—¡No aquí, no ahora! —Lith gritó interiormente.
—Hasta que termine, seré un blanco fácil. —Sabía que era imposible retrasar el proceso de refinamiento de las impurezas hasta que estuviera de vuelta en casa.
Lith no tuvo más remedio que no ofrecer resistencia, haciendo que fuera lo más rápido e indoloro posible.
Pronto, una sustancia negra y viscosa comenzó a ser excretada de todos sus poros y orificios. Los ojos y la garganta de Lith ardían por la desagradable sensación que las impurezas infligían en su camino hacia afuera.
Lith sentía como si un río de bilis saliera de su cuerpo.
Cuando finalmente terminó, estaba arrodillado con las manos en el suelo. Un enorme charco de la sustancia alquitranada estaba debajo de él, contaminando el aire con su hedor pútrido.
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com