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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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858 Chs

Interludio - Reverse Side 2 - Land of the gods 1.3

Una vez que se fue el viejo Xiao, Kain entro a la casa. Catalina y los niños estaban en el cuarto de juegos. Lilia estaba cocinando, Victoria iba a llegar en breve y Maaya debe estar viendo a Sakura. Como no había nadie más en la cocina, él fue detrás de Lilia y la abrazo. Le robo algunos besos, algunas caricias, pero fue correteado al instante. Lilia empezó a oler que algo se estaba quemando y su pronta reacción evito que pasara. Una vez que estuvo todo bajo control, tomo a Kain de una oreja y lo echo de la cocina.

-Haz algo útil y ve a ver a tus hijos- le ordeno Lilia, y así hizo Kain mientras se acariciaba la larga oreja. Pero primero lo primero, fue a ver a Sakura. Era un primor, como un pequeño pajarito. Kain subió por las escaleras y llego al segundo piso, donde estaban los aposentos de la princesa. Toco dos veces, pero nadie le contesto. Abrió la puerta y se encontró con un espectáculo poco frecuente. La joven Therese, vestida con su túnica de caballero, cargaba a Sakura en sus brazos. Le hablaba a la bebé igual que lo haría cualquier adulto, sin una pizca de dignidad. Seguramente si la vieran sus compañeros de batallón sería el hazmerreír. Sin embargo, eso no pasaría. Una, porque nadie podía entrar aquí aparte de la familia y dos, Kain entendía muy bien el sentimiento. Él mismo había perdido toda su dignidad como hombre y se mantenía siendo un padre estúpido.

Therese en medio de su conversación con la pequeña Sakura, se dio cuenta de Kain. Lo miro avergonzada. Su rostro era del color de un tomate maduro, rojo a mas no poder. Le entrego la bebé a Maaya y quiso salir corriendo. No obstante, Kain la detuvo y le dijo -espera ¿adónde vas?-

-No, yo- respondió Therese nerviosa -tengo que ir a hacer mis deberes-

-¿En serio? Catalina me dijo que tienes tres días libres a la semana-

Therese aún más roja, susurro algunas cosas pero era difícil entender. Kain la quería ayudar, así que la llevo frente a Sakura y le dijo -adelante, entiendo cómo te sientes. Aunque es mi hija, debo admitir que es hermosa-

Therese puso un rostro como si la hubieran malentendido, miró a Maaya y ella le dio un guiño de complicidad. Al final Therese dejo su agenda personal a un lado y se divirtió con Sakura.

Kain y Maaya los veían desde unas sillas, a unos tres metros de ellos. Maaya tomo la mano de Kain y le susurró -deberías dejar de tratar a Therese como una niña-

-Eso es un poco difícil- dijo Kain -recién cumplió la mayoría de edad. Además ¿Qué hay de malo en que se divierta con la bebé?-

Maaya soltó un suspiro y no insistió. Su esposo era brillante para algunas cosas y medio lento para otras.

-Papa- grito alguien desde la puerta. Kain volteó y vio a Kain jr apoyado en el dintel de la puerta. Su pequeña cabeza rubia y sus orejas puntiagudas destacaban.

-¿Qué pasa hijo?- le pregunto Kain

-Papa, ven, ven- dijo Kain jr sin despegarse del dintel de la puerta

-Ve con él- le dijo Maaya en un tono suave

Kain asintió, le dio un beso y fue a ver a su hijo. Cuando llego frente al pequeño orejas cortas, lo tomo en brazos y le pregunto -¿Qué pasa?-

-¿Caballito?- pregunto Kain jr (pero pronuncio Cabaiito)

-¿Quieres que te lleve a caballito?-

Jr asintió y Kain lo subió a sus hombros y comenzó a galopar por todo el corredor del segundo piso. Al rato después, Catalina salió con los otros dos pequeños que también querían caballito. Durante los treinta minutos que se demoró Lilia en preparar el almuerzo, Kain estuvo galopando sin cesar. No obstante, una vez que se detuvo el caballito, quedo el llanterío.

-o-

Con la luz de un nuevo amanecer, se dispersa la oscuridad y comienza su nuevo día en la ciudad amurallada de Orario. Por la entrada principal, se puede ver una multitud de carruajes y personas a pie esperando su turno para entrar. Unos quieren comerciar, otros empezar su aventura y otros vivir en el resguardo de las murallas. Sin embargo, la ciudad de los dioses se ha vuelto más selectiva. Por lo menos ahora revisa quien entra y quien sale. Llevan registros de nombres y retratos, de esta manera, mantienen la delincuencia a raya. Dentro de la extensa fila, se pueden ver numerosos artistas, comerciantes, algunos nobles de otras tierras y a un grupo de dos carruajes. Este último en especial llama demasiado la atención. Cada una o dos horas se bajan hermosas mujeres a caminar acompañados por bebés tan bellos como ellas. Algunos hombres, de todos los niveles y profesiones, quieren acercarse a compartir. Sin embargo, se alejan en cuanto ven al enorme elfo de pelo blanco. Su rostro de pocos amigos les deja las cosas claras. Sin embargo, siempre hay idiotas en todos lados. Algunos se acercan de todas formas y se van golpeados. Este escenario se ha repetido unas tres veces desde ayer. Donde un rudo aventurero trata de tomar ventaja y se va con la cola entre las piernas.

-Gracias a dios- dice Kain a gran voz. Va en el primer carruaje y se siente aliviado en este momento. Él recordaba que la entrada era una cosa concurrida, pero no recordaba que tanto. Ahora está a dos carretas de la aduana. Así que se alegra de que se acabe el suplicio.

Aunque claro, la cantidad de personas que viene este años es mayor. Incluso la ciudad de Orario tuvo que implementar una aduana solo para personas.

Al cabo de media hora, le toca su turno. En la entrada hay un muchacho bastante joven. No debe tener mas de dieciséis o diecisiete años. Pelo cobrizo y pertrechado con una armadura de metal. Con un rostro tranquilo inspecciona los carruajes y le pregunta -¿sus documentos señor?-

-Aquí están- responde Kain entregándole unos papeles

-Señor, estos documentos ya vencieron. Son de hace cuatro años-

-Sí- responde Kain algo incomodo -no he venido en un tiempo. ¿Tengo que hacer algún tramite?-

-Sí. No se preocupe, Orario a incorporado nuevos ayudantes a la aduana. Sígame con su carruaje-

-El carruaje de atrás también viene conmigo-

-¿Qué trae ahí?-

-Solo vienen mis esposas e hijos-

-¿Y en este?- apunta el joven al primer carruaje

-También mis esposas he hijos-

El joven aprieta su ceño y le dice -sígame- después murmura -hijo de puta suertudo-

Kain niega con su cabeza y le da la orden a Lilia para que lo siga. Manejando con tranquilidad, se dirigen a un gran edificio. Al igual que la guild se parece a una mansión. Una vez que se estacionan, Kain entra para realizar los tramites, mientras sus esposas se quedan en los carruajes.

Maaya vestida con un kimono café, se baja del carruaje llevando a Sakura en sus brazos. La niña esta despierta, mirando la gran ciudad de Orario. Ella es muy tranquila al contrario de sus hermanos. Muy observadora. Elías era así cuando era más pequeño, pero parece que con el estímulo de sus hermanos, también se ha vuelto ruidoso. Entre Sakura y su madre hacen un cuadro perfecto, lleno de elegancia y belleza. Todo sería perfecto si nadie los molestara.

-¿Qué tenemos aquí?- pregunta un muchacho bien parecido. Tiene el pelo rubio, con un mentón partido en medio. Va pertrechado con una armadura de cuero y una espada ceñida a su cintura. Lo acompañan tres tipos mas. Todos con la misma indumentaria.

Maaya los ignora, solo ve a su bebé, pero esto no dura mucho. Uno de los hombres se gana frente a ella y le pregunta -¿no quieres acompañarnos?-

-No señor- le responde Maaya con una voz suave -soy una mujer casada-

-No hay problema- dice uno de los aventureros -no somos celosos- y todos se largan a reír

-Por favor, déjenos solas-

-¿Y si no quiero?-

Maaya sonríe y con un elegante movimiento de su mano, noquea al aventurero. Ella continua sonriendo y les pregunta -¿se irán?-

-Somo…- trata de decir uno de los aventureros

Pero antes de que pueda continuar, se escucha la voz de Kain, potente y firme por toda la entrada -no importa de qué familia sean. Nadie los salvara si molestan a mi familia-

-¡Somos de la familia Zeus!- le dice uno de los aventureros, prácticamente gritando del miedo

Kain suelta una risita y le dice -dile a tu dios que Kain Dragonroad ha vuelto a la ciudad. ¿A ver que te dice?-

Las pocos aventureros que estaban viendo el espectáculo, arrancan de inmediato. El joven que ayudo a Kain a hacer el tramite, junto a otros tres guardias, se esconden en el edificio. De repente los tres aventureros se ven solos. No hay nadie a quien pedirle ayuda. Kain sonríe ante esto y les pregunta -¿Qué pasa? Vayan a decirle a su dios. Dile que si no controla a sus muchachos, este año se quedara sin familia-

Los tres idiotas toman a su amigo del suelo y salen corriendo. Gritan algunas amenazas a la distancia, pero Kain solo se ríe por tanta estupidez. Después devuelve a Maaya al carruaje y emprenden el viaje. No hacia la casa que compraron hace años. No hay espacio suficiente. Sino que a la guild, para comprar una nueva. Mientras los tres grandes asoman sus pequeños rostros por los vidrios. Se divierten mirando. Como siempre, se puede ver una rica diversidad cultural. Amazonas, humanos, gente gato, gente lobo, elfos, pallum y enanos. Hay de todo tipo de especies. Por otro lado, hoy en día se ven las calles más limpias y trabajadas. Los caminos tierra poco a poco están siendo cambiados. Por lo menos el centro de Orario esta revestido de adoquines. Se ve menos comercio ambulante y más locales formales. Ya no se ven las ancianas vendiendo en puestos improvisados, o a los viejos y niños limosneando. Ni las muchachas vendiendo de persona a persona.

Una vez que llegan a la guild, Kain entra acompañado de sus esposas y se encuentran con su amiga, Margarete. Ella los mira asombrada. Antes solo eran Lilia y Catalina. Ahora hay tres caras nuevas, sin contar a los cuatro bebés. En estos momentos la guild está llena y son recién las dos de la tarde. Sin embargo, todos los negocios se detienen y las asesoras pierden la cabeza con los hermosos bebés.

-Hola, Margarete- la saluda Lilia, mientras es rodeada por una montón de asesoras

-Hola- le responde Margarete en total estupor

-Hola- le dice Catalina

-Mucho gusto- le dice Victoria

-Encantada de conocerla- le dice Maaya

-Hola, mucho gusto- la saluda Reida

-¿Cómo estas, Margarete?¿que pasa? - le pregunta Kain con una gran sonrisa. Las asesoras rodean a sus esposas y Kain se acerca a Margarete. Le pasa la mano por el frente, como queriendo ver si esta despierta. Margarete sale de su ensueño y le pregunta -¿no crees que es mucho?-

-Mas o menos- le responde Kain mientras se rasca la cabeza -necesito tu ayuda-

-Dime-

-Quiero ver algunas casas. La que teníamos nos queda un poco pequeña-

-Bueno. Ven conmigo-

Kain llama a sus esposas y parece que han herido de golpe a las asesoras. Todas quieren tomar a los pequeños elfos. Los consideran muy lindos, pero las madres se llevan a sus bebés dejando un gran vacío en sus corazones.

Después de una hora de recomendar y revisar propiedades, se deciden por una bastante grande. No tanto como su casa en Millis, pero por lo menos tiene un segundo piso, patio y un lugar para dejar los carruajes. Después de hecho el trámite, se despiden de Margarete y la invitan a visitarlos. Cosa que Margarete acepta. Su hijo cumplió diez años y quiere ser aventurero. Así que piensa pedirle a Catalina o Lilia que le ayuden.

Una vez que llegan a su antigua casa, la encuentran polvorienta. Esta sucio en extremo sin la posibilidad de que sirva para algo. Así que optan por arrendar todo el tercer piso de un hotel. En ese lugar pasan su primera noche y antes de irse a dormir, los seis conversan de sus planes futuros. Toda la familia esta reunida en la habitación de Kain. Las mujeres sostienen a sus hijos mientras estos duermen.

-Tienes que acompañarme a ver a mi familia- dice Catalina con su hijo entre los brazos

-¿A mi familia?- pregunta Reida

-Sí- le responde Catalina -los dioses eligen personas, forman grupos y a ellos se les llama familia-

-No hay problema- responde Kain, tratando de que no se extiendan las explicaciones -tu diosa debe intuir algo. No debemos decir mucho, pero hay que dar la cara-

-Sí, después de todo, perdí la bendición una vez que viaje al otro mundo-

-También quiero que me acompañes- dice Lilia

-Ya lo dije, no hay problema. Vamos con la fresca de la tarde. Así puedes llevar a Ars y presentarlo-

-En ese caso- dice Catalina -vamos temprano. También quiero presentar a mi bebé. La dama Frigg va a estar muy sorprendida-

-Kain, quisiera conocer la ciudad- le pide Reida

-Yo también- le dice Victoria

-Nosotras también- se adhiere Maaya

-Bien- responde Kain en un tono cansado -vamos por parte. Por ahora los tour quedan pendientes. Primero vamos a ir a disculparnos con la familia de Lilia y Catalina. Una vez que terminemos con eso, empezaremos los tour-

-/////Bien/////- responden las cinco

De esta manera, empieza una nueva travesía por la siempre vivida Orario. La ciudad de la esperanza.