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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 508

Kain apareció en lo alto de una meseta, en la región noreste de la nación de la tierra. Él estaba al borde de la meseta, podía ver un precipicio de cientos de metros que terminaba en una base rocoso y después daba paso a extensas praderas. A lo lejos se veían los pueblos civiles separados por un rio que bajaba desde la región norte y se ramificaba. La gente surcaba esos ríos en balsas hechas de gruesos troncos de bambú.

En estos momentos eran las ocho de la mañana en Sunagakure, pero aquí, en la meseta de los sabios era la una de la tarde. El día estaba semi nublado y el ambiente húmedo.

La persona que acompañaba a Kain era Mito. Ella, pelirroja, llevaba el cabello suelto y peinado. Dos mechones a los lados de su rostro como si lo enmarcara y el resto de su cabello caía por su espalda y lo ataba en la punta con una cinta, tal como lo utilizaba Kain. Ella llevaba puesto un kimono blanco impoluto y un obi rojo con el remolino en el centro.

Ella se sujetó el cabello con la mano derecha mientras miraba a la distancia la belleza de la nación de la Tierra. Mito miró a la derecha, vio a Kain observando las praderas. Ella estiro su mano, le sujeto la mano y continúo mirando a la distancia. Una fuerte ráfaga de viento pasó meciendo su ropa.

Kain miró a Mito, sobre todo se fijó en el verde de la pupila. Mito lo miró y sonrió. Kain dijo —ven, vamos, te quiero mostrar este lugar—

Kain soltó la mano de Mito, se dio la vuelta y camino hacia el centro de la meseta de los sabios.

Lo especial de este lugar es que era un terreno abandonado por la gran altura de la meseta y su difícil acceso. Solo los shinobis podían venir a este lugar, pero rara vez se aventuraban. Ya que toda la meseta estaba cubierta por un denso bosque de hojas doradas con forma de estrella que le daban un aire sagrado al terreno. Sin embargo, la falta de visitas no se debía a lo sagrado, pero a lo peligroso. Este territorio estaba lleno de serpientes de las más peligrosas que existían en el continente.

Mito siguió a Kain y lo volvió a tomar de la mano mientras ellos avanzaban y miraban el bosque de los sabios ¿Por qué el nombre? Se decía que hace mucho tiempo se realizaba un culto al sabio serpiente, pero eso termino hace cientos de años y hoy es una leyenda. Sin embargo, lo de las serpientes es bastante real.

Mito pudo ver los pequeños ojos obsidiana asomándose por el follaje o bajando de la rama de los árboles. Ella tirito de solo mirarlos a los ojos. Mito se aferró al brazo de Kain y lo miró.

Kain sintió el fuerte agarre de Mito y se rio. Pensar que una mujer que podría destrozar toda la meseta de un golpe les tuviera miedo a pequeñas serpientes lo divertía.

—No es divertido— dijo Mito

—Piensa que es como ir a la casa del abuelo Orochi— dijo Kain recordando como los pequeños ojos obsidiana siempre estaban custodiando los pastizales que rodeaban la casa.

—¿Es mentira?— preguntó Mito

—¿Qué cosa?—

—Lo de hacer una casa aquí—

—No, no lo es— dijo Kain —todos estos amigos van a viajar a los terrenos sagrados del sabio serpiente junto a las serpientes del abuelo Orochi—

Mito frunció el ceño, ella sabía algo, pero pensar que había una criatura humanoide con piel de serpiente le producía cierto disgusto.

—Así que no tienes nada de qué preocuparte— dijo Kain, él le dio una breve mirada y continuo —este lugar va a quedar despejado y será solo para nosotros—

—Espero que ese nosotros este contando dos personas más—

—¿A quién más vas a traer?— preguntó Kain

Mito se detuvo sin soltar la mano de Kain. Ellos se detuvieron a cinco metros del bosque dorado. Las enormes hojas doradas con forma de estrellas se agitaban con el viento.

Mito levantó su rostro y observó a Kain —una familia por lo menos debe tener dos hijos. Si el primero no puede heredar, lo tiene que hacer el segundo— dijo

Kain miró hacia otro lado con cierto cansancio. Por alguna razón, a Mito se le había metido en la cabeza recuperar el legado Uzumaki. Ella había reencarnado, había aliviado todos los recuerdos y sentimientos complicados de su previa existencia, pero ahora se quería complicar la vida. Lo que Kain encontraba estúpido.

—Tú dijiste que habías mejorado mi cuerpo amplificando las fortalezas Uzumaki— dijo Mito con seriedad

Kain la miró a los ojos, vio esos bonitos ojos verdes enmarcados por unas largas pestañas rojas. Esa mirada era intensa, llena de una determinación absurda por algo que ya no importaba. Sin embargo ¿Cómo decirle que no importaba? Kain entendía mejor que nadie lo que significaba reencarnar. Una nueva posibilidad de superar aquello que quedó pendiente.

Kain sujeto las dos manos de Mito mientras la miraba a los ojos. Él se fijó en el rostro, tenía una bonita forma, los ojos enfocados en él, los labios juntos formando una línea.

—Vamos por parte, una cosa a la vez— dijo Kain

Mito frunció el ceño, pero no lo interrumpió.

—¿A qué me refiero con esto? Primero construyamos un hogar y después podemos pensar en recomponer al clan Uzumaki—

—¿Lo prometes?— preguntó Mito con seriedad mientras lo miraba a los ojos.

Kain asintió y dijo —sí, lo prometo—

Mito por fin sonrió más tranquila y asintió. Ella le ofreció sus labios y Kain la beso.

El viento paso por la meseta agitando las hojas doradas, algunas se soltaron y volaron a la distancia.

Kain y Mito se separaron y miraron al bosque de los sabios.

Mito frunció el ceño y le preguntó —¿De verdad se van a ir todos estos tipos a este lugar?—

—Es lo que ellos siempre desearon— dijo Kain, tomo la mano de Mito y la guio al bosque. Con las enormes hojas amarillas con forma de estrella en el suelo parecía una tierra hecha de oro.

Al mismo tiempo, las serpientes se asomaban una detrás de otra, pero más que estar atentas a una posible presa, estaban curiosas.

Kain continuo —por eso han esperado tanto tiempo en este lugar—

—¿A qué te refieres?— preguntó Mito al ver como una enorme serpiente negra colgaba de la rama de un árbol. Ella sacaba su lengua viperina como si absorbiera el aire.

—Nunca te has preguntado ¿Por qué el abuelo Orochi tiene la piel tan blanca?— preguntó Kain

Mito miró a Kain y se detuvo —¿No quieres decir?— preguntó

—Así es— dijo Kain y se detuvo, él la miró a los ojos y continuo —en cierto sentido, el abuelo no es una serpiente ni nada por el estilo, pero se podría considerar el último miembro del clan de los hombres serpiente que llegaron a esta tierra hace más de quinientos años—

Mito frunció el ceño y después miró a las serpientes —en ese caso ¿Estos tipos?— preguntó

—Sí— dijo Kain mirando los ojos obsidiana que se ocultaban en el pasto, en los árboles y en las rocas —todos ellos antes eran como el abuelo Orochi. Sin embargo, al final de su vida humana llevaron a cabo un ritual y se transformaron en serpientes—

Mito miró a Kain, se fijó en su rostro estilizado, en el largo cabello blanco y los ojos azules —¿Por qué? ¿Qué tiene de especial ese lugar sagrado? Me dijiste que existía ese sabio serpiente, pero ¿Qué esperan obtener?—

—No lo sé— dijo Kain y mostro una sonrisa burlona. Al instante siguiente una serpiente se lanzó de un árbol y abrió su boca lo más grande que pudo mostrando colmillos largos y dientes acerrados. Kain extendió su mano izquierda y la atrapo por el cuello. La serpiente siseaba furiosa, pero Kain no le tuvo ninguna compasión y le dio un fuerte apretón. La serpiente crujió y dejo de moverse al instante. Kain la lanzó al suelo y en lugar de decir algo, activo su sharingan. Su ojo cambio a un iris rojo con tres tomoe, pero siguió cambiando, formando una figura circular con tres matagamas unidos, pero no se detuvo hasta que su pupila tomo la forma de una línea. Realmente parecían los ojos de una serpiente.

Al mismo tiempo, las serpientes que se acercaban a mirar soltaron un siseo amenazador, pero rápidamente dieron la vuelta y se escondieron en sus madrigueras.

Mito a un lado de Kain lo quedó mirando y observó los ojos. Kain se volteó y la miró, él sonrió y llevó la mano de mito a su rostro. Ella le acaricio la mejilla mientras observaba el iris rojo y la pupila negra en forma de línea.

—¿Tú también?— preguntó Mito

—Orochimaru y yo. Después de todo, llevamos la sangre del abuelo— dijo Kain, él cerró los ojos y Mito paso la yema de sus dedos por los parpados. Cuando ella retiró sus dedos, Kain abrió los parpados y sus ojos volvieron a ser azules con un aspecto humano.

—No te va a salir una lengua viperina ¿Verdad?— preguntó Mito con una sonrisa burlona

Kain frunció el ceño, pero después sonrió de forma astuta. Él miró hacia abajo como si se enfocara en las caderas de Mito y después levantó la mirada —eso te gustaría ¿Verdad?— preguntó

Mito se puso roja y miró hacia otro lado.

Kain soltó una risita y abrazó a Mito por la cintura y se quedaron así durante un par de minutos.

—Según el abuelo— dijo Kain con voz suave mientras miraba más allá de la meseta. A las extensas praderas —mi sangre está muy diluida, por eso mi piel no es tan blanca como la de él u Orochimaru. Así que nunca podré realizar el ritual, claro, si es que yo estuviera interesado. Parece que el abuelo no lo piensa hacer y no estaba a favor de que su familia continuara con el ritual, por eso nunca le hablo del ritual a su difunto hijo ni a Orochimaru. Así que no te preocupes, no me transformare en una serpiente—

Mito se alejó un poco de Kain y lo miró a la cara —¿Eso es por tu sangre Uchiha?— preguntó.

—No lo digas así, la abuela podría sentirse demasiado orgullosa y levantarse de su tumba solo para soltar un bufido con ese aire de arrogancia tan propio de ella—

—Esa mujer— dijo Mito, recordando a Naori de forma dificultosa, como si fuera la imagen de un sueño en lugar de una vivencia propia. A veces se sentía extraña porque era como si ella hubiera entregado todas sus vivencias anteriores y las hubiera cambiado por una segunda oportunidad. Aquella Mito, la hija del patriarca Uzumaki, la esposa de Hashirama Senju, se sentía como si se hubiera desvanecido con el viento. Incluso su hijo Minoru, ya no se sentía como si fuera su suyo, tampoco su nacimiento o su posterior perdida. Era más como si fuera el hijo de algún pariente lejano que ella recordaba con cariño, pero eso era todo.

Mito miró a Kain, ella estaba un poco asustada de esta situación y lo reflejó en su expresión.

Kain la quedó mirando a los ojos y le sostuvo las manos, pero aguardo por lo que ella tenía que decir.

Mito miraba a Kain con preocupación, como si lo que ella recordaba se lo estuviera llevando el viento —Kain, tengo miedo— dijo

—Es normal, pero no es malo— dijo Kain con voz suave y reconciliadora —pero no te preocupes. No te fallare, nunca lo he hecho y no empezare ahora. Solo deja que vengan las memorias a ti, si necesitas conversar, habla conmigo—

—Lo sé, tú ya me lo dijiste, pero me da miedo el recordar las cosas de forma tan desapegada. Es como si yo—

—La vieja tú murió ¿Lo recuerdas?— preguntó Kain, Mito lo quedó mirando a los ojos, pero no respondió. Ella espero a que Kain continuara. Kain así lo hizo —aquella Mito, tú viejo cuerpo, solo estaba viva porque tenía un par de nietos que cuidar. Además de que debía contener a Kurama hasta encontrar a un nuevo jinchuriki, pero ahora nada de eso es válido ¿Qué crees que le quedaría a la antigua Mito? Nawaki está creciendo, Tsunade también, Kurama está teniendo su segunda oportunidad y es feliz—

—Lo sé— dijo Mito con los ojos acuosos y dos lágrimas cayendo por sus mejillas.

Kain la abrazó y le beso el cabello y ella se aferró a él.