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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 483

—¿De verdad él va a estar bien?— preguntó Mito con el pequeño ninken en sus brazos. Ella lo acaricio mientras sonreía.

—Sí, él nació con un problema, pero nada que una buena operación no solucione. Estará en perfecto estado en un par de días— respondió Kain mientras le acariciaba la cabeza al peludo ninken.

Mito sonrió, le dio una mirada significativa a Kain y él asintió. Mito miró a Rizu y después a Nawaki —Nawaki, Rizu va a ser la persona que de ahora en adelante me ayude con las cosas de la casa. Ella cuidara de ti durante esta semana a modo de prueba—

—¿Por qué?— preguntó Nawaki, todavía confundido por el aspecto de su abuela. Si no fuera por Kain, él no la hubiera reconocido.

—Yo voy a estar afuera por una semana, tengo cosas que hacer, pero no te preocupes, volveré—

Nawaki asintió con suavidad.

Mito lo observo, era raro que Nawaki estuviera tan callado, pero noto que sus ojos le daban breves miradas a Rizu y Mito sonrió. No era extraño, Rizu era muy bonita y exótica con su cabello rojo, la piel morena y los ojos verdes.

—¿Adónde vas, vieja bruja?— preguntó Tsunade desde detrás de la puerta de salida del comedor. Ella asomo sus ojos, se veía su cabello rubio colgando del lado derecho.

—No te importa, tonta— respondió Mito, frunció la nariz y negó con la cabeza en un gesto infantil.

Tsunade soltó un bufido de desdén, salió de detrás de la puerta y miró a Mito con cierta altivez —no será nada decente ¿Verdad? En serio, abuela, a tu edad llevando esas cosas. Sé que hay mujeres que se quieren ver jóvenes, pero existe un límite— dijo

Mito sonrió de forma astuta y le preguntó —¿Cómo sabes de esas cosas?—

Tsunade se abrazó a sí misma, bastante consciente de la forma de su cuerpo. Todas las esposas de Kain se lo recordaban a diario. Ella no siguió argumentando y miró hacia otro lado mientras decía —solo lo leí por ahí, no es como si me importará—

—Hablo la envidia—

—¡Cállate! yo soy alguien decente—

Tsunade miró a Mito enojada, se dio la vuelta y se fue dando pisotones.

Mito sonrió divertida, discutir con su nieta ya no se sentía lo mismo.

Por otro lado, el Kain/clon verdadero que anduvo con Nawaki, viajo a la capital de nación del Fuego, pero no a la mansión de Rei-chan, sino a la casa de las hermanas, Hana y Mana Izumi.

El ambiente estaba tranquilo y la única luz que entraba era la que venía del exterior a través de las ventanas. Kain avanzó por el pasillo principal y se detuvo frente a la puerta de la sala de estar. Por debajo de la puerta pasaba un haz de luz. Kain dio un par de golpecitos y del interior respondieron "pase".

Kain giro la manilla y en el interior vio al anciano Akira, el abuelo de Hana y Mana. Él estaba sentado en un sillón de cuero individual. Estaba anciano, calvo y delgado. La piel oscura y lleno de arrugas. Tenía una expresión tranquila. Llevaba unos lentes y sostenía un libro.

—¿Kain-kun?— preguntó el anciano entrecerrando los ojos como para enfocar la mirada. Se quito los lentes para leer y lo pudo ver con más claridad —hola, muchacho—

—Hola, abuelo— dijo Kain con tranquilidad —¿Cómo estás?—

—Bien, tranquilo, terminando mi libro—

—Me alegro por usted. A todo esto, vine a buscar a Hana y Mana—

—Oooh, esas niñas siguen trabajando en el laboratorio ¿Me puedes hacer un favor?—

—Sí, claro—

—Saca a mis nietas del laboratorio y oblígalas a comer algo. Llevan metidas en ese lugar durante una semana. Puede que con suerte hayan dejado ese lugar para dormir—

—Deben estar preparando algunas cosas—

—Sí, algo así me dijeron. Que era algo que debían dejar listo antes de salir a una misión— respondió Akira, examino a Kain y le preguntó —¿Será muy peligroso?—

—No, para nada. Ellas me acompañaran a Sunagakure y a Kirigakure, pero como una misión de paz. Estaremos ahí hasta los exámenes chunin y de paso, enseñaremos ninjutsu médico—

—Mmmm, ten cuidado, la última vez que enseñaste ninjutsu médico, no termino muy bien—

—Sí, lo sé, pondré más cuidado—

—No te culpo, tú lo hiciste bien, es que el resto de las personas no son tan abiertos de mente—

—Así parece ¿Qué tal la salud?— preguntó

—Bien, gracias a tu medicina— respondió el anciano, hizo una sonrisa divertida y le preguntó —¿Cuándo voy a poder ver a mis bisnietos?—

Kain soltó una risita y le respondió —muy pronto, no te preocupes. Después de que nazcan, solo vas a querer silencio—

El anciano Akira sonrió mostrando una dentadura perfecta; la mitad de los dientes eran suyos y la otra mitad implantes.

Kain se despidió del anciano Akira y camino al centro de la casa, encontró una puerta y se detuvo delante de ella —abre la cerradura del laboratorio de Hana y Mana— dijo. Al instante, en su interfaz visual se mostró como el dispositivo susano se comunicaba con la unidad Janos, este último lo comunicaba con Guardián y, a su vez, Guardián le daba los permisos, mandaba la señal y la unidad Janos enviaba la señal al sistema de seguridad de la casa. Sonó el pestillo y la puerta fue abierta.

Kain giro la manilla y empujo la puerta hacia adentro. Él vio unas escaleras de concreto sin ningún adorno o pintura. Era un pasillo estéril sin ningún cuidado estético. Lo único que lo iluminaba eran los focos en el techo. Kain avanzó a las escaleras, cerró la puerta por detrás de él y bajo los peldaños.

—¿Sensei?— preguntó Hana desde el subterráneo.

Kain continúo bajando y respondió —sí, soy yo—

—Llega en un buen momento— respondió Mana

Kain llego a la parte baja de las escaleras y salió a un espacio abierto y amplio. Había estantes metálicos en las paredes y en el centro, una larga mesa con tubos y contenedores de vidrio.

Hana y Mana estaban posicionadas a cinco metros una de la otra. Cada una sosteniendo un cuaderno y escribiendo sus observaciones.

—Deme un minuto, sensei— dijeron Hana y Mana al mismo tiempo.

Kain observo a las dos muchachas de cabello blanco y piel oscura. Ambas tenían una figura exuberante oculta bajo una bata blanca. Su rostro era visible, con una expresión calmada, los ojos grandes y expresivos, el iris rojo, hermoso y llamativo.

Kain avanzó observando el laboratorio, miró al techo, parecía que todo funcionaba correctamente. Después miró los contenedores y tubos de vidrio sobre la mesa.

Al mismo tiempo, Mana y Hana dejaron sus cuadernos en una orilla de la mesa y cada una se movió al extremo opuesto de la otra. Ellas se miraron y asintieron. Cada una giro una válvula y un líquido recorrió los tubos. Ambos líquidos se fueron deteniendo en diferentes contenedores, pasaron por todo un proceso que se demoró diez minutos en dar toda la vuelta y al final, se combinaron en el último contenedor de vidrio, donde una mezcladora fue dando vueltas lentas y derivando la mezcla a otro tubo. Esta vez, la mezcla fue más viscosa y al final del proceso, cayó en forma de crema.

Kain espero a que Hana y Mana terminaran de anotar los detalles, y una vez que ellas lo hicieron, dejaron sus cuadernos a un lado. Ellas miraron a Kain. Eran gemelas, como dos gotas de agua. La única diferencia es que Hana tenía el cabello ondulado y Mana lo tenía liso. Ellas caminaron hacia Kain, lo tomaron de la mano y lo condujeron hacia el contenedor que tenía el resultado de meses de intenso trabajo.

Hana y Mana sonrieron, soltaron risitas y lo acercaron al contenedor. Hana soltó la mano de Kain y tomo el contenedor de vidrio. Mana soltó las manos de Kain y las oculto detrás de su espalda. Kain se acercó al contenedor, estiro su mano y metió el dedo índice dentro del contenedor. Era una especie de crema, suave y aceitosa. Él sacó su mano y la acercó a su nariz, olió el aroma, pero no tenía. Solo el aroma sintético de los químicos. Después apartó su mano de la nariz y con su dedo pulgar, refregó la crema sobre la yema de sus dedos.

—Unidades de apoyo, análisis de sustancias— dijo Kain

Al instante, del brazalete en su antebrazo izquierdo, emergieron las unidades de apoyo. Una con el ojo rojo y otra con el ojo azul.

Kain vio que en su rango de visión se enlistaban procesos y al instante siguiente, aparecieron tablas con datos y la propiedad de la crema. Kain asintió varias veces y dijo —cuaderno—

Mana, quien tenía las manos detrás de su espalda, fue a buscar su cuaderno y lápiz. Ella avanzó al trote, tomo lo que necesitaba y lo llevó a Kain. Este último recibió el cuaderno y el lápiz. Entonces él busco una hoja en blanco y comenzó a escribir.

Hana y Mana se pusieron a los lados de Kain y fueron viendo los cálculos matemáticos que empezaban en la parte superior y terminaban al final de la hoja. Todo ordenado y legible. Kain ocupo una segunda y una tercera hoja. Al final, termino con un listado de ingredientes que se ordenó en cinco columnas de veinte componentes y le entrego el cuaderno a Hana.

Hana y Mana recibieron el cuaderno, lo fueron leyendo y asintiendo como si todo fuera lo más lógico, pero a mitad del camino, se miraron la una a la otra como si hubiera algo raro.

—Eso agiliza el proceso— dijo Kain con tranquilidad —además, le dará una textura más agradable al tacto—

Hana y Mana miraron a Kain, asintieron y continuaron revisando los cálculos. Ellas llegaron al final del proceso, revisaron los ingredientes y fruncieron el ceño. Ellas miraron a Kain, él había sacado un habano, pero por motivos de higiene en el laboratorio, no lo había encendido. En su lugar, él olfateaba el habano, fascinado por el aroma al tabaco.

—Sensei, esto— dijo Hana, dado vuelta el cuaderno y señalando la segunda columna de ingredientes.

—Oooh, eso, si pensamos en convertir esto en un negocio, lo importante es ser eficientes— dijo Kain —en este territorio no se da aquella planta, pero en la nación de la Tierra es como maleza—

Hana y Mana eran originarias de la nación del Rayo, así que no lo sabían. Ellas voltearon el cuaderno, de nuevo miraron el listado y asintieron.

—Felicitaciones, desde ahora en adelante, serán millonarias— dijo Kain con una sonrisa astuta

Hana y Mana miraron a Kain, ellas sonrieron y se acercaron a él. Ellas lo abrazaron de un brazo cada una y le dijeron —ahora somos millonarios—.

Kain observaba a Hana y Mana, ellas estaban fascinadas. Además, había una expectativa en su mirada.

—Ya terminamos— dijeron Hana y Mana al mismo tiempo. Ellas se miraron y sonrieron al coincidir en sus intenciones.

—Eso es bueno, tenemos mucho que hacer— dijo Kain

Hana asintió, se paró de puntillas y le dio un beso en los labios. Ella se apartó y fue el turno de su hermana Mana. Ella también se paró de puntillas y le dio un beso.

Kain sonrió tranquilo al ver la actitud de Hana y Mana, pero en lugar de volverse loco como lo haría cualquiera, se mantuvo tranquilo y les dijo —vayamos a tomar una ducha, comeremos con el abuelo Akira—

—¿Y después?— preguntó Mana con una sonrisa expectante, pero nerviosa. Hana también miraba a Kain, sonreía, pero también parecía preocupada por la poca reacción de Kain.

—Una cosa a la vez, por ahora un baño. Anduve viendo unos ninken y quedé con el aroma a perro en la ropa— respondió Kain

Mana y Hana se mordieron los labios y asintieron.