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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Capítulo 37 - El sentido de la vida

Kain Jr y sus hermanos siguieron avanzando por el bosque. Estaban a unos cuarenta metros fuera de su territorio. Este era un sector del bosque que no conocían. Mas espeso y más oscuro. Se veían más animales, pero a su vez, se veían más plantas venenosas. Tuvieron cuidado de no tocarlas. También tuvieron cuidado de Elías, que con su curiosidad, quería tocar a todos los bichos de colores. Hubo una vez que casi toco a un sapo de un color azul cielo. Gracias a dios su padre estaba ahí para advertirles. Después miraron al sapo por un par de horas y vieron como un zorro se lo comió. A los veinte metros de salir corriendo, cayó al suelo. Tiritaba, gemía, hasta que en menos de un minuto, dejo de respirar. Después de esa experiencia, nunca más se acercaron a un bicho con un color tan extravagante. Bueno, la excepción fue Elías, que le entraban las cosas por un oído y le salían por el otro.

Kain Jr se detuvo detrás de unos matorrales. Movió una gran hoja lisa tan grande como él y miro hacia el otro lado. Sus hermanos detrás de él, se pararon tratando de no emitir ruido. Kain jr miró al frente y vio a unos cinco goblin. Con su magia y la espada podrían vencerlos, pero era mejor no correr riesgo. Su madre le conto que eran monstruos tontos, pero seguían siendo criaturas del bosque. Tenían mucha más experiencia cazando y luchando.

Estaban a veinte metros reunidos sobre el cadáver de un venado. Le arrancaban la piel con sus huesudas manos verdes. Su rostro y manos estaban manchados de sangre. No había un orden ni una lógica. Al menos, no dentro de ellos. Solo comían como animalitos hambrientos.

-Vámonos- dijo Ars mientras miraba por encima del hombro de su hermano. El espectáculo era perturbador. Sintió ganas de vomitar

-También opino lo mismo- dijo Kain Jr. No se dio vuelta, como cerciorándose de que los goblin no los habían visto.

-Sí, mejor retroceder- dijo Elías

Kain hijo se dio la vuelta y nunca había sentido más miedo en su vida. Una enorme cosa estaba detrás de Elías. Era como un goblin, pero más grande, con un estomago hinchado como si estuviera embarazado, pero tenía una barba insípida y desordenada. Jr frunció el ceño y estirando sus brazos, aparto a sus hermanos hacia los lados. Después apunto su mano a la criatura y lanzo una gran bola de fuego. Se escucho un estruendoso impacto y un furioso gruñido. La criatura cayó al suelo, pero los goblin que estaban al otro lado, los escucharon. Comenzaron a gritar y a caminar en su dirección. Ars, Elías y Jr se prepararon desenvainando sus espadas. Se colocaron en posición de combate, su agarre se hizo más tiritón a cada momento, pero apretando los dientes, le hicieron frente a los enemigos. Ars y Elías lanzaron dos balas de agua y mataron a dos de los cinco goblin. No obstante, esto enfureció a los tres restantes. No se sabe si era consecuencia de matar a sus amigos, o al otro monstruoso goblin, pero estaban furiosos. Gruñían y gritaban cosas ininteligibles. Jr se lanzó primero, Ars lo siguió y en último Elías. Lanzaron espadazos sin mayor efectividad. Su fuerza les impedía cortar la gruesa piel de los goblin. Les hicieron algunas heridas y los amedrentaron, pero cuando los goblin notaron que no los podían matar. Se abalanzaron sobre ellos, tirándolos al suelo, quitándoles las espadas y rasguñándolos en el proceso. Kain podía escuchar a Elías llorar. Le pedía al goblin que le dejara de pegar. Ars por su parte el clavo un dedo en el ojo al otro goblin, lo cual lo enfureció aún más. El goblin tomo a Ars de la cabeza y lo azoto contra el suelo. Por su parte, Jr utilizaba sus piernas para alejar al goblin y evitar que lo mordieran. Viéndose incapaz de ganar en fuerza, ocupo lo último de su fuerza e lanzo una bola de fuego. Otro fuerte estruendo se escuchó. El goblin salió volando, muerto en el proceso y Jr dio un doloroso alarido. Sin embargo, sin tiempo para sentir pena por sí mismo, tomo su espada y apuñalo al goblin que atacaba a Ars. Una vez que se lo quitó de encima, Ars se levantó agradecido y vio a su hermano. Tenía la cara y parte del cuerpo quemado. Sus manos sangraban y estaban tan rojas como su rostro.

-Hermanito- dijo Ars entre miedo y tristeza. Lo quiso abrazar, pero Kain se arrodillo y lo evito con la mano

-Ve y ayuda a Elías- le dijo Jr

-Sí, Elías- dijo Ars, tomo su espada y corrió a ayudarlo. Empuño su espada con las dos manos y apuñalo al goblin en la cabeza. A Elías le cayó algo de sangre en su rostro, pero estaba agradecido. Ahora ya podía respirar. Sentía calor y dolor en igual medida por todo su rostro. Una vez que se pudo levantar. Miró a Ars que no le prestaba atención. Él no se molestó y de todas maneras le dijo -gracias, hermanito-

-Mm- respondió Ars. Se mordía los labios mientras miraba a su hermano mayor.

Después de notar la mirada de Ars, Elías miro a Jr. Estaba jadeando en el suelo, con un rostro y parte de su cuerpo, rojo y sangrante por las quemaduras. Elías, que se consideraba inteligente a sí mismo, solo pudo llorar. Se quedo ahí parado llamando a su padre.

El sonido de unas pisadas se escucharon. Los tres niños se volvieron alertas, pero cuando la magia se disolvió, vieron que era su padre. El sonreía como siempre. No estaba preocupado. Al menos, no como ellos esperaban que él estuviera. Al contrario, parecía satisfecho con el resultado. Él era el águila y ellos los pichones. Gracias al cielo, todos aprendieron a volar y ninguno murió en el proceso.

-o-

Unas horas más tarde, después de un gran llanterío e incesantes intentos de consuelo, Kain llevo a sus tres hijos al campamento. Ahí los hizo dormir mientras él los sanaba. Ars tenía varios hematomas en la cabeza, Elías tenía moretones en la cara y Kain Jr, él estaba muy mal. El muchacho en su desesperación había hecho un ataque a quemarropa. Fue un milagro que no perdiera los ojos. Le faltaban trozos de carne en parte de la mandíbula y los pómulos. No obstante, sus ojos estaban bien. Al parecer, cuando lanzo la magia de fuego, se cubrió con el antebrazo. Kain soltó un suspiro. Si estuviera aquí Catalina, no le extrañaría que le pida el divorcio en este mismo momento. Lo más probable es que se llevaría al niño y le pediría que no se vuelva a acercar a ellos. Solo pudo suspirar y dar gracias a que no estuviera. Por otro lado, no era un alivio, pero tenía formas de reparar este desastre. "Luz solar dadivosa". Este milagro venía otra vez a su rescate. Aparte de proveedor una maravillosa sensación térmica, regeneraba cualquier herida a un ritmo lento. Por lo menos, para dejar como nuevo a Kain jr necesitaría alrededor de una hora de tratamiento. Al parecer tenía otras virtudes, porque los niños en ningún momento tuvieron pesadillas. Estaban placidos durmiendo. Esto fue algo que agrado a Kain y le hizo recordar su promesa.

Como a eso de las cinco de la tarde, la segunda "Luz solar dadivosa" perdió su efecto y se desvaneció. Los niños seguían durmiendo. El cielo estaba despejado, se dejaba ver por entre medio de las ramas de los árboles. Kain predio la hoguera, mientras una suave briza circulaba. Las hojas de los árboles rosaban entre sí, generando un incesante cliqueo. Al calor del crepitar de una llama, Kain coloco un pequeño caso y empezó a llenarlo de ingredientes. Primero fue la base de aceite, después los ajos, la cebolla, el pimentón y zanahoria. Todo esto no sería del agrado de Ars, pero Kain está seguro que con el cansancio, el muchacho comerá de todo. El olor se empezó a expandir por los alrededores dejando una agradable fragancia. Después de eso, Kain lanzo un trozo de vacuno picado en cuadritos, lo sazono con pimienta y orégano. Tapo el cazo y lo dejo reposar. Por mientras se dedicó a mirar sus hijos. Todos estaban lindos y sanos. Habían recuperado su pigmentación. Claro que el aroma de la carne hizo reaccionar a uno. Kain soltó una risita. Jr entre dormido, movía su nariz como buscando el aroma. Una vez que por instinto identifico de dónde venía el aroma, se colocó en esa dirección y puso una sonrisa tonta. Le corría la saliva mientras se relamía los labios. Era increíble, que incluso dormido, este muchacho pudiera anticipar el sabor de una buena comida. Por otro lado, los estómagos de Ars y Elías comenzaron a gruñir.

Al cabo de una hora la comida estaba lista. Eran más de las seis de la tarde y el sol seguía alto y digno, mientras que los cielos auguraban un día extenso. Kain se acercó a sus muchachos y con cuidado los movió. Como ninguno respondía, se sintió tentado a bañarlos con agua fría. No obstante, ellos ya habían sufrido suficiente, así que al final desestimo la idea.

-Kain- llamo el padre al hijo -Kain. Muchacho, despierta. Ya esta lista la comida-

-Papá- respondió entre dormido -no quiero levantarme. Déjame dormir un poco mas-

-No puedes muchacho, llevas demasiado tiempo sin comer-

-¿Papá?- pregunto Jr confundido. De repente sintió la suave brisa del bosque y miró los alrededores. Estaba entre alerta y aterrado. Como no había nadie, en los alrededores soltó un suspiro cargado de alivio. Levanto la vista y vio a su padre. El gran hombre de pelo blanco y orejas danzarinas. Menear las orejas era una pequeña tontera que hacía a veces, incluso hoy en día. A él y a sus hermanos los hacia reír. No obstante, ahora no miraba a Kain pensando que era su padre. Para él esta persona era un extraño. Alguien sin corazón que los mando a luchar por sus vidas. Su padre no era este hombre de frio corazón. Su padre era un hombre alegre, risueño, que siempre hacia cosas para que se divirtieran los tres. Era alguien que los reprendía con amor.

-¿Qué pasa muchacho?¿te comió la lengua los ratones?- pregunto el padre

Era la misma voz, pensó Kain Jr. Sus ojos empezaron a escocer, levantó su vista para mirarle a los ojos. Derramo un par de lágrimas que se limpió con el antebrazo y con una voz frágil le pregunto -¿Por qué papá? ¿Por qué nos trajiste a este lugar?. Es horrible, sucio, no hay comida y es peligroso ¿Por qué papá?. Se que no he sido un buen hermano, pero sentí que iba a morir *Sob**Sob*-

Kain solo pudo soltar un suspiro. Se sentó en el suelo, frente a su hijo. Con su mano izquierda lo tomo del muslo izquierdo y con la derecha, le apoyo el hombro derecho. Lo atrajo hacia él y lo acercó contra su pecho. El niño lloro a mares durante diez largos minutos. Su voz se escuchaba como la del otro día. En un sonido constante mientras pronunciaba una sola vocal. Kain solo lo abrazo y le beso la frente. Le decía que todo esto era por su bien, que debía de ser fuerte y no luchar contra su familia.

-El mundo es un lugar terrible, muchacho- dijo Kain -ahora estas protegido, pero el día de mañana, cuando quieras ir ver lo que hay afuera, debes estar preparado-

Con unos ojos hinchados de tanto llorar. Jr levantó la vista y miró a su padre. El hombre que antes reía, se veía un poco viejo y cansado -¿Por qué quiero ir afuera?- le pregunto

-Porque el mundo es amplio, grande y lleno de sorpresas-

-Pero, pero ¿Por qué nos trajiste aquí?-

Kain le paso la palma de su mano por el pelo como si se lo estuviera peinando hacia adelante -porque las sorpresas y maravillas del mundo- respondió -son proporcionales a los peligros. Cuando vayas afuera, vas a encontrar todo tipo de cosas y personas. También criaturas y lugares. En ese momento tienes que estar preparado para defenderte. También tienes que estar preparado para defender a tu familia. Cuando salgas al mundo exterior lo veras. Afuera hay mucha gente maravillosa, pero también hay mucha gente mala. Tienes que tener la fuerza, muchacho. Es la única forma de que otros no te opriman-

Jr asintió y solo se aferró a la camisa de su padre. Kain lo abrazo y derramo un par de lágrimas. Sintió la necesidad de golpearse a sí mismo. Sintió el deseo de herirse por dejar que sus hijos se hirieran, pero si él no era así ¿Quién educaría a sus hijos? ¿Quién les diría que en Asura los elfos son comercializados como si fueran caballos? O ¿Quién les diría que la zona de conflicto el que pestañea pierde?. Que las madres se prostituyen y venden a sus hijos como si fueran terneros. Que existe gente que se dedica al rapto de personas de otras razas. Que existen lugares en donde un elfo o un medio elfo no puede entrar. Que si van al palacio real, los nobles te quieren echar aludiendo que eres un inferior "semi humano". El mundo tiene maravillas como el abismo del dios dragón o el continente del cielo, pero también tiene peligros ocultos. Como dice un viejo proverbio chino "hay dragones ocultos y tigres agazapados". Es una forma elegante de decir, siempre abra alguien en el mundo que te puede matar.

-Debes tener hambre ¿o no?- le pregunto Kain

-Mm- respondió Jr asintiendo. Parecía un bebé mono afirmado del estómago de su madre.

-Ven, vamos. Despertemos a tus hermanos-

Kain se levantó sin soltarlo y fue uno por uno despertando a sus hijo. Cada uno le reclamo diferentes cosas. Ninguna discusión se volvió grave, pero aun así, para Kain fueron como puñaladas en su corazón. Que sus pequeños orejas cortas entre lágrimas le preguntaran ¿Por qué los había traído? Le dolió. No obstante, reforzó su corazón y les dijo cuáles eran sus ideas. Que era lo que él quería y parece que algo entendieron. Al final, él se da por satisfecho con que sepan que tiene que ser fuertes y proteger a su familia. Eran las dos máximas en su vida. Sin lo uno, no existiría lo otro, y sin ambas, todo lo demás perdía sentido en la vida.