Capítulo 8 - Una charla familiar 3/3 - Una pequeña cena en familia... El juramento de Wu Meiying

No paso mucho tiempo hasta que madre e hija bajaron desde el segundo piso, Wu Xinyi había logrado tranquilizarse, el tiempo que paso con su madre le había ayudado a calmar las turbulencias en su corazón.

– Mama tiene razón, debes creer en ella. –

Se repetía mentalmente la heredera mientras se sentaba en el comedor, ella veía como su madre desaparecía en la cocina con una sonrisa en su rostro y ella no pudo evitar sonreír al verla.

Al final de todo, la única que estaba a su lado era ella.

No...

Se equivocaba.

Al final los únicos que siempre estuvieron a su lado fueron su madre Wu Meiying y su prometido.

Li Haoyu.

En el tiempo que Wu Xinyi pensaba, Wu Meiying ya había regresado con varios platillos, era una comida bastante con porciones bastante grandes, la comida que había preparado era la favorita de Wu Xinyi.

Fue un plato extranjero originado fuera del país del reino dragón, Xinyi no sabía de donde era exactamente, pero había algo que si sabía.

Era que le encantaba.

Pocos lo sabían, pero Wu Xinyi es una mujer a la que le encanta comer cosas deliciosas, en especial la carne.

Y la carne crujiente y suave que preparaba su madre es la mejor para ella.

Wu Xinyi ya podía sentir como se le hacía agua la boca esperando por la comida casera de su madre.

Pero ella no ataco la comida apenas la colocaron en la mesa, en otra situación lo habría hecho, ella ignoraba abiertamente la etiqueta en su cumpleaños ya que es su día especial. Pero eso solo pasaba cuando estaba sola y nadie estaba cerca.

Pero ahora ella había recuperado la relación que tenía con su madre y deseaba tomarse su tiempo para disfrutarlo, por lo que esta vez decidió ser paciente.

Al final Xinyi suspiro desilusionada mirando la comida mientras hacía pucheros.

– Fufu tranquila hija, espera que traiga al pequeño Li para comer todos juntos. –

Hablo Wu Meiying al ver la mirada que le estaba dando su hija, entonces salió del comedor para buscar a Li Haoyu.

Xinyi asintió mientras esperaba, su mente vagando en la charla que tuvo con su madre y en su relación con su prometido.

Con todo lo que ha pasado ella tomo una decisión.

Ella no quiere que su matrimonio con Li Haoyu termine.

Los sentimientos que tenía por Li Haoyu eran muy fuertes, acercándose peligrosamente a la línea del amor.

Pero ¿Cómo podría recuperarlo?

Wu Xinyi no era tonta, sabía que algo había cambiado en su prometido.

El férreo amor que sentía en su mirada cada vez que la miraba se había esfumado.

Claro que aún estaba el sentimiento de preocupación cuando la vio en su estado más bajo, pero era solo eso.

Una preocupación pasajera que tienes por alguien cercano a ti.

Y el saber eso le preocupaba, ella no quería perder lo que ahora sabía que tenía a su lado.

No paso mucho tiempo hasta que Wu Meiying regreso al comedor junto a Li Haoyu y Xinyi tuvo que posponer sus pensamientos.

Li Haoyu había llegado a la habitación donde se encontraba su prometida, la oportunidad de anular el compromiso se le había ido de las manos y no tenía una razón válida para el mismo sacar el tema.

Además de que Wu Meiying se veía demasiado feliz en este momento y le sentaba mal ser el culpable de poner triste a la mujer.

– Supongo que podemos esperar un poco más. –

Se dijo así mismo mientras suspiraba.

– Ven pequeño Li, siéntate. –

Li Haoyu asintió a las palabras de la mujer mayor y se acercó al comedor.

El hizo a un lado la silla y se sentó, en todo momento ignorando la mirada que su prometida le estaba dando.

Wu Xinyi parecía un cachorro que había sido pateado.

– ¿Qué le pasa hoy a esta mujer? –

Se pregunto Li Haoyu al ver esta escena, pero negó la cabeza, pronto Wu Meiying se había sentado al lado de ambos.

– Pequeño Li, Xinyi pueden empezar. –

Ante las palabras de la mujer mayor la pequeña cena había dado inicio y se podía ver como ambos herederos disfrutaban plenamente de la comida que había preparado Wu Meiying.

Pronto el sonido de los cubiertos sonó en el comedor mientras el hombre solo se dedicaba a comer.

El no tenía nada de qué hablar, en este momento solo deseaba saciar su hambre, tampoco quería dirigir palabras con su prometida, después de todo tarde o temprano terminarían anulando su compromiso por lo que intentar reparar una relación rota era simplemente una pérdida de tiempo.

Además de que aún se sentía enojado con Wu Xinyi por lo que vivió en su vida anterior.

El sabía que era un comportamiento egoísta, pero él no podía hacer nada.

Al final era solo un ser humano, con todos los defectos que viene con él.

Wu Meiying hizo un puchero al ver la escena, pero no podía hacer nada y suspiro un poco. Pero al ver a su hija robando tímidas miradas al hombre no pudo evitar que sus labios se levanten un poco en una sonrisa.

– Bueno, mientras las cosas sigan de esta manera tarde o temprano el pequeño caerá en nuestra trampa fufu~ –

Y en la mente de la madura mujer ya rondaban los pensamientos cuestionables de los que, cualquier persona que los escuche levantaría las cejas confundido.

No tardo mucho tiempo más, el sonido de los cubiertos se detuvo, Wu Xinyi no dijo ni una palabra en todo el transcurso de la comida, ella no se sentía con ánimos para charlar; además de que no sabía como acercarse a su prometido, ella había decidido guardar silencio por el momento.

Por su lado Li Haoyu tampoco hizo nada para cambiar el pesado momento.

Fue Wu Meiying quien cambio la situación después de llevarse los platos sucios al fregadero y luego de haber regresado con un pastel de mediano tamaño, lo suficiente para tres personas.

Li Haoyu vio confundido esta escena, el pastel unas pequeñas velas que delataban la edad de Wu Xinyi. Las velas se hallaban encendidas, una pequeña llama que adornaba los 20 años que cumplía Wu Xinyi.

La mirada de Li Haoyu se dirigió a Wu Xinyi quien se veía muy emocional en estos momentos.

Los orbes morados de Xinyi se habían convertido en agua, su pequeño cuerpo en comparación a el temblaba y los extremos de sus labios se alzaban en contra de sus deseos en una hermosa sonrisa.

Wu Xinyi se había convertido en una pequeña niña emocional.

– Xinyi... hija. –

Wu Meiying hablo acercándose con el pastel en sus manos, camino hasta el comedor donde estaban ambos jóvenes adultos y coloco el pastel en la mesa.

– Pequeño Li... puedes por favor traer algunos platos de la cocina? –

Wu Meiying pregunto a Li Haoyu, sus palabras habían dejado en claro que no se trataba de una petición, era más una orden.

Li Haoyu asintió y se levantó, salió rápidamente de la cocina.

– Hija... –

Cuando Wu Meiying iba a comenzar a hablar fue detenida por su hija, quien había levantado la mano derecha en señal y negó con la cabeza.

– Esta bien mama... ha pasado demasiado, simplemente estoy feliz. –

Wu Xinyi asintió mientras sonreí, ambos pares de amatistas se encontraban brillando con emociones cálidas.

Li Haoyu había regresado y colocado los platillos, había aceptado ya la situación y simplemente decidió dejarse llevar.

– Gracias pequeño Li. –

El pastel fue colocado frente a Wu Xinyi, la suave luz de las velas frente a sus ojos.

Wu Xinyi dirigió su mirada confusa a la mujer mayor quien tenía una sonrisa divertida en su rostro al ver a su hija tan extrañada por esta situación.

– Tienes que soplar las velas Xinyi. – Respondió Li Haoyu quien al ver que la chica estaba genuinamente confundida.

– Es verdad... Xinyi dejo de celebrar los cumpleaños de la manera correcta hace años, desde que comenzó con su papel de heredera todas las celebraciones se redujeron a grandes fiestas cuyo objetivo únicamente era crear alianzas financieras. – Pensó Li Haoyu mientras veía la realización en la mirada de su prometida.

– Y- Yo sabía eso... es solo que. – La joven de cabellos morados respondió de manera rápida, pero la velocidad de su voz recayó rápidamente, su mirada ganando tristeza con cada palabra. – Es solo que ha pasado mucho tiempo.... y ya no lo recordaba. – Ella termino de hablar, su mirada ahora era sombría y triste.

Wu Meiying se acercó a su hija y le dio una leve palmada en la cabeza. – Esta bien hija, eso es en el pasado, desde ahora mamá y el pequeño Li celebraran contigo ¿sí? – Wu Meiying termino sus palabras y abrazo fugazmente a su hija, la pobre heredera se había sonrojado un poco, no por el hecho de que su madre la abrazo, su vergüenza fue más bien porque su prometido se encontraba junto a ellas actualmente.

El había visto como la belleza del iceberg se convirtió en una pequeña niña a la que su mama ahogaba de afecto.

Li Haoyu no se dio cuenta de que sus labios se transformaron en una sonrisa, la situación era demasiado extraña pero aun así también fue extrañamente reconfortante.

– Vamos hija... sopla las velas y pide un deseo. – Wu Meiying le susurro a su hija alentándola y esta simplemente asintió a sus palabras.

La chica de cabello morado cerro los ojos y soplo las velas, su corazón pidiendo con fuerza una sola cosa.

– Deseo que las cosas no cambien entre nosotros, que todo permanezca como hoy... juntos, como una verdadera familia. –

El fuego de las velas se extinguió y pronto el deseo de la heredera de la familia Wu había llegado a los oídos del destino.

Pero...

El deseo de Xinyi, ¿Se cumplirá?

Wu Meiying quien había abrazado todo este tiempo a su hija la soltó y dirigió su mirada al heredero de la familia Li quien parecía ajeno a la escena que se estaba desarrollando, Wu Meiying no pudo evitar hacer un puchero de insatisfacción.

– Pequeño Li. –

Wu Meiying llamo a Li Haoyu quien veía a la mujer con desconcierto.

– Ven aquí pequeño Li. –

El hombre se iba a negar a las palabras de la mujer mayor, pero se detuvo al ver como la mirada de su prometida se había vuelto lamentable, los ojos normalmente fríos de Wu Xinyi hace tiempo se habían derretido. Ahora solo existía un atisbo que prácticamente le rogaba que se acercara.

Al final Li Haoyu camino hacia ambas mujeres y Wu Meiying se apartó colocándose detrás de su hija.

Al ver a Li Haoyu acercándose hacia su prometida la mirada de esta en pánico parecía gritarle a su madre.

¡Mama!

¡¿Por qué me tendiste esta trampa?!

Pero solo recibió una sonrisa de diversión por parte de la mujer mayor.

Tímidamente Xinyi extendió los brazos a Li Haoyu quien una vez más vio a Wu Meiying.

– Adelante pequeño Li, hazlo esta vez por el cumpleaños de Xinyi. –

Li Haoyu estaba entre la espada y la pared, no sabía que hacer en estos momentos, el en otra ocasión hubiera aceptado esto. Si en su primera vida esta escena hubiese ocurrido muchas cosas serian diferentes; el habría aceptado con los brazos abiertos a su prometida.

El en algún momento sintió muchas cosas por Wu Xinyi.

Wu Meiying al ver el conflicto en los ojos del joven que tanto amaba decidió intervenir una vez más, con una sonrisa juguetona empujo con suavidad a su hija hacia Li Haoyu.

Rápidamente Wu Xinyi cayo hacia los brazos de su prometido, su cabeza choco con los músculos duros y compactos del hombre y su bonito rostro se sonrojo como un tomate, ella se congelo rápidamente sin saber que hacer; afortunadamente para ella Li Haoyu al final hizo lo que su mamá deseaba.

El hombre suspiro y envolvió los brazos en la cintura de la mujer quien rápidamente quedo atrapada en los fuertes músculos de su prometido.

Entonces Wu Xinyi procedió a derretirse en el momento y una hermosa sonrisa floreció en su rostro.

– Feliz cumpleaños Xinyi. –

Li Haoyu susurro en los oídos de Xinyi quien sintió un intenso escalofrió recorrer por su cuerpo al volver a escuchar la magnética voz de su prometido; entonces respondió con su voz como la de un gatito.

– Gracias Liyu... gracias por estar aquí conmigo. –

Li Haoyu solo asintió, el sentía los sentimientos de la pequeña mujer al tenerla tan cerca.

El sentía la felicidad de su prometida en oleadas, la seguridad y el alivio.

Torpemente llevo su mano a la cabeza de su prometida y le dio suaves palmaditas en la cabeza.

Li Haoyu no dijo más palabras, simplemente cerro los ojos en estos momentos.

Pensaría en las cosas difíciles después.

Quizás pasaron segundos, quizás minutos o quizá hasta una hora desde que Li Haoyu había atrapado a Wu Xinyi en sus brazos; él no lo sabía, pero él no quería separarse de la sensación cálida que le traía el cuerpo de su prometida.

El cuerpo era suave y tentador, su cintura era estrecha, su altura era perfecta...

El joven maestro de la familia Li por un momento se sintió codicioso con su prometida, las cosas habían cambiado mucho desde su antigua vida...

– Fufu~ –

Una melodiosa risa lo saco de sus pensamientos, volteo su rostro y se encontró con la mirada entretenida de Wu Meiying.

– Parece que el pequeño Li y la pequeña Xinyi están muy perdidos en su mundo~ –

Entonces ambos se dieron cuenta del tiempo que se habían tomado, para este momento Xinyi tenía entrelazados sus brazos alrededor del cuello de su prometido, se hallaba apoyada en su pecho respirando el aroma embriagador de Li Haoyu.

Xinyi se erizo como si fuera un gato, si ella tuviera una cola esta se hubiera estirado totalmente; en ese momento Xinyi se separó rápidamente de los brazos de Li Haoyu.

Wu Xinyi se encontraba con su carita hirviendo, su mirada se encontraba dando vueltas y sus mejillas quemaban de la gran vergüenza que estaba sintiendo.

– Fue placentero hija? ~ –

Wu Meiying parecía un zorro travieso, jugándole travesuras a su hija quien solo podía objetar las palabras de la mujer mayor, pero ninguno de los presentes realmente podía desmentir la situación que había pasado.

Wu Meiying dejo las burlas de lado, pero la sonrisa de diversión estaba perpetua en su bonito rostro.

Entonces la mujer madura se acercó a la mesa y con el cuchillo que había traído Li Haoyu comenzó a cortar el pastel en rodajas.

– Una porción para la cumpleañera. – Menciono Meiying al colocar en un pequeño plato una generosa porción del pastel. – Y una para mi pequeño Li. – Añadió después de hacer lo mismo con el plato de Li Haoyu, luego ella tomo y añadió también una porción para su propio plato y volvió a tomar asiento. Los demás integrantes de la pequeña reunión ya habían vuelto a sus asientos.

Esta vez Wu Xinyi no pudo evitar tomar rápidamente una porción con la pequeña cuchara de metal, entonces su bonito rostro se llenó de felicidad.

Su sonrisa brillaba y sus ojos sonreían.

Era bien sabido que Wu Xinyi amaba los dulces, en preferencia el chocolate.

Cosa que era lo que estaba comiendo en estos momentos, un pastel de chocolate hecho de las habilidosas manos de su madre.

Li Haoyu también tomo parte de su porción y secretamente alago a la mujer en su corazón.

Incluso a él le gustaban estos postres que le daba Wu Meiying.

Wu Meiying veía esto con una sonrisa.

Para ella este momento era uno de los más felices que había tenido en años.

Muchos años.

– Gracias por todo una vez mas pequeño Li. –

La reunión había terminado, al final Wu Xinyi tomo una porción más del pastel y se retiró satisfecha a su cuarto.

Pero ella antes de irse salto a los brazos de Li Haoyu una vez más, esta vez ella actuó con más seguridad y decisión.

Li Haoyu no la rechazo, ya había aceptado sus brazos varias veces antes, una vez mas no cambiaba nada.

Ahora Wu Meiying acompañaba a Li Haoyu a que él tome su auto para retirarse de la mansión.

– No hay porque mamá. – Li Haoyu respondió con una sonrisa, su corazón se sentía cálido, después de todo él se encontraba con la mujer que más peso tenía en su corazón. – No es problema para mí... yo pude hacer una excepción hoy.

Ambos sabían de que hablaban, Li Haoyu sabía que la mujer que tenía a su lado de alguna manera conocía lo que planeaba hacer.

Y pudo afirmar sus palabras cuando vio que un tinte de tristeza apareció en las amatistas de Wu Meiying.

– Pequeño Li. – Wu Meiying lo detuvo y lo tomo de sus manos, su hechizante mirada se posó en él. – Debes tener en cuenta que esta vez es diferente... – Li Haoyu abrió sus ojos al escuchar esas palabras, sus pensamientos saliéndose de control. – Esta bien... yo se muchas cosas, pero no permitiré que sucedan mientras este con vida. – Ella no afirmo ni negó nada, pero había dejado en claro su punto.

Entonces Wu Meiying coloco los brazos alrededor del cuello de Lo Haoyu, obligándolo a inclinarse cerca del rostro de la mujer, él estaba tan cerca, sus ojos a centímetros de si, solo se necesitaba que alguno de los dos se impulse para tomar los labios de otro.

Wu Meiying al ver al joven nervioso sonrió con picardía, pero no hizo nada más, el momento en su corazón era demasiado serio para dejarse llevar.

– Esta vez estoy a tu lado... mi hija no se alejará de ti. – Aseguro Meiying, entonces ella lo atrajo a sus brazos, enterrando al joven en su abundante pecho. – Esta vez no te fallare mi bebé. – La voz que Li Haoyu escucho se manchó rápidamente en amor, tristeza y desesperación.

– Mama estará para ti siempre, mama está a tu lado... mama es solo tuya mi bebe. – La mirada en la madura mujer se había vaciado, una gran oscuridad y obsesión se podía notar en su voz, la belleza madura y gentil se había empañado de un amor obsesivo y retorcido hacia el hombre que tenía en sus brazos, pero un amor que jamás lastimaría al objeto de sus sentimientos.

Ni a él, ni a su hija.

Wu Meiying jamás lastimaría a las dos personas que más ama en el mundo y su objetivo es tenerlos a ambos siempre a su lado.

¿El resto?

Ella podría quemar el mundo por sus hijos.

– Solo te pido una pequeña cosa hijo. –

Por la oscuridad en la melosa voz de la mujer que lo tenía en brazos, Li Haoyu sabía que no podía negarse a las palabras que vendrían.

– No lastimes a Xinyi, ¿Sí? – Wu Meiying prácticamente le rogo a Li Haoyu, entonces ella continuo sus palabras con el mismo tono de voz. – Mamá no lo soportaría pequeño Li... mi hija, mi Xinyi se equivocó, mama tardo demasiado en traer a Xinyi de vuelta a nosotros... pero eso no pasara. – La mujer se retiró, sus brazos soltando al joven quien se sentía extremadamente asustado en estos momentos, ya que la mirada que vio de la mujer madura era de una total obsesión. – Meiying tomo las mejillas del joven, sus pulgares tocando levemente los labios de este, Meiying sonrió amorosamente. – Somos tuyas pequeño Li. –

Entonces Wu Meiying cerro sus ojos mientras se acercaba lentamente a los labios de Li Haoyu.

Entonces...

Chu~

En aquella noche oscura, en la entrada de la mansión de la familia Wu.

Wu Meiying había sellado su destino y el de su hija, con el hombre al que le había fallado y que ama con todo su corazón.

– Y tú eres nuestro... Li Haoyu. –

– Esta vez nada ni nadie te separara de nosotras. –

– Ni siquiera el destino mismo. –

Fue el juramento que solo una persona pudo escuchar, el propio Li Haoyu.