Mundo Shinobi - Cambio - capítulo 40

Aviso

Esta semana voy a publicar capítulos hasta el jueves 30-12-2021 y después se retomarán las publicaciones hasta el lunes 03-01-2022. Creo que basta con decir que será fin de año y hay que celebrarlo como dios manda.

-o-

Al mismo tiempo que Naori dictaminaba el nuevo curso del clan, se llevaba a cabo una reunión dentro de la casa del patriarca. Todos los miembros con suficiente edad para ir a la guerra estaban presentes. Si hubiera sido en la antigüedad, hubiera habido niños de siete años en adelante. Pero según las normas de Konoha, solo los mayores de catorce podían ir a la guerra. Así que los ancianos, tíos, primos y sobrinos estaban presentes. Por otro lado, Kotaro solo iba acompañado por su esposa, sus propios hijos tenían menos de diez años, así que ninguno participaba. Sin embargo, para sorpresa de todos, el anciano Ko lideraba la reunión igual que en los viejos tiempos. Kotaro estaba en seiza a su derecha y la esposa del viejo Ko, una mujer de pelo ceniciento igual que él, a su izquierda.

-Familia- dijo Ko Uchiha con voz solemne -desde siempre mi padre me enseño el valor de la familia y de mi clan. Más aún, el clan solo es una extensión de mi familia. Por lo cual, nunca se debe levantar la mano contra un hermano o una hermana. Todos somos Uchihas, una misma familia y debemos estar unidos. Estas fueron las enseñanzas de mi padre y, por ende, las que le enseñe a mi hijo y a mis hermanos menores-

Todos menos Kotaro Uchiha pusieron rostros llenos de confusión. Se miraron unos otros extrañados por las palabras del viejo Ko, ya que era de conocimiento común. Diferente de los otros clanes donde había ramas familiares subordinadas, los Uchihas eran una sola familia. El patriarca del clan siempre había venido de la misma familia, ya que siempre habían resultado ser los usuarios más fuertes de sharingan o Mangekyo cuando lograban despertarlo. Sin embargo, nunca hubo una distinción entre ellos como alguien superior o inferior. A menos, claro, que esa persona se ganara el respeto y la consideración de todos. Eso se lograba contribuyendo al clan o desarrollando un fuerte poder ocular. Los ojos te daban voz y voto dentro del clan. Y si lo quieres ver de otra manera, el poder primaba por sobre todas las cosas. Por esta misma razón, los Uchihas deploraban a los otros clanes, porque si todos venían de un mismo ancestro ¿Por qué tenían que haber una rama maestra y otras ramas subordinadas? Todos eran una misma familia y si querías respeto, tenías que ganártelo. Eso era lo justo delante de sus ojos.

-Pero al parecer falle- continuo Ko Uchiha con voz apagada

Todos ensombrecieron su rostro y miraron a Kotaro Uchiha. Al mismo tiempo, a pesar de que Kotaro era el líder de la familia y el patriarca del clan, le dolieron esas miradas. Era recriminatorias por decirlo menos y estaban llenas de reproche.

-Hijo- dijo Ko Uchiha en un tono de voz compungido

-Sí, padre- dijo Kotaro Uchiha, volteándose a su izquierda para mirar a su padre a los ojos. Ko también se volteó para que sus ojos coincidieran. Desde el punto de vista del resto de la familia, eran el original y su copia de carbón. Casi idéntico, solo separados por la edad.

-Has cometido un error- dijo Ko y Kotaro asintió, entonces Ko continuo -como patriarca del clan deberás cuidar de todos hasta el final de tus días y velar por proteger a toda esta gran familia llamada Uchiha-

-Padre- dijo Kotaro con voz compungida y lágrimas en los ojos -no es necesario-

El viejo Ko negó y dijo en un tono solemne -debí haber hecho esto hace mucho tiempo desde que supe de tu comportamiento. Que un Uchiha alce su mano contra otro Uchiha es imperdonable. Más si es contra un niño inocente. Feo, es una apreciación demasiado blanda para describir lo que hiciste contra un niño que ni siquiera ha pisado el campo de batalla. Ahora, yo como tu padre, cargare tus culpas y me llevare tus pecados a la muerte-

-Padre- grito Kotaro entre llantos y quiso abrazar a Ko, pero él levanto su mano y lo detuvo.

-Hijo- dijo Ko con una lágrima en la mejilla y una sonrisa en el rostro -que nunca se te olvide esta lección. Uchiha es una gran familia y atacar a tu propia sangre es imperdonable. Podemos luchar contra nosotros, pero jamás derramar la sangre de nuestros hermanos. Somos uno solo y de esa manera hemos perdurado a través del tiempo. Todo el mundo nos teme y respeta porque somos un clan fuerte, pero sobre todo unido. Recuérdalo hijo, y nunca más en la vida hagas algo semejante contra tus hermanos. Naori-sama arreglara las cosas para que, de ahora en adelante, los viejos no tomen parte en las decisiones del clan. Así que, desde ahora, si el clan cae o asciende, es toda responsabilidad de la generación más joven-

Kotaro escucho esas palabras, pero más le dolía lo que su padre estaba próximo a hacer. El anciano se volteó para quedar de frente a todos los presentes y se quitó la parte superior del kimono. Dejo ver un cuerpo envejecido, con las tetillas caídas, la piel suelta y una prominente barriga. Tomo un cuchillo en una vaina de madera clara y lo mostro a todos. Entonces tomo una profunda respiración y saco el cuchillo.

A sus lados se escuchaba el llanto de su esposa y su hijo. Ko también lloraba, pero aguantaba el miedo a la muerte. Entonces tomo el cuchillo por mango y los posiciono a la altura de su ombligo. Tomo una última respiración, mirando a sus hermanos, primos y sobrinos, a su nuera que lo miraba con dolor en su corazón. Y aguantando el aire, hizo fuerza con su mano sobre el mango y se enterró el cuchillo en el ombligo. La sangre broto como un manantial, pero ahí no termino. Ko estaba rojo, aguantándose el dolor y apretando los dientes, pero coloco el último esfuerzo sobre su mano y rajo el resto de su vientre hasta que sus entrañas se desparramaron. Entonces Ko cayó de cara al suelo mientras su esposa e hijo rompían en un estridente llanto. El resto de la familia permaneció sentada, pero también lloraban la pérdida de un familiar. Ninguno sabía que había hecho Kotaro, pero seguro que fue algo grave. A lo mejor nunca lo sabrán, pero encontraron a Ko un hombre ejemplar. Incluso en su vejez, se hizo responsable de lo que hizo su hijo y llevo sus culpas. Por otro lado, el resto de los menores grabaron las palabras que dijo el anciano y las guardaron en su corazón. Uchiha es una gran familia, ninguno debe alzar su mano contra su hermano o hermana.

Una vez que terminaron todas las reuniones, Naori salió de la casona en donde hacían las reuniones y se reunió a la salida con Mito. Ella estaba esperando con otros shinobis y un carruaje tirado por caballos. Naori asintió a Mito y ella la condujo al carruaje. Ambas se subieron y los caballos partieron a un ritmo lento. Avanzaron por las oscuras calles del distrito Uchiha hasta que dejaron atrás a todas las miradas de la gente que aún los observaban. Entonces Naori perdió su semblante, se puso pálida y empezó a toser sangre. Mito reacciono de inmediato, pasándole un pañuelo y acariciándole la espalda. Una vez que Naori termino de escupir sangre, se apoyó en el respaldo del carruaje y comenzó a jadear. Su respiración era errática y daba la impresión de que le faltaba el aire. Mito estaba preocupada al ver su tez tan pálida como el papel. Sus pupilas estaban dilatas y llorosas, pero negaba con su cabeza como diciendo que estaba bien. Entonces Mito soltó una profunda exhalación y trato de calmarse.

-Vieja loca- dijo Mito enojada -te dijeron que no utilices tu chakra y tu utilizas tus ojos a su máxima potencia-

Naori aún jadeaba y apenas podía gesticular con su boca. Pero de alguna manera, se las arregló para bufar. Para ella su clan lo era todo, y acortar un poco su vida era un sacrificio insignificante.

-Tienes que durar Naori- dijo Mito sujetándola la mano -Kain y Naoko te necesitan-

Naori asintió entre jadeos, con la mirada confusa, pero con la convicción de mantenerse viva. Al menos, un año más. Eso había en su corazón. Un año más y le habrá pasado todo su legado a su nieto. Entonces, por fin, podrá descansar.

Naori cerró los ojos con el sonido del trote de los caballos de fondo y se olvidó del mundo.

Después de eso, Naori paso sus días estudiando con Kain y conversando con Naoko. Siempre había algo que recordar, algo que estudiar, algo en que preparar a su hija y a su nieto. La vida de Naori fue preocuparse por su clan y por su familia.

Por otro lado, como resultado de la intervención de Naori, el clan Uchiha fue conducido por la gente joven y los ancianos quedaron relegados a entrenar a las futuras generaciones. Ahora, ninguno de los viejos podría tomar decisiones y solo podrían dar su consejo en caso de que alguien se lo pidiera.

Por su parte, Kotaro Uchiha recibió una visita al otro día. Estaba en el tercer piso, en la habitación que ocupaba con su padre para conversar a escondidas. Las ventanas estaban abiertas, el aire entrando y refrescando el dolor de su corazón. Ya habían hecho el velorio de su padre y se quiso retirar antes de tiempo poniendo como excusa sentirse algo cansado. Estaba solo en ese momento, mientras su esposa y sus tíos atendían todos los que asistieron al funeral. Nadie supo la razón de la muerte y solo se entregó una urna con cenizas. Así que solo pudieron especular, pero nunca saber la real razón de la muerte de Ko Uchiha.

Kotaro miraba con ojos llorosos y una mirada perdida. Sin embargo, todo su dolor fue interrumpido por alguien que entro sin invitación.

-Buenos días, Kotaro-sama- dijo Kagami por detrás de Kotaro, en una posición con la rodilla derecha en el suelo y la cabeza gacha

-¿Qué tienen de buenos?- contesto Kotaro enojado

-Lo lamento, solo era una forma de expresarse. Vengo a recordarle su compromiso en un mes más. Tobirama-sama espera su apoyo para ese día. Ya están hechos los arreglos para entregarle los fondos y construir los cuarteles de la policía militar-

Kotaro detuvo su lamento interno y se sintió furioso por tales palabras. Le dijo en un tono frio -¿Cómo cuando me prometiste matar a ese mocoso?-

-¿Perdón?- pregunto Kagami alzando la mirada

Kotaro se dio la vuelta con una mirada cargada de odio y le grito -¿Cómo cuando dijiste que matarías a ese niño? Me juraste y re-juraste que esa mujer cumpliría su promesa y de esa manera todos mis problemas se resolverían. No fue así- se quedó callado al igual que Kagami y continuo en un tono bajo -me prometiste ayuda, pero lo único que obtuve fue una perdida que me está quemando por dentro-

-Nada es seguro en esta vida- respondió Kagami agachando la cabeza, se mordía el labio en un gesto de impotencia.

Kotaro arrugo la nariz en una expresión de furia y le puso una patada en la cabeza. Kagami cayó al suelo de espaldas y quedó mirando el techo.

-Vete, dile a tu señor que desde ahora en adelante haré lo mejor para mi clan. Siempre debió haber sido así- dijo Kotaro y le dio la espalda para mirar por la ventana -cumpliré mi palabra. Espero que esto realmente ayude a mi clan o me los llevare a otra tierra. Konoha nunca fue digna del clan Uchiha-

Kagami se levantó con la vista nublada y retomo su postura arrodillado -no lo defraudaremos Kotaro-sama-

Kagami dio un salto para salir por una de las ventanas mientras Kotaro bufaba en señal de incredulidad. Solo un Uchiha podía ayudar a otro Uchiha, nunca se podría confiar en extraños. Menos de hombres que traicionaban a su clan y servían al enemigo. De repente Kotaro se enojó consigo mismo y se preguntó ¿En qué rayos estaba pensando al escuchar a este tipo? Sin embargo, lo hecho, hecho esta y solo le quedaba avanzar y honrar las palabras de su padre.

Por otro lado, Kagami se debatía entre el dolor de la patada en su mandíbula y el dolor en su corazón. Todo es por el clan, todos es por un bien mayor. Quería creer en sus palabras, pero cada vez que miraba a Tobirama a los ojos, dudaba de los planes que él trazaba para su clan. Negó con la cabeza y redoblo su convicción. El clan estará mejor desde ahora, la vieja generación dejará envenenar la mente de los jóvenes y el futuro será diferente. Esa era su convicción, un bien mayor, incluso si hubiera tenido que sacrificar a un niño como Kain o matar a todos los ancianos del clan, lo haría. De lo contrario, el clan Uchiha se vería extinto al corto plazo.