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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Capítulo 68 - Lucha en el desierto

Por la boca muere el pez, o al menos así dice el refrán. Kain se había negado con todas las fuerzas de su corazón a ayudar al mocoso Greyrat, pero más pudo la cara triste de Sylphiette. Habían pasado dos semanas desde que Rudeus se había ido de viaje y Sylphiette había empezado a dejar de comer. Se veía delgada, ojerosa, incluso su bonito pelo blanco que poco a poco estaba creciendo, había empezado a perder su vitalidad. Kain se la llevo a su mansión en Sharia y ahí la estuvieron cuidando. No obstante, el estado de ánimo de Sylphiette no mejoro demasiado. Pasaba todo el tiempo triste, apenas dormía y tenía que ser obligada a comer, igual que los niños chicos. Así que Kain tomo la determinación de viajar al continente Bergarito. No falto más decirle la noticia a Sylphiette para que se le iluminara el rostro. Por fin sonreía. En ese momento Kain era todo felicidad, al ver la reacción de Sylphiette, se sintió complacido. Así que le prometió que le traería de vuelta a su apestoso marido. Nunca se expresó así frente a Sylphiette, pero lo pensó en su mente.

Así que fue a ver a Perugius para que lo acercara al continente Bergarito. No cabe mencionar que Perugius se partió a carcajadas cuando escucho la historia de Kain. Este último solo podía aceptar la realidad, tuvo que doblar su mano para beneficiar a su detestable yerno. Al final, después de reírse lo suficiente y ser sermoneado por Sylvaril, Perugius ayudo a Kain a llegar al continente Bergarito.

En estos momentos Kain estaba en lo mas alto de un gran cañón. A las afueras de una cueva en la que estaba instalado un antiguo circulo de transferencia, uno bastante grande y aparatoso. Solo se escuchaba el sonido del viento ulular por entre medio de los riscos. A lo lejos se veían mas montañas como en la que Kain estaba ahora mismo. Por otro lado, en este lugar no se veía vegetación y el gran cañón que se formaba por en entre medio de las montañas, estaba dividido en varios acantilados, por los cuales viajaban pequeños ríos de agua sucia.

Kain tomo una gran respiración, comenzó a calentar lanzando patadas y puñetazos al aire. Después de cinco minutos, tomo posición como si fuera un corredor olímpico y se lanzo a correr. Cuando llego a la orilla de la montaña, junto su fuerza y salto treinta metros de risco de un solo salto. Cayendo así sobre la siguiente montaña mas cercana. Dio dos rodamientos en el suelo y se paro para seguir en movimiento. Después siguió corriendo, levantando una polvareda de tierra a cada paso que daba. Corrió hasta llegar a la siguiente orilla de la montaña y dio otro gran salto. No obstante, esta vez quedo corto y quedo estampado contra una de las caras de la siguiente montaña. Tomo nota de su mal calculo y con un poco de tierra en la boca, a causa de la colisión, siguió escalando hasta llegar a lo mas alto de la montaña. De esta manera siguió corriendo, superando cada montaña y dirigiéndose hacia un gran desierto que se veía a los lejos.

Al llegar a la última montaña, Kain miró a la distancia. Solo se veía un gran desierto hasta adonde llegaba la vista. Había uno que otro árbol, pero lo más probable es que deben haber sido espinos. Vio que a su izquierda se erigía una gran cadena montañosa. Por el tamaño con el que se veía, debió estar a cientos de kilómetros de distancia. Kain saco un mapa de su anillo, cortesía del buen Perugius. En este detallaba la dirección en la que debería moverse, y al final del mapa, como una nota amistosa, ponía "tarado", también cortesía de Perugius. Kain frunció la nariz y pensó que no debió contarle su historia. Ahora tendría material para vacilarlo por años. Al final Kain soltó un suspiro y decidió bajar de la última montaña para continuar su viaje.

-o-

El grupo de Elinalise llevaba tres semanas de intenso viaje, en el cual se habían divertido un montón luchando, compartiendo unos con otros y conociéndose mejor. Su nieto mayor, llamado igual que su hijo, Kain, era como la brújula de sus hermanos. Por ende, tenía una actitud muy similar a su padre. Casi todo el tiempo serió, pero cuando se podía hacer el tonto, era el más tonto. Era muy divertido verlo bromear con sus hermanos y Rudeus. Ars, el segundo de sus nietos era un espíritu libre, Elinalise lo atribuyo a ella, ya que el muchacho era un eterno enamorado. Las pocas veces que se pillaron un poblado por el camino, siempre andaba observando a las mujeres y conversando con ellas. Era increíble el arrastre que tenía. Por último, el más joven de los tres grandes, así como los llama su hijo, era un muchacho muy intelectual y reservado. Siempre pendiente de todo lo que estaba a su alrededor, pero se complementaba bastante bien con sus hermanos. No obstante, los tres eran igual de salvajes cuando llegaba el momento de luchar. Parecía que disfrutaran de pelear, al punto en que si un día no habían enemigos en el desierto, tenían su propia lucha de entrenamiento. Según dicen ellos, es un hábito que ganaron de su viaje a Sharia.

Como a eso de las diez de la noche, en pleno desierto e iluminados solo por una fogata, estaban los cinco sentados comiendo un poco de carne de monstruo asada. Tenía una textura agradable, como la mejor carne de vacuno que pudieran encontrar, pero todo lo bueno era atenuado por el apestoso aroma que emitía. Era como el aroma de la jibia recién procesada. Así que entre un mix de agrado y desagrado, comían su comida.

-¿Cómo es la zona de conflicto?- pregunto Rudeus, tratando de hacer más amena la noche. Llevaba su típica chaqueta gris, la cual parecía haber pasado por muchas cosas. No destacaba por su indumentaria.

Por otro lado, los tres grandes parecían aventureros de alto rango, con sus finas vestimentas y una hermosa coraza negra.

Elinalise dejo su comida y miró a los muchachos. La copia rubia de su hijo, Kain Jr, hablo -es un lugar caótico- dijo con voz relajada -papá nos había contado en su momento como era el lugar. Nos advirtió que no fuéramos porque era muy peligroso, pero ya ves, teníamos curiosidad-

-Habían bonitas mujeres. Sobre todo las aborígenes de la zona- añadió Ars con una sonrisa picara

Kain Jr sonrió y negó con su cabeza en un gesto similar al de su padre -sí, eso también- dijo -pero lo importante es que cada dos o tres meses, caía un régimen y se levantaba otro. Así que las leyes y el orden también pasaban por los mismos cambios. Habían guerras casi todos los meses. Por lo menos, durante el año que deambulamos por el lugar. Cada país de la zona de conflicto, cambio de regente una vez. Imagínate el estado de la economía y de la gente-

-Debe haber sido un lugar malo- dijo Rudeus pensando en algo y guardándose sus pensamientos. Algo que no le gustaba a Kain Jr, ya que lo hallaba poco sincero. Rudeus le preguntaba por algo y él le contestaba de buena manera, pero Rudeus nunca decía nada de lo que pensaba. Al final, Kain Jr pensó que nunca podrían ser amigos.

Después de eso, siguieron comiendo hasta finalizar su comida y se turnaron para hacer guardia.

-o-

Como a las cinco de la mañana, cuando el sol comenzaba a salir, Kain Jr le dio una leve patada a Ars y a Elías, los cuales se despertaron de un sobresalto. Kain Jr les hizo la señal para que se despertaran porque algo venía. Solo una vez que se les paso el sueño, Ars y Elías pudieron sentir la presencia. Era como esos grandes emperadores que habitaban la zona de conflicto. Tipos que por un precio, ayudaban a mantener un régimen o a derrocarlos. Entre los tres juntos vencieron a tres de ellos en diferentes ocasiones y ninguna momento fue fácil. En su mayoría eran tipos viejos con rostros envejecidos como pasas que habían vivido más de la cuenta y solo buscaban diversión.

Ars tomo su lanza y se dio dos palmadas en las mejillas para quitarse lo que le quedaba del sueño, puso una sonrisa feroz y emitió más espíritu de lucha del necesario. Por otro lado, Elías aseguro sus kodachis en su cintura y reviso su bolsa con artilugios. Una vez que estuvo seguro de que todo estaba en su lugar, asintió a sus hermanos y comenzaron a caminar.

-¿Adonde van?- pregunto Elinalise la cual estaba acostada. Se enderezo para sentarse y les pregunto con un rostro lleno de preocupación.

-Vamos a ejercitarnos, abuelita- dijo Kain Jr con una sonrisa incomoda.

Elinalise sonrió porque estos muchachos tenían muchos gestos iguales a los de su hijo. Era claro para ella que estaban mintiendo.

-¿No va a ser nada peligroso?- pregunto una vez mas Elinalise

-No, para nada, volveremos rápido- respondió Ars con una gran sonrisa y emanando mas entusiasmo del necesario. Parecía que le comían los pies por ir a luchar.

-Esta bien- dijo Elinalise -tengan cuidado ¿entendido?-

-Sí- respondieron los tres.

-o-

En medio de las dunas de arena, una sombra se movía a paso lento. Llevaba una túnica negra con una capucha que cubría sus facciones. Del otro lado del desierto, tres muchachos elfos, casi tan grandes como la sombra, se acercaban emanando un gran espíritu de lucha. No obstante, antes de que pasaran a luchar, Kain Jr se adelantó. Se paro a cinco metros del individuo y le dijo

-Señor ¿puede decirnos porque nos sigue?-

Pero el individuo de negro se detuvo y negó con la cabeza. Kain Jr frunció el ceño y Ars a su lado, se posiciono con su lanza apuntando al tipo de negro.

-Vamos, Kain. Este tipo parece un busca pleitos- dijo Ars

-Así parece- respondió Kain Jr

El individuo de negro, levanto su mano derecha y los invito a atacar. Ars sonrió con emoción, pero no llego y se lanzo al combate. En la zona de conflicto, aprendió que contra un enemigo desconocido, era mejor estar unido junto a sus hermanos.

Por su parte, Kain Jr posiciono su mano sobre la empuñadura de su katana y Elías desenfundo sus kodachis en un estilo defensivo, con las hojas hacia atrás.

-Vamos- dijo Kain Jr y en un súbito movimiento, esprinto hacia el hombre de negro. Lanzo un poderoso corte de Iai y levanto una polvareda, ya que no alcanzo a golpear al hombre de negro. Este último dio un salto hacia atrás y cayo a cinco metros de Kain Jr

-Tengan cuidado, su habilidad es real- dijo Kain enfundando una vez mas su katana para volver a atacar.

Ars por su parte soltó su touki y lanzo una gran estocada que surco en un instante los diez metros que lo separaban del hombre de negro. Este último se movió a la izquierda y esquivo el golpe, pero aun así, la lanza de Ars alcanzo a rajar parte de la túnica negra. No obstante, las cosas no quedaron ahí. El hombre de negro después de esquivar la estocada, se movió hacia adelante en un suave movimiento, deslizando su mano por encima de la lanza y conectando un poderoso puñetazo en la cara de Ars. Este último fue enviado a volar y cayó de vuelta a su posición inicial. Kain Jr y Elías se pusieron serios, se juntaron al lado del adolorido Ars y se pusieron en posición de combate para defenderlo.

-Eso dolió, hermano- dijo Ars levantándose a duras penas, escupió un bocanada de sangre -este maldito casi me arranca los dientes-

-Por eso te he dicho que no hagas ataques tan pronunciados al principio- dijo Elías delante de Ars -si papá se entera, te dará la golpiza de tu vida. Te confías demasiado de tu velocidad y botas la técnica-

-Ugh- dijo Ars como si algo le hubiera provocado incomodidad, más que el mismo puñetazo que recibió en la cara -no le digas hermanito. ¿Te acuerdas de esa botella de wisky que te gane el otro día en las apuestas? te la devuelvo ¿Qué te parece?-

-Jajaja, no será necesario- dijo Kain Jr -solo luchemos, hace tiempo que no tengo un buen combate-

-Maldición- dijo Ars animado -y que lo digas-. Se posiciono una vez mas con su lanza listo para dar otra estocada. Tenía el pómulo izquierdo hinchado como si fuera una ardilla con nueces en la boca.

-Vamos- dijo Elías -tengo muchos juguetes nuevos que quiero probar-

-Por favor, no hagas fuego amigo. Todavía recuerdo esa bomba apestosa de la otra vez. Me picaron los ojos durante una semana- dijo Ars con el ceño fruncido

-Ok, ok, probare otras cosas- respondió Elías con una sonrisa divertida. Su hermano puede que nunca sepa que lo había hecho a propósito aquella vez.

-o-

Kain Jr se despertó escuchando el viento ulular por el desierto y escuchando el suave movimiento de la arena. Kain Jr solo recuerda que estaba luchando con un tipo muy fuerte y de repente, todo se fue a negro. Lo último que recuerda, fue que lanzo un corte de Iai en cruz, fallo y el enemigo se movió muy rápido, evitando el golpe. Después todo se volvió negro. Ahora estaba recostado sobre una frazada, eso era claro y estaba mirando hacia el cielo. Este último estaba de un celeste claro y despejado. Sin ninguna nube hasta adonde alcanzaba la vista. Por otro lado, llego un alegato bastante acalorado a sus oídos. Era su amable abuela que alzaba la voz y le recriminaba algo a alguien. Kain Jr movió su cabeza hacia la izquierda y vio a sus hermanos tendidos y con moretones. Aposto que él no se veía diferente. Después levanto su adolorido cuerpo y se sentó para ver que estaba pasando. Vio a Elinalise arremetiendo contra su padre y regañándolo, mientras su padre estaba con los brazos levantados en una posición defensiva. Era lo usual, cuando ellos le contaban a su abuela, como su padre los entrenaba, ella siempre lo regañaba.

-¿Por qué no los lanzas a una fosa con pirañas?- pregunto Elinalize en un estado alterado -a lo mejor serían más cariñosos con tus hijos-

Kain dio otro paso hacia atrás y respondió -no seas exagerada, tengo la magia, los puedo sanar. No es para tanto, solo les di una pequeña lección. Es mejor que yo los golpee a que venga otro tipo y los mate-

-¿Cuál es la diferencia?- pregunto Elinalise indignada -casi los matas-

-Ma, solo están inconscientes y un poco magullados-

-Qué sea la última vez- dijo Elinalise esgrimiendo su dedo índice para apuntarlo -si vuelve a pasar, dejaremos de ser familia-

-Ma, sabes que eso no va a pasar. Tu has vivido mas tiempo que yo, sabes como es de peligroso el mundo-

-Maldición, Kain- dijo Elinalise en un estado molesto -dime que sí cuando te ordeno algo-

-Sí, Ma- respondió Kain en un tono monótono -no los volveré a entrenar así-

Después de eso, Elinalise fue a ver sus nietos. Dos de ellos aun dormían y solo el mayor estaba despierto. Ella se sentó al lado de Kain Jr y le dijo -acuéstate corazón- lo tomo del cuello y lo recostó sobre la manta -tu abuela te cuidara- después miró a Kain y le dijo -ven acá y sana a los niños-

Kain soltó un suspiro y se acerco -Ma- dijo -no son niños. Ya son hombres, tienen su propias mujeres. A lo mejor pronto se casan-

-Cállate y has lo que te digo-

-Ok- dijo Kain cansado, después sonrió a su hijo mayor y le dijo -lo hiciste muy bien, te falta pulir tu touki-

-Gracias viejo-

-No le agradezcas- añadió Elinalise molesta -casi te arranca el torso de una patada-

-Papá fue blando abuela- dijo Kain Jr -él nunca ocupa armas-

Elinalise quedo el blanco cuando lo escucho. Al final se levantó y se retiró adonde estaba Rudeus, al lado de la hoguera. Murmuraba cosas como "he criado a un montón de locos" y cosas semejantes.

-Dentro de todo- dijo Kain emitiendo una luz verdosa a través de sus manos para sanar a su hijo -tu abuela tiene razón. Debería ser de sentido común no dañarse. Pero esto era una prueba y creo que tu también has visto lo que les pasa a los débiles-

-Sí, padre- dijo Kain Jr -solo pueden obedecer a los más fuertes. Vivir como esclavos y agachar la cabeza cuando los pisotean-

-Por eso es importante que seas fuerte-

-Lo sé, padre siempre dice lo mismo-

-¿Mejor?- pregunto Kain después de terminar el tratamiento

-Sí me das algo bueno de comer no me enojo. La comida no es tan mala en el desierto, pero ya me tiene hastiado-

-Jejejeje, tu viejo cocinara algo bueno para los tres glotones- dijo Kain acariciándole la cabeza a su hijo -espéralo-. Después se levantó y fue a ver a sus otros hijos.

Por otro lado, Kain Jr quedo mirando el cielo celeste y despejado. Escuchaba como el viento ululaba por el desierto y pensaba en sus anteriores vivencias. En la zona de conflicto vio lo que dijo su padre. Gente obligada a vivir de formas inhumanas para subsistir. Esa era la vida de los débiles, volverse esclavos de los poderosos.