El fuego místico de Locrias guiado por la Dominación formó una barrera infranqueable mientras que ahora los rayos de energía de nivel tres disparados desde las varitas de Kamila seguían a sus objetivos hasta impactar en ellos.
Un segundo aliento de Llamas del Origen rompió más hechizos de Espacio Sellado, dándole al equipo improvisado aún más poder.
—¿Puedes aguantar un par de segundos? —preguntó Locrias.
—¿Estás bromeando? —Respondió Kamila mientras la pared de fuego se desvanecía y apenas esquivaba un ataque.
—¡De acuerdo! —El demonio de seis ojos entró en su sombra, manipulando sus movimientos como un títere. Un títere que ahora tenía décadas de experiencia en batalla y la puntería de un tirador.
Mientras Kamila esquivaba y derribaba a sus enemigos gracias a los ojos de Locrias detrás de ella que no dejaban punto ciego, el ex capitán conjuró la llama negra que poseían todos los Demonios.
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