Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 321

Kain salió del comedor y avanzó por el pasillo con dirección a su habitación. Escucho que alguien decía "permiso" y cerraba la puerta corredera detrás de él. Kain miró hacia atrás, vio a la persona. Era Nagisa, con el cabello naranja y liso ordenado en una coleta. Iba vestida con la ropa oscura de los shinobis de Konoha.

Nagisa camino detrás de Kain, acelero un poco su paso y lo alcanzó. Ella le tomo la mano derecha, Kain la miró de soslayo y sonrió. Él siguió caminando y ella lo siguió a través del corredor. Ellos se detuvieron frente a la puerta corredera de la habitación de Kain.

Kain tomo la mano de Nagisa, la acercó a sus labios y le beso el dorso de la mano. Ella sonrió, sus hermosos ojos verdes estaban fijos en Kain mientras se ruborizaba. Kain la toma de la mano, acercó su rostro y Nagisa se paró de puntillas para responder a su beso. Kain la beso con suavidad, la llevo hacia la pared. Nagisa toco la pared con la espalda con suavidad, pero eso no interrumpió el beso. Kain llevo su mano izquierda a la otra mano de Nagisa, la tomo con suavidad y la beso. Introdujo su lengua en la boca de Nagisa, exploro su boca, ella entrelazo su lengua con la de Kain.

—Kain-sama— susurro Nagisa entre los besos, su pecho subiendo y bajando, las mejillas ruborizadas, los ojos con un brillo acuoso lleno de anhelo.

Kain detuvo poco a poco el beso hasta que solo le dio un pequeño beso y apartó su rostro —¿Adónde te gustaría ir?— susurro

—Adonde Kain-sama quiera. Yo solo quiero estar contigo— susurro Nagisa mientras se mordía el labio inferior. Ella miraba a Kain a los ojos y después a los labios.

—Bien, iremos a las montañas— susurro Kain, apartó sus manos de Nagisa y llevo su mano derecha al pilar de la derecha de la puerta corredera. Al introducir el chakra del tipo madera, la seguridad se levantó y un zumbido sonó como si se desvaneciera. Kain abrió la puerta y Nagisa entró primero. Después la siguió Kain y volvió a cerrar la puerta. Él miró a la puerta y vio como de este lado de la puerta se activaba una luz con la forma de puerta Torii a la altura de la mitad de la puerta.

Kain asintió satisfecho con su nuevo sistema de seguridad. Proyectaba una barrera defensiva alrededor de la habitación ocultando y protegiendo el interior. Prácticamente era un bunker. Incluso si lograban botar las murallas exteriores, el interior de la habitación quedaría protegido y oculto. Era un sistema de seguridad con un enorme costo de energía, pero con las reservas de chakra que tenía Kain, no suponía ningún problema.

—Kain-sama— dijo Nagisa

Kain miró hacia adelante, vio a la linda chica de cabello naranja vestida por completo de negro. Ella lo esperaba en la biblioteca de la habitación. Kain camino hacia ella, se detuvo frente a ella y sonrió. Nagisa sonrió de forma maravillosa y tomo una profunda respiración con nerviosismo. Kain le tomo la mano. Nagisa se paró de putillas y le dio un pequeño beso. Kain sonrió y realizo un sello de tigre con su mano derecha y la transferencia fue automática.

Nagisa miró a su alrededor. Sin darse cuenta de que había pasado de la habitación de Kain al enorme campo de prácticas subterráneo. El lugar seguía siendo oscuro, con una única luz encendida que era la que estaba sobre sus cabezas. El viento corría llevando un aire fresco y limpio.

Nagisa miró a Kain y preguntó —¿Qué cambió?—

—Con el nuevo sistema de seguridad toda mi habitación es un área de transferencia valida— dijo Kain como si fuera de lo más normal. Él avanzó sin soltar la mano de Nagisa y las luces se encendieron a medida que el avanzaba iluminando las zonas necesarias, sin dar ningún comando o realizar algún sello de mano.

—¿Esto también?— preguntó Nagisa mirando al techo y viendo cómo se encendían los focos en su camino.

—Sí, ahora hay un sistema que escanea el área y gestiona el sistema de seguridad— respondió Kain —facilita la iluminación, purificación del aire, crea una barrera de absorción de energía calórica cuando uso jutsus de fuego y convierte el calor en energía—

—¿Qué más?— preguntó Nagisa mirando al techo, a Kain y hacia atrás. Se dio cuenta que cinco metros por detrás de ellos las luces se iban apagando.

—Todavía es un prototipo— respondió Kain con una amplia sonrisa —no te preocupes, te lo mostrare cuando lo tenga listo—

—Kain-sama— protesto Nagisa

Kain se detuvo, la miró y ella sonrió para Kain. El rostro con forma de corazón enmarcado en el cabello naranja y liso —por ahora no se lo mostrare a nadie, es como tener una gran sorpresa y si te la muestro ahora, dejara de ser sorpresa—

—Moooo— dijo Nagisa con una amplia sonrisa y dando un zapatazo al suelo en un gesto de frustración —solo me da más curiosidad—

Kain llevo su dedo índice a la nariz de Nagisa y presiono la punta con suavidad. Ella cerró los ojos, Kain apartó la mano y Nagisa lo miró a los ojos. Kain dijo —la curiosidad es buena, pero por ahora debes esperar ¿Entendido?—

Nagisa ladeo su rostro como si fuera a tocar su hombro con la barbilla mientras lo miraba y sonreía —Tienes que llenar mi mente con otra cosa o no podré dormir de la curiosidad— dijo con voz sugerente.

Kain sonrió complacido con la sensualidad de Nagisa, pero no lo impresiono. Así que se mantuvo en tranquilo. Kain acercó su rostro mientras sonreía y le dio un pequeño beso en los labios —ya lo verás, ya lo verás— dijo

—¿Qué cosa?—

Kain mostro una hermosa sonrisa, apartó su rostro y continúo caminando hasta una pared de piedra con un pequeño cuadrado metálico. Kain puso el pulgar, inyecto su chakra del tipo madera y una enorme puerta se abrió. Él y Nagisa tuvieron que retroceder. La puerta se abrió por completo e ilumino la habitación interior. Era grande, cuadrada, sin ventanas ni adornos. En su lugar, tenía sellos grabados en placas de metal de chakra con el nombre de un lugar en específico.

Kain avanzó con Nagisa y la enorme puerta de la habitación se cerró detrás de ellos. La habitación quedó iluminada e insonorizada. Kain levantó su rostro al techo plano y dijo —guardián, llévanos a las montañas de la nación del Trueno—

—¡¿Qué?!— preguntó Nagisa

—Entendido, Kain— sonó una voz femenina, suave y metálica —sello cargado con chakra, conexión establecida, área preparada, gestionando transferencia—

Kain sonrió al escuchar la voz, era Ariel, Guardiana del equilibrio. Kain dudaba de que fuera la voz correcta, pero en el fondo de su alma sintió que era lo más parecido que escucharía en esta vida.

Al instante siguiente, Kain y Nagisa aparecieron en lo alto de una montaña sobre una placa de metal. El cielo nocturno estaba despejado e iluminado. Los astros formaban un largo rio de estrellas. La luna hermosa, pálida y menguante. Frente a Kain y Nagisa había un lago redondo con hermosas luciérnagas que emitían su propio brillo. El ambiente tranquilo y agradable, el viento suave con humedad y calor agradable.

—¿Y esto?— preguntó Nagisa dando vueltas y admirando los alrededores. Ella se detuvo mirando a Kain con una expresión de asombro —yo pensé que…—

—¿Qué pensaste, Nagisa?— preguntó Kain con una sonrisa rebosante de diversión al ver su expresión

—Bueno, pensé que iríamos a un lugar cercano. Esto es maravilloso—

—Lo tomare como un cumplido— dijo Kain con una sonrisa confiada en los labios. Le ofreció su brazo derecho y Nagisa se tomó de él. Kain la guio en dirección contraria al lago. Nagisa vio que subía una leve pendiente con un caminillo de tierra y pastizales a los lados con árboles frutales. Ellos avanzaron por el caminillo mientras pequeñas luces a los lados se empezaron a encender. Nagisa se dio cuenta de que al final del caminillo había una cabaña de un piso. Ella miró a Kain y él sonrió. Ella se apegó a Kain y avanzaron hasta la cabaña. Una vez que llegaron a la cabaña, Kain se apartó de Nagisa, llevo su mano a la viga derecha de la puerta y puso su pulgar en un cuadrado metálico. Inyecto su chakra del tipo madera y la puerta sonó emitiendo el zumbido como si algo se desvaneciera. Sin embargo, notó que la luz interior no se encendía.

—Puede que tenga que realizar más revisiones antes de poder implementar el sistema— dijo Kain y a los pocos segundos se encendió la luz de la cabaña y el sistema de purificación del aire. Kain frunció el ceño y dijo —una leve demora en los comandos—. Kain abrió la puerta y miró a Nagisa —adelante—

Nagisa sonrió y avanzó por delante. Kain camino detrás de ella y cerró la puerta. Sin embargo, el zumbido no sonó, ya que la seguridad se mantuvo al mínimo en puertas y ventanas para que los usuarios pudieran moverlas a su voluntad.

Nagisa miró el interior de la cabaña, era del estilo de los civiles, con un comedor a la izquierda, una cocina a la derecha, una enorme cama al fondo y una puerta a la izquierda de la cama; seguramente sea el baño. Era una cabaña pequeña para que dos personas pudieran vivir un par de días.

—¿Qué tal? No es por nada, pero fue algo que pensé hace un par de días— dijo Kain con una sonrisa engreída

Nagisa lo miró a los ojos, negó con la cabeza y se acercó a Kain, lo abrazó por la cintura y se paró de puntillas para poder besarlo en los labios. Kain le devolvió los besos. Nagisa apartó su rostro y respondió —espérame un par de minutos, vuelvo de inmediato—

Kain sonrió y asintió. Nagisa se dio la vuelta y fue a la puerta de la izquierda, a cuatro metros de la de la cama. Ella abrió la puerta y la luz se encendió sorprendiéndola. Ella miró hacia atrás y sonrió. Kain la quedó mirando y ella desapareció detrás de la puerta.

Kain puso un rostro serio y susurro —guardián, dame un informe de la demora en el encendido de las luces—

—Kain— dijo la inteligencia artificial con voz femenina, suave y metálica. La voz sonaba como si proviniera de un lugar cercano, pero solo era el efecto de pequeñas vibraciones dentro del área valida de comunicación —la activación de comandos a través del sistema de sellos tiene una demora prolongada debido a la distancia y las montañas. Se recomienda seguir con el proyecto "maestro" para agilizar la emisión y recepción de información—

—Muéstrame la gráfica y las zonas del mapa que representan un problema para la trasmisión de información—

—De inmediato— respondió guardián y delante de Kain apareció un mapa del continente con varias zonas en rojo, pero eran áreas tan grandes que podían abarcar países pequeños como el país de los Pastizales o el País del Hielo.

Kain soltó un suspiro al ver todo el trabajo que tuvo que hacer y como todavía no era optimo en cuanto a precisión. Para poder encender el sistema de luz de la cabaña, guardián tuvo que utilizar antenas puestas en otras regiones y dar una enorme vuelta para llegar a la cabaña y encender la luz. Sencillamente horrible, pensó Kain. Quería seguir con el sistema de comunicación llamado proyecto "maestro", pero primero tenía que mejorar a Guardián y terminar de ensamblar a las unidades de apoyo "Vástago y Segador".

Kain miró hacia otro lado, soltó un suspiro y le dijo —suficiente, mantén el perímetro vigilado y avísame si alguien se acerca a la cabaña—

—Sí, Kain— respondió Guardián.

Kain fue a la cocina, busco un par de copas de cristal y una botella de vino. Fue a la cama, dejo las cosas en el velador y se recostó en la cama mientras esperaba a Nagisa. Ella salió a los veinte minutos vistiendo un hermoso kimono naranja con un obi esmeralda y su cabello recogido en un moño. Se veía hermosa, coqueta e inocente. Kain se sentó en el borde de la cama y se levantó.

Nagisa avanzó con los pequeños pasos que le permitían el kimono. Ella se detuvo delante de Kain y levantó la mirada. Ella lo quedó mirando a los ojos mientras mostraba una hermosa sonrisa.