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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime et bandes dessinées
Pas assez d’évaluations
858 Chs

Capítulo 53 - Todos han perdido a alguien.

En el galpón que ocupaban refugiados para vivir, se llevaba a cabo una reunión en la oficina administrativa. Por un lado estaba el juez: un elfo de pelo blanco, ojos lazuli, alto como una montaña y de físico atlético. Por otro lado, dos personas separadas por la edad, pero si estuvieran a la par con los años, serían el original y su copia. Incluso tenían el mismo cabello castaño, ojos verdes y un lunar debajo del ojo izquierdo. No obstante, aunque fueran parecidos uno con el otro, no se miraban. Sus rostros eran una mezcla de reproche y disconformidad. Eran como dos lados de una misma moneda, en un extremo del sillón estaba la adultez y en el otro, la niñez. Por su parte, Kain estaba en el escritorio de Paul, miró a ambos y solo pudo suspirar. El mocoso había despertado hace medía hora, pero aún no quería decir nada.

Kain apoyo los codos en el escritorio, palmeo dos veces como para llamarles la atención y les dijo en un tono calmado -bien, preguntare de nuevo y esta vez quiero respuestas. ¿Quién eres mocoso?-

-No soy un mocoso, señor- dijo el niño con un rostro molesto -si no sabe referirse a otras personas de manera adecuada, le pido que no me moleste-

-Mocoso, mi paciencia es limitada. Llevamos media hora esperándote, pero aquí estas sin ganas de decir nada. Empieza a mover la puta boca-

-Esto es ridículo- murmuro el niño y se paró, dio una reverencia al más puro estilo japones y empezó a caminar. Kain alzo su mano con la palma hacia arriba e hizo el gesto de apretar algo. En ese mismo instante, los pies del niño fueron atrapados por lo que parecían ser un par de botas de piedra que lo anclaban al piso. El niño intento remover la piedra, pero no pudo y en ese momento miró al elfo con otros ojos.

Kain le dio una sonrisa cargada de confianza y le pregunto -¿vas a responder?-

El niño apretó sus puños con impotencia, parecía que en cualquier momento iba a estallar, pero al instante después levanto su cara y puso una sonrisa -por supuesto, señor- dijo

Kain asintió y con un ademan de la mano desvaneció la piedra. Después miró al niño hasta que este último se sentó y Kain continuo -bien, ¿por dónde iba? Ah sí, para empezar ¿Quién eres?-

-Rudeus Greyrat- le respondió el niño sentado en el sillón con las manos sobre las rodillas

-Bien, Rudeus, ¿Qué hacías en la bodega de los refugiados?-

-Vi que alguien había secuestrado a alguien y se habían colado por ahí. Los seguí y les quise detener-

-¿Con un calzón en la cara?-

-Ugh, eso, eso era una máscara- puso una sonrisa incomoda, parecida a la que Paul ponía cuando Kain lo encontraba medio sobrio y a punto de caer a la botella.

Kain solo pudo sonreír con incredulidad. Le parecía chistoso, pero también le preocupaba. Este mocoso pretendía a su Sylphiette y no le gustaba para nada eso. Todo en el muchacho era demasiado falso. No sabía si era porque era consciente de su debilidad o porque era un estafador de poca monta. Si fuera a la zona de conflicto sus caretas no le servirían y se lo comerían vivo, lo más probable. Kain soltó un suspiro y le dijo -bien, te creeré por ahora, pero que no se repita. Por otro lado, trata de arreglar las cosas con tu viejo-

-Él no es mi padre- respondió Rudeus con disgusto

-Mocoso, él es tu padre, solo que es un poco estúpido, igual que todos los seres humanos. Trata de pensar fuera de la caja y ver más allá de lo que te parece tan obvio. Lo mismo tu Paul- dijo dándole una mirada fría -es tu hijo, tu familia, al menos, dale amor primero y repréndelo después. No lo has visto durante un año y que yo recuerde, según tú, es uno de los dos motivos de tus desvelos-

-¿Eh?- reacciono diciendo Rudeus

Paul no reacciono, al menos físicamente y se quedó pensando en el extremo del sillón más pegado a la pared. Por otro lado, Kain esperaba que esas palabras le abrieran la mente. Soltó un suspiro, se levantó y se preparó para irse, pero en ese momento Vella abrió la puerta. Rudeus vio la piel morena, el cabello corto con algunos rizos y el lindo rostro. No obstante, como la mayoría de los muchachos de su edad, sus ojos ignoraron todo lo anterior y se fueron al bikini armadura y a los pomelos que lo rellenaban.

-¿Capitán está bien?- le pregunto Vella preocupada, ya llevaban más de media hora encerrados en la oficina. Después vino Shella, la tímida bruja.

Rudeus por alguna razón se enojó y le dirigió una mirada llena de resentimiento a su padre -te lo debes haber pasado bien- dijo

Paul frunció el ceño y se puso de pie -¿A qué te refieres?- pregunto en un tono bajo y serio

-Me decías que estaba perdiendo el tiempo. Pero aquí estabas tú, pasándotela muy bien con estas putas-

Paul se acercó y le propino una fuerte bofetada -ellas no son así, discúlpate- grito

-No quiero-

Paul le propino otra bofetada -¡discúlpate!-

Rudeus agacho la mirada y apretó los puños. Después levantó su rostro y le dio una mirada cargada de despreció -los adultos lo tienen fácil. Pueden hacer lo que se les dé la gana y seguir sermoneando a los niños-

Paul iba a pegarle otra bofetada, pero escucho a Kain -Paul, corta la mierda- dijo -y tú mocoso, tu viejo ha estado trabajando para mí y para todos los damnificados del fenómeno de mana, más respeto. Por otro lado, si te soy sincero, espero que tome a estas dos muchachas. Ellas lo han estado cuidado y apoyando todo este tiempo, pero ahí va tu padre con su mierda de San Millis-

-Pero mi madre- exclamo Rudeus con preocupación

-Tu madre está desaparecida y estas dos muchachas lo han estado ayudando, respaldando y tolerando su mal humor. Si a tu madre no le parece, puede que rompa con tu viejo, pero eso no es asunto tuyo. Es el acuerdo de tus padres. Tú lo que puedes hacer es estar ahí para cuidar de tu madre. No eres un adulto, pero con todo lo que debes haber pasado, algo debes haber madurado. Y si no lo has hecho, entonces madura, el mundo como te habrás dado cuenta, no gira a tu alrededor- Kain soltó otro suspiro y miró a Paul -mañana vas a prepararte y tener una cita con tu hija, la vas a llevar a pasear y la consentirás como a una princesa ¿tienes dinero?-

Paul algo confundido, respondió en un tono bajo mientras asentía -sí, algo me queda-

Kain poso su mano sobre el escritorio y dejo tres notas reales -ahí hay un poco más por si quedas corto- dijo -vístete bien, date un baño y aféitate, pareces un pordiosero- después miro a Rudeus -y tú, conversa con tu padre, los mismo tu Paul. La gente está perdiendo a sus seres queridos y aquí están los dos par de idiotas discutiendo por estupideces- Kain camino hasta la puerta y le pidió permiso a la tímida Shella para pasar. Cruzo la puerta y salió al galpón. Escucho los pasos de alguien que lo seguía y miró de soslayo.

-Señor- dijo Rudeus desde la puerta de la oficina -¿A quién perdió usted?-

Kain miró al suelo y por un instante sintió que el mundo quedo en silencio. Vio la cara de Rawls y dio una profunda inspiración -a mi hermano, muchacho- y siguió caminando a la salida. Se detuvo y se dio vuelta para decirle con una clara sonrisa forzada -mañana ven como a eso de las diez de la mañana. Voy a traer a tu hermana y a mi esposa, tu tía. Seguro que le agradas, tu tía está un poco enojada con tu madre, pero seguro que te ama desde el primer momento- Kain se dio la vuelta y comenzó a caminar.

-o-

Al otro día, Kain llego con Nord, Therese, Catalina, Kain Jr y Ralkan. Todos con las expectativas de ver a su primo o sobrino respectivamente. Bueno, salvo alguien, Nord. Por alguna razón tenía miedo, a lo mejor era porque para ella, él era una persona desconocida. Después de todo, su padre no hayo nada mejor que enviar a su hijo fuera de casa cuando ella era muy pequeña. El hecho es que llegaron al galpón como a eso de las nueve y media de la mañana. Como Kain le había indicado, Paul estaba bien vestido y afeitado. Por otro lado, Rudeus estaba acompañado de una niña pelirroja. Todavía se notaba un poco la división entre el padre y el hijo, pero ya no era tan grande como el día de ayer. Por su parte, Catalina y Therese saludaron a Rudeus. El pequeño bribón lo disimulo muy bien, pero Kain pudo ver como todo el tiempo le miraba las tetas a Catalina. Incluso ponía una cara pervertida cuando lo abrazaban. Claro, la muchacha pelirroja lo puso en su lugar. Todos entendieron que era su novia o algo así, de lo contrario, nadie se explicaría como aguantaba las constantes patadas en las canillas. Pero dejando eso de lado, fue solo una breve reunión, ya que él y Paul tenían una reunión familiar con Nord. Los acompaño la niña pelirroja.

Después de despedirse, la familia Dragonroad se fue en carruaje para su casa. Kain miraba por la ventana mientras Catalina se apoyaba en su hombro. El paisaje de las calles de Millishion pasaba por la ventana al ritmo lento del trote de los caballos. Por otro lado, Kain Jr al frente tenía el ceño fruncido. Catalina tomo nota de esto y le pregunto mientras seguía regaloneando en el hombro de Kain.

-¿Qué pasa, orejas cortas?- le pregunto Catalina con cariño

-Nada, mamá- dijo Kain Jr mientras miraba como pasaba el paisaje por la ventana

-Esa carita no parece nada ¿Qué pasa?-

-Uno no la elige a la familia ¿cierto?-

Catalina intuyo porque lo dijo y respondió -no la elige, pero no lo tomes a mal. Es solo la edad-

-Yo no soy así-

-Por supuesto, tonto. Es porque nos vemos todos los días, pero para ese chico yo soy una mujer extraña. Así que es inevitable que se fije en esas cosas-

-Yo no quiero ser como él-

-Eso es bueno- respondió Catalina, empujo a Kain-padre para que se apegara más a la muralla del carruaje y Catalina palmeo el lado disponible a su lado. Kain Jr se pasó de los asientos del frente y se ganó al lado de Catalina. Ella lo abrazo y le acarició el cabello. El muchacho solo era tres palmos más bajo que ella y lo más probable es que cuando llegue a su mayoría de edad, ella sea la que es abrazada.

Por otro lado, Therese que estaba al frente se reía. También le pareció un poco fuera de lugar el comportamiento de Rudeus, pero como era su sobrino y un niño, lo dejo pasar. Era demasiado notorio que era un pervertido de armario, pero trato de tomarlo con calma.

-¿Te pusiste celoso, Kain?- le pregunto Therese en un tono juguetón mientras llevaba en su regazo a Ralkan, él hombrecito de dos años que miraba con curiosidad las calles de Millishion.

Ambos Kain contestaron al mismo tiempo -¿Por qué debería estar celoso?/¿Yo no estoy celoso?-

-Me refiero al niño, querido- dijo Therese

-Ok-

-Tía, yo no soy un niño. Ya soy un guerrero-

-Tienes once- dijo Therese -lo que te hace un niño. Ahora, dile a tu tía ¿te pusiste celoso?-

Kain Jr apretó el ceño y le pregunto -¿Por qué debería ponerme celoso?-

-Uuuuuuu- dijo Therese en un tono burlesco -no le gusta que miren a su mami-

-Ya no te hablo- dijo Kain Jr y miró hacia la pared del carruaje enfurruñado. Therese se reía, pero cuando Catalina le dio una sonrisa que no lo era, ya no lo siguió molestando.

Catalina abrazo a su hijo y le dijo -no necesitas molestarte. Tienes que estar seguro, así como tu padre. ¿Tú crees que los hombres no me miran en la calle? Tu padre jamás se pone celoso-

-¿Quién dice que no me pongo celoso?- pregunto Kain con el ceño fruncido

-¿Eh?¿Te pones celoso?- pregunto Catalina algo sorprendida

-Claro que me pongo celoso, no me gusta que los otros tipos te miren con cara de pervertido, pero ¿Qué puedo hacer?¿Celarte? Eso solo me haría ver patético, lo único que puedo hacer es confiar en lo que tengo-

Catalina sonrió y le paso la mano por la rodilla -Oooh ¿y qué tienes, chico malo?-

Kain le paso la mano por el hombro y le dio un leve beso en los labios -a ti- después miró a su hijo y le dijo -muchacho, es inevitable que te pongas celoso, pero no demuestres falta de confianza. No hay nada que haga ver a un hombre más feo que la falta de confianza-

Kain Jr miró a sus padres y les dijo -yo tengo confianza-

-No lo parece muchacho, cada vez que tu estado de ánimo se ve empañado por los celos, demuestras tu falta de confianza-

-Es difícil-

-No lo es, primero que todo, debes confiar en ti y después confiar en quien tienes al lado. Eres joven, lo entenderás con el tiempo. Por ejemplo: Si algún chico mirara a Isolte como ese otro enano ¿Qué harías?-

-Lo golpearía-

-Mal muchacho, demuestras tu falta de confianza. No es como que tengas que dejar que te pisoteen, tienes que marcar tu espacio, pero no es necesario que te pelees con todo el mundo. Además, no estas confiando en Isolte ¿acaso no es tu chica?-

-No, nosotros no somos así- dijo Kain Jr sonrojado

-Oooh, ¿no se besaron el otro día?-

-¿Como lo…?- Kain Jr iba a preguntar pero se detuvo cuando vio a su tía y a sus padres con una sonrisa mientras él confesaba de forma involuntaria lo que había quedado en secreto.

Kain soltó una risita -no te preocupes muchacho, yo y tu tío Clark somos unas tumbas. Nos dimos cuenta porque ustedes estaban muy raros. Demasiado felices como dos pajaritos. Solo faltaban que brotaran corazones de sus cabezas-

Kain Jr se puso rojo desde el cuello hasta las orejas. No sabía en donde esconderse y solo se dejó abrazar por Catalina y escondió su cara en el pecho. Por otro lado, Catalina solo sonreía y le acaricia la cabeza a su hijo. Ella sabe que esta es la etapa más linda de la niñez. El primer amor.

Therese al frente, tratando de retener al intrépido Ralkan (el cual quería tomar todas las cosas que pasaban por la ventana) le pregunto a Kain -¿Qué dijo Clark?-

-No dijo nada, a él le agrada mi muchacho. El tema es Lara y sus cosas de Millis. Ya me dijo ya que si las cosas avanzaban un poco más, tendría que haber un compromiso formal. No aceptaría que las cosas fueran tan sueltas. Yo le dije que eran niños, pero ella me dijo que no le daba ninguna confianza mi sangre. Así que por eso mismo, Clark se quedó callado. Los muchachos recién se están conociendo. Kain tiene once e Isolte trece. Son niños que aún no entienden mucho. Por otro lado, yo creo que es un buen momento para hablar de abejas y flores-

-También lo creo- dijo Therese

Catalina levanto la cabeza y dijo -déjamelo a mi-

-No mujer, no hay nada más vergonzoso para un hombre que su madre le enseñe esas cosas-

-Yo soy su madre ¿Cuál es el problema?-

-Ese es el problema, dejémoslo con que son cosas de chicos. Yo no me meteré cuando ustedes le enseñen a las niñas, pero déjeme a los muchachos-

-No le enseñes tonteras-

-Nada de lo que hago te parece una tontera- dijo Kain con un gran significado oculto, pero claro para Catalina

-No lo consiento- dijo Catalina -¿Quizá que cosas le enseñaras a mi hijo?-

-Mujer, déjate de molestar, solo vamos a hablar de hombre a hombre-

Therese solo miraba como discutían Kain y Catalina. Por otro lado, se acordó de sus noches con su marido y miró a su propio hijo. Ralkan, un bebé de dos años con el pelo rubio y claras facciones élficas, sobre todo sus orejas puntiagudas. Solo pudo suspirar y pensar que a lo mejor, dejara de ser esta inocente criatura y algún día se parecerá a su padre.