Mundo Shinobi - Chunin - 279

Los problemas con el examen chunin empezaron temprano en la mañana, con un montón de shinobis, que más que guerreros parecían gamberros. Unos tratando de comer sin pagar, otros tratando de coaccionar a los civiles y algunos tratando de meterse en las casas de otros para ver que podían sacar.

En este aspecto, la policía militar estuvo ocupada en su totalidad e incluso Kain tuvo que intervenir varias veces. Sin embargo, el problema más grande se presentó cuando uno de los acompañantes del raikage, se puso a pelear con un policía.

El raikage era un tipo enorme de cabello rubio, con una barba que le llegaba al pecho y de piel morena. Llevaba el pelo largo hasta la mitad de la espalda y ordenado bajo la pañoleta con el protector de la villa en la frente. Solo vestía el chaleco táctico blanco de la villa y un pantalón negro. En la cintura utilizaba una cuerda roja que anudaba en su espalda y de forma inesperada, utilizaba zapatillas shinobi. Lo cual llamo la atención de Kain. Se veía como alguien en sus treinta años, pero tenía un espíritu inusualmente juvenil. Ni Hiruzen utilizaba zapatillas shinobi, aún.

No obstante, el combate entre el policía militar y el shinobi de Kumo no podía continuar. Kain tomo una profunda respiración, se movió a una gran velocidad y alcanzo al shinobi de Kumo. Le dio un golpe en la nuca y el tipo cayó al suelo inconsciente.

—Me dijeron que eras un tipo que se preocupaba por la paz— dijo Kain alzando su mirada para mirar al gigante fornido delante de él. El raikage debe haber medido más de dos metros de altura. No obstante, las palabras solo lo hicieron sonreír. El raikage llevó su mano a la mochililla que llevaba en la espalda, a la altura de la cintura. Kain entrecerró los ojos esperando que hiciera un movimiento en falso, la tensión en su cuerpo subió hasta los límites, listo para reaccionar a cualquier ataque. Sin embargo, el raikage solo saco una especie de cigarrillo, lo llevo a la comisura izquierda de su boca y mordió con la punta de sus dientes. Después provoco un par de chispas eléctricas en su dedo índice y encendió el cigarro. Kain olió el humo del cigarro y frunció la nariz, pensando que de seguro eso no era tabaco.

—Tranquilo, pequeño hermano— respondió el raikage con una sonrisa sin soltar el cigarro —estoy en mi Flow, tú en el tuyo. Mi trabajo es traer a estos idiotas y procurar que no se maten. El tuyo es mantener el orden ¿no?—

Kain sintió que este gigante era demasiado relajado para ser el raikage. Además ¿De qué estaba hecho ese cigarro? Olía extraño. Kain soltó un suspiro y dijo —soy Kain Uchiha, mucho gusto. Hokage-sama me pidió que te escoltara hasta la sede de los exámenes chunin—

—¡Oooh! No hay problema, lidera el camino— respondió el raikage, le dio una profunda calada al cigarro y después lo tomo con el pulgar e índice de la mano izquierda. Soltó una gran nube de humo y sonrió —ese hermano— dijo apuntando con el índice de su mano derecha al shinobi de kumo inconsciente —¿Qué le vas a hacer?—

—Ira a prisión y cuando se vayan a Kumogakure se lo devolveremos. Lucho contra la policía militar sin considerar las consecuencias. Es una grave falta a las leyes y al respeto de la villa—

El raikage ladeo la cabeza e hizo una mueca de resignación —no hay nada que hacerle, este hermano se emocionó más de la cuenta— dijo

Kain lo encontró más y más extraño. Esperaba que este monstruo muscular fuera más escandaloso y molesto, algo así como Onoki, pero era más relajado de lo necesario ¿Kumogakure está bien con un raikage así? Kain soltó un suspiro, miró al policía y le dijo —te lo encargo—

—Sí, Kain-sama— respondió el policía mientras inclinaba la cabeza.

Kain miró al raikage y le dijo —por aquí ¿Cómo te llamas?—

—Puedes llamar "A"—

—¿Tu nombre?—

—Digamos que ese mi nombre. Genial ¿No?— preguntó el Raikage con una sonrisa

—Puedes llamarme Kain, "A"—

—Mucho gusto, Kain—

Kain soltó un suspiro y se preguntó si estaba bien que este tipo fuera tan relajado. Hiruzen le advirtió hasta el cansancio que era un monstruo que podía saltar desde una montaña sin sufrir las consecuencias. Bueno, esto último era verdad, su aura era tan densa como la de su tío. Un usuario de cuerpo sabio. Maldito Hiruzen, maldijo Kain internamente. Por eso le estaba pagando tan bien para que se hiciera cargo de este tipo. Era como un biju (bestia de colas) rondando Konoha. Kain miró los alrededores captando el sutil movimiento de los anbus.

—¿Todos en Konoha son tan nerviosos?— preguntó "A", avanzando un paso por detrás de Kain

—No, solo pasa que el balance en el mundo quedó delicado. Nadie quiere que vuelva la guerra—

—Claro, Kain, nadie lo quiere. El anterior problema se dio porque algunos viejos les abrieron sus bolsas y culos a los nobles, pero ahora que estoy al mando no volverá a pasar—

—Eeeeh— dijo Kain mirando a Naomi, Rei y Okita un par de metros por delante de él, sorprendidas por el enorme tamaño del raikage —en ese caso ¿tienes alguna idea?—

—Hacer lo propio y seguir en mi Flow—

—Eso no es nada, "A", mientras los shinobis sigan dependiendo de las misiones, seguirán amarrados a los designios de quien tenga el dinero—

—Parece que eres un hermano con el Flow— dijo "A" dando una profunda calada a su cigarrillo —sorpréndeme—

—Después del examen escrito, vamos por una buena comida y te explicare una o dos cosas—

—Solo espero que la comida sea buena—

Kain soltó una risita y se detuvo a un metro de Naomi, Rei y Okita —ellas son Naomi, Rei y Okita. Naomi y Rei son mis esposas—

El raikage "A" soltó una risita, le dio una fuerte calada al cigarrillo y dijo —de verdad, eres un hermano con el Flow—

—No lo digas así, "A", me haces ver como si fuera una mala persona— respondió Kain con una sonrisa en los labios

—¿Y no lo eres?— preguntó Naomi con una sonrisa astuta, avanzó hasta "A" y lo miró los ojos mientras extendía su mano. Algo que solo los civiles usarían —mucho gusto, soy Naomi— dijo

"A" sonrió y extendió su enorme mano para estrechar la pequeña de Naomi —mucho gusto, Naomi, soy "A"—

Por otro lado, Rei dio un paso al frente y realizo una reverencia —mucho gusto en conocerlo, "A-san"—

—Solo "A" está bien— respondió "A" soltando la pequeña mano de Naomi y ofreciéndosela a Rei

Rei lo quedó mirando, sonrió divertida y estrecho la enorme mano. Al mismo tiempo, Okita se sintió algo preocupada por la ligereza con que trataban al raikage, pero siguió el ejemplo de las demás y le tendió la mano.

—Mucho gusto, "A", mi nombre es Okita—

—Mucho gusto— respondió "A" estrechándole la mano

—Vamos, los exámenes deben empezar en unos minutos— dijo Kain y el resto lo siguió. De esa manera Kain avanzo a la misma velocidad que "A" y le comenzó a contar sobre las delicias locales. A pesar de que "A" era un tipo grande e intimidante a primera vista, era más relajado de lo que la gente podría imaginar y le preguntó de forma directa a Kain para probar toda esa comida.

Una vez que llegaron al edificio donde se realizaban los exámenes, subieron hasta el cuarto piso y se detuvieron en la entrada del pasillo que daba a la sala de reuniones donde estaban los kages. Como Naomi, Okita y Rei no pertenecían a la planificación de la villa, no pudieron seguir adelante. Así que se despidieron y dijeron que esperarían en el salón de té.

Por otro lado, cuando Kain y "A" entraron a la sala donde estaban los kages, todos los quedaron mirando.

Reto, Kazekage de Suna, había muerto el año anterior y lo había sustituido un tipo llamado Shamon. De aspecto serio, calvo y con un espeluznante tatuaje de dragón enroscado alrededor de su cabeza. Una de las patas del dragón terminaba sobre el ojo derecho. Según los informes decían que era marionetista, algo habilidoso, pero lejos de estar a la altura de Reto.

Por otro lado, el primer Mizukage había muerto en la primera guerra mundial y había sido sustituido por un tipo joven del clan Hozuki. Tenía el cabello rubio, peinado hacia atrás y largo, pero como tenía el cabello grueso, se inflaba en la parte superior. Vestía un kimono gris con líneas verticales. De momento solo miraba con una sonrisa burlesca en los labios, acentuada por un bigote formado por dos líneas delgadas.

Hiruzen estaba vestido con su túnica blanca de kage, pero no utilizaba su sombrero. Los tatuajes bajo sus ojos y la barba de chivo resaltaban en su rostro. Sin embargo, por alguna razón, sus ojos estaban serios mientras sonreía ¿Era por el estrés? ¿Por la cantidad de shinobis extranjeros haciendo problemas o por la poca seriedad en los exámenes? Se preguntó Kain.

Kain y "A" avanzaron por la sala y se detuvieron frente a un ventanal que daba a una sala de estudios, un piso más abajo. Tuvieron que mirar hacia abajo para ver las cabezas de todos los shinobis que estaban concentrados en la prueba escriba sobre el pupitre. Había algunos que hacían trampas utilizando todo tipo de jutsus excéntricos para espiar a los que parecían saber.

Kain capto a sus tres discípulos; Nagisa, Kenzo y Duy. Los tres estaban sentados uno al lado del otro, del lado izquierdo de la sala. Nagisa revisaba las preguntas varias veces, pensaba en la respuesta, dibujaba un esquema en un lado de la hoja y después respondía. Al lado izquierdo de Nagisa estaba Kenzo, el cual leía las preguntas y respondía como si estuviera 100% seguro de lo que hacía. Solo Duy tenía una expresión perdida. Cada cierto tiempo miraba la prueba y cuando la leía, ponía una extraña expresión, como si su cerebro se hubiera desconectado de su cuerpo. Kain negó, pensando en que esto no era lo de Duy. Él brillaría en los combates.

—Kain-kun— dijo Hiruzen en voz baja

Kain lo miró hacia un lado y vio que la preocupación persistía en su mirada. Hiruzen le hizo el gesto con la cabeza para que lo siguiera y los dos se apartaron del ventanal y del resto de los kages. Una vez que estuvieron a diez metros, Hiruzen se puso de espaldas a los kages y Kain lo quedó mirando; ahora estaban de un mismo porte.

—Lo siento— dijo Hiruzen con una mueca incomoda —pero, una parte de nuestro trato no va a poder ser—

Kain frunció el ceño y le preguntó —¿De qué hablas?—

—Lo siento, pero no voy a poder llevar a los kages a tu salón de té—

Kain miró hacia un lado con una mueca de disgusto, después lo miró a los ojos y le preguntó —¿Por qué?—

—Vamos, Kain, sabes que esto no es tan simple como decir sí o no. Son cosas que se arreglan entre los clanes y ya habíamos pactado con el clan Ino-Shika-Cho—

Kain lo pensó un poco, evitando enojarse con Hiruzen, asintió varias veces y dijo —ok, pero si los kages deciden ir a otro lugar ¿No hay problema?—

—No lo creo— respondió Hiruzen algo confundido

—Entonces está bien— respondió Kain levantando los hombros con una expresión "no hay nada que hacerle". Hiruzen sonrió, le dio unas palmaditas en el hombro y se dio la vuelta para volver a donde estaban los otros kages.

Kain soltó un suspiro y contó con convencer a "A" para que lo siguiera. Onoki lo descarto desde el principio y a los otros no los conocía. Después de todo, había que tantear el terreno y ver su respuesta. Sin embargo, si Kain les empezaba a preguntar uno por uno, Hiruzen se podía enojar. Así que al final, la mejor estrategia era atraer a uno, con algo de suerte otro se sumaría y eso atraería a los demás. El prestigio del salón de té y el crecimiento del negocio que llevaba Naomi eran importantes, pero más importante, eran los planes de Kain y compartir su información con los otros kages. Si los shinobis seguían dependiendo de las misiones, se verían llevados a una época de paz, eso traería una escasez de trabajo y los obligaría a realizar una guerra por voluntad propia para generar trabajo.

Kain camino hasta el ventanal, se detuvo al lado del enorme "A" y le preguntó —¿todavía quieres ir a comer al Salón de Té?—

—Claro, pequeño hermano ¿Tienes otros planes?—

—No, no, después de los exámenes escritos, vamos—

—Me parece bien. No hay problema con fumar ¿Cierto?—

—No hay problema "A"—