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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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858 Chs

Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 339

Reika llego a las siete de la mañana a la puerta torii en la residencia de Kain y vio a Mari Hatake y Sakumo esperándola a un lado de la puerta. Ella acelero su paso y se detuvo delante de Mari. Esta última tenía el cabello gris y ondulado y un rostro impasible como siempre. Iba vestida de negro con una chaqueta táctica negra de los guardias de Kain, con la puerta torii en la espalda. Su piel se veía bonita, aunque todavía conservaba marcas de cicatriz como si fueran leves hendiduras en su piel. Las más notoria era una sobre su ojo izquierdo y otra en su mejilla derecha. De estatura promedio y físico esbelto. No llevaba armas a simple vista.

—Buenos días, señora— dijo Reika con un tono respetuoso. Ella miró a un lado y vio al hijo de Mari, Sakumo. El muchacho de cabello gris igual que su madre, lo llevaba corto y en punta. Tenía una actitud relajada y una mirada de apática como si fuera mejor que el resto. Reika se fijó que él tenía el pie apoyado en la pared, cosa que Kain le prohibió ayer. Reika frunció el ceño.

Mari Hatake vio a la enorme muchacha, casi una cabeza más alta que ella. Era hermosa como la mayoría de las mujeres Uchiha, el cabello largo y purpura, con una fuerza y un brillo envidiable. Hoy vestía igual que ella: la ropa negra y la chaqueta táctica oscura con la puerta torii roja en la espalda.

Mari siguió la mirada de Reika, vio a su hijo y negó con la cabeza. Después volvió a mirar a Reika, se fijó en el rostro ovalado y esos ojos almendrados con el iris purpura —no te preocupes por Sakumo— dijo —en cualquier momento Mito-sama saldrá de la casa, lo verá y le dará el susto de su vida—

Sakumo estaba apoyado en la pared blanca, se apartó y como ayer, trato de limpiar las huelas de su zapatilla.

Reika miró a Mari Hatake, tuvo que agachar la mirada para que sus ojos coincidieran y asintió.

—Ven, Kain-sama y Rei-san te están esperando— dijo Mari

—Entiendo— respondió Reika con seriedad

Mari se dio la vuelta, le dio una breve mirada a Sakumo y él asintió. Ella se preguntó si él iba a ser capaz de hacer este trabajo o tendría que volver a trabajar como anbu para la villa.

Mari abrió la puerta, dejo que pasará Reika y cerró la puerta. Ambas se quitaron sus zapatillas shinobi y caminaron por el pasillo hasta el final. Doblaron a mano izquierda y se detuvieron frente a la primera puerta corredera de la derecha.

—Kain-sama— dijo Mari —Reika ya llegó—

—Excelente— dijo Kain desde el interior —ya salimos—

Mari y Reika esperaron durante un par de minutos hasta Kain y Rei salieron de la habitación. Kain iba vestido con su usual haori blanco con el vajra y el abanico en la espalda. Por otro lado, Rei iba vestida con un kimono amarillo abierto y por debajo un vestido de una pieza de color crema que le llegaba a las rodillas. Gracias a su embarazo su cuerpo había adoptado la forma de una B.

—¿Cómo me veo?— preguntó Rei un poco insegura de su apariencia. Estaba acostumbrada a utilizar kimonos de la forma tradicional. Esta ropa fue sugerencia de Akane.

—Se ve muy bien, señora Uchiha— dijo Mari Hatake con una pequeña sonrisa. Le agradaba Rei, ya sea por su apariencia tierna o sus bonitos ojos azules que trasmitían simpatía.

—Te ves muy bonita, Rei-chan— dijo Reika con una hermosa sonrisa

—Gracias— dijo Rei con una sonrisa nerviosa, miró a Kain y le sujeto la mano.

Kain levantó la mano de Rei, sonrió y le dio un pequeño beso en el dorso de la mano —te dije que te veías adorable— dijo

—Sí— respondió Rei con una amplia sonrisa

Kain miró a Mari Hatake y Reika —muy bien, como acordamos, tú y Reika vendrán conmigo. Mari, tu trabajo será proteger a Rei-chan en todo momento y asistirla en todo lo que ella te pida. Por otro lado— se enfocó en Reika y continuo —tu vendrás conmigo, serás mi escolta y observaras todo lo que yo haga. Tu trabajo es similar al de Mari, así que espero tu ayuda—

—Entendido, Kain-sama— respondió Reika con una expresión seria

—Bien— respondió Kain, busco dentro de la manga de su haori y sacó un kunai con forma de tridente. Miró a Mari, Reika y Rei y les dijo —toquen el kunai—. Así los hicieron las tres y Kain continuo —ahora, pase lo que pase, mantengan la calma y traten de no asustarse—

—Eso me pone más nerviosa si lo dice de esa manera— dijo Rei

Kain soltó una risita y sonrió —por eso lo digo— respondió y al instante siguiente desaparecieron de la casa de Mito y aparecieron en una habitación subterránea. El lugar tenía un foco eléctrico en el techo y a los lados había toda clase de muebles antiguos.

—¿Esto es?— preguntó Rei dando vueltas con asombro

—Esto es la capital, para ser más específicos, la casa de Naomi en la capital. Un regalo del daimio y su hermana, Kasumi— respondió Kain —vamos, por aquí—

Kain le tomo la mano a Rei y la guio a unas escaleras de madera donde podían caminar los dos a la vez. Detrás de ellos venían Mari y Reika. Kain y Rei se detuvieron delante de la puerta y golpearon un par de veces. La puerta se abrió y del lado del pasillo del primer piso apareció una muchacha. Ella llevaba un traje de sirvienta negro y un delantal blanco. De piel morena, cabello purpura, corto y ojos purpura.

—Buenas tardes, Kain-sama— dijo la joven sirvienta —la señora lo está esperando en su oficina—

—Entiendo, gracias, Lilith— respondió Kain, salió de las escaleras con Rei y se encontraron en una enorme casa del estilo de los civiles. En pocas palabras, sin puertas correderas, tatami o esas cosas. Para empezar, la sirvienta Lilith llevaba zapatos dentro de la casa. Rei se sorprendió por el tremendo cambio. Ella solo conocía a los civiles que vivían en Konoha, quienes, dentro de todo, llevaban una cultura y estilo de vida muy parecidos a los shinobis.

Kain mostro una pequeña sonrisa, miró a Lilith y le dijo —esta es mi esposa, Rei Uchiha. Por favor busca a alguien para que la ayuda y la asista en todo. También habrá un guardaespaldas para ella— miró a las dos personas que salieron y se enfocó en Mari Hatake —aquí, Mari Hatake, es el jefe de mis guardaespaldas. Por favor, considera una habitación para ella cerca de la de Rei—

—Entiendo señor— respondió Lilith y se concentró en Reika, alta, con la piel lechosa, el rostro con forma de corazón y hermosos ojos almendrados de color purpura. Como llevaba pantalones, Lilith pudo ver sus piernas. Eran las más largas que hubiera visto.

Reika miró hacia otro lado, llevó su puño a la boca y tosió.

—Perdón— dijo Lilith e hizo una pequeña reverencia de cuarenta y cinco grados. Ella miró a Kain y le preguntó —¿ella también es un guardia?—

—Sí, por favor, también considera una habitación para ella— respondió Kain

—Entiendo, señor—

Kain asintió, sacó un sello de papel y sacó unas zapatillas shinobi para Rei. Se agacho y la ayudo a ponerse el calzado.

Mari y Reika se quedaron mirando, un poco ajenas a este tipo de cultura. Kain termino de colocarle las zapatillas a Rei y le tendió un sello de papel a Mari Hatake. Esta última lo recibió y miró a Kain.

—Adelante— dijo Kain —estaba seguro de que se olvidarían de llevar zapatillas de repuesto. Tengo un par nuevas para ustedes, tu talla y la de Reika son muy diferentes, es imposible que se equivoquen—

Mari Hatake canalizo chakra al sello y cayeron un par de zapatillas shinobi del color que ocupaban cada una y las tallas perfectas. Ambas se pusieron sus zapatillas y acompañaron a Kain al segundo piso mientras Lilith los seguía.

El segundo piso estaba alfombrado, un ambiente tranquilo, focos de luz colgados de las paredes con una base metálica y rodeadas de un vidrio con la forma de un botón de flor a punto de abrirse. Kain pensó en las paredes blancas, las cornisas hechas de yeso y pintadas de blanco. Esta casa le recordaba a una que tuvo hace mucho tiempo. No sabía si era la que tuvo en Orario o la que tuvo en Millis. Al igual que con Kaoru, Kain estaba seguro de que Naomi también era un alma reencarnada. Sin embargo, su nivel de debilidad era sorprendente, ya que Naomi nunca destaco en chakra ni en habilidad. Era como si fuera totalmente ajena a los conocimientos del poder.

Kain se detuvo frente a una puerta robusta con una manilla. Levantó su mano, apoyo sus nudillos en la madera barnizada al natural y le dio dos golpecitos.

—¿Quién?— preguntaron del otro lado de forma juguetona

—Soy yo, Kain— respondió Kain

La puerta se abrió y apareció una hermosa mujer rubia con el cabello ordenado en una trenza que arremolinaba en la parte alta de la nuca. Tenía un rostro ovalado, bonitos ojos verdes y una sonrisa hermosa.

—Hola, Naomi— dijo Kain

Naomi miró a Kain con una sonrisa, pero al ver al resto su sonrisa se apagó y realizo un pequeño asentimiento. Se fijo en la muchacha que era tan alta como Kain. Tenía un cabello purpura hermoso y un rostro delicado —hola, buenos días— dijo con un tono cortes

El resto se sintió un poco raro al ver el terrible cambio entre la persona juguetona y la persona seria y cortes.

Naomi los quedó mirando, examinando los rostros. Le tendió su mano a Rei y esta última acercó su mano izquierda. Naomi la tomo y la llevo al interior —pasen— dijo —todos son bienvenidos—

Kain avanzó detrás de ellas y lo siguieron Reika, Mari y Lilith.

Vieron la enorme habitación alfombrada con un enorme ventanal con vistas al jardín imperial. Al fondo se veía el enorme castillo imperial de aspecto tradicional. Frente al ventanal había un escritorio y a un lado estaba Okita, de cabello rubio y cortó hasta los hombros. Diferente de las ropas que llevaba en Konoha, ahora vestía un traje negro con chaqueta, pantalón y zapatos negros.

Naomi llevo a Rei a una silla frente a su escritorio y Rei se sentó. Naomi miró a Lilith y le dijo —por favor, prepara té para todos los presentes—

—De inmediato, señora— dijo Lilith, hizo una reverencia y salió de la habitación.

Naomi se apoyó frente a su escritorio mientras miraba al resto. Rei estaba a su izquierda y un poco más atrás, a la derecha, Okita —mucho gusto, a usted señora Hatake la conozco, ha sido un tiempo— dijo

—Mucho gusto, señora Uchiha—

—Naomi está bien— dijo Naomi, miró a Rei y sonrió —hay más de una señora Uchiha y podría haber malentendidos—

Rei sonrió y soltó una risita breve como una exhalación de aire.

—Entiendo, Naomi-sama— respondió Mari Hatake sin tomarse personal el trato de Naomi

Naomi miró a la gran Reika, era una cabeza más alta que ella y un par de centímetros más alta que Kain. Era inusual ver a una mujer tan alta, pero sobre todo ver a una tan bonita. Miró a Kain a los ojos, él sonrió con complicidad y levantó las manos como si no fuera su culpa. Naomi frunció el ceño, miró a Reika y sonrió —mucho gusto, Reika, Kain-kun ya me informa de ti. Espero que nos llevemos bien, si tienes dudas, pregunta—

—Sí, señora— dijo Reika con voz pequeña y tímida.

Naomi ladeo su rostro y miró a Reika de lado a lado. Su actitud era muy débil para ser pareja de Kain, pensó. Después miró hacia atrás y vio a Okita, en su traje negro, con el cabello rubio hasta los hombros. Bueno, pensó, hablando de gente tímida. Naomi negó con la cabeza y señalo —por favor, tengo que conversar algunas cosas con Rei-san. Pueden ir a descansar o a pasear al jardín imperial. Sin embargo, no se acerquen al castillo imperial o los anbus o la policía militar los detendrá—

—No, Rei vine con Mari, tienes que tolerar su presencia— respondió Kain con seriedad

Naomi lo miró a los ojos y le dijo —está Okita, nada le va a pasar a Rei—

—No, te estoy diciendo que Mari es el guardaespaldas de Rei ¿Entendido?—

Naomi negó con la cabeza y soltó un suspiro —está bien— respondió y lo miró a los ojos. Kain sonrió y le guiño un ojo. Se dio la vuelta y salió de la habitación junto con Reika.