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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Pas assez d’évaluations
858 Chs

Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 325

Kain se reunió el martes con Hiruzen en el dojo donde los Sarutobi tenían sus reuniones. La estatua de oro del sabio rey mono estaba al final. Sujetaba un largo báculo en su mano derecha, las piernas abiertas a la altura de los hombros. El pie izquierdo por delante del derecho y la mano izquierda apuntado hacia adelante. El rostro era lo más parecido a un mono, ya que era peludo, la nariz plana y la boca grande.

Delante de la estatua estaba Hiruzen, sentado en posición de loto sobre un cojín. Llevaba puesto un kimono dorado. El cabello desordenado, los ojos almendrados, los tatuajes en forma de colmillos que crecían desde sus parpados hasta las mejillas. Por último, una barba de chivo en el mentón.

Kain estaba sentado delante de él. Él había extendido su percepción y no sintió anbus ni shinobis vigilando.

—Hideaki está grande y fuerte— dijo Kain con una sonrisa

Hiruzen sonrió como un padre idiota y respondió —por supuesto, es mi hijo—

—También es demasiado tímido, ni siquiera me miró cuando Biwako-nee le dijo que me saludara—

—Bueno, no tienes ninguna gracia, eres un muchacho—

—¿Eso quiere decir que él es igual de pervertido que su padre?—

—Kain—

Kain sonrió y le preguntó —¿Qué? Solo digo la verdad—

Hiruzen negó con la cabeza, tomo una profunda respiración y lo miró con seriedad —bien ¿De qué querías conversar?— preguntó

Kain miró los alrededores, el dojo estaba limpio, pero vacío. Un lugar sagrado e incómodo para conversar. Demasiado rígido, pensó. Kain evaluó a Hiruzen, aunque era la viva imagen de Sasuke (más joven y sin el exceso de peso), su actitud era demasiado estricta, poco Sarutobi. Si hubiera sido el viejo Sasuke, hubiera preparado un banquete, vino. Él tendría una actitud jovial y burlesca. Incomodando y riendo. Un juego entre la amistad y la rivalidad, danzando en la fina línea de la enemistad, pero sin nunca declararla. Un verdadero jugador, alguien al que debes tener en cuenta, muy cerca para hacer buenos negocios, pero nunca bajar la guardia, porque en el momento en que lo pierdas de vista, te robara. Igual que un mono bromista. Kain se preguntó ¿Qué había pasado para que Hiruzen sea tan poco jugador, tan poco Sarutobi?

—Tengo varios puntos que conversar contigo, Hiruzen, pero vamos por lo más sencillo— dijo Kain con tranquilidad —¿Cuándo Konoha va a intentar introducirse en las industrias? Kumo, Iwa, Kiri y Suna ya están listos, trabajando hace un año. Los cuatro kages solo tienen palabras de elogio para mi proyecto. Me parece extraño que Konoha no este participando—

—No es tan sencillo, Kain— dijo Hiruzen, miró a otro lado de forma evasiva y después miró a Kain —Konoha se divide en varios clanes, algunos no están dispuestos o tienen desconfianza de tus propuestas—

—Claro ¿y por eso han estado enviando solicitudes al daimio para comprar terrenos?— preguntó Kain, miró a Hiruzen a los ojos. Este último también lo miraba a los ojos, pero no pudo sostenerle la mirada y miró en otra dirección. Kain tomo una profunda respiración y continuo —el daimio no te dará los permisos. Yo ya estoy en eso. Me canse de esperarte y voy a avanzar solo. Puedes decirle a los de la alianza Ino-Shika-Cho que han perdido su oportunidad. Menudo amigo estás hecho Hiruzen—

—Kain, no entiendes— respondió Hiruzen con el ceño fruncido y lo miró a los ojos con preocupación.

—No, yo entiendo, entiendo a la perfección que mi amigo me quería engañar. Sin embargo, también puedo entender que eras tan estúpido como para no entender la fortaleza de mi proyecto—

Hiruzen frunció el ceño al punto de que se le formo una línea entre las cejas, pero se quedó callado y lo quedó mirando.

Kain gesticulo una sonrisa de resignación y pensó por un momento que Hiruzen solo tenía el factor oportunista de los Sarutobi, pero nada más. Demasiado avaricioso, pero tonto —¿De dónde ibas a sacar la tecnología?— preguntó —¿O qué pensabas? ¿Qué solo íbamos a producir cosas comunes y corrientes que ya están en el mercado?—

—Bueno, tu no quieres compartir lo que estás desarrollando— dijo Hiruzen con el ceño fruncido —ante tal poca confianza, no hay nada que hacerle—

—Porque la tecnología todavía no está completa, pero eso no tienen nada que ver con esto. Por otro lado, las maquinarias que estamos ocupando son un treinta por ciento más eficientes que el resto ¿Quieres saber algo?— Kain guardo silencio y espero unos segundos. Hiruzen lo miró a los ojos con nerviosismo y Kain continuo —me llego una carta del daimio de la nación del Rayo. Me ofreció tierras, títulos y su patrocinio si me iba a vivir a la nación del Rayo—

—No puedes, Konoha…— dijo Hiruzen alzando la voz

—No seas estúpido— rugió Kain, Hiruzen se calló y Kain continuo con un tono enojado —por supuesto le dije que no. Esta es mi tierra, aquí crecí. Fui al campo de batalla para protegerla, pero rayos, mi propio amigo me trata de robar en mi cara. Solo puedo sentir pena por esta situación. Pensé que ayudándote en lo que te preocupaba tendría tu confianza. Jamás he hablado mal de ti y bien que podría. Hyuga y Uchiha me respaldan al ciento por ciento. Son una porción significativa de la fuerza de Konoha. Sin embargo, siempre he apoyado todo lo que has hecho y cada vez que me han preguntado, les he dicho que debe haber una razón para todas tus decisiones. Incluso Tsuna, Orochimaru y Jiraiya se cuestionan tu forma de actuar. Son niños inocentes que no tienen idea del mundo, pero hasta ellos se dan cuenta de lo que pasa en Konoha. Ahora dime ¿Qué sucede?—

Hiruzen agacho la cabeza y sus ojos se dirigieron a la esquina izquierda inferior —la alianza Ino-Shika-Cho me ofreció un mejor trato— murmuro —uno entre ellos y los Sarutobi—

—Eres un idiota igual que ellos— dijo Kain molesto, Hiruzen lo miró a los ojos y él continuo —¿Acaso no leíste los informes de tu sensei? ¿Las misiones secretas y las razones del porque hizo lo que hizo? ¿Eres tonto?—

—Kain, soy tu hokage—

—Recuerdo que eres mi hokage, pero parece que tú no piensas las cosas. Actúas como si fueras listo, pero has caído en la trampa de esos idiotas. Ellos también trataron de hacer lo mismo con Tobirama, pero él los mando a la mierda. En aquella época lo estaban presionando para eximir sus negocios de impuestos y darles otras facilidades—

Hiruzen agacho la mirada y frunció el ceño tratando de recordar lo que decía Kain. Lo había leído, pero lo recordaba de forma confusa.

—¿Con quién conversaste esto?— preguntó Kain, soltó una exhalación de cansancio —¿Quién te dijo que estaba bien?—

Hiruzen levantó el rostro y lo quedo mirando

—Vamos, Hiruzen, yo sé que no eres tan tonto. Eres un Sarutobi, debiste conversarlo con alguien ¿Biwako-nee, tu padre, alguien?— solo quedó el silencio —¿Danzo, Koharu o Homura?—

Hiruzen negó con la cabeza.

—En ese caso ¿Para qué tienes asesores? ¿Solo por la amistad?—

—Tú no entiendes, el clan está en un estado de estancamiento. Necesitan nuevas fuentes de recursos. Yo no soy tan bueno como mi padre, necesitaba esto—

—¿Estás solo?— preguntó Kain, Hiruzen se quedó callado —dime, Hiruzen ¿Estás solo? Santo cielo, tienes a tu maldito padre que es un incordio, pero tiene buenos ojos para los negocios. Es un maldito ladrón con vestiduras de oro y la sonrisa de buda ¿Cómo no le pudiste consultar a él? ¿Cuál es el gran problema?—

Hiruzen agacho la mirada y se quedó callado.

Kain negó con la cabeza, tomo una profunda respiración y continuo —ten cuidado con lo que prometes, eres el hokage, pero no eres dueño de la villa—

—Kain, una cosa no tiene nada que ver con la otra— respondió Hiruzen

—No, Hiruzen, mi trato era para los kages y sus villas. Todo el mundo accedió, pero tú no quisiste y ahora perjudicaste a la villa. Tomaste una decisión por tu cuenta, tonta y avariciosa, ahora vas a pagar las consecuencias—

Hiruzen entrecerró los ojos y le preguntó —¿Es una amenaza?—

—De nuevo ¿Eres tonto?— preguntó Kain poniendo énfasis en el "tonto" para hacerlo sentir culpable —crees que con lo que están logrando las industrias de las otras villas ¿Nadie se va a dar cuenta? Van a hacer preguntas, y cuando las hagan, porque estoy seguro de que las harán. Tú tendrás que responder por este terrible error—

—Es solo un negocio—

—Uno que al año aporta decenas de millones de ryos en ingresos por utilidades a la villa. Le da trabajo a los shinobis de menor rango cuando no hay misiones decentes. La gente no se alimenta del aire Hiruzen—

—No te creo— respondió Hiruzen negando con la cabeza y cruzándose de brazos como si pusiera una barrera entre él y Kain.

Kain lo quedó mirando, soltó un suspiro y le preguntó —¿Por qué no me crees?—

—Vas a necesitar protección. Ninguna villa puede venir a la nación del Fuego a protegerte. Ese dinero, sea tuyo o de alguien más, igual terminara en la villa—

—Eres un tonto— dijo Kain decepcionado porque su amigo era incapaz de aceptar que se había equivocado —si hubieras sido inteligente, la villa hubiera sido dueña del treinta por ciento de la industria. Eso, al año, representa demasiado dinero. Por otro lado, como hokage puedes encarecer el trabajo de guardia todo lo que quieras, pero hay un límite. Sobre todo, cuando esto afecta a todo el mundo, tanto a civiles como a shinobis. El daimio ya ha dado su apoyo, está feliz. Los nobles y comerciantes están haciendo fila para comprar la parte de la industria que vamos a poner a la venta. Es una lástima, pero este proyecto funcionara sin la administración de Konoha y tú has perdido la oportunidad de hacer algo bien—

—Somos shinobis— dijo Hiruzen como si fuera una amenaza —podemos hacer muchas cosas—

Kain curvo la comisura derecha del labio hacia arriba y le preguntó —¿Eso es una amenaza? Bien, en ese caso, déjame hacerte una pregunta ¿Quiénes son los que pagan las mejores misiones de la villa?—

Hiruzen lo quedó mirando a los ojos y murmuro —nobles y comerciantes. El daimio—

—Exacto— dijo Kain con una sonrisa —si te pones en mi camino, haré que los nobles corten todas las fuentes de ingresos de la villa. Ellos pueden solicitar el trabajo de otra villa con permiso del Daimio. No me puedes detener Hiruzen— Kain se levantó del suelo y continuo —bien, eso es todo. La próxima vez que tengas una reunión con todos los clanes me presentare. Espero que estes preparado, tengo muchas cosas que discutir con los clanes—

Hiruzen se puso de pie, lo miró enojado y le preguntó —¿Le vas a decir a todo el mundo sobre esto?—

—No hay necesidad, la gente se dará cuenta. Esto es una bomba que en algún momento va a explotar y tú vas a tener que responder. Yo no necesito hacer nada. Tú te mataste a ti mismo—

Kain se dio la vuelta y camino hacia la salida del dojo.

—Kain, espera— dijo Hiruzen mientras lo seguía —creo que esto es más complicado, necesitamos hablarlo, en otros términos—

Kain continúo caminando y le dijo —no lo creo— se detuvo frente a la puerta corredera y la abrió —ya te di tiempo suficiente para pensarlo y me traicionaste— dio un paso afuera, pero Hiruzen avanzó, lo alcanzó y lo agarro por el brazo.

Por fuera el cielo estaba nublado, corría viento y el pasto que rodeaba el dojo había sido regado hace un par de horas. El único lugar por el que podías andar era a través de los pastelones de piedra. De lo contrario, el hakama, en caso de Kain, quedaría mojado y manchado por el pasto.

Kain se dio la vuelta y miró a Hiruzen. Este último lo soltó del brazo, pero lo quedó mirando a la cara —me equivoque, pero sé que podemos corregir esto— dijo

Kain lo quedó mirando, entrelazo sus manos a la altura del regazo y le dijo —¿Qué propones?—

—Bueno, no lo sé— dijo Hiruzen

Kain entrecerró los ojos con enojo, porque Hiruzen además de ser avaricioso, era cobarde. Por supuesto, Kain sabía que esto iba a pasar. Cuando no tomas una decisión por tu cuenta, otro la toman en tu lugar —¿Qué puedes ofrecer?— preguntó

Hiruzen hizo una sonrisa incomoda, abrió la boca como si quisiera decir algo, pero al final soltó un suspiro y le preguntó —¿Qué quieres?—

—Nada de ti en especial, pero me preocupa el futuro de Konoha si esto es lo que tenemos de aquí a que fallezcas—

—Kain ¿De qué hablas?— preguntó Hiruzen, dio un paso atrás

Kain frunció el ceño y le preguntó —¿Eres tonto?— Hiruzen lo quedó mirando a la cara, Kain soltó un suspiro y le dijo —vamos adentro, hay que conversar. Desde ahora en adelante voy a meterme en la administración de la villa. De lo contrario, esto se caerá a pedazos—