Mundo Shinobi - Amigos - 73

De camino a la Academia Ninja, Kain vio a un hombre envejecido por los años. De piel morena, pelo negro pero que poco a poco se estaba cubriendo de canas. Hashirama Senju, poco a poco estaba envejeciendo y la aparente juventud que le proporcionaba su poderoso físico, se estaba esfumando. En tan solo un par de años, después de hacer aquella misión para consolidar un tratado de paz entre las villas, había envejecido alrededor de veinte años. Vestía como siempre, kimono verde pasto y Haori blanco. Al mismo tiempo, la gente que lo veía andar por la avenida principal, hacia reverencias a medida que avanzaba. Sin embargo, más que sentir un gran orgullo, parecía que sentían pena. El gran Dios Shinobi, estaba desapareciendo.

Kain camino sonriendo para su tío, como una forma de combatir la pena. Hashirama que iba preocupado, olvido por un momento sus preocupaciones y se detuvo delante de Kain.

-¿En qué andas, Kain?- preguntó Hashirama con una amable sonrisa

-Buenas tardes, Hashirama-sama- dijo Akane al mismo tiempo que hacia una reverencia.

-Buenas tardes- Hashirama-sama- dijo Sakumo, siguiendo el ejemplo de Akane.

Kain solo levanto su rostro, mirando su tío con una pequeña sonrisa. Hashirama estiro su mano y le dio un leve pellizco en la mejilla.

-Nada de travesuras- dijo Hashirama

-Solo vamos a la academia- dijo Kain

-¿Para qué sería?-

-Sakumo y Akane quieren probar su fuerza-

Hashirama miró a los dos niños, los cuales dejaron su reverencia y lo miraron a los ojos. Hashirama asintió y después miró a Kain -bien- dijo -trata de no volver muy tarde, ya sabes cómo se pone tu tía-

-Sí, tío. Por otro lado ¿Por qué no nos acompañas? Así Sakumo y Akane se sentirán más motivados-

Hashirama miró a Akane y Sakumo, ambos niños asintieron y Hashirama también asintió en señal de aceptación

-Está bien- dijo Hashirama -vamos a ver que tanto han progresado-, se dio la vuelta y Kain avanzo para tomarle la mano. Después avanzaron por la avenida principal, mientras la tarde seguía cayendo. Sakumo miraba a Kain con cierta envidia, mientras que Akane se sorprendía del inusual cuadro. Hoy en día, la relación entre Senju y Uchiha era pacífica. Ni de lejos habían dejado de sentir cierta desconfianza entre unos y otros. Pero ver al Kain y Hashirama caminar de la mano como padre e hijo, le hacía replantearse esa enemistad.

Akane iba unos dos cuerpos por detrás de Kain y Hashirama. Acelero su paso y se puso al lado de Kain para susurrarle al oído en un tono burlón -no sabía que fueras un niño tan obediente-

-Cállate, tonta Akane- dijo Kain enojado -tengo ocho, así que está bien- después miró hacia otro lado y Akane se rio a carcajadas. Hashirama los miró desde el lado, viéndolos discutir. Akane siguió molestando a Kain y este último le tiraba patadas que fallaban en alcanzar su objetivo.

Diez minutos después continuaron caminando en silencio y Kain y Hashirama fueron adelantados por Sakumo y Akane, los cuales dijeron que iban a ir por delante para preparar todo.

-¿tío andaba apostando?- preguntó Kain

Hashirama se congelo por un segundo, pero después estallo en carcajadas y le dijo -claro, tuve un poco de diversión-

Kain levantó su rostro y Hashirama lo miró a la cara, después aparto la mirada. Kain notó que había angustia y tristeza en su mirada.

-El tío debería ser más discreto en esas cosas, sensei ya dijo que lo mandaría a dormir al patio si seguía jugando-

-Bueno, espero que Kain pueda guardar un secreto-

-Claro, como siempre-

Hashirama siguió avanzando y Kain haciendo como que no veía nada. Era claro, Hashirama se estaba muriendo, su fuerza había pasado de ser de cuatro millones hasta un poco más de un millón quinientos mil. En pocas palabras, ahora era tan fuerte como un jounin de elite. El legendario Dios Shinobi, realmente se había desvanecido. Era cierto que a Hashirama le gustaba apostar, era una de las formas que tenía de combatir la ansiedad. Sin embargo, la mitad del tiempo que se suponía que andaba apostando, en realidad, andaba haciéndose chequeos médicos con el viejo Orochi. Era totalmente confidencial y alejado de Mito, quien se preocupaba cada día más por su salud.

Kain lo vio poner un rostro triste y apretó su agarre sobre la mano. Hashirama lo miró, pero Kain hacia como que avanzaba sin notar nada. Noto que tenía los ojos acuosos, pero se quedó callado. Hashirama hizo una pequeña sonrisa, pensando que, de seguro, Kain era muy inteligente para su edad. Se podía dar cuenta de cosas que otros ignoraban.

-¿Ya pensaste que querías hacer con el metal de chakra?- preguntó Hashirama

-Aun no, tengo muchas ideas- respondió Kain con una voz al borde del llanto

-Conozco a un buen herrero, a lo mejor te podría ayudar-

Kain trato de sonreír y arreglar su voz -lo haré yo mismo, ya verás, tío- dijo -haré algo que te dejará sorprendido-

-No lo dudo, pero sería mejor poner algo tan valioso en manos de un profesional. El metal es tuyo, por lo que no diré nada al respecto, pero este es mi consejo-

-Está bien, tío. Sé lo que hago-

Una vez que llegaron a la Academia Ninja, en la entrada estaba Kazuhiko y Kaoru, ambos esperando a alguien. Los niños conversaban de lo más bien, pero en cuanto notaron a Kain, corrieron en su dirección.

-Buenas tardes, Hashirama-sama y Kain- dijo Kazuhiko con una amplia sonrisa e hizo una breve reverencia

-Buenas tardes Kain-sama, Hashirama-sama- dijo Kaoru con una tierna sonrisa. Llevaba un kimono celeste claro, con estampados de flores. Quedó mirando a Kain esperando su reacción y él sonrió para ella.

-Te ves muy bonita, Kaoru-chan-

-¡Yay!- dijo Kaoru levantando su mano y formando con sus dedos el signo de amor y paz -lo sabía, Akane-san dijo que este sería un buen acierto- después se dio cuenta que estaba acompañada y agacho la cara mientras se ponía colorada -lo siento por los malos modales- dijo en voz baja

-No hay problema, Kaoru-chan- dijo Kain. Sin embargo, su sonrisa se esfumo al sentir una garra de acero sobre su hombro.

-Cierto que no hay problema- le dijo Kazuhiko con una sonrisa que no lo era. Se acerco a Kain apretando con más fuerza sobre el hombro y le susurro al oído -cuidado, te estoy vigilando-

Kain le respondió su sonrisa con otra sonrisa que tampoco lo era y le dijo en un tono amenazante -no quiero escuchar eso de un mirón que no le quita los ojos de encima a mi madre. Maldito sis-con-

-No tengo ese complejo- grito Kazuhiko, dio un salto hacia atrás y se puso en posición para ejercer su técnica del puño suave.

Kain también dio un salto hacia atrás y empezó a dar saltitos en su posición, le hizo el gesto con sus dedos para que se acercara. Kazuhiko sonrió como un animal, Kain también, y cuando saltaron hacia adelante, al mismo tiempo, fueron interceptados por Hashirama. El cual los tomo de la parte posterior del cuello y los dejo suspendidos en el aire.

-¿Qué hacen el par de tontos?- pregunto Hashirama enojado

-Tío, este sis-con empezó todo-

-Ya te dije que no tengo ese complejo- respondió Kazuhiko lanzando una patada y acertando en la pierna derecha de Kain. Este último se enfadó y le devolvió el golpe. Sin embargo, cuando iban a continuar luchando a patadas, aunque estuvieran suspendidos en el aire. Ambos se movieron y se dieron un cabezazo. Después cayeron al suelo y ambos se agarraron la cabeza.

-Tío ¿Por qué me pegas? Yo no fui, es todo culpa de Kazu- dijo Kain adolorido

-Cállate- dijo Kazuhiko -tu iniciaste todo, y no te quejes de nada. También andas mirando a mi madre y yo no te digo nada. Mocoso precoz, amante de las tetas y culos-

-Cállate idiota o le diré al abuelo Kazuto que el otro día, Hiruzen te invito a espiar en los baños de aguas termales y te lo estabas pensando en serio-

-El abuelo me felicitaría-

-También lo creo, pero Aoi-san escucharía y no diría lo mismo-

-Ma-Ma-Maldito traidor- grito Kazuhiko apuntándolo con el dedo indicé -me arrepiento de ser tu amigo-

-Yo también- grito Kain enojado. Sin embargo, un coscorrón en su cabeza le impidió seguir gritando más cosas. Lo mismo a Kazuhiko.

-Cállense, duo de idiotas, estamos en un lugar público y ustedes se ponen a gritar cosas raras- les dijo Hashirama en un tono de voz severo, después les susurro -no ven que la gente que pasa por fuera de la Academia los está mirando-

Kain y Kazuhiko miraron los alrededores y se sorprendieron con diez personas mirándolos. Se pusieron rojos y entraron al patio de la academia al mismo tiempo que discutían.

Hashirama soltó un suspiro, negó, pero también sonrió. Después miró a Kaoru y le pregunto -¿A quién esperaban ustedes, Kaoru-chan?-

-Al abuelo, estaba hablando con nuestros profesores- respondió Kaoru con una mirada inocente

-Bien, mientras esperan ¿Te gustaría acompañarnos?-

-Claro, sería un honor, Hashirama-sama ¿Qué van a hacer?-

-Los amigos de Kain van a tener una práctica de combate-

-¿Kain-sama va a luchar?-

-No lo sé, pero si Kaoru-chan se lo pide, de seguro lucha-

-Bien- dijo Kaoru levantando sus manos a la altura del pecho y cerrando sus puños -le enseñare a Kain-sama todo lo que Kaoru ha mejorado-

Hashirama se largó a reír totalmente entusiasmado por los niños. Era una alegría ver a las futuras generaciones crecer.

De esa manera, entraron a la Academia. Pasaron a recoger a Kain y Kazuhiko al patio de la Academia (antes de que se pusieran a pelear otra vez) y entraron al edificio de dos pisos. Caminaron por unos largos corredores hasta la sala de profesores, en donde Sakumo y Akane hablaban con un anciano de pelo corto y canoso, lo más probable, su profesor. Estaba sentado detrás de un escritorio y al otro lado del escritorio, estaba sentado el viejo Kazuto. Sakumo y Akane les hablaban desde el lado. Al parecer tuvieron mala suerte, el anciano negó con la cabeza.

Hashirama se acercó, seguido por Kain, Kazuhiko y Kaoru. Se detuvo al lado del viejo Kazuto y dijo -Buenas tardes Hatori-sensei, Kazuto-kun-

-Buenas tardes Hashirama-sama- dijo Kazuto, volteo su rostro para mirarlo e inclino un poco su cabeza en señal de saludo. Por otro lado, el anciano canoso y pelo corto, se puso de pie e hizo una reverencia de noventa grados.

-Buenas tardes, Hashirama-sama- dijo Hatori. Después se paró con la espalda recta, como si estuviera delante de un general y espero a que le permitieran sentarse otra vez.

-Relájate, Hatori-kun- dijo Hashirama -solo vengo a ver a estos niños. Pero por su expresión, puedo decir que no les fue muy bien con su solicitud-

-Así es, Hashirama-sama- dijo Hatori -gracias a la conmoción en la capital, muchos de los instructores fueron sacados de la academia y ahora están ayudando en la búsqueda-

Hashirama hizo una pequeña mueca amarga y respondió -lo entiendo, pero ¿Podemos ocupar el patio de prácticas-

-Sí, no hay ningún problema. Solo trate de no utilizar mucha fuerza para que el patio esté en condiciones de ser utilizado en las clases del lunes-

-Sí, lo tendré presente-

Después se despidieron de Hatori y solo Kazuto se quedó hablando con el anciano. Hashirama avanzo con todos los niños por el corredor.

-Tío- dijo Kain a su lado, sin tomarle la mano. Si lo hacía, de seguro su idiota amigo y Akane lo molestarían hasta morir -¿Para qué quieres el patio? No hay chunin que puedan ayudarnos-

-Sí los hay- dijo Hashirama con una pequeña sonrisa

-¿Te refieres?-

-Sí, esos mismos-

Kain asintió, ya que, a pesar de todo, Hashirama seguía siendo el dios shinobi en el corazón de todos y por eso, se le otorgaba una pequeña escolta discreta que siempre estaba en las sombras. Era un pequeño grupo de tres shinobis, un jounin de elite y dos chunin.