Tom se retiró, llegó hasta la casa, todavía estaba quitándose el abrigo cuando desde lejos escucho que alguien se acercaba y en menos de un segundo tocaron la puerta, sabía quien era, así que abrió.
-Joven Drogo, sabe que no puede estar aquí...-
-Lo sé, pero por favor, necesito verla. Víctor no se dará cuenta si tú me ayudas, por favor- Le suplicó.
Tom lo miró desesperado, giró su rostro en dirección al cuarto de Alhelí, negó con la cabeza pero al final decidió.
-Bien, pase. Pero tiene hasta el amanecer, yo... llevare a Lourie de caza, de cualquier forma tenia que alimentarla hoy-
-Muchas gracias, de verdad-
Tom asintió, llamó a Lourie con su pensamiento, la niña corrió hasta los brazos de Drogo y lo abrazó con fuerza.
-Los he extrañado mucho...- Hundio su rostro en el cuello de su hermano.
-Lo sé princesa, nosotros también, pero pronto estaremos juntos de nuevo ¿Si?-
-¿Lo prometes? - Lourie lo miró a los ojos.
-Lo prometo- Afirmó.
La soltó y ella y Tom desaparecieron, Drogo llegó hasta la habitación de Alhelí, y entró sin pedir permiso.
▪NARRA DROGO▪
La vi, estaba parada en la terraza bajo el frío de la noche, solo tenía su camisón puesto el que le regalamos, y una bata por encima, escuchó mis pasos y se giró, se está acercando hacia mí.
-¿Drogo? Pero.. ¿qué haces aquí?- Me dice con su dulce voz, esa voz que me descoloca por completo.
No puedo esperar más, necesito besarla, necesito sentirla. Me acerco y la beso, sus suaves labios me reciben, aunque su cuerpo está inmóvil, siento que se aleja pero ¿por qué?
-Dime que no es un sueño, por favor, dime que no lo es...- Su comentario me hace reír de la emoción, solo puede significar que ha soñado con este momento.
-No mi amor, no lo es, aquí estoy, soy yo. No perdamos el tiempo, hermosa, te quiero, te necesito solo para mí, esta noche...-
La ataco de nuevo con mis besos, la cargo en mis brazos y la acuesto en la cama, le quito la bata y el pequeño camisón, me desvisto lo más rápido que puedo y continuo con los besos y caricias.
▪NARRA ALHELÍ▪
La noche está muy fría, escucho un sonido y me doy la vuelta, veo una silueta avanzando hasta el centro de mi cuarto, me acerco y veo a Drogo.
¡No puede ser! ¿Estaré soñando? Se lo pregunto, pero solo se acerca a mi y me besa.
Si, son sus labios, son sus manos las que recorren mi piel, es demasiado real para ser un sueño ¿no? No puedo moverme, si lo hago podría desaparecer, y no quiero, por favor que esto no sea uno de mis muchos sueños.
Se lo pregunto y dice que no, realmente es él, puedo tocarlo puedo sentir cada una de sus caricias, cuanto lo he extrañado, sus manos, sus besos, nisiquiera me doy cuenta cuando me lleva a la cama, sin pensarlo estoy a su merced, aún si fuera una alucinación, siempre me debilitará con cada uno de sus roces.
Se pone sobre mi, y lo siento, lo siento adentro de mi, lo que mi cuerpo ha deseado estos meses, la espera terminó.
Como siempre me trata con dulzura, saboreo sus labios con ansias, lo rodeó con mis piernas para sentirlo más adentro de mi, el recorre con su lengua mi cuello hasta llegar a mis pechos, gimo de satisfacción, levanta su rostro hasta mi oreja y me susurra...
-Eres mía, mi amor-
▪NARRA DROGO▪
Su piel es tan suave, solo quiero estar dentro de ella, quiero unirla a mi en todas las formas posibles, creí que mi vida era un infierno, pero el verdadero infierno es vivir sin ella, la escucho soltar gemidos cuando por fin la penetró, siento en las palmas de mis manos sus hermosos pechos, la suavidad de cada parte de ella me recibe aceptando a su único dueño, este cuerpo que me reconoce, que me pertenece y que nadie podrá quitármelo y se lo hago saber, necesito decírselo y lo hago.
Ahora agrego velocidad a mis embestidas, se siente también, es como si que su cuerpo fuera creado justo para mí, pero ahora me sorprende, mi hermosa Alhelí, siento sus dientes en mi hombro, eso solo me provoca continuar, elevar todos sus sentidos lo más alto posible, retengo su precioso rostro y miro sus ojos lo que me hace reír por lo que veo en ellos, son rojos, y en ella se ven aún más excitantes para mí, y justo ese es el porqué de él cambió de color en ellos.
▪NARRA ALHELÍ▪
Estoy apunto de colapsar, a subido de velocidad, mis piernas tiemblan, mis pechos chocan contra el suyo encendiéndome más, siento que me quedaré sin voz de tanto gemido, arqueó mi espalda y siento una explosión en todo mi interior, nisiquiera me percato de lo que hago, solo busco aferrarme a algo, lo que sea, y es más que claro, él está sobre mi, le incerto mis dientes sin pensarlo, necesito apaciguar un poco este ardor en mi interior, siento que él hala de mi cuello y me encuentro con sus ojos, se detiene un poco con sus embestidas y me mira divertido ¿Ahora que le hace gracia?
-¿Qué pasa?- Jadeo confundida.
-Tus ojos, mi amor. Son rojos- Oh, así que es eso.
- Es por tú culpa- Lo halo del cuello y le planto un beso. Ahora es mi turno.
▪NARRA DROGO▪
De verdad he sido una mala influencia para ella, me empuja contra la cama y se pone sobre mi, recorre con sus delicadas manos cada uno de mis músculos, luego se levanta un poco para tomar a mi amigo y ponerlo en el lugar indicado, se inclina para besarme y empieza a mover sus caderas, si antes estaba loco por ella, pues ahora estoy desquiciado.
¡Pero qué movimiento! Esta mujer me tiene dominado, no se imagina todo lo que está provocando en mi ahora.
La tomo de su perfecto traserito muy bien redondeado, y la empujo más contra mi, escucho su dulce voz decir mi nombre, solo quiero escucharla, solo quiero oírla pedirme más.
-Drogo...- Dice con jadeos. -Drogo...-
En serio la amo, la amo. Tal vez no tenga corazón, pero ahora más que nunca puedo decir que estoy más vivo que los propios seres humanos, ella es mi vida y por ella moriré si es necesario.
▪NARRA ALHELÍ▪
Ni yo me reconozco, pero con Drogo no me importa, quiero que vea cada faceta de mi, quiero que sienta también lo que yo siento cuando estoy con él, mi cuerpo solo puede corresponder a este hombre que tengo abajo de mi en este momento, sus perfectos músculos, la inmensidad de esta parte que me vuelve loca, sus labios con sabor a todo lo que me gusta, cada parte de él es mía, tal vez muchas mujeres lo hayan visto así, pero se que ninguna lo ha conocido como yo.
Quizá haya sido demasiado reservada en mi vida con cada hombre que intento acercarse a mi, pero ahora no me interesa si pierdo la cordura, el raciocinio, e incluso el decoro, solo quiero darle todo de mi, por qué lo amo más que a nada en este mundo, no importa lo que digan los demás, yo solo le puedo pertenecer a él y él solo me puede pertenecer a mi.
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Este capítulo es un pequeño regalo para todos los que fielmente han seguido está historia.
Se los agradezco mucho!!! ❤
Att: Su escritora.