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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 513

Mito había renacido, había cambiado. Todos sus sentimientos y memorias se sentían diferentes. Por eso ella pudo hablar tan abiertamente de lo que paso ese día en la nación de Los Remolinos.

Ella se veía diferente, para empezar, ya no llevaba ordenado su cabello en los dos moños. En su lugar, lo llevaba suelto y dividido a la mitad de la cabeza. Ya no utilizaba la túnica blanca, en su lugar, llevaba un kimono blanco con un obi rojo y el bordado Uzumaki en el centro. Ella se veía diferente, olía diferente y se comportaba diferente, pero en Konoha quedaban todos los recuerdos de su existencia anterior. Como consecuencia de eso, ella no se atrevía a tomar Kain de la mano como siempre lo hacía. Al menos, no en público.

En estos momentos Mito y Kain caminaban por las calles de Konoha. Había caído la primera nieve, así que las calles estaban especialmente heladas. Andaban pocas personas en la calle, ni siquiera estaban los carritos de ramen apostados a los costados de la avenida principal.

Mito caminaba a un metro de Kain mientras el viento helado le acariciaba las mejillas.

Kain iba a su lado, pero observaba su actitud mientras monitoreaba sus signos vitales. Esta era la primera vez que se recogían datos de una persona recién reencarnada, además de ser un adulto. Cuando Kain renacía, siempre era como un bebé y el proceso de pasar de ser su anterior identidad a su nueva identidad apenas se sentía.

Kain sentía a Mito lejana y su expresión de preocupación no ayuda. Kain se acercó un poco y sin previo aviso le tomo la mano. Mito lo miró, trato de apartar su mano, pero Kain no la soltó. Al final, ella se rindió y miró en todas las direcciones para ver que nadie los estuviera observando.

—No tienes nada de qué preocuparte— dijo Kain con una sonrisa astuta en los labios. Mito lo miró a los ojos, ella se veía preocupada. Kain continuo —la gente no hablara peor de lo que ya hablaban de mi—

—Kain, tú ahora— dijo Mito

—No importa, caminemos— dijo Kain y la guio por las calles de Konoha. Mito lo siguió, pero iba pendiente de los alrededores. Kain miró a Mito de soslayo y después giro en una esquina. Ellos se metieron por una callejuela tratando de acortar camino por el distrito Sarutobi.

Kain sintió en la mano de Mito como ella se relajó. Él le dio una breve mirada y después miró a la calle con el asfalto húmedo. A los costados estaban las rejas de las casas tradicionales de los shinobis. También estaban los postes con farolas. Como era de día, estaban apagadas.

—¿Por qué te preocupa tanto que te vean?— preguntó Kain con un tono calmado —estuviste en Konoha, fuiste a comprar al mercado del distrito Ino-Shika-Cho y nadie te reconoció—

—No es lo mismo— dijo Mito y negó con la cabeza

—¿Y si te consiguiera una nueva identidad?—

Mito se detuvo y miró la mano de la que ella se sostenía de Kain. Este último también se detuvo y la miró a los ojos.

—Yo estoy feliz— dijo Mito —pero no quiero ensuciar la memoria de Hashirama-sama. Él fue bueno conmigo—

—Entiendo— dijo Kain, un poco decepcionado por la sinceridad de Mito. A ella le importaba más Hashirama que Kain o al menos, así lo sintió él.

Mito se acercó y estiro su mano, le toco la mejilla a Kain e hizo que él la mirara a los ojos. Kain así lo hizo y Mito dijo —no lo malentiendas, una cosa no significa la otra. En estos momentos soy más feliz que en toda mi anterior vida, es solo que no quiero dañar a Hashirama-sama o lo que queda de él—

Kain miró hacia otro lado.

Mito se mordió el labio inferior y continuo —te amo, estos días han sido maravillosos, pero como tú dices, para poder empezar, deberíamos vivir en otro lugar. Konoha ya no es buena para mi—

Kain la miró a los ojos y ella le acaricio la mejilla, se paró de puntillas y le dio un pequeño beso en los labios. Ella apartó su rostro y trato de sonreír para darle confianza, pero Kain no mejoro su expresión. Él miró hacia la calle y continúo caminando. Incluso soltó la mano de Mito, pero ella lo alcanzó y lo sujeto en su lugar.

Kain mostro una pequeña sonrisa, miró a Mito, ella lo miró a los ojos con cierta preocupación. Kain se detuvo y acercó su rostro. Mito abrió los ojos amplios, pero respondió a su avance y lo beso. Ellos tuvieron el beso más largo que hubieran tenido hasta este momento y después separaron sus rostros.

Kain avanzó por la calle, le sostuvo la mano a Mito, pero ella quedó confundida. Ni siquiera se acordó que estaban en la calle y que le preocupaba que los shinobis la vieran.

—Voy a construir una ciudad en la nación de la Tierra. Será un lugar bonito para asentarse. No llueve tanto como en la meseta de los sabios y el clima es templado. En el futuro será la nueva capital de la nación de la Tierra— dijo Kain

Mito lo siguió y lo escucho hablar lleno de emoción de lo que iba a hacer en ese lugar. Sería como ciudad Tengu, pero lleno de canales de agua con un sistema de purificación de agua tan bueno que la gente se iba a poder bañar en los canales sin el riesgo de conseguir una enfermedad. Se viajaría en góndola, a los nobles de ese país les gustaba hacer eso. Sobre todo, a sus esposas. Era un pequeño lujo que le daría un aire diferente a la ciudad.

De esa manera, Kain y Mito atravesaron el distrito Sarutobi y llegaron al distrito Uchiha, adonde abundaban los logos de la estrella celeste con el abanico blanco y rojo (símbolo de la policía militar).

Los Uchihas, siempre reverentes, en cuanto veían a Kain realizaban una reverencia pronunciada. Incluso los más jóvenes que se supone que no deberían conocerlo. Algunos lo miraban extrañado, pero Kain supo la razón. Ellos se habían topado con un clon verdadero en otro lugar, quisa con otra mujer acompañándolo en otra dirección.

Mito y Kain llegaron a la casa de Akane, era de un piso y espaciosa. Ella necesitaba su taller de costura para diseñar su ropa. A estas alturas ella era millonaria, Kain se había asegurado de que todos su amigos lo fueran. Kazuhiko era el patriarca del clan Hyuga, así que desde un principio no tuvo problemas con el dinero. Sakumo era el jefe de los guardaespaldas de Kain y se le pagaba de acuerdo con su cargo. Prácticamente ganaba casi lo mismo que el hokage. Akane era diseñadora de modas y era copropietaria con Kain. Y así sucesivamente.

Ahora ¿Por qué Akane seguía viviendo en Konoha y ocupando la casa que se compró hace tantos años? Bueno, la respuesta era sencilla, ella tenía un padre y ahora, una media hermana. Una real media hermana, no como Kain, pero relacionada por la sangre.

Kain llamo a la entrada y a los pocos minutos salió Sakumo a recibirlos. Kain observo al hombre de cabello gris y mirada de padre idiota. Aquel muchacho tan salvaje que conoció en su niñez había desaparecido.

—Buenos días— dijo Kain

—Bueno días— respondió Sakumo —pasa, hace frio— él miró a Mito y no la pudo reconocer —¿Y ella? ¿Una amiga?—

—¿Como…?— iba a pregunta Mito, pero Kain se adelantó.

—Se llama Nanami, bonita ¿Verdad?— dijo Kain

Mito lo quedó mirando y después miró a Sakumo.

—Claro, que pase, si es tu amiga, también es mi amiga— dijo Sakumo y se hizo a un lado de la puerta.

Kain apoyo su mano en la espalda de Mito y la guio al interior. Mito observaba la casa, pero sobre todo observaba a Sakumo. Ella se preguntaba como un jounin de elite podía ser tan despistado y no reconocerla.

Una vez que ellos pasaron, Sakumo cerró la puerta y los condujo por el pasillo interior.

—¿Está bien?— murmuro Mito —es el jefe de nuestros guardaespaldas—

Kain miró a Mito y soltó una risita, pero siguió avanzando. Lo que ella no se daba cuenta era que emitía un aire totalmente diferente de su anterior existencia.

Antes utilizaba el Byakugo para verse joven, pero igual emitía ese aura a persona mayor, pero ahora todo se sentía diferente, desde su mirada hasta su sonrisa. Incluso si algunas memorias eran pesadas, ahora su cuerpo y mente las procesaban de una forma diferente.

Sakumo se detuvo delante de una puerta corredera y la abrió. Adentro había un comedor y estaban Akane con un bebé de cabello gris en sus brazos. También estaba Itachi, padre de Akane y esposo de Naoko. Esta última también estaba sentada a la mesa y llevaba un bebé en sus brazos.

—Kain— dijo Naoko con una amplia sonrisa, pero al ver a Mito, frunció el ceño y la desconoció —¿otra vez?— preguntó

Mito se quedó helada al ver que Naoko no la reconocía. Su cuerpo era el mismo, su rostro era el mismo. Las únicas diferencias eran su cabello que ahora lo llevaba suelto y sus senos que, bueno, eran varias tallas más grandes que sus modestos anteriores ¿Era tan grande el cambio?

Kain sonrió tranquilo y le dijo —ya ves, okaa-sama, me gusta el rojo—

Mito miró a Kain y Naoko, esta última tenía una clara mirada de reproche porque encontraba a Kain demasiado irresponsable. Ya tenía demasiadas esposas.

Kain miró a Mito y le dijo con un tono juguetón —Nanami-chan, preséntate con okaa-sama—

—¡¿Qué?!— respondió Mito algo nerviosa, pero después miró a Naoko y sonrió —buenos días, okaa-sama— dijo y realizo una pronunciada reverencia mientras escuchaba claramente su corazón latir furioso —esta es Nanami, pero puede llamarme Nana—

Mito enderezó su espalda y quedó mirando a Naoko para ver su expresión. Su corazón latía furioso. Sin embargo, como siempre, Naoko no la decepciono.

Naoko sonrió de forma gentil y le respondió —mucho gusto, Nana-chan. Yo, sinceramente, no sé qué decir— ella miró a Kain con dureza y le dijo —después hablaremos los dos—

—Naoko-okaa-sama, Kain-sama no hizo nada malo— intervino Mito

—No digas, Nana-chan— dijo Naoko con seriedad y la miró a la cara —esto es una conversación entre yo y mi hijo—

Mito asintió y se sorprendió, ya que ella no recordaba a Naoko ser tan autoritaria, pero pensó que era por su nueva vida. Todos los sentimientos, todos los recuerdos, se sienten diferentes. Incluso el trato se siente diferente, ahora la diferencia de edad entre ellas dos estaba invertida.

Naoko soltó un suspiro, miró a su hija en sus brazos. Ella estaba durmiendo, tenía el cabello ralo y oscuro. Naoko miró a Mito y le dijo —Nana-chan, ven aquí. A okaa-sama le gustaría conversar contigo—

Mito miró a Kain y este último sonrió con cierto orgullo que rallaba la soberbia. Él le guiño un ojo y Mito frunció el ceño, pero ella no dijo nada y solo camino hacia Naoko. De paso miró a Akane Uchiha y a su padre, Itachi. Los dos la miraban, pero no decían nada y tampoco había indicios de que se dieran cuenta de su identidad.

—Te pareces a alguien— dijo Akane

Mito se quedó congelada y gesticulo una sonrisa nerviosa —¿Sí? ¿A quién?— preguntó —algún artista de la televisión— dijo

Akane sonrió y negó con la cabeza —las chicas de la televisión ya quisieran tener tu estilo. No, a una señora que conocí hace mucho tiempo— dijo —se llama Mito, es sensei de Kain—

—¿En verdad?— preguntó Mito tratando de mantener su sonrisa, pero le temblaba la comisura derecha del labio.

—Puede ser por el cabello rojo— dijo Itachi, del otro lado de la mesa. Mito lo miró y él continuo —¿También eres Uzumaki?—

—Sí, así es—

Itachi asintió y miró a Kain —Kain-sama, hokage-sama sabe que trajo a otro Uzumaki— dijo

—Bueno— respondió Kain —todavía no hacemos los papeles. Ella proviene de la nación de la Tierra. Estuvo mucho tiempo ocultando su identidad—

—Es entendible— dijo Itachi recordando lo que sabía de la sangre Uzuamki y su poderosa capacidad regenerativa.

Por su parte, Mito solo desarrollo más y más su asombro. Ella estaba segura de ser ella misma, de no confundirse con nadie más, pero esta gente, no la reconocía ¿Tan grande era el cambio en su personalidad? Ella no lo sentía así.