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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 411

Kain estaba cansado, no en el sentido físico, pero en lo emocional. Había encontrado a su padre, el gran Madara Uchiha. Su abuela Naori lo había dibujado como el guerrero definitivo, la cúspide del clan Uchiha. Las historias de Hashirama no eran diferentes. Madara Uchiha, el guerrero más talentoso de la época.

Sin embargo, cuando Kain lo encontró era un manojo de huesos dentro de piel avejentada. El cabello cano y desordenado como una melena.

Ahora Kain lo había resucitado para hacer uso de sus conocimientos y habilidades, pero el problema era que, ahora Madara Uchiha había vuelto a la vida y muchas personas lo hubieran querido ver. Al menos, todo el clan Uchiha y quizá, la madre de Kain, Naoko. Sin embargo, esta última había rehecho su vida y ahora estaba casada. Además, ahora estaba embarazada de un niño.

Kain estaba sentado en un sillón, con el codo derecho sobre el reposabrazos y la mano sujetando su mejilla derecha.

El ambiente era tranquilo, la habitación amplia, el piso de cerámica y enormes ventanales con vistas al jardín. Afuera estaba lloviendo y corría viento.

Kain había construido una mansión para Naomi en la nación del Rayo. La mansión de la nación del Fuego, en la capital, Keishi, la ocupaba Rei-chan.

La lluvia repiqueteaba contra los ventanales y el viento aullaba. Afuera se veía el pasto verde y una enorme piscina vacía.

Esta mansión estaba ubicada a una hora de camino del estadio que había construido Kain para los exámenes chunin. Alrededor del estadio se estaba construyendo una ciudad y en un par de meses, Kain iniciaría otro proyecto.

Kain escucho los pasos por el pasillo y el sonido de las rueditas de un carrito. Los pasos y el carrito se detuvieron frente a la puerta, alguien giro la manilla y abrió la puerta. Los pasos y el carrito avanzaron por la habitación.

Kain giró su rostro y vio que era la sirvienta de Naomi, Lilith. La hermosa sirviente de cabello y ojos purpuras con la piel morena. Tenía dos mechones enmarcando su rostro. Llevaba un traje de sirvienta negro con un delantal blanco. El vestido era inusualmente corto, le llegaba un poco más arriba de las rodillas y usaba pantis blancas.

Kain tomo una profunda respiración y volvió a mirar por el ventanal hacia afuera. Era la estación más lluviosa de la nación del Rayo.

Lilith cerró la puerta, tomo el carrito y lo condujo hacia el sillón donde estaba Kain. Lilith miraba a Kain, el cabello blanco peinado hacia atrás, los ojos azules mirando hacia el patio, el rostro cuadrado y atractivo. La boca grande y los labios gruesos. Lilith escucho el choque del carrito, la agitación de las tazas y los cubiertos. Ella se asustó y miró hacia adelante. Entonces se dio cuenta que había chocado con una pequeña mesa con un jarrón. Nada se cayó o rompió.

Lilith miró a Kain, él la miró, tenía una mirada melancólica. Lilith se ruborizo, hizo una reverencia y le dijo —lo siento, señor, me distraje—

—¿Tú estás bien? ¿No te golpeaste?— preguntó Kain

Lilith quedó un poco sorprendida, en dos años solo había hablado un par de veces con Kain. Él era cordial, pero distante. No les ponía mucha atención a las mujeres que no le importaban. Lilith era una y Okita, la guardaespaldas de la señora era otra —estoy bien, señor— dijo

—Me alegro— dijo Kain y volvió a mirar a los ventanales.

Unos pasos marcados se escucharon por el pasillo, era un movimiento rápido y ágil. Se detuvo frente a la puerta y la abrió. La mujer que entro era rubia, con la piel lechosa y hermosos ojos verdes. Distinguida y hermosa, con un vestido blanco y ajustado a su silueta, con un broche de oro en cada hombro. Su cuello, clavícula, hombro y brazos quedaban a la vista. Llevaba sandalias con un gran tacón de aguja que la hacía ver alta.

Lilith miró a Naomi Uchiha, su jefa y la mujer más hermosa que hubiera conocido. Naomi la miró con ojos expresivos, como si le preguntara "¿Qué estás haciendo?"

—Lo siento, señora, serviré el té— dijo Lilith

Naomi asintió, miró a Kain y sonrió. Camino hacia a él, paso por delante de él contoneando sus caderas y se sentó a su lado.

Kain la miró de principio a fin y giro su rostro para seguir mirándola a la cara. Naomi giro su cuerpo para quedar de frente a Kain, este último hizo lo mismo y acercó su mano para acariciarle la mejilla. Miró esos hermosos ojos verdes y almendrados. Ella mostro una sonrisa coqueta y cerró los ojos mientras sentía la caricia de Kain sobre su rostro.

—¿Todavía estás pensando en tu padre?— preguntó Naomi

Lilith acercó el carrito con las tazas, cubiertos, azúcar, café y otras utilidades. Ella miró a Naomi, esta última parecía complacida al sentir la caricia de Kain. Tenía los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en sus labios color cereza. Lilith pensó que también estaría complacida si alguien como Kain le pusiera tanta atención. Sin embargo, Lilith dejo caer una taza y sintió un frío súbito sobre todo su cuerpo. Sus ojos se agradaron, estiro su mano y logró atrapar la taza antes de que se cayera. Su corazón latió con fuerza y miró a Naomi para ver si ella se había dado cuenta. Lo había hecho. Naomi tenía los ojos abiertos y la mirada con frialdad, pero después cerró los ojos y se acercó a Kain para acurrucarse en su pecho. Lilith sintió como su corazón latía con más fuerza, puede que después de que se vaya el señor, la regañen por estar desconcentrada.

Kain ignoro el pequeño error de Lilith y cerró los ojos mientras abrazaba a Naomi. El cuerpo de Naomi era delicado, cálido y tierno. La tela del vestido era delgada, sus senos estaban pegados al pecho de Kain. Este último saboreo la sensación de abrazar a Naomi y le respondió —sí, todavía pienso en mi oto-sama— dijo —pensé que cuando lo conociera no sentiría nada, pero ya ves—

—Te entiendo— respondió Naomi —a pesar de todo, bueno, tú ya sabes, yo también sentí lo mismo por mi padre. Pensé que sería indiferente, pero no—

Naomi puso sus manos en el pecho de Kain, llevó las manos al rostro, levantó su rostro y Kain la miró con esos ojos azules. Pudo sentir la tristeza en la mirada —no te preocupes— dijo —tú sabes porque lo hiciste. No te equivoques y cambies tu objetivo. Él desapareció de la vida de todo el mundo, ahora solo debe cumplir su propósito—

Kain asintió, agacho su rostro y lo apoyo en el cuello de Naomi mientras la abrazaba y olía el suave aroma a almendras.

Naomi miró a Lilith y le dijo —deja todo preparado y después te puedes retirar, Lilith—

Lilith hizo una reverencia y preparo las tazas como le pidió Naomi. Después miró a Naomi, ella asintió y Lilith hizo una última reverencia para después salir de la habitación.

Una vez que Lilith salió de la habitación, Naomi condujo a Kain, ella se recostó en el sofá con suavidad y él se acostó sobre ella. Kain comenzó a besar a Naomi por el cuello, ella cerró los ojos, su piel se erizo y sintió los labios sobre su cuello. Kain subió por cuello, le beso la mandíbula, la mejilla izquierda y llego a la boca. Kain la beso y Naomi acaricio el cabello. La respiración se volvió errática, los jadeos, las caricias. Kain llevó la manos a las piernas de Naomi, tenía la piel suave y las piernas largas. Kain llegó a las nalgas, las acaricio, subió a la cintura y después a la espalda.

Kain aparto sus labios y miró a Naomi, ella tenía sus mejillas ruborizadas, los ojos verdes con una mirada lánguida. Kain la beso y se introdujo en ella. Naomi soltó un fuerte gemido, lo abrazó y lo beso con todas sus fuerzas. Kain apartó su boca, la miró a los ojos, movió su cintura mientras Naomi jadeaba y lo miraba a los ojos. Kain la volvió a besar, bajo al cuello, disminuyo su velocidad, movió sus caderas con firmeza y haciendo círculos.

—Sí, sí, cariño, amor, dámelo— susurro Naomi entre jadeos y lo volvió a besar. Kain la tomo de las nalgas y se sentó con su sexo dentro de ella. Ella lo miró a los ojos, le lamios los labios, introdujo su lengua, movió sus caderas de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, haciendo círculos y cambiando el ritmo cada tanto.

Kain llevó sus manos al dobladillo del vestido, lo levantó. Naomi detuvo el movimiento de sus caderas, levantó los brazos y Kain continúo levantando el vestido hasta quitárselo. Entonces su hermoso cuerpo quedó expuesto: la piel lechosa, los senos llenos, pezones de color rosa, el cuello delgado, la espalda estrecha y los hombros sonrosados.

Kain lanzó el vestido a un lado.

Al mismo tiempo, Naomi llevó sus manos al kimono de Kain y lo abrió por el pecho. Kain quedó con el torso desnudo, el cuello delgado y la manzana de Adán relativamente grande. Tenía la espalda ancha, los músculos marcados con un aspecto atlético. Naomi y Kain se abrazaron y se besaron. Naomi comenzó a mover sus caderas, Kain llevó sus manos a las nalgas de Naomi, pellizco la carne llena y redonda. De nuevo recostó a Naomi en el sofá y comenzó a mover sus caderas.

Los gemidos y el golpeteo de las caderas llenaban la habitación mientras afuera de la casa llovía con fuerza. Al fondo de la habitación crepitaba la leña en la chimenea.

Kain soltó un fuerte gemido y dejo todo adentro de Naomi mientras soltaba un jadeo largo y agotador. Después acercó su rostro, la beso y sintió sus cuerpos cálidos y cubiertos por una fina capa de sudor.

Un par de minutos después, Kain tiro su haori en el suelo, frente a la chimenea. Él y Naomi se sentaron sobre el haori mientras sentían el calor del fuego. Los leños crepitaban, las llamas se alzaban veinte centímetros por encima de los leños mientras una capa de ceniza se formaba en la base.

Kain se recostó de lado y Naomi hizo lo mismo. Se miraban el uno al otro, se acariciaban y se besaban cada cierto tiempo.

—¿Cómo te sientes?— preguntó Naomi mientras miraba a Kain a los ojos, pero sus ojos se distraían mirando los labios. Era una boca grande, los labios carnosos, un hermoso puente de cupido. Por puro instinto lo volvió a besar.

—Mejor, mucho mejor— dijo Kain —yo estaba demasiado enfocado en otras cosas—

—Bueno, señor— dijo Naomi con una pequeña sonrisa —usted no se cansa. Hablamos hace meses de disminuir las cosas que harías, pero sigues añadiendo experimentos, reuniones y eventos importantes. Kain, ahora estoy embarazada, no quiero que el padre de mi hijo este todo el tiempo apurado haciendo visitas o solo venga cuando le sobre el tiempo. Dijiste que, con las cosas en el estado actual, todo estaría bien—

—Tengo cosas que hacer, puedo detenerme en este lado, pero todavía me queda lo del cuadro pintado—

Naomi quedó pensando en eso: los demonios, el nexo, Yaria y el reino de Boletaria. Aun sentía la muerte de su hijo Dorian, pero la Boletaria actual y la familia real, no tienen nada que ver con su hijo. La sangre de Dorian era tan fina en la familia real que no existía ningún guerrero con una fuerza significativa, esperar un semi dios estaba fuera de cuestión.

Kain miró esos ojos verdes, bonitos ojos verdes. El cabello rubio suelto, enmarcando un rostro con forma de corazón. La piel lechosa, una nariz fina y la boca grande con labios gruesos color cereza.

—¿Quieres visitar Boletaria?— preguntó Kain

Naomi miró a Kain a los ojos y asintió con suavidad.