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BEACON

La mañana había llegado, y con ello, el transporte que los llevaría hasta Vale. En la sala previa Penny se encontraba emocionada, puesto que al fin podría conocer más del mundo. Nuevas personas y experiencias. Tanta fue la emoción que no pudo dormir en toda la noche. En cambio, Ashen aún presentaba sus dudas. Si bien salir al fin de esos muros era un alivio enorme, sabía lo que le esperaba a él allá fuera. Penny podría ser ingenua, pero aún era…bueno, humana. En cambio, él…

[¿Qué sucede? ¿A dónde se fue toda esa emoción?]

-Puede que me encuentre más de lo mismo allá. –pasó sus manos sobre las vendas en sus brazos. Después, en su cabeza.

[No te preocupes, sabes que siempre puedes romperles los dientes]

-No pienso hacer una colección, si esa es tu intención.

- ¿Coleccionamos algo?

- ¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH! –saltó del susto ante la sorprendente capacidad de sigilo de Penny. Era intrigante. - ¡Me lleva! ¡Debería de ponerte un cascabel!

- ¿Es alguna clase de juego?

[Entre las perversiones más intrigantes del mundo…si]

-Cállate

- ¿Qué cosa?

-Parecen alegres. –acercándose a ellos, Ironwood era acompañado de Winter, sosteniendo lo que parecían unos regalos para ellos.

-Al fin nos vamos de esta hojalata flotante, es una buena razón.

-Cuida tus palabras, chico. Atlas te dio una oportunidad que muchos no tienen.

-Winter, suficiente. –Ironwood recriminó a su acompañante, quien asintió al acto. Después, tomó las cajas con cuidado, extendiéndoselas a los dos. –Penny, la tuya es la de arriba. Ashen, ya sabes.

-Oh~ ¿Qué es esto?

-Unos regalos de despedida. Espero les gusten.

-Dependerá de que tanto hayas gastado.

Sin perder ni un segundo más, los adolescentes abrieron sus respectivos regalos, mostrando sorpresa y alegría a la vez. Por parte de Penny, se encontraba un precioso brazalete con esmeraldas incrustadas en este. Ella ya sabía de quien provenía por lo que lo aceptó con mucho gusto. Al contrario, Ashen encontró un collar con piedras plateadas, talladas de tal manera que recordaban a colmillos. Miró al General esperando que no fuera una broma.

-Esto es…

-Tu padre me pidió que te lo diera en cuanto cumplieras la mayoría de edad.

- ¿Hoy es tu cumpleaños? –preguntó Penny alarmada.

[¿En serio?]

- ¿Hoy cumplo años?

-No exactamente. –habló Winter. –Pero en vista de que no estarás aquí para entonces, el General decidió dártelo antes de tiempo.

-Buena jugada.

[Último transporte a Vale: 3 minutos]

-Es hora. Niños, les deseo lo mejor. Hagan que estemos orgullosos.

-Sí, señor.

-Como digas.

[Como diga el papá postizo]

Despidiéndose de Ironwood, los dos comenzaron a retirarse hacia su transporte. Pero antes de seguir-

-Ashen –Inronwood le detuvo, para decirlo algo importante. –Mantenlo, en secreto. No importa el cómo. Ni siquiera Penny debe de saberlo.

-…por supuesto.

-Bien. Te lo encargo. –después de eso, lo dejó ir.

[Cierto, soy ~secreto como ninja~]

-Solo cuando quieres.

[Son celos]

-Ay aja.

Terminando la conversación con su inquilino interno, consiguió alcanzar a Penny, quien no se percató de que iba hablando sola durante la mitad del camino. Es así, como ambos dan un último vistazo a la ciudad de Atlas, abordando el transporte, dirigiéndose a Vale. Caminando tranquilamente por las calles de una ciudad, una chica de cabello oscuro de puntas rojas comía una caja de galletas ella sola como si no hubiese un mañana. Su expresión de deleite se podría asemejar demasiado a una niña. Quizás porque lo seguía siendo. De pronto, su deleite fue arrebatado cuando una rubia alzó las galletas por encima de su cabeza.

- ¡Oye! ¡Yang, eso no es justo! ¡Devuélvemelas!

-Ruby, es la segunda caja que llevas. Prometiste que si mejorabas tus notas de comerías una.

- ¡Pero si lo hice!

- ¿Segura?

-Pues… ¿50/50?

-…ah~ Bien~ Toma. –suspirando en derrota, la rubia no tuvo más opción que devolverle las galletas, viéndola comer tan tranquila. – Pero si engordas no me vayas a culpar.

-No voy a engordar. –Ruby le recriminó como si fuera un insulto. - ¿Qué hay de Beacon? ¿Te han dicho algo?

-Aawww, mi hermanita se preocupa por quedarse sola~ -Yang abrazó a su hermana con todas sus fuerzas, casi privándola del aire. –No te preocupes, Rubs. Tu hermana se quedará por un día más. Hasta entonces, puedes confiar en que-

[Un tren de la compañía Schnee, ha sido asaltado en las cercanías del bosque Forever Fall]

De pronto, las hermanas se encontraron con una multitud reunida en los televisores de una tienda de electrónicos, transmitiendo las noticias de último momento. Ambas se acercaron a la multitud para poder escuchar mejor las noticias.

[Las autoridades reportan que se ha perdido aproximadamente el 85% del cargamento original. Se sospecha de la intervención del White Fang por parte del registro de las cámaras de seguridad a bordo de los vagones. Hasta no encontrar el paradero del material, las autoridades vigilarán el ingreso de naves aéreas y marítimas a Vale y sus cercanías. Es todo por el momento]

-Es el quinto en el mes. Esto va de mal en peor.

-Sí. Espero que esto se pueda solucionar pronto. –Ruby agachó la mirada ante la situación que se vivía actualmente. Cada día parecía empeorar más.

-Ey, anímate, Ruby. Estoy segura de que todo se solucionará. –Yang le colocó el gorro de la caperuza que Ruby parecía cargar consigo. – Vamos, el tiempo se irá y te sentirás mal por no pasar tiempo conmigo. Y no te culpo.

-Claro…

Las hermanas continuaron caminando por la ciudad, dejando atrás las voces que emergían de los televisores. Pero claro, la preocupación permanecía en Ruby. Desde luego, las preocupaciones pueden variar. Caminando entre secciones de un departamento de ropa, una chica de cabello negro y ojos ámbar, mostraba una expresión afligida al no saber que llevar con exactitud.

- ¿Desea algo, señorita?

- ¿Ah? N-No, estoy bien.

- ¿Segura? Lleva 15 minutos ahí.

-L-Lo lamento, no me había dado cuenta. –se ruborizó al haber perdido el paso del tiempo.

-No. No hay problema. Solo recuerde que, si requiere ayuda, puede preguntarme en cualquier momento.

La encargada de la sección se retiró dejándola sola nuevamente. Mientras la veía retirarse, la chica tocó su cabeza, recordando que llevaba un gorro negro. Miró hacia todos lados, creyendo que alguien la miraba cuando no era así. Respiró un par de veces para tranquilizarse, y volver a ver que vestido llevar, aunque lo más probable es que nunca deba de usarlo. Salió de la tienda con varias bolsas de prendas, pensando que quizás se excedió. En su defensa, no se sabía lo que podía llegar a ocurrir. En especial si eso requería algunas prendas de más.

-Espero que todo sea más tranquilo a partir de ahora.

Con ese pensamiento en mente, la chica tomó rumbo hacia el lugar donde se quedaba momentáneamente. Al menos, hasta conseguir un mejor sitio para vivir. El cual quizás, no estaba demasiado lejos. Volvamos a un clima más frío. Uno familiar. Una vez más, no encontramos en la flotante ciudad de Atlas. Más específicamente, una mansión. Esperando desde una plataforma de despegue, una aeronave aguardaba el momento en que el equipaje de su ocupante fuera puesto a bordo. Fuera del transporte, una chica de cabello blanco hablaba con un hombre de baja estatura, el cual se mostraba preocupado.

- ¿Está segura de que no piensa despedirse de los demás, señorita?

-Mi padre y mi hermano no querrán despedirse. Son demasiado orgulloso como para hacerlo. Winter…no quiero molestarla.

- ¿Qué hay de su madre?

-Mi madre… -la albina suspiró al no saber qué decir, o pensar de ella con exactitud. –Por favor cuídala, Klein.

-Haré todo lo que esté en mis manos, señorita. –de un momento a otro, los ojos del hombre cambiaron de color, así como su comportamiento. - Lo único que me preocupa es que mi copo de nieve sufra allá fuera.

-Jeje, no te preocupes. Soy perfectamente capaz de cuidarme a mí misma.

-Eso espero… -una vez más, sus ojos cambiaron de color. –Pero solo me enteré que algo le pasó juro que-

- ¡Señorita Schnee, es hora de irnos!

-Parece que es hora. –la chica se acercó al hombre, dándole un abrazo que fue correspondido al acto. – Me alegra que tú seas quien venga a despedirse. Cuídate, Klein.

-Lo mismo digo, señorita. Buen viaje.

Despidiéndose de quien consideraba su amigo, la albina aborda el transporte observando una última vez al hombre. Mientras la nave conseguía altura, y el viento que se creaba era mayor, el hombre en tierra se alejaba viendo como la estructura de acero se llevaba a su niña. Solo le quedaba rezar porque todo saliera bien para ella. Dentro de la nave, la albina revisaba un libro donde se encontraban notas sobre varios tipos de…animales. Símbolos y fragmentos de textos que se podrían considerar históricos.

-Siendo honesto… -dijo el piloto tratando de aligerar el ambiente. –Me sorprende que su padre le haya permitido estudiar en Beacon. ¿Hizo algo?

-Le sorprendería saberlo…-la albina respondió con una ligera sonrisa, pasando su mano sobre una cicatriz en su ojo izquierdo.

Esa cicatriz era un recordatorio constante de que debía mejorar. Avanzar. De lo contrario, todo lo realizado hasta el día de hoy, habría sido en vano. Ashen se frotó el ojo, sintiendo que el sueño finalmente le invadía. No era algo raro, puesto que apenas pudo dormir. Al igual que Penny. Hablando de ella, se había quedado dormida a mitad del camino reposando su cabeza en el hombro del chico. Siendo justos, él se veía tentado a dejarse llevar por el sueño, pero de ser así, ¿Quién la despertaría?

[Puedo despertarte en cuanto lleguemos. Ten confianza]

-No gracias. Tengo suficiente con tus "susurros al corazón".

[¿Tienes algún problema con eso?]

-Que casi tiene que reanimarme en una de esas.

[Sensible]

[Atención, estamos por llegar a Vale en un par de minutos. Por favor, tomen su equipaje y prepárense para el aterrizaje]

[Es la señal]

-Penny…Penny despierta.

-…mmm…. ¿Qué sucede?

-Ya vamos a llegar.

- ¿En serio? –como si el haber dormido nunca hubiese pasado, Penny se puso de pie de un salto caminando a lo largo y ancho del transporte al no poder esperar más. - ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! ¡Hay que apresurarse!

[¿A qué exactamente?]

Finalmente, tras varias horas, si no es que un día de viaje ambos adolescentes lograron arribar a una central de aterrizaje en la que una aeronave de un tamaño descomunal abordaba cientos de estudiantes que aspiraban entrar a la academia Beacon. El ver tantos humanos aglomerados hizo que a Ashen le revolviese el estómago. Una sensación de ira le invadió haciendo que tratara de rascarse los brazos, pero, era detenido por alguna fuerza invisible.

-Suéltame, V.

[Debes controlarte, Ashen. No puedes hacerlo otra vez]

-¿? ¿Estás bien?

-S-Si…estoy bien…solo comezón.

En cuanto su transporte tocó suelo y abrió sus compuertas, Penny fue la primera en salir con una velocidad imposible, dejando atrás a un sorprendido Ashen.

-Ay, aquí vamos de nuevo. ¡Penny, espera!

Corriendo entra la multitud, el muchacho hace todo su esfuerzo con tal de alcanzar a su hiperactiva amiga. No muy lejos de ahí, un chico de cabello negro llevaba su mirada incrustada al frente, al tiempo que una chica peli naranja caminaba alrededor suyo.

- ¿No es grandioso? Finalmente estamos en Vale como una gran pareja. Ah. Claro no en ese sentido ya que sería raro, ¿no? Es decir, no es que seas feo o algo así, es solo que somos buenos amigos y-

-Nora.

- ¿Si Ren?

- ¿Tienes todo?

-Si…. –Nora revisó la mochila que llevaba en sus espaldas, verificando que no faltase nada. –Todo en orden.

-Bien. –sonrió tanto por las palabras de Nora, como por el acto reciente.

Siguiéndolos de cerca, un rubio respiraba tan profundo como podía, tratando de asimilar la idea de que iba a viajar en una enorme nave. Era evidente que parecía marearse con facilidad.

-De acuerdo, Jaune…solo respira…es un viaje de un par de horas…nada malo te va a pasar… -en cuanto Jaune vio la descomunal nave que estaba por abordar, un intenso mareo lo invadió. –Solo…fuerza de voluntad…

- ¡Oye, vamos, estaba charlando con alguien!

-Penny, esa no era una persona con la que quisieras hablar.

[El tipo tenía olor a gasolina]

-Pero él dijo que podía confiar en él.

-Penny, no tienes cinco años, compórtate. –abordando la inmensa estructura, Ashen soltó a Penny quien ladeó la cabeza.

-Pareces molesto.

- ¿Qué? Claro que no.

-De hecho, sí. Sueles rascarte el cuello cuando lo estás. –la chica señaló al peli plata, quien estaba haciendo eso mismo. Al darse cuenta, se detuvo.

[Olvidaba que era detallista]

-No estoy molesto, Penny. Solo…estresado.

-No te preocupes, Ashen. –la chica se acercó de un momento a otro a él tomándolo de los hombros. –En cuanto llegue la hora te aseguro que serán los mejores momentos de tu vida.

- ¿Qué momentos exactamente?

[Piensa en grande, Ashen]

El solo podía pensar en algo de tal magnitud: Desastre.

-Si~

De un momento a otro, las compuertas se cerraron, permitiendo que la nave comenzara a elevarse del puerto. Los padres que se despedían en tierra, veían como sus hijos partían con el sueño de darle a su mundo un mejor futuro. Más tarde, Ashen jugaba con los colmillos del collar entre sus manos, observando el paisaje a través de la ventana de la nave. Ya habían pasado un par de horas desde que abandonaron el puerto, sobrevolando ahora mismo un bosque.

- ¿Qué crees que nos espere?

-No lo sé. Quizás un poco de acción y aventura. Siempre y cuando no sea nada aburrido me conformo.

-Oh, lo estás usando.

- ¿Qué cosa? –la chica apuntó hacia su cuello, donde se encontraba el collar que le habían obsequiado. –Ah. Desde luego, ¿Por quién me tomas?

-Entonces el General te cae bien.

Ni en sueños/ [Ni en sueños]

- ¿Entonces? –Penny ladeó su cabeza confundida.

-Porque…si en verdad es de mi padre…entonces es todo lo que me queda de él. ¿Pero qué hay de ti? ¿Lo tienes puesto?

-Desde que abrí la caja. –al instante, la chica mostró con alegría el brazalete.

-No sabía que tu padre era hábil en joyería.

-Yo tampoco.

- ¿Qué?

- ¿Qué?

.........

[¿Cuánto tiempo se habrá tardado el anciano?]

De manera repentina, un holograma se hizo presente en medio del pasillo captando la atención de los jóvenes estudiantes. Dicho holograma presentaba la imagen de una mujer de cabello rubio recogido, al lado de un hombre de cabello plata con un bastón. La mirada de ambos adultos presentaba seriedad y profesionalismo, pero, la del hombre reflejaba cierta sabiduría.

-Bienvenidos a Beacon. Soy Glynda Goodwitch, una de sus instructoras. El profesor Ozpin, desea dirigirles unas palabras.

-Durante toda su vida entrenaron para ser guerreros. Y hoy se evaluará su entrenamiento, en una prueba en el bosque esmeralda. -seguido de esas palabras, un mapa holográfico del bosque se presentó al frente de ambos adultos, dando una mejor imagen del terreno- Ábranse paso a través del bosque y eliminen a cualquier Grimm que encuentren. Luchen por sus vidas.

-En el bosque, formen equipos con quien se crucen primero. Dos parejas se combinarán y formarán un equipo de cuatro.

- ¿Eso significa que estaremos separados? –preguntó Penny curiosa.

-Si eso llega a pasar, tranquilízate. Todo irá bien.

-Ellos serán sus compañeros los siguientes cuatro años. Esperamos que se lleven bien. El templo alberga varias reliquias. Escojan una y vuelvan al Acantilado Beacon. Los observaremos, pero no intervendremos. Deben superar esto solos.

[Vaya sorpresa]

-En breve llegaremos al lugar de la prueba. Por favor, prepárense.

-Y que la suerte, esté con ustedes.

No había razón para oponerse desde luego. Los estudiantes se dirigieron de inmediato hacia la zona de equipaje, donde se encontraban casilleros con código, que contenían sus armas. Armas de gran variedad, desde luego. Aunque, aquí había una regla peculiar: "También es un arma". Algunos presumían de espadas que se transformaban en rifles. Dagas en pistolas sencillas, e incluso un revolver.

-Esto es emocionante~ ¿Puedes creer que tendremos nuestro propio equipo?

-No.

- ¡Yo tampoco! –Penny sacudió al joven sin que este se diera cuenta cuando fue que llegó. - ¿Eh? ¿No usarás armas?

-Jejeje~ Por si lo olvidabas, yo soy el arma, Penny. –golpeó su pecho inflado, demostrando gran orgullo.

- ¿Disparas balas por las manos?

-No…no en ese sentido…

Llegando a la zona de aterrizaje, la aeronave desciende lentamente justo al lado de un acantilado donde se podían observar plataformas con el logo de la academia, en el suelo. Cuando la estructura se posicionó a la altura indicada, extendió plataformas que permitieron a los estudiantes cruzar hasta el acantilado. Una vez aquí, Ozpin y Glynda les dieron la bienvenida.

-De acuerdo, que comience el examen. Tomen posiciones.

[¿Y esa frialdad? ¿Ni un abrazo?]

-Ni siquiera un saludo de manos para conocernos.

Todos fueron tomando sus lugares en las plataformas, listos para el espectáculo. Aunque entre todos ellos, Jaune observa temeroso ante como llegarían al bosque.

-Tengo un mal presentimiento sobre todo es-de repente, ante él, uno de sus compañeros fue disparado a gran velocidad hacia los cielos llenándolo de nervios.

-Woah~ Esto será genial.

-Lo admito, será divertido.

[Parece que hablamos el mismo idioma]

Uno a uno, los estudiantes fueron disparados hacia el Bosque Esmeralda con una velocidad sorprendente. Algunos de ellos gritaban a todo pulmón debido a la emoción que esto suponía. Nuestra pareja de adolescentes no fue la excepción. Penny rio a todo volumen en pleno aire, mientras que Ashen exclamaba al igual que un vaquero.

-Tal parece que las cosas este año, serán algo…interesantes.

Una sonrisa complacida se formó en el rostro de Ozpin, al ver a sus estudiantes sobre el Bosque Esmeralda.