Aurora se enfrentó a un maniquí que la atacaba.
Su cuerpo era pesado debido a la gravedad con la que se encontraba afectada la sala, pero sus golpes eran rápidos y precisos como si la fuerza de la gravedad no la estuviera afectando.
Sentía como si estuviera cargando con pesas en cada parte de su cuerpo mientras se movía, pero sus movimientos no se vieron afectados incluso cuando esquivaba.
Reforzando su cuerpo con energía mágica le permitió soportar la fuerza gravitatoria y mantener sus movimientos eficaces sin perder ni fuerza o rapidez.
Siguió sus instintos para manifestar su aura de combate, pero no pudo lograr nada y solamente destrozo al maniquí con la fuerza de un luchador de Rango B.
"Todavía no puedo usar mi aura de combate." Murmuró Aurora agotada mientras desactivaba la gravedad en la sala.
Al igual que el aura de espada, el aura de combate era una manifestación de la experiencia y entrenamiento, solamente que en vez de imbuirla en una espada y luego manifestarla, los luchadores solo debían manifestarla en sus puños.
El aura de combate era un rasgo característico de los Rangos A, pero una vez que era manifestada, los luchadores logran un avance en su fuerza y resistencia.
Era muy distinto golpear con su puño reforzado en energía mágica que golpearlo reforzado con su aura de combate… La fuerza del segundo simplemente eclipsa al primero.
"Bueno, es normal no eres luchadora." Comentó Alice que estaba en una esquina de la sala.
Esta sala era pequeña y está desconectada con la sala de entrenamiento debido a que cuando se empezó a entrenar se podía activar el artefacto de gravedad y toda el área seria afectada.
"Oye, hieres mis sentimientos." Dijo Aurora con un tono débil ligeramente falso, al escuchar las honestas palabras de su amiga.
La verdad es que Aurora no era luchadora, esa era la mayor razón por la que le costaba manifestar su aura de combate y convertirse oficialmente en un Rango A, a pesar de que su fuerza, agilidad y resistencia superaba su actual rango en gran medida.
Alice ignoró el papel de víctima de su amiga, y comiendo unas papitas preguntó. "¿Por qué no le preguntas al Profesor Miller?"
El Profesor Miller era un espadachín y luchador de Rango A, también tenía experiencia y era habilidoso con una gran cantidad de conocimiento capaz de ayudar a los estudiantes.
"Bueno…" Murmuró Aurora dudando.
Preguntarle al profesor era una buena opción, sin embargo…
"Ya le pregunté y siempre me dice que me falta 'alma', no importa cuánto mejore o cuan perfecto me mueva cada vez que fallo en manifestar mi aura de combate, me dice que me falta 'alma'." Dijo Aurora esquivando la mirada de Alice.
Durante la semana anterior, Aurora se había escabullido para preguntarle personalmente al profesor, pero siempre le respondió con lo misma frase e incluso algunas veces…
"Hasta me recomendó que cambiara de estilo, ya que no tenía talento como luchadora." Agregó Aurora dando un suspiro.
"Eso es cierto." Declaró Alice confirmando la recomendación del Profesor Miller.
Aurora no se molestó por esas palabras, no se trataba de que le faltaba confianza, sino que tras un par de años ella no logró avanzar como luchadora revelando su falta de talento en esta área… Sin embargo, había un gran problema.
"No soy una persona que se rinde fácilmente." Declaró Aurora con tono serio.
Lamentablemente era demasiado testaruda para dejar algo a la mitad y rendirse fácilmente.
Esa era la misma razón por la que Alice podía decirle sinceramente que le faltaba talento y Aurora no se vería afectada por ello.
E incluso si la apoyaban o no, ella seguiría haciendo lo que quería.
Claro, estaba seguro de que su amiga la estaba comparando con lo que ella de verdad era talentosa, sin embargo, seguía siendo lo mismo.
Seguiría adelante.
"Limpieza." Ordenó Aurora.
Al momento siguiente una suave brisa húmeda sopló dentro de la habitación y tanto el sudor en el cuerpo de Aurora como en su ropa desapareció dejándola en un estado de limpieza total.
La máquina de gravedad y este artefacto era la razón por la que Aurora elegía entrenar aquí… Le encantaba el hechizo de limpieza, solo le faltaba que le agregara un aroma y parecería que recién hubiera salido de un baño.
"¿Qué crees que me falta?" Preguntó Aurora curiosa.
Alice no había entrado a la habitación solo para estar junto a Aurora, sino que estaba mirando el entrenamiento para darle una objetiva e imparcial critica… Tan solo por el módico precio de una cena.
Alice comió sus papitas con una expresión pensativa y comentó. "Tus movimientos son rápidos, precisos y fuertes como siempre, pero siguen siendo mecánicos."
"¿Mecánicos?" Preguntó Aurora.
"Si, ya sabes. Parecen copiados de un manual antiguo… Tu experiencia y capacidad te permite adaptarte a cada escenario y sobresalir, pero al final siguen sintiéndose mecánicos." Comentó Alice y al ver que Aurora estaba más curiosa, ejemplifico. "Como un robot o un golem… Es por eso que el Profesor Miller dice que te falta 'alma'."
Al escuchar esas palabras Aurora asintió y dijo. "Todavía no entiendo."
Se esforzaba a cada momento para derrotar a sus enemigos, usando los mejores movimientos que podía realizar con su cuerpo, pero al final todos le seguían diciendo lo mismo.
"¿Qué tal si le preguntas a tu maestro?" Sugirió Alice mientras devoraba su bolsa de papitas.
Los labios de Aurora se movieron ante esa sugerencia, pero tras soltar un largo suspiro asintió y comentó. "Creo que eso será lo mejor."
Su maestro no era tan confiable como desearía, pero al final era su maestro… Y esa era su única opción.
Ambas abandonaron la pequeña sala de entrenamiento y luego caminaron por el pasillo.
No solo había una habitación con la máquina de gravedad, sino que decenas de ellas a pesar su precio astronómico… Eso revelaba que la Academia de Héroes estaba muy bien financiada.
Cuando terminaron el pasillo, llegaron al gimnasio donde se encontraba unos pocos estudiantes.
En este momento como era la tarde, la mayoría de los estudiantes estaban en algunas clases que había seleccionado.
Tanto Aurora y Alice solo seleccionaron tres clases además de la clase de combate, así que tenían tiempo de sobra.
El dúo llamó ligeramente la atención de los pocos estudiantes que se encontraban ejercitando sus cuerpos… Sería mejor decir que Alice fue la que llamo la atención.
Después de todo, aunque habían pasado dos semanas desde la prueba, Alice no había revelado sus habilidades incluso en las clases de combate y muchos estudiantes estaban prestándole atención para verla actuar en persona.
Ambas siguieron adelante, sin importarle la mirada.
"Tch… Todavía no he encontrado un estilo que se ajuste a mi talento."
"Encarga un arma que puedas usar con tu capacidad… Según lo dijiste puedes sobrecargar algunos aparatos, un arma que tenga una gran resistencia a la sobrecarga será letal con tu capacidad."
"Eso suena bien, pero me gustaría algo más…"
Aurora se detuvo al mirar al dúo que estaba haciendo pesas cerca de la salida.
Cristian Cortes el espadachín que lidero un grupo en la prueba y Andrés Silva el otro líder que se hizo con el control de las cámaras de la academia.
"…" El dúo dirigieron su mirada hacia ambas que se habían detenido de repente y Alice parpadeo con las papitas a centímetros de su boca.
Aurora tosió y aconsejó. "¿Has pensado en usar drones? Ese es un estilo muy usado entre los talentos relacionados con la tecnología que se centran en el control."
"Ehmm…" Andrés dudó al oír ese consejo de una persona que desconocía, pero como parecía hacerlo con buena intención, asintió y explicó. "He visto videos, pero... Sale muy caro."
Entre los mercenarios, héroe o aventureros se encontraban algunos talentos relacionado con la tecnología que eran bastante fuertes.
Por lo general estos individuos usaban drones y lo controlaban a voluntad como un pequeño ejército de máquinas. Estos drones iban desde drones mágicos que estaban encantados con poderosos hechizos, drones psiónicos que replicaban algunas habilidades de los psiónicos u otros drones con poderosas armas.
Lamentablemente costaba demasiado y por lo general eran usados por aquellos que podían despilfarrar dinero.
Aurora asintió indiferente ante esa respuesta obvia, ya que era un estilo muy reconocido, aun así, señaló. "En la Academia hay un almacén donde antiguos estudiantes dejan sus armas, objetos y artefactos… Estoy segura de que encontraras drones que sigan siendo útiles."
Los antiguos estudiantes no solo habían creado sus propios drones, sino que muchas veces se actualizaban y entre ellos siempre había algunos que dejaban sus armas a la academia esperando que sea útil para los futuros estudiantes… Aurora conocía a un individuo que ya se había graduado de la academia, pero había dejado cosas útiles para sus futuros compañeros.
"¿En serio? Gracias." Dijo Andrés y rápidamente abandonó la sala de entrenamiento bastante entusiasmado por la información.
Cristian dio una sonrisa avergonzada y rápidamente siguió su compañero.
Aurora agitó su cabeza.
Ese era el problema de no conocer los beneficios de la academia.
Con esos pensamientos continuo su camino y murmuró. "Espero que alguien también me aconseje…"
******
"¿Entonces que quieres cenar?" Preguntó Aurora mientras caminaban por las calles de la tecnológica y avanzada ciudad Atlántida.
Los altos edificios, brillantes carteles, cientos de autos e innumerables personas caminando, representaba esta maravillosa ciudad.
Alice comió sus papitas mientras avanzaba junto a Aurora.
"¿Qué tal comida italiana?" Preguntó Alice pareciendo ligeramente hambrienta.
"Sabes que las pizzas no representan toda la comida italiana, ¿cierto?"
"Emh… Bueno, entonces pizza." Respondió Alice evitando la mirada de Aurora.
Aurora contuvo su sonrisa.
"Hubiera sido más simple si decía que quería comer pizza…" Pensó Aurora entretenida por su propia amiga.
Ambas se detuvieron en un costado de la vereda y antes de que Aurora pudiera reaccionar, Alice uso su reloj holográfico para mirar los restaurantes cercanos.
Los restaurantes no solo mostraban el lugar donde se encontraba, los precios, las comidas del día y las críticas, sino que también revelaba cuan ocupado estaban.
Todo eso para facilitar a sus comensales toda la información que se necesitaba.
Alice se movió rápidamente entre los diferentes restaurantes y al final terminó seleccionando un reconocido restaurante que estaba lleno y se necesitaba reservaciones, pero una vez que toco el botón de reservar, rápidamente la operación se completó con éxito.
"Los beneficios de una amante de las comidas." Exclamó Alice con un tono orgulloso.
Aurora solo agitó su cabeza con una expresión entretenida.
Como el restaurante estaba cerca ambas decidieron caminar, explorando la ciudad.
Tanto Alice como Aurora no conocían la ciudad Atlántida, era cierto que habían venido por negocios, pero siempre volvían rápidamente a las 'tierras de nadie' también conocido como África.
Así que ambas exploraron la ciudad en la que se quedarían por algún tiempo.
La ciudad en cierto sentido era 'mágica' había muchas personas normales, pero también se podían notar algunos individuos que usaban magia.
No era magia avanzada solo simples y pequeños hechizos que tenían casi nula fuerza de ataque y no representaba ninguna amenaza.
La mayoría de las personas eran Rango D, individuos con habilidades, pero al final 'normales' entre la multitud.
Esas personas atendían negocios en la calle usando su magia de fuego para encargarse de las comidas que preparaban, u otras veces algunos encargados limpiaban sus tiendas con magia.
Hechizos simples y fáciles de lanzar que se usaba en la vida diaria, que lamentablemente no podían mejorar más allá de un punto debido a su talento, o su propia capacidad.
Para convertirse en un verdadero usuario de habilidades no se necesitaba tener solamente una habilidad, sino que tener fuerza, talento y capacidad de mejora.
Después de todo al final algunos individuos, aunque podían lanzar pequeños hechizos no podían seguir mejorando como mago debido a su baja capacidad de energía mágica, era igual a los psiónicos.
A Aurora le gusta esta atmosfera.
Las personas no se molestaban por tener o no habilidades, tampoco tenían miedo o celos por aquellos que poseían esa habilidad.
Solo seguían su vida cómodamente como siempre.
Para conseguir esta clase de ambiente la humanidad sufrió bastante, pero al final se pudo lograr tras un gran esfuerzo.
Mientras pensaba esas cosas disfrutando de sus vacaciones, Alice se detuvo de repente.
"Que pa…"
Antes de que Aurora pudiera preguntar qué sucedía pudo sentir una ligera perturbación en la energía mágica.
No fue como si se estuviera levantando una barrera, sino que como si la energía mágica se estuviera retorciendo debido a una existencia fuera de lo común.
"Por allí." Señaló Alice hacia una calle.
Aurora reforzó su cuerpo con energía mágica y sin dudarlo empezó a correr por en medio de la calle.
Las personas lo miraron con incredulidad durante unos segundos y algunos estaban por regañarla, pero escucharon una alarma.
"Por favor, se insta a las personas retirarse de esta área. Un monstruo ha aparecido." Una voz mecánica sonó por los alrededores donde se estaba acercando Aurora.
Aurora se movió rápidamente entre la multitud aturdida y cuando estos empezaron a alejarse calmada pero rápidamente del área, adentrándose a negocios que se cerraban con grandes paredes metálicas, ella tuvo que realizar maniobras evasivas para no chocar contra la multitud o no molestar a los autos que buscaban alejarse ordenadamente o entrar a los aparcamientos.
La seguridad y la rápida reacción de la multitud hizo que Aurora asintiera debido a su precaución y calma, pero también alabó a los edificios que tenían sistemas de seguridad mínimas para estos casos.
Moviéndose a una gran velocidad, Aurora llegó a un área de un aparcamiento donde una criatura grotesca se encontraba.
Un lobo de color negro con piel quebradiza, ojos llenos de salvajismo y locura.
Ese lobo estaba gruñendo como un lunático ante un joven que parecía haberse congelado de miedo.
Aurora reaccionó de inmediato con una naturalidad impresionante.
Reforzó su cuerpo con energía mágica y cargó hacia el joven.
Su velocidad superó a un mero luchador de Rango B, y en tan solo un instante llegó al joven y lo tiró para salvarlo del zarpazo del lobo.
Con el joven en sus brazos Aurora rodó por el piso debido a su velocidad de carga, pero como su cuerpo estaba reforzado con energía mágica, ella hizo lo posible para que el joven no fuera herido por su imprudente rescate.
"¿Estás bien?" Preguntó Aurora cuando se detuvieron, pero su mirada se congeló y entonces parpadeo con incredulidad como si estuviera en un sueño.
Un joven de rasgos delicados y finos estaba bajo de ella.
Lo más llamativo para Aurora no fue su apariencia delicada y bella, sino que sus ojos.
Ojos que eran similares a dos zafiros preciosos… Que parecían contener todo el universo.
Esos ojos la miraban con sorpresa evidente, pero esos mismos ojos no podían ocultar su brillo radiante.
"Hermoso…" Esas fueron las palabras que salieron de la boca de Aurora.
"¿Eh?"
—¿Eh?
Tanto el joven como su sistema dejaron sonar un sonido de sorpresa al unísono.
El joven se ruborizó de inmediato, pero tosió alejando su vergüenza y comentó. "Tú también eres… Linda."
Los labios de Aurora temblaron, pero ella se sintió demasiado avergonzada por su abrupto cumplido y porque el joven parecía decir esas palabras para ocultar su timidez.
Con una pizca vergüenza, Aurora ordenó. "Vete de esta zona, aquí es extremadamente peligroso."
Su tono como si fuera una experta poderosa que intentaba consolar a un civil, hizo que el joven no pudiera ocultar su sonrisa entretenida, debido a que ella estaba arriba de él, tras haberlo salvado.
Aurora se levantó rápidamente de la posición que estaba y sin mirar atrás, se dirigió hacia el lobo negro.
Ese monstruo que había nacido de la energía del Caos y era un ser corrupto que solo buscaba eliminar a cualquier ser vivo que se encontraba, recibió la mirada avergonzada de Aurora y…
"UHg… UGhh…"
Recibió una paliza veloz y despiadada de Aurora, hasta el punto de que el monstruo que recién había 'nacido' y aunque débil sería considerado un Rango B, perdió la consciencia y cayó al suelo.
Aurora sin celebrar su victoria abandonó la escena con una velocidad que solo dejo imágenes remanentes.
A su alta velocidad se encontró a su amiga que se acercaba caminado por la vacía calle y sin esperar respuesta, la sostuvo de sus brazos y declaró con vergüenza. "¡Tenemos que huir!"
¿Cómo demonios salieron esas palabras?
Ella misma no lo sabía, pero estaba extremadamente avergonzada.
Después de todo, esas palabras salieron de forma tan natural y tan de repente, que incluso se sorprendió ella misma.
Nunca pensó que tenía un lado tan descarado dentro de ella…
******
El joven se levantó todavía aturdido, pero se podía ver una sonrisa en su rostro pareciendo ligeramente alegre y divertido.
"¿Se encuentra bien?" Preguntó un hombre con un tono serio que apareció de repente a su lado y al ver que su joven maestro seguía mirando al lugar donde se encontraba la joven, preguntó. "¿Quiere que averigüe quién es?"
El joven volvió a una expresión seria, casi indiferente y agitando su cabeza, dijo. "No es necesario."
Su tono tan indiferente parecía demasiado alejado a ese joven que se había sonrojado, pero si alguien miraba sus labios podía ver una pequeña sonrisa.
Mirando a la criatura en el suelo que estaba gimiendo de dolor, murmuró. "Nunca pensé que este sería el día en el que me enamoraría."