—Muy bien. Primero, permíteme decir cuánto lo siento. —Lith tomó ambas manos de ella mientras miraba a Phloria a los ojos.
—Nunca quise involucrarte en el lío que es mi vida. Por eso traté de alejarte una y otra vez cuando estábamos en el Grifo Blanco. Tu persistencia me convirtió en un hombre mejor, pero también te puso en gran riesgo.
—Me preparé durante años para este momento, esperando que nunca llegara, pero aquí estamos. No puedo garantizar tu supervivencia, solo que haré todo lo que esté en mi poder para salvarte. El procedimiento podría durar mucho tiempo, pero seguramente será agonizante.
—No puedo anestesiarte y ahorrarte el dolor porque, aunque puedo asistirte, será tu fuerza de voluntad la que incline la balanza entre la vida y la muerte. Es más dolor del que la mayoría de los hombres experimentan en toda su vida, así que entendería si eliges una salida más fácil. —Dijo Lith.
—¿La mayoría de los hombres? —Phloria soltó una risita ante la distinción.
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com