webnovel

Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime et bandes dessinées
Pas assez d’évaluations
858 Chs

Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 480

Otro Kain/clon verdadero, estaba con Rizu, la anterior sirvienta de la princesa Yoruichi, de la nación del Rayo. Sin embargo, Kain y Rizu estaban en la nación del Viento, la costa oeste, en el muelle.

En estos momentos, las tablas del muelle rechinaban constantemente.

Bajo el muelle pasaban las olas que alcanzaban la playa. A la distancia se escuchaban las gaviotas graznar. Hacía mucho calor como siempre, pero la sombra proporcionada por el techo y el hielo en las bebidas aligeraba la sensación.

Kain estaba arrodillado en el sofá con un trasero grande, redondo y moreno por delante de él. Kain empujaba su cadera, entraba en Rizu y la hacía gemir. Él le dio una fuerte nalgada, eso estremeció a Rizu, ella apretó más fuerte y Kain continúo revolviendo su interior.

Kain cerró sus ojos mientras continuaba moviendo sus caderas, se concentró en la respiración. En el aroma a mar que entro a sus pulmones, en la sensación de su piel, en la sensación de su sexo entrando en el de Rizu. El cosquilleo y la sensación de que lo iba a soltar todo. Él apretó sus nalgas para aguantar un poco más, pero llevaba cinco minutos entrando en Rizu sin parar. Los gemidos de Rizu eran exquisitos. Kain soltó un fuerte gemido y lo empujo una última vez.

Kain se quedó quieto, respirando con dificultad. Él llevo sus manos de las nalgas de Rizu y las apoyo a los lados, sobre el sofá. Él se dejó caer lentamente hacia adelante, se recostó sobre Rizu y abrió los ojos. Rizu estaba bajo él, la mirada lánguida y la respiración forzada. Ella medía 1.65 mts de estatura, cuerpo esbelto, piel morena y cabello rojo intenso. Su hermosa piel canela estaba cubierta de sudor.

Kain se apoyó en sus manos, se levantó y ayudo a Rizu a girarse. Ella era Uzumaki y tenía una resistencia envidiable comparada con la gente común, pero comparado con un shinobi que ha entrenado toda su vida, tenía muy poco aguante. Para Kain, ella no era diferente de Rei-chan, quien no era shinobi.

Rizu quedó recostada boca arriba, la piel canela cubierta de sudor. Sus senos erguidos como dos montículos de carne, el vientre plano, esbelta, la cintura estrecha y las caderas anchas.

Kain acercó su rostro, Rizu extendió sus manos y le tomo el rostro. Kain acercó su boca y la beso. Ella se colgó de su cuello y respondió a sus besos. Nada podría ser más intoxicante para Rizu. Ella estaba con dios, quien la salvo de la muerte dos veces. Puede que parezca un sueño, pero Rizu estaba segura de que había muerto dos veces en manos de Yoruichi. Sin embargo, aquí estaba ella, disfrutando del sexo, del sol, del mar, del licor y del amor. Ella estaba en las manos de dios, un dios apuesto y que la amaba.

Una vez que ellos se separaron, se sentaron en el sillón y sintieron la brisa marina acariciándolos de pies a cabeza. Era lo más exquisito de venir a esta región del continente.

Rizu miró a un lado y al ver a Kain flácido, ella se acercó y le dijo —permítame—

Rizu se agacho, se acercó caminando sobre sus rodillas y se puso entre las piernas de Kain. Este último, miró a Rizu, acercó su mano y le acaricio la mejilla. Rizu lo miró con anhelo. Kain le tomo el rostro con suavidad y lo condujo a su entrepierna.

Rizu abrió la boca y lo comenzó a succionar desde la base, subiendo por el tronco hasta la punta y después de vuelta hasta la base. Ella miraba a Kain mientras lo lamia y lo veía disfrutar de su servicio.

Kain estaba fascinado con Rizu, muy servicial y siempre dispuesta al sexo, donde sea que se lo pida.

Rizu comenzó a succionar y hacer sonidos obscenos con su saliva.

—Rizu, aquí va— dijo Kain con los ojos cerrados

Rizu siguió chupando la punta hasta que su boca quedó llena. Ella apartó su boca, lo bebió y volvió a la entrepierna para limpiarlo. Sin embargo, una cosa llevo a la otra y Kain volvió a ponerse duro.

Rizu apartó su rostro, miró a Kain y le dijo —Kain-sama, si usted quiere—

Kain asintió, Rizu se dio la vuelta y se sentó sobre Kain. Él entro en ella. Kain la abrazó por detrás, ella giro su rostro y Kain la beso. Este último la tomo por la cintura y la comenzó a mover. Ella estaba suave, húmeda y resbalosa. Kain detuvo a Rizu, se mantuvo dentro de ella, llevó sus manos desde las caderas a los senos. Él acaricio los senos de Rizu mientras la besaba. Ella respondía a sus avances. Kain llevó sus manos a las caderas, las acaricio, eran caderas generosas y pronunciadas. Sin embargo, sus manos no se detuvieron y fueron a la entrepierna de Rizu. Kain la estímulo a medida que se movía y entraba en ella. Rizu lo continúo besando, ella se estremecía y sentía las vibraciones por todo su cuerpo. Era el deseo carnal, la lujuria, el delirio. Ella comenzó a mover sus caderas en círculos mientras sentía toda la estimulación.

Kain llevó sus manos a las caderas, apartó su boca de Rizu y la comenzó a mover de arriba abajo.

—Sí, sí— decía Rizu —Kain-sama, Kain-saaaaama—

Kain se volvió más enérgico al escuchar las palabras de Rizu. Él lo aguanto lo mejor que pudo, se concentró en su respiración, en la sensación de su piel, en el calor de Rizu y la sensación de su piel. Él abrazó a Rizu por detrás, la beso y lo empujo a dentro una última vez mientras lo soltaba todo.

Una hora después, Kain y Rizu estaban acostados desnudos en una hamaca. De fondo se escuchaba el suave oleaje, la brisa marina y el graznido de las gaviotas.

—Rizu ¿Cómo te sientes?— preguntó Kain con voz suave y lánguida

—Muy bien, Kain-sama— dijo Rizu con los ojos cerrados, acurrucada contra el pecho de Kain —Rizu jamás había sido tan feliz. Servir a la princesa fue agradable, pero no se puede comparar con estar con dios—

Kain se quedó callado y analizo esas palabras. Se sentían pesadas, pero ¿Estaban equivocadas? No, no lo estaban. Solo con conocimiento, Kain se había vuelto más increíble que cualquier shinobi que haya pisado esta tierra. Sin embargo, resucitar era un truco que solo se limitaba a este mundo. Como los exteriores se estaban disputando las almas de este mundo, las almas no podían abandonar este sistema planetario y llegar al origen para volver a renacer. Gracias a esta limitación en el movimiento de las almas, Kain podía resucitar a las personas las veces que él quisiera. Sin embargo, al pensar en la conversación que estaba teniendo con Mito, nunca espero que Hashirama Senju no quisiera ser revivido. Como siempre, su tío era una persona demasiado dura consigo mismo.

Kain miró a Rizu, linda, pelirroja, la piel canela, los ojos verdes y la sonrisa amigable. Hermosa, sin dudas, hermosa —¿Te acuerdas del favor que te pedí?— preguntó.

Rizu hizo un puchero y asintió —sí— respondió con un hilo de voz, suave y débil.

Kain sonrió al ver lo poco dispuesta que estaba Rizu y añadió —no pongas esa cara, solo quiero que me ayudes—

—Es que, tengo miedo de no volverte a ver más—

—No, eso no va a pasar— dijo Kain con una sonrisa astuta, acercó su boca y la beso. Rizu respondió a su beso y llevó su mano a la entrepierna de Kain para estimularlo. Kain apartó sus labios y continuo —tú eres mía, nunca te abandonaría. Solo quiero que me ayudes con esto ¿Está bien?—

—Si Kain-sama ama a Rizu, no hay forma de que Rizu se niegue—

Kain sonrió, pero no respondió a esas palabras. Él quedó mirando a Rizu y ella se sentó en la hamaca. Rizu se acomodó, se sentó sobre Kain y lo llevó a que él entrara en ella. Rizu soltó un gemido, acercó su rostro a Kain y lo beso mientras movía sus caderas lentamente. Gracias a que la hamaca estaba sujeta a las vigas del techo del muelle, toda la estructura se resintió, pero soportó el agitado movimiento.

Una hora después, Kain estaba en su habitación, dentro de la mansión. Rizu se estaba bañando, así que él se vestía y arreglaba su apariencia.

En medio de eso, Kain se detuvo y miró al espacio de cuatro metros que había entre él y la cama. A los dos segundos, apareció Mito. Ella llevaba puesto un kimono rojo y un obi negro. Llevaba el cabello suelto y liso. Se veía completamente diferente, ya sea por la sensación que daba su mirada o la edad física de su cuerpo.

—Kain, ya estamos aquí ¿Qué era lo que me querías mostrar?— preguntó Mito

Kain estaba vestido con el haori blanco, el kimono verde y el hakama negro. La única diferencia era que tenía el cabello mojado porque recién se había bañado. Mito no lo noto y Kain sonrió.

—Dame un minuto, ella se está tomando una ducha. La tenía cuidando de la mansión en la playa— respondió Kain con tranquilidad

—Cuidando, dices, seguro que es otra de tus amantes— dijo Mito con cierta molestia en su tono de voz.

Kain soltó una risita astuta, camino hasta Mito y la llevó a la cama. Ella no se resistió y cuando toco el borde de la cama con las piernas, ella apoyo sus manos en el colchón. Kain la recostó, acercó su rostro y la beso. Fue un beso suave y breve. Ellos se quedaron mirando a los ojos.

—¿Tú quieres?— preguntó Mito

—No— respondió Kain con una sonrisa, él llevó su mano a entrepierna de Mito y continuo —guardemos esto para un momento especial. Tengo una sorpresa preparada para ti—

Mito hizo un puchero con los ojos llorosos —¿Por eso me ibas a presentar una de tus mujeres?— preguntó

—No tiene nada que ver. A ti te preocupa la casa, Tsunade y Nawaki. Esta persona nos va a ayudar—

Mito sonrió —Kain— dijo —¿Qué más?—

Kain sonrió de forma astuta y susurro —el resto es una sorpresa—

—Kain-sama— dijo Rizu —ya estoy lista—

Mito levantó su rostro, miró al baño y vio a una muchacha con el cabello rojo y vibrante igual que ella, Tsubaki y Kiyomi. Ella iba saliendo del baño, tenía la piel morena y una bonita figura. Llevaba puesta una bata blanca y esponjosa. Se veía bonita y sensual, sobre todo su mirada, lánguida y cándida.

Mito miró a Kain con reproche.

Kain sonrió, acercó su boca al oído de Mito y le susurro —ella también es Uzumaki—

Entonces Mito volvió a mirar a la muchacha, se veía joven. Ella asintió y entendió mejor a que se refería Kain. Este último apoyo sus manos en la cama y se sentó. Mito hizo lo mismo mientras Rizu se detenía delante de ellos.

—Rizu, te presento a Mito-chan, ella solo tiene quince años. Ayúdala en todo lo que puedas— dijo Kain

Rizu sonrió amigable e hizo una profunda reverencia.

Mito miró a Rizu, ella llevó su mano a su ahora, abundante pecho. Ella tomo una profunda respiración y continuo —sí, mucho gusto Rizu-san. Puedes llamarme Mito—