La alarma empezó a sonar y Xaali llevó a su hermano con seriedad en dirección de la iglesia.
"Muévanse. ¡Todos en orden!"
El grito de un paladín pudo ser escuchado y Xaali avanzó más rápido.
Había orden, tal vez porque los ciudadanos que vivían en este lugar, habían pasado muchas veces por esta situación.
Sin embargo, ahora que cientos de drones volaban por el aire dejando de construir edificio y moviéndose a la muralla, causó pánico.
Los aventureros tenían miradas pálidas y cuando Xaali se preguntó qué era lo que sucedía, pudo sentir una presencia bestial que la hizo temblar.
Apenas podía ser considerada una humana que fue afectada por la energía mágica, pero esa presencia la volvió pálida a ella también.
Llantos de bebes y de niños fueron escuchados mientras avanzaban a la iglesia y entonces siguiendo a los paladines y sacerdotes, todos entraron.
El sótano de la iglesia era enorme y el gran portal de la ciudad estaba en medio de este lugar.
Xaali vio a demasiadas personas entrando a la iglesia y moviéndose al área, pero ella sostuvo la mano de su hermano que estaba temblando.
Miles y miles de personas reuniéndose a gran velocidad.
Este no era el único refugio, había otros por diferentes partes de la ciudad, pero este lugar era el más grande y en donde estaba la iglesia.
Xaali pudo ver como los sacerdotes que había visto cuando venía a este lugar, estaban moviéndose de un lado para otro.
"¡Mantengan la calma!"
Una voz sonó de forma alta logrando que todo el lugar quedara en silencio y cuando todos miraron, vieron a una de los fundadores del gremio Orisha Oko.
Cynda estaba dando una mirada llena de seriedad.
"Necesitamos que mantengan la calma. Los demás refugios están activos y si bien estamos siendo atacados, las fuerzas están defendiendo Zerzura." Anunció Cynda y con una expresión solemne, declaró. "Con ellos al frente, ¡Zerzura nunca caerá!"
Su voz levantó el ánimo y calmó a todos, pero Xaali había vivido muchas situaciones y estuvo segura de que, en este momento, la situación era peligrosa.
Un ataque sorpresa que ni siquiera ellos pudieron esperar.
La respiración de Xaali se volvió más pesada y ella pudo ver a su hermano temblando, quizás recordando todas las veces que estuvieron en esta clase de situación.
"Tranquilo todo está bien… Las Protectoras de Zerzura nos protegerán." Murmuró Xaali con un tono alto.
Muchos la escucharon y su tono lleno de calma, empezó a extender murmullos entre la multitud, pero a la vez tranquilidad.
¿Por qué lo primero que pensó fue en ellas?
Al final, no fue la única que lo hizo y los ciudadanos más viejos dieron sonrisas a los más jóvenes.
"No te preocupen… Las Protectoras de Zerzura no salvarán como la primera vez que la conocimos."
Una madre abrazó a su hija y le susurró esas palabras en voz alta.
La pequeña que estaba llorando logró calmarse y desde ese punto, los murmullos empezaron a crecer.
Aquellos que lo hicieron eran las personas más viejas y que habían vivido muchas situaciones.
Abrazaron a los más pequeños, dieron sonrisas de calma a los más jóvenes y le dijeron que todo iba a estar bien.
Que la iglesia, que las protectoras de Zerzura, que los milicianos, aventureros, mercenarios, la Empresa Apicius… Que aquellos que siempre dieron un paso para proteger la ciudad, lo volverían hacer.
"Sade quiero que te quedes aquí." Ordenó Xaali y al ver que su hermano dudaba, declaró. "Iré a ver si necesitan ayuda… Solo quédate aquí, ¿entendido?"
Su voz fue pesada, como la vez que lo hizo ocultar en el armario cuando los monstruos atacaron o como aquella vez que los milicianos atacaron su pueblo y ellos se ocultaron bajo la cama o… Como las diferentes veces, que situaciones igual de peligrosas habían sucedido.
Y al igual que esas veces, su hermano asintió de forma obediente.
Xaali respiró hondo y contuvo su temblor de manos mientras se movía al sacerdote que reconocía y que estaba al lado de Cynda.
"¿Puedo ayudar?" Preguntó Xaali y como estaba en la entrada de esta enorme sala subterránea, pudo ver por la escalera el cielo… Y con ello como la barrera temblaba.
"Sí, ayúdame a encargarte de las personas. Necesitamos mantener la calma." Pidió el sacerdote mientras Cynda seguía dando órdenes.
Había demasiado refugiados y seguramente ella estaba encargándose de todo.
Xaali aceptó esa tarea y al ver que otros se habían levantado para acercarse a ayudar, empezó a dar órdenes.
Dividirse por toda el área, encargarse de vigilar y mantener la atención sobre la gente, ver si necesitaban agua y repartirla.
Aquellos que necesitaban ropa por huir con lo que tenían darle algo y mientras ella daba órdenes, pudo ver que los sacerdotes traían la estatua del Dios del Tiempo y el Espacio.
Dejándola en la entrada.
Algunos más devotos empezaron a rezar, pero Xaali en medio de encargarse, pudo ver que Cynda fruncía el ceño y ponía una expresión llena de solemnidad.
Xaali no pudo evitar acercarse.
"Estamos siendo atacados. Hay enemigos que han entrado al interior de la ciudad y vienen a este lugar." Murmuró Cynda a los paladines y con una expresión seria, declaró. "La barrera se está debilitando demasiado, si pedimos refuerzos, hará que la fuerza principal decaiga y no podrán proteger la barrera."
La expresión de Xaali tembló, pero los sacerdotes y paladines dieron una mirada solemne.
Fue instantánea… En tan solo unos segundos ellos decidieron que hacer y se equiparon con todo lo que tenían.
La respiración de Xaali se empezó a volver pesada, pero Cynda le dio una mirada.
Pedir refuerzos a aquellos que protegían los muros para detener a los invasores internos podría llevar a que la barrera cayera por completo… Ante ese pensamiento, todos entendieron que debían encargarse por su cuenta.
"Encárgate de mantener la calma. Nosotros trataremos de que nadie entre." Dijo Cynda y mirando a los sacerdotes que también se movieron, ordenó. "Vamos."
Xaali los pudo ver salir y las miradas de las personas que estaban resguardadas, empezaron a volverse más pálido.
¿Cómo entraron enemigos? ¿Alguien entro como refugiado y se ocultó de la seguridad? ¿Vinieron por los aviones? Tal vez eran mercenarios ocultos que vinieron engañando a todos.
Era imposible para Xaali responder esas preguntas, pero entendía la razón por la cual venían a este lugar.
El portal que estaba inactivo y que los pocos expertos trataban de activar, no estaba funcionando, pero si sus oponentes tomaban el control de ese portal podían impedir que los refuerzos de Zerzura vinieran… O podrían ellos traer sus propios refuerzos del exterior.
La barrera era extremadamente fuerte y que se estuviera debilitando rápidamente, dejo en claro que los enemigos eran fuertes o su número era enorme.
Sin embargo, no caería fácilmente y la mejor idea era controlar el portal y activarlo buscando conectarse con un área de sus propios refuerzos.
La respiración de Xaali se volvió más pesada, pero ella buscó calmarse y dio una mirada a los presentes.
Cada segundo se volvía eterno y los temblores en el suelo no ayudaron y fue peor cuando el ruido de batalla comenzó afuera.
Arriba de esas escaleras se escuchaban ruido de batalla y Xaali mientras ordenaba a diferentes personas que se extendían para traer calma, empezó a sudar con cierto nerviosismo.
En este lugar solo quedaban sacerdotes aprendices y ellos estaban más pálidos que ella, dejando en claro que no serían útiles.
Entonces, los ruidos de batalla afuera se volvieron más intensos al igual que los gritos y tras un momento, pudo ver que dos figuras rodaban.
"¡HAA!"
El grito vino de uno de los niños, que no pudo contener su miedo cuando vio a un cadáver putrefacto mordiendo el cuello de un sacerdote.
Xaali actuó de forma instintiva y corriendo con toda su fuerza, empujó a ese cadáver putrefacto, pero ambos rodaron por el suelo.
Al levantarse, pudo ver al zombi en el suelo mientras masticaba parte del cuello del sacerdote que ya no tenía vida.
En medio de los gritos de miedo en el interior de este lugar y los gritos de batalla en el exterior, Xaali escuchó el masticar de carne de ese zombi.
¿Esto era todo? ¿Iba a terminar todo de esa forma para ella? ¿Moriría por un extraño zombi?
No… Xaali dio su negativa interna y escuchando el grito de su hermano corrió al zombi que se estaba levantando y lo volvió a empujar.
Golpeándolo con una esquina de mármol, ella soportó las garras del zombi y golpeó la cabeza en contra la esquina de mármol.
Una y otra vez hasta que le rompió el cráneo al zombi y pudo sentir silencio.
"…"
Respiración pesada, en un silencio aterrador, Xaali parpadeó sintiendo que era impotente, a pesar de que acaba de matar a un zombi, que claramente fue convertido a partir de un ciudadano normal.
Los ruidos de batalla afuera se volvieron más desesperados y más terroríficos, pero ella aquí no tenía ninguna forma de ayudar.
Impotente, patética y desesperada… Su deseo de ayudar ante su patética posición solo era una mala broma y…
"No lo es…"
Xaali escuchó una voz, no supo si era de un anciano, un hombre joven o un niño, tampoco si era femenino y masculino… Fue una voz que entendió y que no pudo definir.
Entonces se dio cuenta, todo el lugar estaba en un extremo silencio y cuando Xaali reacciono, miró la esquina de mármol que estaba ensangrentada.
Era la base que contenía unos pies de mármol y cuando ella levantó la mirada, pudo ver el cuerpo de mármol.
Solo que esta vez su visión se superponía con algo de realidad que ella no pudo determinar y fue cuando levantó la mirada para ver por completo, que pudo darse cuenta de lo que sucedía.
Bajando la cabeza la estatua de mármol que mostraba un niño, un joven y un anciano estaba mirándola.
No podía ver los rasgos y tampoco la expresión, pero Xaali no sintió que la estaba mirando con superioridad o como una hormiga y tampoco sintió indiferencia.
"Ayuda en mi lugar."
Era una voz extraña que, sin forma de definirla o marcarlas como real, contenía a los oídos de Xaali emociones que no deberían estar presente.
"¡Hermana!"
Como si fuera un sueño o como si el tiempo volvía a continuar, Xaali pudo sentir el abrazo de su hermano y cuando miró la estatua, esta parecía que no se había movido.
Todas las miradas estaban en ella y ninguna en la estatua, dando la impresión de que solo ella había visto lo que sucedía y escuchado esa voz.
Xaali dando una mirada a toda esa gente, entendió lo que debía hacer.
Debía cumplir la voluntad de la voz.
"Quédate aquí." Ordenó Xaali sintiendo como todo a su alrededor cambiaba.
Su mente estaba en total calma, pero ella sentía que el mismo espacio se doblegaba ante su voluntad… No, ante la voluntad de esa existencia que por medio de ella buscaba conseguir su objetivo.
Su hermano dio un grito cuando ella subió las escaleras, pero no pudo avanzar más allá de ese punto.
Xaali había creado una barrera con solo pensarlo y ella no se preguntó como lo hizo.
La información estaba llegando a su mente y los escenarios eran ella misma entrenando la forma de guiar la voluntad de su señor.
Subiendo las escaleras, Xaali avanzó más rápido y al llegar a la cima, pudo ver una batalla.
Varios paladines estaban luchando en contra de zombis, esqueletos y algunos individuos encapuchados mientras que Cynda y otros estaban atacando a un nigromante.
La batalla estaba muy en su contra y Xaali utilizando la voluntad de su señor, distorsionó el espacio alrededor de un zombi.
La sangre y la carne se deformaron por completo y ella volvió a hacer lo mismo con otro zombi y para continuar con un esqueleto.
Hubo miradas de sorpresa en los sacerdotes y paladines, pero fue durante un breve momento.
"¡Nuestro Señor está con nosotros!" Exclamó un paladín mientras su espada cortaba un zombi por la mitad.
El nigromante encapuchado que estaba en el fondo, vio que la moral aumentaba y lanzó un hechizo.
El humo negro empezó a extenderse por el suelo levantando a los antiguos cuerpos de los caídos.
Xaali al ver lo que sucedía, hizo lo primero que se le vino a la mente y empezó a retroceder el tiempo en aquellos caídos.
El 'tiempo' fue más abrumador que un simple hechizo nigromántico y aquellos que estaban convirtiéndose en no-muertos, volvieron a su estado cadavérico y Xaali al sentir que podía retroceder aún más, dudó.
Era posible regresarlos a la vida… Ante ese hecho, ella se detuvo un momento y luego sintió un gran peligro.
*BOOM*
"¡GRaa!"
Un enorme caballero con un mazo, le dio un golpe en la costilla y ella sintió un terrible dolor comparado a la vez que experimentaban con su alma.
Parpadeando con su visión tambaleante, pudo ver que estaba en enterrada en una pared de un edificio y su cuerpo estaba torcido, en una forma que no era humanamente posible.
El terrible dolor retrocedió y su cuerpo se recuperó como si el tiempo retrocediera y Xaali se volvió a levantar.
Al ver el caballero de la muerte luchando en contra un paladín y viendo que el nigromante empezaba a levantar otros cadáveres, entendió su situación.
Era una inexperta y como si fuera poco, el poder de su señor era demasiado para su actual estado… Y Xaali pudo entender lo que debía hacer.
"¡Gaa!"
Cuando un paladín voló por el aire al recibir el mazo de ese caballero de la muerte, Xaali levantó sus manos y forzó el poder de su señor alrededor del caballero de la muerte.
El espacio se distorsionaba, pero lo que ella había elegido usar no fue 'Espacio', sino que una forma de 'Tiempo'… Era el 'Pasado'.
Trayendo de vuelta un lejano pasado y reemplazándolo en el caballero de la muerte que estaba controlado por el nigromante, ese caballero se detuvo.
Luego su armadura negra se volvió blanca y Xaali pudo sentir vida en ese cuerpo que antes emanaba muerte.
Un 'remanente' del pasado se apoderó del cuerpo de ese 'caballero de la muerte' y este nuevo remanente actuó de inmediato y empezó a correr al nigromante.
Xaali no lo controlaba, sino que literalmente solo reemplazado el estado actual por uno pasado y eligió un momento en el que ese antiguo caballero, luchó en contra del nigromante… Tiempo antes de convertirse en un 'caballero de la muerte' en control de un nigromante.
Los zombis y esqueletos que estaban en el área, saltaron para detener a ese caballero, pero ese caballero era un rango S en el pasado.
Si bien como caballero de la muerte apenas llegaba a rango S, esta vez estaba vivo y con solo un movimiento de su mazo, destrozó a los cadáveres recién levantados.
Xaali al mirar, pudo sentir que su cuerpo temblaba y pudo ver que sus manos se rejuvenecían y volvían a envejecer… El poder de su señor era demasiado para que ella lo controlara.
Entra la multitud, alguien se dio cuenta de que no podía sostener el estado del caballero por mucho tiempo y mientras el nigromante y el caballero chocaban, se movió.
El caballero lanzaba golpes buscando matar al nigromante, pero ese mago de artes oscuras levantaba huesos del suelo, explotaba cadáveres o creaba muros de huesos para protegerse.
Era un rango S, que no era para nada un novato y no importaba lo furioso que ese caballero del pasado atacaba, el nigromante logró protegerse de todos los ataques.
"¡HAA!"
Cynda en medio de eso se movió y lanzó un grito usando su poder mental para crear un ataque mental psiónico.
*BOOM*
El nigromante se congeló por un momento y el caballero pudo usar su mazo en contra del nigromante.
Una nube de polvo se extendió cubriendo la visión de Xaali, quien, debido al cansancio de usar el poder de su señor, cayó al suelo.
Tratando de mantener el remanente lo máximo que pudo, ella levantó su mirada y pudo ver el humo se desvanecía, pero su expresión tembló al ver la situación.
El nigromante había sido golpeado en el suelo, pero solo gran parte de su cintura fue destruida y solo dejo ver huesos.
Por otra parte, el caballero estaba atravesado por una poderosa lanza de hueso y en otra parte, Cynda estaba en el mismo estado.
Arriesgando su propio cuerpo sabiendo que como un lich de puro hueso, sobreviviría, el nigromante atacó al mismo tiempo a ambos oponentes que lo pusieron en un aprieto y su ataque fue mortal.
"Ugh…"
Xaali intentó levantarse otra vez mientras forzaba que el tiempo envejeciera y rejuveneciera su cuerpo.
Buscaba la estabilidad en su cuerpo o alguna manera de mejorar su estado para actuar, pero fue tarde.
"Oh, Gran Señora del Orden…"
Xaali escuchó como Cynda murmuraba en silencio su rezo y luego su cuerpo perdía fuerza mientras la sangre caía por la gruesa herida de la lanza que había atravesado su estómago.
¿Rezaba en busca de la salvación?
Rezo en busca de salvación, pero no para ella misma.
"…"
Ningún ruido pudo entrar a los oídos de Xaali cuando una poderosa luz cayó del cielo, purificando a cada uno de los no-muerto de la zona, incluyendo al lich.
Quien, al solo tener la parte superior de su cuerpo, no pudo resistir la purificación del 'Orden' que volvía todo a su estado natural y como convertirse en un no-muerto, era de cierta forma antinatural, el no-muerto volvió a su forma humana.
Muriendo en el acto ante la falta de la mitad de su cuerpo.
La lanza que había atravesado de Cynda desapareció y el cuerpo de esa mujer cayó al suelo mientras el silencio se extendía.
Xaali trató de levantarse y cuando forzó el poder del tiempo alrededor de Cynda, buscando retroceder esos pocos segundos, el resultado no fue como esperaba.
La herida en el estómago pudo cerrarse, pero no pudo retroceder esa línea entre la vida y la muerte.
"Ella ha recibido la 'Gracia' de la Diosa del Orden… Y ya ha partido."
El 'Tiempo' y el 'Orden' eran primordiales y se repelían entre sí, sin que pudiera haber alguno superior.
Autoridades de dos deidades de gran poder, chocaban y regresar el tiempo cuando la Diosa del Orden había intervenido, no era posible.
Xaali parpadeó en blanco y mordiéndose los labios, dirigió el poder del tiempo a los demás que lo necesitaban.
Su mirada se mantuvo en Cynda… Quien no rezo para ser salvada, sino que incluso en el último momento rezó para ayudar.
Purificando a cada uno de los no-muerto y a la vez ella misma, permitiendo que su alma partiera al 'Río de la Reencarnación'.
O a lo que sea que hubiera luego de la muerte.
******
"Yo creo que pude haber hecho más… Si me hubiera esforzado, podría haberla salvado a ella y a los otros."
Una mujer cuyo rostro estaba rejuveneciendo y envejeciendo al mismo tiempo, dijo esas palabras, tras haber contado su historia.
Agatha que estaba al lado de la Cardenal Brousseau que llevaba una expresión oscura, no pudo evitar soltar un sonido de burla.
"Si crees que podrías haber hecho eso, solo significa que te has dejado llevar por el sentido de omnipotencia que brinda tener 'ese' poder." Dijo Agatha con un tono frío.
"Pero yo, recibí su voluntad y…"
"Y, hiciste lo que pudiste." Interrumpió Agatha y mirando como el rostro de esa mujer volvía a envejecer, declaró. "Aión es poderoso, pero él no es humano. Incluso si lo intenta, no va a poder cambiar lo que es... Una deidad que ha estado solo por eones."
Entidad acostumbrada a la soledad que incluso si buscara algo más, no sabría cómo actuar y que hacer para experimentar lo nuevo y seguiría manteniendo esa indiferencia, que siempre lo caracterizo.
La Cardenal Brousseau dio una mirada seria ante sus palabras, pero Agatha se acercó y tocó el rostro de esa mujer que estaba sentada en la cama de la enfermería.
Exigiéndose demasiado a sí misma para tratar de ayudar, el 'Tiempo' estaba fuera de su control y ahora estaba envejeciendo y rejuveneciéndola.
Buscando mejorar el cuerpo de su anfitriona para que aceptara al menos una pequeña porción del poder que podría ejercer.
"Niña, piensa porque te pidió que ayudaras en su lugar en vez de actuar por sí mismo." Murmuró Agatha con un tono simple.
¿Por qué una deidad de gran poder le pidió ayuda a esa joven mujer en vez de actuar por sí mismo?
¿Eran por reglas que los mortales desconocían? ¿Restricciones que las deidades tenían al interactuar con el mundo humano?
Si pensaba en restricciones y reglas sobre la interferencia de un dios con los mortales, entonces solo seguiría la voluntad que se le había dado y no entendería la verdadera razón.
Levantándose Agatha le hizo una señal a la Cardenal Brousseau y caminó por el pasillo.
"Pronto estabilizará los poderes de Aión y volverá a su estado original. Solo necesitará entrenarse para poder dominar esos poderes." Explicó Agatha e ignorando la mirada de la cardenal en ella, ordenó. "Tráeme los documentos de quienes atacaron. Quiero saber toda la información. También quiero entender todo sobre ese gremio que los traiciono."
Hubo demasiadas muertes en este asalto y las bajas para Zerzura fueron altas.
La falta de personal por culpa de la desaparición de todo un gremio justo en el momento oportuno tal vez no fue la causa principal, pero contribuyo a la baja defensa de la ciudad.
"La Empresa Apicius desea encargarse del gremio Los Toros Rojos, que ellos mismos contrataron." Respondió la Cardenal Brousseau y aunque quiso dar una mirada seria, suspiro y murmuró. "¿Por qué nadie lo vio venir?"
Agatha se detuvo.
Le pareció bien que James se encargara de sus propios errores y entendía que ese hombre debía estar furioso en este momento y si se le agregaba la molestia de Alice, todo sería un desastre.
Sin embargo, se detuvo por las últimas palabras de la Cardenal Brousseau.
"Fiona hemos trabajado juntas desde que la iglesia fue fundada. ¿Por qué sigues creyendo que Aión observa todo el mundo?" Cuestionó Agatha con un tono de duda.
El murmullo que la Cardenal había dejado salir, era la duda de por qué su dios no aviso de este ataque con tiempo.
¡Era capaz de ver el futuro y era conocido por ser omnipotente! ¡Debería haberlo sabido o visto venir!
Eso era lo que seguramente pensaba esa cardenal.
"Entiendo que no es confiable, pero… En el fondo sigo creyendo que es…"
"¿Una verdadera deidad?" Preguntó Agatha y al ver que la Cardenal Brousseau se volvía seria al sacarle esas palabras, precisó. "Fiona la iglesia adora a una entidad de un poder inconmensurable que nunca aceptó ser adorado. Si yo fuera él, estaría molesta por escuchar las vocecitas en mi oído pidiendo ayuda o salvación."
Aión no tenía una iglesia oficial en Terra nova y eso que esa 'deidad' existió desde tiempos inmemoriales.
Seguramente iglesias trataron de tomarlo como figura para adorarlo, pero Agatha sabía que la mayoría de esas iglesias desaparecieron, cuando sus dirigentes empezaron a usar la imagen de esa deidad, de una mala manera.
Había dioses que podían ser adorados y dioses que recibían ese título por el poder que ejercían y luego estaba Aión, que prácticamente apoyaba la iglesia por sus propias ideas.
"Soy demasiado vieja para estar preguntándome sobre lo que piensa una deidad." Murmuró la Cardenal Brousseau y con un tono aún más bajo, rumoreó. "Era más fácil cuando tenía Twitter."
¿Por qué prestó su poder a Xaali y a otros sacerdotes o paladines por toda la ciudad durante este ataque, pero no hizo nada más directo?
Era una excelente pregunta, pero Agatha solo se rio ante el último murmullo de esa cardenal a pesar de que su humor era pésimo.
Todos sabían que el peor momento en términos de imagen, era cuando la Iglesia del Tiempo y el Espacio se comunicaba a través de su dios por medio de esa red social.
Ese hecho que no podía ser ocultado, era significativo en varios niveles.
Lo relacionaban con ese 'Dios Primordial' que actuaba como creador de 'Terra nova' y que en cierta forma lo hizo ver indiferente y manipulador, al hacer que todos fueran a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual.
También lo mostraba demasiado humanizado para una deidad y daba la idea de que estaba viviendo como un mortal… Como un terrícola.
"Fueron buenos momentos." Murmuró Agatha con un suspiro.
Todavía recordaba como los verdaderos fanáticos de esa deidad, se enfurecían cuando escuchaban que su dios era un manipulador o que estaba pareciendo humano al usar una red social.
Dejando tales pensamientos de lado, Agatha miró su reloj holográfico y leyó como su esposo no pudo comunicarse mucho con Aurora.
No sintió pena por la situación de su hija, a pesar de que entendía que su hija podría volver a un mal momento de su vida.
Lo que en este momento sentía era una enorme ira y todas sus emociones se convertían en una furia implacable, que solo sería saciada al erradicar de la forma más cruel a todos aquellos que causaron este desastre.
Y principalmente a quien estaba detrás de todo esto.
"Luego del funeral, quiero tener un informe completo de la Señora de las Bestias… Su fuerza, su localización y su gente. Quiero saber todo." Ordenó Agatha mientras buscaba controlar sus emociones.
Aquellos que se metieron con su familia, debían ser castigados de la forma más cruel posible.