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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - La falsa paz - 96

-Hola, buenos días- dijo Kain a un policía militar que conversaba con otro.

El tipo tenía el cabello castaño, largo hasta los hombros y ocupaba la misma chaqueta que el resto de los shinobis de la aldea. Sin embargo, el polerón que usaba por debajo de la chaqueta tenía un emblema similar a una estrella ninja. Era de un color celeste, con el emblema del abanico rojo y blanco característico de los Uchiha.

El policía dejo de hablar con su amigo y se dio la vuelta un tanto enfadado porque un niño lo estaba interrumpiendo. Sin embargo, una vez que notó quien era, sus ojos se abrieron amplios e hizo una pronunciada reverencia -bu-buenos días Kain-sama- dijo

-Tranquilo, no es necesario que te pongas nervioso- dijo Kain, hizo una pequeña sonrisa amable, el policía levantó su cabeza y Kain continuo -solo quiero saber dónde vive alguien-

-Pregunte- dijo el policía con la espalda recta como una lanza. Su amigo por detrás se veía igual de tenso.

-¿Dónde vive Akane?-

El policía levantó sus cejas en una expresión de confusión y dijo -¿Ah? Lo siento, Kain-sama, debe ser más preciso. Por lo menos, que yo sepa, en este sector del distrito viven cinco personas con ese nombre-

Kain asintió entendiendo el punto y le dijo -Akane, la hija de Itachi, uno de los capitanes de la policía militar-

-Entiendo, Kain-sama- respondió el policía, se volteó mirando a la izquierda por una calle larga y angosta y dijo apuntando con la mano izquierda -usted camina derecho hasta el final de esta calle, dobla a la derecha y camina hasta ver una casa pintada con flores. No se preocupe, es la única y resalta demasiado. Solo la joven hija del capitán pintaría la casa con ese tipo de diseño-

-Gracias- dijo Kain entendiendo el punto del policía. Se despidió y siguió caminando por la calle hasta donde le dijo el policía. Al mismo tiempo que pensaba en su amiga. En cierto sentido, la ropa de Akane es un tanto estrafalaria considerando los estándares actuales. Por lo general, los shinobis visten kimonos con tonos recatados y estilos conservadores. Akane utiliza algo similar, pero más vanguardista como un kimono corto, sin mangas, que solo le cubre hasta el trasero. Debajo de eso usa unos pantaloncillos que le cubren hasta la mitad de los muslos y unas zapatillas shinobis largas, parecidas a botas que llegan hasta las rodillas. Sin embargo, tampoco es la gran cosa, al menos, para Kain.

Ahora, Kain al llegar frente a la casa con el frontis pintado con flores, entendió mejor al policía. Era demasiado extravagante, con flores de colores pintadas en la madera de manera psicodélica y distorsionada. Considerando que el resto de las casas de los alrededores eran de un café oscuro y serio, era imposible perderse.

-¿Me pregunto qué pensarán los compañeros de Itachi-san al ver su casa en este estado?- se preguntó Kain con una sonrisa incomoda. Soltó un suspiro, negó con la cabeza y empezó a llamar desde la valla del frontis. Akane tenía un pequeño patio de tres metros de ancho que antecedía a las psicodélicas paredes de su casa.

Los vecinos de las casas aledañas salieron a mirar quien, hacia tanto escándalo, y al ver a Kain se sorprendieron. Lo saludaron en un tono respetuoso y Kain les explico lo que venía a hacer. Ellos se despidieron con una profunda reverencia, salvo una anciana que quería venir a saludar a Kain "como se debe". Kain recuerda a los ancianos postrados en el suelo como si él fuera una especie de rey y le dijo de inmediato que mejor para otra ocasión. La anciana insistió, pero justo a tiempo se abrió la puerta corredera de la casa de Akane.

-Como le digo- dijo Kain -será mejor para otro día-

-Ok, como usted desee Kain-sama- respondió la anciana

Akane miró a Kain desde la puerta corredera y después asomo su cabeza para ver con quien conversaba. Entonces vio una cabeza asomándose por encima de la valla que dividía los terrenos con el vecino de la izquierda.

-Akane-chan- dijo la anciana al notar a la niña en la puerta -se respetuosa con Kain-sama y ayúdalo con todo lo que te pida-

-Sí, Saori-obaachan- dijo Akane con una gran sonrisa

La anciana asintió con una sonrisa y se alejó de la valla.

Akane miró a Kain y le dijo con un tono de voz indiferente -pasa-. Después avanzo por su casa y dejo a Kain para que entrara y cerrara la puerta.

Una vez que Kain entro a la casa, cerró la puerta corredera, se dio la vuelta y vio un pasillo blanco lleno de dibujos de flores distorsionadas. Unas tan pequeñas como sus manos y otras tan grandes que empezaban en el guardapolvo del suelo hasta la cornisa del techo. Para que esta casa tenga una estructura tan tradicional, tiene un decorado demasiado vanguardista.

Kain se sacó las sandalias y las dejo a un lado de la entrada. Después empezó a avanzar por el pasillo y pregunto en voz alta -¿Dónde estás Akane-san?-

-¿Por aquí?- dijo Akane desde alguna habitación.

Kain soltó un suspiro y utilizo su percepción para orientarse. Tuvo que llegar al final del pasillo, donde este cruzaba con un amplio corredor. Del lado del corredor que daba al patio trasero, había una larga hilera de puertas correderas de las tradicionales, con cuadritos de papel. Del otro lado del corredor, había una serie de puertas que daban a las habitaciones.

-A tu izquierda- dijo Akane desde una habitación -a la derecha está el sector de papá-

Kain doblo a la izquierda y pudo ver más flores en pintadas en las paredes. Sin embargo, también pudo ver algunos cuadros ukiyo-e colgados a lo largo de la pared. Se detuvo en uno en especial. Un hombre con una larga cabellera negra portaba una armadura roja mientras llevaba un gran abanico gunbai casi tan grande como él en su mano izquierda. Con la mano derecha hacia un sello de mano y soplaba fuego por la boca.

Akane abrió la puerta corredera al lado del cuadro y vio a Kain mirando la pintura. Miró al cuadro, después volvió a mirar a Kain y le dijo -es tu papá. Mi abuelo lo mando a pintar hace muchos años, y cuando él murió, mi papá se quedó con el cuadro ¿Lo quieres?-

Kain negó con un rostro inexpresivo y dijo -está bien, solo tenía curiosidad. No hay fotos ni pinturas de mi padre por ningún lado-

-Hay una estatua- dijo Akane, salió de la habitación y se detuvo al lado de Kain, admirando la pintura -tu papá era muy feroz-

-Lo sé, la abuela dice todo el tiempo que debo ser un guerrero excepcional para no avergonzar su nombre-

-¿Un guerrero, no un shinobi?-

-Es diferente- dijo Kain admirando la expresión de Madara Uchiha en la pintura. La concentración era absoluta y por la proporción de las llamas, estas eran enormes, como de la altura de una pagoda de tres pisos -un guerrero vive para perfeccionar el camino marcial. Lucha por el honor y la gloria de alcanzar un nuevo nivel de fuerza mientras se mantiene enfocado en su camino-

-Suena como Naori-sama- dijo Akane al mismo tiempo que soltaba un suspiro

-¿Por qué no has ido a entrenar en tres días?- pregunto Kain, sin apartar la mirada del cuadro

-Bueno, eso, bueno- dijo Akane refregándose un pie con el otro. Apretó los labios formando una línea y dijo -voy a dejar de ser shinobi. No ahora, pero lo haré algún día-

Kain asintió con una pequeña sonrisa y volteó su rostro para mirar a Akane a los ojos. Akane también lo miró a los ojos y se quedó expectante a recibir algunas palabras de reproche, pero Kain solo la quedó mirando.

-¿No hay replica?- pregunto Akane un tanto sorprendida

-¿Qué replica esperabas?-

Akane se tapó la boca con el puño, tosió y frunció el ceño, al mismo tiempo que apuntaba a Kain –"eres una vergüenza para el clan Uchiha, tus antepasados están avergonzados de haber producido tal descendiente"-

-Eres una tonta- dijo Kain soltando una risita. Akane se quedó congelada y Kain entró a la habitación de Akane. Al entrar, a mano derecha, había un escritorio apegado a una esquina de la pared, casi al lado de la puerta corredera, con una gran cantidad de papeles. A la izquierda había unos cuantos sacos con todo tipo de telas. Rollos con hilos de todos colores y otro saco con suelas de zapatos. Mas allá, por la izquierda estaba la cama y a al lado una ventana que daba al patio. Al fondo, al lado derecho, había otro escritorio, pero este tenía unas cuantas lámparas y una tela a medio coser.

Kain se acercó al primer escritorio, que estaba próximo a la puerta de entrada. Encima del escritorio había un montón de dibujos, todos bocetos de ropa con diferentes estampados. En la pared del frente, de color blanca, había un dibujo clavado con dos kunais en cada extremo superior. Como si fuera una diana con un objetivo. Eran las zapatillas que Akane ocupaba. El dibujo tenía varias indicaciones y el kanji VICTORIA escrito en rojo. Después de mirar los dibujos, Kain quiso seguir mirando por los alrededores, pero alguien lo jalo de la oreja.

-Ouch, ouch- dijo Kain, pero lo siguieron jalando y lo sacaron de la habitación. Una vez que estuvo de nuevo en el pasillo, lo soltaron y pudo ver a una Akane malhumorada.

-¿No te han enseñado a nunca irrumpir en la habitación de una señorita?- pregunto Akane con las manos apoyadas en las caderas y un rostro de pocos amigos.

-Solo estaba mirando- dijo Kain mientras se sobaba la oreja

-¡No espíes mis cosas!- dijo Akane soltando un bufido y mirando hacia otro lado

-Ok, ok, mi error-

Akane lo miró a los ojos y le pregunto en un tono inquisitivo -¿A que venías?-

-Bueno, como faltaste al entrenamiento la abuela se preocupó. Así que envió a su fiel lacayo, o sea, yo- dijo Kain con una sonrisa

Akane boto su enfado y agacho la mirada con cierta pena y vergüenza al mismo tiempo -yo, bueno, la verdad es que no sabía cómo decirlo- dijo en voz baja -yo, voy a seguir entrenando para poder hacer mi trabajo como shinobi, pero una vez que obtenga suficiente dinero, dejaré de serlo. Tampoco pienso recibir el ojo de Naori-sama. Mi camino es otro, Kain-

Entonces Akane levantó su rostro y miró a Kain a los ojos. Kain solo pudo soltar un suspiro y asentir.

-La abuela lo sabía- dijo Kain

-¿Esta enojada?-

Kain negó con los ojos cerrados en una expresión en calma y dijo –"Konoha fue creada para niñas como Akane-chan" dijo la abuela- abrió los ojos y continúo mostrando una tenue sonrisa -no hay problema en que busques tu propio camino. Pero como el mangekyo requiere de compatibilidad, yo lo mantendré guardado hasta que alguno de tus descendientes quiera tomar esa responsabilidad-

Akane hizo una gran sonrisa y abrazo a Kain, más aliviada que nunca en la vida.

Kain hizo una sonrisa pícara y le dijo al oído -así que tú y Sakumo tienen mucho trabajo que hacer-

Akane se puso roja como un tomate y se apartó de Kain, para luego darle de puñetazos en la cabeza -niño sucio, niño sucio- repitió una y otra vez. Kain solo se cubrió con los brazos y se largó a reír mientras miraba a una Akane roja de la vergüenza.

Después de calmarse, Akane entro a su habitación y comenzó a ordenar por todos lados. Por el ruido y los movimientos, Kain ignoraba si estaba ordenando o derrumbando la habitación. Una vez que Akane considero su habitación ordenada, dejo entrar a Kain. Le ofreció la silla del escritorio donde tenía los dibujos y Akane se sentó en su cama, a unos dos metros de Kain, en diagonal. La brisa de la mañana entraba por la ventana.

-¿Vas a seguir viniendo?- pregunto Kain

-Podría ir a jugar de vez en cuando- dijo Akane, colocando sus manos entre sus muslos. Hizo una pequeña sonrisa y continuo -pero va a ser un poco difícil. Me estoy tomando esto en serio, Kain-

-Lo sé, pero tengo que saber si tengo que venir a tu casa o esperar que vayas a la mía. Sería divertido traer a los otros-

Akane asintió con una sonrisa, pero cuando pensó que podría venir Sakumo, su rostro amable se esfumo. Se puso de pie y miró a Kain como si fuera su enemigo. Kain se puso tensó en su silla y la miró esperando alguna reacción.

-Mas te vale que me avises con anticipación, Kain Uchiha- dijo Akane con los ojos entrecerrados mientras cruzaba los brazos.

-Sí, sí- dijo Kain asintiendo, nunca había visto a Akane tan sería -te avisaré con dos días de anticipación, aja, aja, jajajaja-

Akane bufo hacia un lado y miró a Kain con los ojos entrecerrados. Entonces Kain entendió que la sangre es más espesa que el agua. Solo su abuela podía poner esa mirada inquisitiva, y parece, que esta joven la había heredado.