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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Pas assez d’évaluations
935 Chs

Mundo Shinobi - Metamorphosis - capitulo 46

Aunque llego el invierno a Konoha, Kain y Hashirama continuaron con sus entrenamientos. En un patio trasero lleno de posas de agua y barro, habían clavado una gran numero de armas en la tierra. Todas puestas a lo largo y ancho, alcanzando un plano de cinco metros de ancho por diez de largo. En ese momento el cielo estaba nublado y había llovido hace un par de horas. El frio en el aire producía que los alientos se conviertan en nubes de vapor que, al poco rato de haber salido de las bocas, se desvanecieran.

Hashirama estaba del lado izquierdo del rio de armas, con el bosque a sus espaldas. Por otro lado, Kain estaba del lado derecho, con la casa a sus espaldas. Lo único que los separaba era la gran cantidad de armas y artilugios que habían preparado. Ambos vestían polerones con cuello de tortuga, pantalones bombachos negros y sandalias de madera. Hashirama se mantenía en una posición natural, observando la postura de Kain y examinando su mirada. Los ojos del niño estaban concentrados en él, ni siquiera miraba las armas. Asintió en su mente, era un buen indicio. Si querías ser un maestro de armas, deberías valorar a todas las armas con la misma importancia sin pensar que una era mejor que otra. Lo importante era saber ocupar cada arma que te encontraras en tu camino y nunca perdieras de vista al oponente.

Por otro lado, Kain respiraba y exhalaba tratando de mantenerse en calma. Mirando a su tío que era tres palmos más alto que él. Su mirada era sería y su actitud segura. Sin embargo, algo que destacaba en Hashirama, al menos, dentro de las personas que lo conocían de siempre, era su rostro envejecido. Estaba envejeciendo a una gran velocidad, al punto de que parecía haber llegado a los cincuenta. Sus mejillas estaban algo caídas y sus ojos cansados con ojeras. Su pelo se estaba llenando poco a poco de canas y estaba perdiendo contextura física. Ni por asomo se veía débil, pero era demasiado notorio el cambio para los que lo veían a diario. Kain apretó y aflojo sus puños sintiendo el aire frio que los rodeaba. Si no fuera por el milagro del chakra, les sería difícil mantenerse en este clima tan ligeros de ropa.

Hashirama levantó su mano derecha, hizo el gesto para que él avanzará y dijo -Adelante-

Entonces Kain salió corriendo a toda velocidad en su dirección, atravesando el rio de armas y pasó a tomar una guadaña de mano con una cadena atada a su pomo. Arrastro la cadena durante unos segundos, pero de un solo tirón atrajo la cadena a su otra mano y siguió corriendo. Hashirama notó que el niño nunca activo su sharingan. Solo corrió para enfrentarlo mientras él permanecía en pie y lo esperaba.

Kain lanzó la guadaña al cuello de Hashirama, pero él solo tuvo que dar un paso a un lado para evitar el corte. Entonces Kain tiro de la cadena atada a la guadaña y esta se devolvió con la intención de decapitar a Hashirama por detrás. No obstante, fue como nada para este último, ya que solo tuvo que agachar su cabeza y la guadaña paso por encima. Kain llegó frente a Hashirama, atrapo la guadaña con la mano derecha y lanzó dos cortes cruzados a las piernas, los cuales evito Hashirama retrocediendo con soltura y después lanzando una patada a la cabeza. Kain se agacho para evitar el ataque y contrarresto lanzando la bola de acero que estaba atada al otro extremo de la cadena. La bola de acero voló a la cabeza de Hashirama, obligándolo a retroceder. Después Hashirama saltó moviéndose al rio de armas y saco una kodachi que tenía cerca. Entonces él se lanzó de frente, cambiando su postura a una más ofensiva. El movimiento fue tan rápido para Kain que apenas tuvo tiempo para levantar la cadena y aguantar el ataque. A pesar de la tensión puesta en la cadena, esta oscilo por el golpe y Kain sintió que la fricción le quemo las palmas de las manos.

-¿En qué te estas equivocando?- pregunto Hashirama al mismo tiempo que empujaba la kodachi

-En aferrarme a esta arma- respondió Kain con voz ahogada al mismo tiempo que sostenía la cadena con todas sus fuerzas para evitar ser cortado

Hashirama aplico más fuerza a la kodachi, casi desarmando la postura de Kain, pero preguntándole en un tono calmado -¿Qué necesitas hacer cuando un enemigo te supera en fuerza?-

-Evitar competir en lo que soy más débil- respondió Kain, con su espalda curvada hacia atrás y apretando los dientes para soportar la presión.

Kain hizo una brusca maniobra, inclinando la cadena en diagonal hacia la derecha y obligando a Hashirama a pasar de largo. Después de eso, le lanzó la guadaña a la cara y soltó la cadena, perdiendo el arma. Hashirama ocupo la kodachi para apartar la guadaña y Kain ocupo esa oportunidad para dar dos saltos hacia la derecha, después continuar con dos volteretas y dar un gran salto para quedar parado sobre el pomo de una katana. En ese momento había quedado en medio del rio de armas y dio una rápida mirada evaluando las armas que tenía cerca.

Hashirama del otro lado del rio de armas lo dejo moverse como quisiera y se volteó con lentitud -estoy esperando, Kain- dijo

A lo que Kain frunció la nariz y se impulsó desde el pomo de la katana, tomo un hacha de mano con la derecha y una katana con la izquierda y siguió avanzando, buscando la confrontación. Hashirama lo esperó, se defendió de sus ataques y lo supero con "facilidad". Sin embargo, su facilidad era vista desde el punto de vista de un jounin experimentado. Kain así como estaba, sin el genjutsu y su sharingan, era muy superior a cualquier chunin.

Kain ataco con el hacha apuntando al pecho y Hashirama se movió en diagonal hacia su izquierda, avanzando y pillando a Kain desprevenido. Este último trato de retraer el hacha y resguardar su lado desprotegido, pero el ángulo fue malo. Aguanto el ataque con el hacha, pero el impacto fue tan fuerte y su posición tan mala que perdió el hacha. Gracias a esto quedo con la mano derecha adormecida y un hormigueo entre los dedos. Hashirama continuo su ataque con un corte horizontal de derecha a izquierda y Kain dio un salto hacia atrás para evitarlo. Sus ropas quedaron cortadas a la altura del estómago, pero no alcanzo a cortar la piel.

Kain tomo una profunda respiración, tomo la katana que sostenía en su mano izquierda con ambas manos y se lanzó de nuevo al ataque. Dio unos cuantos cortes y fue soltando o lanzando las armas a medida que pillaba aperturas. Hashirama siempre continuo con la misma katana, pero Kain fue cambiando de armas e improvisando con cada una. Probando diferentes posibilidades, aprendiendo nuevas formas de combinarlas, sus virtudes y defectos, demostrando una gran maestría en su uso, pero sin apegarse a ninguna. En todo este intercambio paso una hora, hasta que todas las armas habían quedado desperdigadas por el campo de batalla. Kain estaba traspirando a mares y jadeando de cansancio. Sin embargo, para su dolor y angustia, el entrenamiento no había terminado.

Hashirama tiro la katana al suelo y replegó las mangas de su polerón. En cada antebrazo tenía vendajes con varias decenas de pequeños sellos dibujados y a su vez, en cada uno de ellos había guardado decenas de kunais, todos con la intención de reforzar la habilidad del niño.

Por otro lado, Kain sonrió e hizo lo mismo, pensando que de seguro su abuela le había pedido a Hashirama que reforzara este conocimiento. Como su abuela estaba muy débil, sus enseñanzas sobre el uso de los kunais se habían detenido. Sin embargo, no quería decir que ella se olvidaría de hacerlo entrenar como se debe. Su abuela ya le había dicho <Siempre lleva un kunai sin importar donde estés. Nunca se sabe cuándo puede ser de utilidad>. Así que Kain se había preparado hace un par de semanas para esto, sin saber que hoy le sería de utilidad.

Hashirama cruzo sus brazos y puso las palmas sobre la parte interna de las muñecas. Al introducir su chakra en los sellos, estos soltaron en sus manos dos kunais en cada mano. Miró a Kain a los ojos y le pregunto -¿Estás seguro de continuar sin tu sharingan?-

Kain puso una mirada seria, rebosante de orgullo y le respondió -el tío no tiene sharingan y pudo llegar lo suficientemente lejos para competir contra mi padre ¿Por qué yo sería menos?-

Hashirama hizo la similitud en su mente y la única diferencia fue el color de pelo y ojos. Todo en este pequeño bribón era similar a su padre, desde lo competitivo a lo orgulloso. Hashirama soltó una risita y lanzó los cuatro kunais en simultaneo.

Al mismo tiempo, Kain vio la sombra de los kunais y lanzó cuatro kunais contrarrestando los de Hashirama. Sonaron tres choques metálicos y el último se perdió. Gracias a eso, Kain quedo con un corte horizontal en su mejilla derecha. Un hilillo de sangre descendió por su mejilla hasta su cuello recordándole que había fallado en este intercambio. Era su perdida sin lugar a duda, al menos en su mente. Su abuela le había advertido que solo se necesitaba un kunai colocado en el ángulo perfecto para matar a una persona. Si su tío no lo quisiera tanto, ese kunai podría haber volado un poco más adentro de su cara y haberle perforado el ojo hasta llegar al cerebro.

-¿Seguro?- pregunto Hashirama con una gran sonrisa

Kain solo respondió gritando y sacando una gran cantidad de kunais, para tomar la ofensiva y lanzar uno detrás del otro y provocar una lluvia de kunais. Hashirama lo siguió en el ejercicio y contrarresto los que iban dirigidos a su cuerpo mientras atacaba con los que le sobraban. Los kunais chocaban produciendo tintineos metálicos, pero al mismo tiempo, Kain se llenaba de pequeños cortes por todo su cuerpo. Sin embargo, las heridas y el dolor no lo detuvieron. Siguió lanzando con más fuerza e ímpetu hasta que se quedó sin kunais.

Cuando llego el fin del intercambio, Kain estaba encorvado y los brazos caídos. Su respiración era forzosa y se veían grandes ojeras bajo sus parpados. En ningún momento le quito los ojos de encima a Hashirama. Sin embargo, eso no le sirvió de mucho. Jadeaba del cansancio a medida que sus ropas estaban llenas de cortes y manchones de sangre por todos lados. No obstante, por mucho que se esforzó para mantenerse en pie, la pérdida de sangre fue mayor y cayó de cara contra el suelo.

Hashirama negó entre divertido y preocupado. El orgullo era una cosa buena que te podía guiar por el camino correcto, pero también te podía matar. Camino hasta Kain, lo volteó boca arriba y puso su mano sobre la cabeza, para después emitir un aura de luz verdosa. Kain fue sanando mientras Hashirama se preguntaba a donde lo conducirá ese orgullo tan propio de los Uchiha. Una vez que sano a Kain, lo cargo en sus brazos y camino hasta la casa. Cuando llego frente a la puerta corredera que daba al pasillo interno, la abrió y se encontró a Mito del otro lado. Ella estaba sentada en el suelo, con las piernas recogidas y abrazándose las rodillas. Al escuchar la puerta abrirse, Mito levantó su rostro y mostro una pequeña sonrisa.

Hashirama paso y cerró la puerta corredera detrás de él. Entonces Mito se puso de pie y estiro sus brazos para recibir a Kain.