Omega

En la sala del director, el padre de Su Ming recogía en silencio sus pertenencias, preparando la oficina para ser desocupada.

El karma finalmente lo alcanzó como a todos.

El director había sido despedido por decisión unánime del consejo docente de la Academia Noroeste. Todo había comenzado con el escándalo que rodeaba su trato hacia Park Moon, un problema que había generado demasiada mala publicidad para ignorarlo.

Mientras apilaba papeles y cerraba cajones, Su Long reflexionaba.

Tal vez, pensó, el desenlace era inevitable. Lo merecía.

Durante años había manejado la Academia Noroeste con cautela y astucia, convencido de que su sentido del deber lo guiaba por el camino correcto. Pero incluso él había llegado a comprender que su actitud hacia Park Moon no solo era irracional, sino también despreciable.

De alguna forma, tuvo suerte. Park Moon había decidido abandonar la Academia Noroeste por su cuenta, antes de que las cosas se salieran aún más de control.

Pero eso no aliviaba la carga que pesaba sobre Su Long. Si miraba objetivamente los hechos, no podía evitar pensar en el peor desenlace posible: el resultado final del abuso y el acoso deliberado hacia Park Moon.

Por primera vez entendía el enojo de su hija. Se sentía como una basura, y esa sensación lo carcomía. Si alguna vez volvía a encontrarse con Park Moon, sabía que una disculpa no sería suficiente.

Realmente no sé qué voy a hacer cuando tenga que confrontarlo cara a cara.

Por ahora, solo podía pensar en las palabras adecuadas, aquellas que pudieran transmitir el profundo arrepentimiento que comenzaba a sentir. No estaba seguro de si serían suficientes, pero sabía que tenía que intentarlo.

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"Lo que viste en la capilla si eran zombis reales, no tengo nada más que agregar, , salvo que aún conservaban un poco de racionalidad humana".

Mukahi Motoki abrió los ojos con asombro al escuchar eso. Lo que decía Park Moon tenía sentido. Después de todo, aquellos zombis se comportaban de manera extraña, completamente diferente a cómo sus padres los describían en las películas de la gran pantalla.

La pregunta importante ahora era: ¿de dónde venían? Y más importante aún, ¿por qué Park Moon había ido a buscarlos en lo más recóndito del desierto que separaba la ciudad S de la ciudad M?

"Si eran zombis reales, ¿entonces de dónde vinieron?". Preguntó Mukahi Motoki, inquieto.

"Son producto de un virus zombi que se ha esparcido a nivel mundial. No hay forma de escapar de esto. Los tipos de la capilla fueron de los primeros en zombificarse". Respondió Park Moon con una calma inquietante.

"¿Entonces quieres decir que habrá más de esas cosas en el futuro?". La preocupación, mezclada con miedo, se reflejaba claramente en el rostro de Mukahi Motoki.

Aunque Mukahi Motoki era escéptico por naturaleza, no podía negar lo que había visto con sus propios ojos. Si existía un virus zombi propagándose por todo el mundo, era inevitable que aparecieran más criaturas como las de la capilla.

"Sí. Esto sucederá en unos meses". Palabras de Park Moon.

Mukahi Motoki sintió un leve alivio al escuchar eso. Agradecía que al menos tuvieran algo de tiempo para prepararse antes del apocalipsis

'Todavía hay tiempo para que yo me salvé'. Pensó en un egoísmo que apenas logró ocultar.

Sin embargo, algo no cuadraba.

"¿Cómo sabes todo esto? ¿Acaso tienes algo que ver con el virus zombi?". Esas fueron las preguntas que le siguieron.

Mukahi Motoki no podía evitar sospechar. Aunque veía a Park Moon como un héroe sacado de un manhwa, no descartaba la posibilidad de que estuviera implicado en el origen de esta tragedia.

Park Moon, anticipándose a ese tipo de preguntas, respondió sin dudar: "Los militares fueron los primeros en saber del virus zombi. Yo solo lo descubrí tras investigar a fondo el reciente brote de gripe en la ciudad S".

Esto era un adelanto de lo que iba ocurrir en el futuro. Los militares aún no eran plenamente conscientes del virus, pero eventualmente lo descubrirían.

Cuando eso ocurriera, monopolizarían recursos esenciales y establecerían su base en la ciudad A, convirtiéndola en el núcleo de resistencia contra la amenaza zombi. 

Park Moon se halaga así mismo por saber cómo responder a la pregunta de Mukahi Motoki.

No había forma de que este joven maestro de segunda generación pudiera comprobar esto directamente, ya que esta clase información sería considerada confidencial y por lo tanto muy peligrosa de comprobar.

Si los militares llegasen descubrir que alguien trató de obtener información confidencial de ellos, te asesinarían en un dos por tres antes que tuvieras la oportunidad de escapar.

Esta fue la razón por la que Mukahi Motoki entendió la gravedad de la situación y se quedó en silencio.

Pensó que, si alguien cercano a las fuerzas militares se enteraba de que él tenía conocimiento del virus zombi, entonces lo asesinarían de inmediato.

Y lo mismo iba para Park Moon, Mukahi Motoki pensó que por eso le dio los detalles del asunto zombi.

'Tal vez no quiere que yo actúe precipitadamente y cometa algún error que me delate frente a los ojos de las fuerzas militares'. Pensó Mukahi Motoki al mismo tiempo que se sentía conmovido por la preocupación de Park Moon.

Por otro lado, Park Moon al ver que logró despistar a Mukahi Motoki, procedió a ir directamente al grano con la mala noticia.

"La gripe es solo un síntoma inicial que presentan algunos infectados. Muchos no muestran señales evidentes de infección".

Mukahi Motoki se estremeció al escuchar eso. '¿Y si yo estuviera infectado sin saberlo?'. Pensó, mientras un miedo creciente lo invadía. No presentaba síntomas de gripe ni de ningún otro malestar, pero la incertidumbre lo paralizaba.

Park Moon al ver la cara de preocupación de Mukahi Motoki, supo de inmediato que era lo que pasaba por su cabeza.

'Ya había pensado en esta posibilidad'.

Cuando conoció a Mukahi por primera vez, consideró la posibilidad de que estuviera infectado.

Sin embargo, pronto descartó esa idea al notar un rasgo particular en sus ojos: un delgado arco azul rodeando sus pupilas.

Ese detalle no era casual, significaba que Mukahi Motoki también era un omega.

Mucha gente no conocería la suerte que tenían las personas que poseían este rasgo tan distintivo.

Los omegas eran raros de encontrar, en especial uno con tales antecedentes familiares como los de Mukahi Motoki.

El género omega surgió recientemente en este siglo y en los últimos años se ha vuelto común ver al menos uno caminando tranquilamente por las calles más importantes de este mundo.

La única discriminación existente hacia ellos provenía de algunas de las personas que pertenecían a las familias más conservadoras del país.

'Es razonable pensar que es extraño encontrar a un omega que sea un joven maestro de segunda generación'.

Para Park Moon, haber transmigrado como un omega lo hacía sentir orgulloso de poseer este cuerpo.

'¿Quién necesita preocuparse por tener hijos cuando tienes este hermoso color de ojos?'. Pensaba cada vez que se veía al espejo, solo para enfocar su vista en su rasgo distintivo de omega, un arco de color verde alrededor de su pupila.

La ventaja de ser omega era algo que ninguno de los protagonistas tenía. Los dos eran simples betas con un poder aterrador, pero con una debilidad muy obvia.

Ser un omega en el fin del mundo era sinónimo de ser resistente al virus zombi.

Ser resistente al virus zombi garantizaba que no sería infectado a menos que sea gravemente herido por un zombi de mayor nivel que el suyo.

Esta era la razón por la que Park Moon estaba seguro de que tanto él como Mukahi Motoki no estaban infectados con el virus zombi.

Ni la cepa del virus zombi de nivel 0 o 1 los infectaría por ahora.

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Autor: El nombre del coleccionista de antigüedades es Tatsuya Souta.