabía lo importante que era para Nicolae cuando las cosas se tomaban en serio, ya que ella era muy parecida a él en eso, sabía que si se comprometía Nicolae no podría decirle que no para ver si de verdad ella cumpliría sus palabras, en tan poco tiempo y Alhelí ya habia descubierto muchas cosas, debilidades ó fortalezas en todos los de esa casa.
-¿Tomaras la responsabilidad? - Ella asintió con firmeza. - De acuerdo, pero ambas se las verán conmigo si Lourie no puede comportarse-
Tal vez el tema no parecía muy serio, pero el verdadero problema era que, Lourie era la más menor, ella no se podía controlar fácilmente y menos estando rodeada de tanto aroma a humano a su alrededor, ciertamente habían habido otras oportunidades y por suerte no los habían descubierto cuando Lourie no había podido evitar que sus ojos color sangre y sus muy grandes, blancos y afilados colmillos salían a relucir delante de mucha gente.