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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Chunin - 274

Después de depositar a Nagisa en su habitación y dejar a Kiyomi cuidando de su hermana. Kain se dedicó toda la tarde a conversar con Kaoru y jugar con Nawaki en el pasillo techado que pasaba por detrás de la casa. Nawaki parecía muy aficionado a los brazos de Kaoru mientras Kain discutía con él, diciendo que Kaoru era suya, lo cual hacia sonrojar a Kaoru y divertía a Nawaki. Este último se abrazaba a Kaoru y soltaba pequeñas risas estridentes cuando Kain le advertía que lo iba a separar de Kaoru. Al final, para Nawaki, todo era un juego divertido.

Cuando llegaron las seis de la tarde, Rei salió al pasillo y camino hasta donde ellos estaban jugando —Kain-sama— dijo, deteniéndose a un metro de Kain, se sentó en seiza a su lado para que pudieran hablar a una misma altura —¿Puedo tener algo de su tiempo?—

Kain estaba haciéndole cosquillas a Nawaki, pero se detuvo al escucharla y se dio la vuelta —claro— dijo con una sonrisa

—No es mi intención interrumpir su diversión con Nawaki-chan y Kaoru-san— dijo Rei mirándolo con esos tiernos ojos azules —pero mis parientes llegaran en una hora más—

—Entiendo— dijo Kain dando un firme asentimiento —me iré a preparar de inmediato—

—Gracias, Kain-sama—

Kain miró a Kaoru con Nawaki en los brazos y le dijo —lo siento, Kaoru ¿Puedes cuidar a Nawaki?—

—Sí, Kain-sama, no hay problema— respondió Kaoru con una sonrisa amable

Kain se levantó del borde del pasillo y entró a la casa junto con Rei. Él la miró y preguntó —¿El viejo mono te dijo algo?—

Rei negó con la cabeza y dijo —tío solo dijo que era una visita de rutina—

Kain soltó un suspiro y murmuro —¿Por qué será que no le creo?—

—Tampoco creo que sea una visita de rutina— respondió Rei. Kain empezó a caminar hacia su habitación y ella lo siguió mientras continuaba con el tema —ellos fueron los únicos que se aferraron a las viejas creencias y siguieron llevando un culto al Sabio Rey Mono—

—No te preocupes, Rei-chan, si ellos quieren problemas, los van a encontrar. Y si no, mejor para todos y podemos seguir viviendo con tranquilidad—

—Sí— respondió Rei tomándole la mano

Rei se fue a su habitación para prepararse y Kain hizo lo propio. Bueno, dentro de todo, sus ropas siempre eran elegantes, como un joven señor feudal; kimono verde pasto, hakama negro y haori blanco con el vajra y abanico en la espalda. Sus cabellos blancos lo hacían ver angelical y sus ojos fríos, peligroso.

Una vez que Kain estuvo listo, fue a buscar a Rei a su habitación y se detuvo delante de la puerta corredera —Rei-chan— dijo —¿Estás listas?—

—Sí, Kain-sama, puede pasar— respondió Rei desde el interior

Kain abrió la puerta corredera y encontró a Rei de pie, desnuda y frente a un espejo. Sus enormes senos colgaban como dos melones mientras su cintura era pequeña y sus caderas anchas. Su piel era clara mientras un pequeño triangulo de cabello marcaba el lugar de su sexo. Ella sonreía con un claro rubor en sus mejillas, como si estuviera avergonzada, pero su sonrisa era tan tierna que se veía angelical.

Kain entró, cerró la puerta detrás de él y quedó mirando a Rei, fascinado por su hermosa figura. Ella avanzó algo avergonzada por estar desnuda y se detuvo delante de Kain.

—¿Le gusta?— preguntó Rei

Kain curvo sus labios hacia arriba y sonrió —claro que me gusta, todo en Rei-chan es bonito— dijo

Rei acercó su rostro y Kain hizo lo mismo hasta que los labios se encontraron. Primero se dieron pequeños besos, mientras probaban los labios del otros hasta que la emoción lleno sus corazones y se besaron explorando con la lengua la boca del otro. No obstante, cuando Rei sintió las manos de Kain sobre sus caderas desnudas y bajando poco a poco a su trasero, apartó sus labios y negó con la cabeza.

Kain tomo una profunda respiración y soltó un suspiro, pensando en que no era la primera vez en que Rei hacia lo mismo. Primero lo cautivaba con su apariencia, después lo invitaba a besarla, pero al final, daba un paso atrás y todo se detenía.

—Hoy— dijo Rei —tenemos cosas que atender, pero seguro la próxima vez, sin falta alguna—

Kain soltó una risita y asintió varias veces mientras miraba hacia otro lado, creyéndole poco o nada sus promesas. Todavía no habían cruzado esa línea, pero a Kain no le faltaban ganas. Rei era hermosa, voluptuosa y de mirada tierna. Una fruta demasiado apetitosa que, de forma cruel, le daban a probar, pero solo un poco, para no perder el gusto, pero siempre dejándolo con ganas de más.

—Kain-sama ¿Está enojado?— preguntó Rei mirándolo con esos grandes y hermosos ojos azules

Kain negó y sonrió, después la abrazo, colocando sus manos en las caderas, pero sin moverlas de ahí. Eso hizo sentir a Rei más segura y no lo evito. Al contrario, se colgó de su cuello y lo beso. Lo cual Kain disfruto de principio a fin. Sin embargo, cuando notó que ella estaba volviéndose apasionada, hizo su rostro hacia atrás y detuvo el beso. Rei frunció su lindo ceño, pero Kain negó.

—Ve a vestirte, hay que atender a las visitas— dijo Kain —en unos veinte minutos más, Tsubaki traerá la comida desde el Salón de té con ayuda de Kiyomi y sus otros trabajadores—

—Eso es, bueno— dijo Rei algo molesta porque Kain cortó el beso. Se preguntó si esto era en venganza porque ella no quiso ir más allá de los besos y caricias. Ella se dio la vuelta y volvió frente al espejo ovalado de cuerpo completo y se comenzó a vestir con un hermoso kimono rosa con flores primaverales. Su cabello suelto caía como una larga cascada de seda y cuando trato de peinárselo, Kain le quitó el cepillo y la comenzó a peinar.

—Kain-sama, es inusualmente hábil en este tipo de cosas— dijo Rei, asombrada de que él peinara el cabello con tanto cuidado y habilidad

—Crecí peinando el cabello de mi okaa-sama y abuela— respondió Kain con total naturalidad, soñando despierto con esos viejos momentos —es natural que sepa peinar el cabello de una mujer. Okaa-sama lo tenía igual de largo que Rei-chan—

—Veo, Kain-sama peinaba el cabello de Naoko-sama— murmuro Rei, pensando en su propio hermano y recordando cuando lo bañaba y lo peinaba

Una vez que Rei se hizo el moño que usualmente se hacía, con un mechón de cabello cayendo por el lado derecho de su rostro, se colocó un poco de maquillaje.

Después se fue con Kain a la puerta y espero a las visitas, pero ellos se retrasaron. A la media hora, Kain le dijo a Rei que fuera a descansar a su habitación, ya que las otras personas estaban en falta y no podrían reprocharle su ausencia. Él los esperaría y recibiría. A lo que Rei asintió agradecida. Al mismo tiempo, llegó Tsubaki y Kiyomi, junto a otros dos trabajadores del salón de té, de la Serpiente y La Luna. Ella llevaba varias cajas con comida y Kain le señalo la habitación donde se iban a reunir con los parientes de Rei. Tsubaki preparo todo y cuando termino, volvió a la puerta y Kain todavía seguía esperando a las visitas, pero con una expresión de pocos amigos.

—A lo mejor, les paso algo en el camino— dijo Tsubaki preocupada por Kain —¿Quiere que le pida a Kiyomi-chan que vaya a preguntar?—

Kiyomi estaba de pie detrás de su madre y frunció el ceño, con poco o nada de ganas de ir a realizar mandados. Le hizo gestos a Kain para que se negara, lo que este último hayo divertido y tuvo la gran idea de mandarla a dar vueltas por todo Konoha, pero justo en ese momento alguien abrió la puerta.

Kain se volteó y lo que vio a través del dintel, no le gusto. Sasuke Sarutobi, con esa tremenda barriga y vistiendo un kimono café, se presentó a la puerta, seguido de una pareja que llevaba un bebé cada uno, envuelto en frazadas.

—¿Qué te trae por aquí, gran jugador?— preguntó Kain de malhumor

—Ooh, novato, estas perdiendo tu toque— dijo Sasuke con una asquerosa sonrisa en los labios al ver que su pequeña broma tuvo resultado y Kain estaba molesto —solo te hicimos esperar un poco—

—Debí habérmelo imaginado— respondió Kain, miró a Tsubaki y le dijo —está bien, Tsubaki, las visitas ya llegaron. Déjamelo a mi—

—Bueno, Kain-sama— respondió Tsubaki y se fue con Kiyomi y sus dos trabajadores. Paso por al lado de Sasuke, hizo una pequeña reverencia y siguió de largo. Sin embargo, Sasuke se quedó mirando como Tsubaki contoneaba sus generosas caderas y Kain se acercó y lo castigo con un pisotón en el pie derecho.

—Muchacho del demonio— grito Sasuke saltando en un pie y agarrándose con las manos el otro —solo estaba mirando—

—Eso te pasa por descarado— dijo Kain, movió su mano como si echara el aire hacia otro lado y continuo —además, no me hables, tu boca apesta—

Sasuke miró a Kain con ganas de gritarle varias cosas, pero Kain paso por su lado y se detuvo delante de las personas que seguían a Sasuke. Los cuales estaban sorprendidos porque un muchacho, el cual no aparentaba tener más de quince años, trataba al patriarca del clan como a su igual.

—Buenas tardes— dijo Kain haciendo una reverencia —ustedes deben ser los Sarutobi que vienen de la nación del Trueno ¿Verdad?

El marido, un hombre alto y de piel morena con un cabello inusualmente blanco, asintió. Tenía hermosos risos mientras sus ojos eran azules. Extraño, pensó Kain, pero él no era quién para decirlo, después de todo, la mayor parte de su clan tenía el cabello y ojos oscuros. La esposa también era de piel morena, pero tenía el cabello largo y lizo, mientras sus labios destacaban grandes y sensuales.

—Mucho gusto en conocerlo— dijo el Marido —mi nombre es Minoru Sarutobi y mi esposa es Maaya—

Kain hizo un breve y casi imperceptible mueca recordando a otro Minoru, pero solo sonrió y contesto —mucho gusto en conocerlos, Minoru-san y Maaya-san. Por favor, síganme y los llevaré a la habitación. La comida ya está servida, solo tengo que ir a buscar a Rei-chan. Por otro lado, ¿Les traigo un futon para los bebés?—

—Eso sería de mucha ayuda— respondió Minoru con una gran sonrisa, pero sus ojos miraban a Kain con seriedad, evaluando algo que el propio Kain desconocía.

—Por favor, síganme— dijo Kain pensando en esa mirada, no era con malicia. Era algo más como cuando él miraba a las personas y calculaba su nivel de fuerza por el aura. Se preguntó si Minoru también era del tipo sensor. Por otro lado, sus niveles de energía natural dentro del cuerpo eran enormes, pero el chakra mínimo. Kain se dio la vuelta y comenzó a caminar por el pasillo, escuchando Sasuke protestar que él también era una visita y Kain estaba siendo descortés. No obstante, Kain estaba avanzando por delante y preguntándose qué clase de entrenamiento hizo Minoru para tener tanta energía natural en su cuerpo. Su esposa y los bebés eran lo mismo ¿Acaso se debía a la meditación y constante veneración al Sabio Rey Mono? Los mortales no honran a los dioses porque sí. Unos les prometen perdón y otras riquezas, poderes, conocimiento, pero siempre hay algo que ofrecen a cambio de la devoción.

Kain llegó a la habitación, abrió la puerta corredera y vio puestos cuatro cojines con cuatro bandejas puestas por delante, con varios pocillos con tapas de greda para que la comida se demorara en perder el calor.

—Adelante— dijo Kain invitando a Minoru y Maaya a sentarse en los cojines del lado izquierdo de la habitación. Ellos asintieron con respeto y entraron. Sin embargo, con lo que no contaba Kain era con el descaro del gran jugador, quien los siguió y se sentó en un cojín del lado derecho. Sasuke abrió la tapa de greda de los pocillos, emano vapor de comida caliente y comenzó a comer sin que nadie le hubiera dicho nada. Kain estaba a punto de golpearlo hasta la muerte, pero lo dejo.