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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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858 Chs

Mundo Shinobi - Gravedad - 314

Después de comer en el hotel de Kie, todos se fueron a su habitación. Gracias a las quejas de Tsunade y Kiyomi, Kain tomo la habitación de en medio, las chicas la de la izquierda y los chicos la de la derecha. Si en la noche alguien trataba de colarse en la habitación del otro, Kain lo sabría y lo detendría. Aunque claro, los temores eran infundados, Kiyomi les había deformados los rostros a puñetazos a Jiraiya, Kenji y Mitsuo. Estos dos últimos se arrepintieron de haber escuchado al diablo (Jiraiya) y dejarse llevar por la curiosidad.

Kain se acostó en su futon con las luces apagadas mientras escucha el silencio rural de las montañas. A lo sumo se escuchan los grillos, el viento y el ululato de los búhos. Sin embargo, como a eso de las doce de la noche se levantó oliendo un aroma a tabaco. Kain frunció el ceño y se destapo. En ese momento vestía un kimono blanco que utilizaba para dormir. Él salió de su habitación y vio que el patio interno estaba vació y no había luces en el resto de las habitaciones. Al mismo tiempo, el cielo se veía estrellado y la luna llena. Kain camino por el pasillo con dirección a la habitación de las chicas y en medio de eso, escucho algunos grititos ahogados. Una vez que llegó a la puerta corredera, la abrió y la luz de la luna a sus espaldas, ilumino hasta el final de la habitación donde Kiyomi y Tsunade estaban reunidas, sentadas sobre el tatami y muy cerca de la ventana que daba al exterior.

—¿Qué hacen?— preguntó Kain con un rostro serio

Kiyomi estaba apoyada en la pared, de brazos cruzados y con una sonrisa que decía "aquí no ha pasado nada". Ella vestía un kimono blanco igual que Tsunade mientras esta última sonreía de forma inusual, con las manos escondidas detrás de la espalda. La ventana estaba abierta, pero el aroma a tabaco estaba por toda la habitación.

Kain avanzó a paso lento con un rostro serio.

—Onii-chan, no pasa nada— dijo Kiyomi con una sonrisa nerviosa —nosotros, sí, nosotros estábamos mirando por la ventana. El cielo nocturno está muy bonito ¿verdad, Tsuna-chan?—

Tsunade al ver a Kain más y más cerca, se llenó de miedo y soltó una risita mecánica. Ella levantó sus manos y las movió de lado a lado como si negara —todo está bien, Uchiha, no tienes nada de qué preocuparte—

Por supuesto, Kain entendía que ella estaba mintiendo. Era una mocosa tonta que decía una cosa, pero sus manos decían otra muy diferente.

Kain se detuvo delante de ellas y se cruzó de brazos —pueden decirme lo que pasa aquí o yo lo puedo descubrir por mi cuenta, hablen— dijo

—Ella fue— dijeron Tsunade y Kiyomi al mismo tiempo mientras se apuntaban la una a la otra.

Kain entrecerró los ojos tornando su mirada aún más severa y comenzó a mirar por todos lados. Después se acercó a la ventana y miró hacia afuera. Afuera estaba todo oscuro mientras el viento ululaba, pero puntos ígneos brillaban en el suelo. Kain se dio la vuelta, le tomo la mano izquierda a Kiyomi y ella se resistió, pero al final cedió y Kain le olio los dedos apestosos a tabaco. Después se dio la vuelta y miró a Tsunade. Ella le ofreció su mano derecha mientras agachaba la mirada. Kain le tomo la mano y le olió los dedos, apestosos a tabaco.

—¿Cuántos años tienes, Tsunade Senju?— preguntó Kain soltándole la mano en un gesto brusco

Tsunade no contesto ni levantó su rostro. Kain negó y después miró a Kiyomi. Ella también agacho la mirada y tampoco contesto.

—Bien, ambas van a tomar sus futones y van a ir a dormir a mi habitación. Solo porque salió Nagisa ustedes creen que pueden hacer lo que se les dé la gana—

—Oye, eso, no puede ser, tú eres un niño— dijo Tsunade

—¿Y? ¿Crees que es la primera vez que duermo rodeado de mujeres? Yo me crie con mi abuela y mi madre. Ahora deja de dar excusas y lleva tu futon. Ya que no se puede confiar en ustedes, perderán su libertad—

Tsunade iba a continuar protestando, pero Kiyomi era más astuta y sabía que si seguía contradiciendo a Kain, esto pasaría de un simple regaño a ser delatadas delante de Mito y su madre. Así que ella paso por al lado de Kain y le puso las manos en la boca a Tsunade. Esta última la miró con enojo, pero Kiyomi negó con la cabeza en un movimiento lento. Tsunade estaba enojada con Kain, ya que él no era su padre, ni hermano, ni nada, pero puedo ver la preocupación en el rostro de Kiyomi y entender que había un problema. No obstante, le dio a Kain una mirada llena de reproche, volteó su rostro hacia otro lado y soltó un bufido.

Kain fue indiferente a su enojo y se quedó de pie, mirándola con los brazos cruzados y esperando que se moviera. Kiyomi y Tsunade fueron a buscar sus futones, los enrollaron y se los echaron al hombro. Salieron de la habitación y Kain las siguió un paso por detrás.

—¿Dónde fue onee-chan?— preguntó Kiyomi mientras avanzaba por el pasillo del patio interior y la luz de la luna la iluminaba.

—Ella tiene sus deberes de anbu— respondió Kain un par de pasos por detrás de ella —Nagisa se comporta como un adulto y busca sus propias metas, diferente de cierta mocosa que trata de aparentar ser un adulto probando las peores cosas—

Kiyomi agacho la mirada con el ceño fruncido, llegó delante de la habitación de Kain y entro a la habitación. Después entró Tsunade y vieron el futon de Kain extendido en medio de la habitación. Kiyomi extendió su futon al lado izquierdo y Tsunade del lado derecho. Kain cerró la puerta por detrás de él, camino hasta su futon y se acostó. Después se tapó y cerró los ojos, pero no escucho a Kiyomi y Tsunade acostarse.

—¿Qué esperan el par de idiotas?— preguntó Kain con los ojos cerrados

Kiyomi miró la silueta de Tsunade del otro lado, ambas se quedaron mirando durante un rato y después soltaron un suspiro. Se acostaron en sus futones y cerraron los ojos.

Kiyomi a la izquierda de Kain, preguntó —¿Es muy seria la misión de onee-chan?—

—Eso no es algo que pueda compartir contigo— respondió Kain —las misiones son secretas, si te dijera, ya no sería secreta—

—Onii-chan es malo— dijo Kiyomi con un tono de voz mimado

Al mismo tiempo, Nagisa y Shiori se movían por el poblado de las montañas hasta llegar a una cabaña abandonada donde todavía se veían luces encendidas. Ambas vestían una capucha oscura que las cubría por completo mientras llevaban máscaras de animales. Shiori ocupaba la de escarabajo y Nagisa la de serpiente.

Ellas se pararon en las ramas de un árbol a treinta metros de la cabaña y se quedaron inspeccionando los alrededores en completo silencio.

Shiori miró a su izquierda y dijo —solo hay seis personas en la cabaña. Entra e incapacita a todos los objetivos. Ten especial cuidado con el monje, debe tener información valiosa—

—Entiendo, senpai, déjamelo a mi— respondió Nagisa, saltó de la rama del árbol y cayó al suelo cubierto de pasto. Después se movió a gran velocidad bajo el manto de la noche y se detuvo a cinco metros de la cabaña. Ella camino agachada hasta la muralla y apoyo su espalda. Después saco cinco papeles de sellos del interior de su mochililla y los coloco en sus brazos, muslos y pecho. Después susurro un suave —kai— y los sellos de percepción se activaron. Entonces ella pudo percibir el movimiento de todas las personas que estaban dentro de la cabaña.

Nagisa se acercó a la ventana, tomo un par de kunais y los lanzo por la ventana. Las velas en el interior se apagaron generando un griterío. Ella saltó por la ventana, rompiendo el vidrio y cayendo en medio de las seis personas. Ellos se estaban acostumbrando a la perdida de luz, pero Nagisa se movió rápidamente y le dio un puñetazo en el estómago a cada uno, dejándolos sin aire y colocando un sello de restricción momentáneo. Eso bloqueo el chakra al instante y los dejo completamente indefensos. Solo ahí se dieron cuenta que estaban en problemas. El monje trato de lanzar un puñetazo, pero su cuerpo carecía de fuerza y Nagisa solo levantó su mano derecha para atrapar el puño. Entonces ella saco un papel de sello y lo coloco en la frente del monje, después le dio una patada en el estómago. El monje se inclinó hacia adelante, Nagisa realizo una seguidilla de sellos y toco el papel de sello que había colocado en la frente del monje. Al instante siguiente apareció un sello de restricción severo que volvió rígido todos los músculos del cuerpo y el monje cayó al suelo como si fuera una estatua. Nagisa se movió a los demás, solo le quedaban treinta segundos de restricción del sello inicial y si no ponía un sello más poderoso, tendría que enfrentarse a todos ellos.

Un minuto después, Nagisa salió de la cabaña mientras Shiori la esperaba de pie en los pastizales.

—Bien hecho, serpiente— dijo Shiori, llamando a Nagisa por su nombre clave —¿Alguna baja?—

—No, senpai, todo bien— respondió Nagisa —el monje tenía la fuerza de un jounin, pero como lo encontré con la guardia baja, no pudo hacer nada—

—Entiendo, por ahora puedes volver a tu lugar de descanso para informar a Kain-sama de la misión—

—Senpai, yo creo…—

—¿Qué sucede, serpiente? ¿Eres un anbu?— preguntó Shiori con un tono de voz serio

—Nada, senpai, lo siento, haré lo que me ordeno—

—Eso es correcto, serpiente, eres un anbu y debes seguir las ordenes de tus superiores. Sin embargo, me gustaría escuchar tu sugerencia—

—Creo que nosotros deberíamos hacer el interrogatorio—

Shiori negó y dijo —te falta entrenamiento para eso y Kain-sama quiere realizar ese trabajo. Ahora vuelve e informa del estado de la situación. Cuando volvamos a Konoha te empezare a enseñar las formas de interrogatorios—

—Entiendo— dijo Nagisa, miró hacia la cabaña y soltó un suspiro. Quería volverse la mejor anbu y ser más fuerte, pero parece que todo tenía su proceso y avanzaría paso a paso hasta estar lista. Después miró hacia Shiori cubierta por una capucha negra donde lo único que destacaba era una máscara redonda con el dibujo de un escarabajo.

Nagisa corrió por el bosque mientras el poblado se volvía visible a la distancia, con sus casas tradicionales escalando la montaña hasta la casa más grande, donde vivía el jefe del poblado. Nagisa se movió por entre medio de las casas y cuando llegó frente al hotel, saltó y se subió al techo de paja. Ella se detuvo a mirar la luna, grande, llena y brillante, se veía demasiado hermosa. No obstante, las pisadas de alguien descalzo la despertaron de su contemplación. Ella saltó al patio interior y cayó al lado del cerezo. Entonces miró al pasillo de madera y vio a un muchacho alto, delgado y de cabello blanco vistiendo un kimono blanco. Supo que era Kain por sus ojos azules que se veían fríos como el hielo, pero su sonrisa era demasiado cautivadora. Él se acercó a ella y se detuvo a unos centímetros.

—¿Cómo fue todo?— preguntó Kain

Nagisa levantó su rostro cubierto por la máscara de una serpiente y dijo —bien, todos fueron neutralizados sin bajas ni daños graves—

Kain asintió complacido, estiro su mano y le quito la máscara, dejando pudo ver un rostro tierno, ovalado y de grandes ojos verdes. Gracias a la capucha se veían algunos mechones de color naranja mientras los ojos estaban enfocados en él. Kain llevo su otra mano y le acaricio la mejilla con el dorso de la mano.

—Bien hecho— susurro Kain y se agacho para besarla. Nagisa se agarró del kimono de Kain, se puso de puntillas y acercó sus labios para besarlo.