Capítulo 14 - El fin de la guerra

Décimo primer año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, Lugar: camino hacia el pantanal - campo de batalla, marzo.

El campo de batalla estaba en silencio, de repente nadie luchaba y todos miraban el combate del pequeño príncipe en contra del monstruo. La diferencia de tamaño era más de tres veces. El pequeño príncipe estaba atento, esperando el movimiento de su enemigo, pero el monstruo se reía porque el nombre de su adversario le recordaba a su ancestral enemigo. Parece que el destino le había concedido la venganza de toda una raza a través de sus manos.

-Veremos si te sigues riendo- dijo Kain. Le lanzo un golpe de telequinesis desequilibrando a su oponente. Aprovechando la instancia, corrió a toda velocidad. Tomo su espada con ambas manos y corto ambos interiores de las rodillas. Gracias al corte en sus músculos, el monstruo sintió como caí y su visión se acercaba al suelo. Kain tomo esta oportunidad y elevo un corte vertical, que le abrió el pecho al monstruo.

Tras el poderoso ataque, Ganelon fue enviado a volar. Cayo al suelo de espaldas, se paso la mano por el pecho y vio su propia sangre. No obstante, la herida se sano casi al instante y una vez que se recuperó, se rio como un loco -maravilloso, nunca he conocido un humano como tú- dijo -permíteme que te muestre todo mi poder-. De repente el monstruo se colocó en cuatro patas y sus extremidades delgadas se volvieron más firmes y gruesas. Su pelaje se cayo, dejando una piel escamosa como la de las serpientes. Sus orejas se ampliaron como las orejas de un murciélago. Los músculos de su pecho se inflaron y al terminar su transformación, se podía ver un lagarto gigante de largas extremidades. Cuando estaba listo, corrió dando saltos y trato de taclear a Kain.

Kain al verse sobrepasado en velocidad, utilizo el poder elemental de tierra para reforzar su piel. El aire le dio velocidad y afilo su espada. Por último el fuego le otorgo a su hoja un calor aterrador. Después prepararse esquivo el golpe y retomando su postura, se lanzó en dirección al enemigo. Una vez más lo hirió en las extremidades. El monstruo quedo aletargado del dolor y la incredulidad. Kain entonces tomo la iniciativa y lo apuñalo en la espalda cinco veces. Después de la ejecución, dio una voltereta, cayo a tres metros del monstruo y dio otro salto para quedar a cinco metros del monstruo.

Ganelon quedo shock, con sentimientos de ira, angustia y horror empezó a gritar -¿no puedes ser tú?, ¿Cómo podrías ser tú?, él está a eones. Me dijeron que ya no existía; ¿Cómo puedes estar aquí para interponerte en nuestro camino?- con un rugido bestial sano todas sus heridas y ataco con todas sus fuerzas. Su ataque tuvo éxito y alcanzó a Kain.

Kain fue enviado a volar a diez metros. Sus costillas y brazos estaban rotos. Su respiración era errática y le costaba enfocar su mente. Trato de cerrar los ojos por un segundo y junto su elemento de agua. En poco tiempo se sano, pero su condición ya no era la misma del inicio. Todas sus facultades se vieron mermadas -eso dolió más de lo que pensaba- dijo mientras se levantaba - y esta cosa ya no sirve- lanzó su espada al suelo; ya no podía aguantar las altas temperaturas del elemento de poder fuego. Solo quedaba la empuñadura. Se paró de frente a Ganelon y lo miro con indiferencia.

-¿Qué vas a hacer ahora?- pregunto Ganelon, lanzo un risa maniática mientras miraba al pequeña adversario -ya no tienes tu espada y estas mal herido, ya no puedes vencerme-.

Kain escucho los delirios del demonio hylden y dijo -igual que tu dios, cantando victoria antes de tiempo. Déjame decirte. Cuando mate a tu dios, él también dijo lo mismo-. Raziel sintió la fluctuación de poder y le advirtió (Kain, solo puedes manifestar la segadora de almas por un minuto, más allá de eso será tu perdida).-Lo sé mi viejo amigo, ¡ahora! finalicemos esto de una vez por todas- con un aullido espectral, la segadora de almas se manifestó en el brazo derecho. Una vez más el mundo pudo sentir la presencia de la segadora de almas. Una hoja espectral imbuida en la flama purificadora de Ariel, Guardiana del equilibrio.

Ganelon que vio esto, tembló con la nueva visión -¿Qué es esa cosa?, ¿otro truco barato he inútil?, vamos esfuérzate mas-

Kain cerro sus ojos y con su mano izquierda, concentro su telequinesis y la proyecto con dirección a Ganelon. El monstruo al instante quedo suspendido en el aire. Retorcía su cuerpo pero no podía moverse.

Ganelon al verse inmovilizado comenzó a gritar en pánico -no puede ser, suéltame basura, pelea como un guerrero, déjame MATARTE- pero los grilletes de telequinesis no se soltaban por mas que se moviera o intentara escapar.

-Tu gran cuerpo me molesta, hagámoslo más compacto-dijo Kain. Se lanzo contra Ganelon y le corto las extremidades. Después le dio una última mirada a su enemigo y le dijo -dime…¿algunas últimas palabras?-

-¡MALDITO!-

-Tu dios también dijo lo mismo, parece que es una característica racial ¡VAE VICTOS!- grito Kain a todo pulmón. Apuñalo a Ganelon y su alma fue drenada de su cuerpo. Al distribuirse la energía sanaron todas las heridas de Kain, dejándolo en un estado óptimo. No obstante, la gran molestia es que la poderosa alma del demonio hylden, solo restauro su alma un dos por ciento… Kain soltó un suspiro y trato de animarse -bueno, peor es nada, además no recibí el debilitamiento de ocupar la segadora- después cortar la cabeza de Ganelon, camino hacia el ejército para ver cómo estaba procediendo la lucha.

Mientras Kain se acercaba, los guerreros de Lemuria lo aplaudieron y vitorearon su nombre. Por otro lado, Kain observo al ejercito enemigo para ver cómo responderían a la muerte del monstruo. Diviso una bandera blanca de rendición (al parecer el monstruo tenía algo que ver con la lucha en sí, pensó). Rose venía corriendo a la distancia. Cuando lo alcanzo, tacleó a Kain, se abrazaron y se besaron. Después de compartir un momento juntos, caminaron hacia el general Patrick que venía a ver el estado de Kain.

-¿Qué paso viejo? veo que el enemigo se rindió- dijo Kain

-Así parece mocoso, tampoco lo sé, ven conmigo- respondió Patrick

-o-

Lugar: camino hacia el pantanal - cuarteles de Silver Gale, carpa del príncipe, abril.

Estoy acampando en el mismo lugar de siempre. El General Patrick nos dejó aquí para re-colocar 2000 soldados y la compañía mercenaria Silver Gale. Todos se van a la costa a luchar con mi padre. Allá la lucha se volvió más problemática con el respaldo de algunos buques de Brune, cortesía de nuestro amigo Thenardier.

Todavía estoy un poco preocupado de que haya hylden en este mundo. Hace un mes, cuando nos reunimos con el general enemigo, se rindió de inmediato y entrego el país sin poner resistencia. Dijo que todo esto era cosa del monstruo. En la capital casi no quedaba ningún noble, todos habían muerto sacrificados. También la gente joven y los recién nacidos.

Según el general enemigo, el invierno pasado fue el más terrible de su vida -pude ver la angustia en su mirada- dijo que todos los días durante todo el periodo del invierno había que sacrificar gente. Ni siquiera podían sacrificar a los viejos o enfermos. Tenía que ser gente joven, rolliza y sana o de lo contrario el monstruo salía a elegir su sacrificio. Después de contar su experiencia, el general enemigo pidió acabar con su propia vida. El dijo que sus pecados eran muchos; dijo que todavía escuchaba a las madres suplicándole por la vida sus bebés.

Ahora lo que he hecho durante este mes es descansar. Mi amada Rose se preocupa de que no tome ningún arma y entrene. Me dice que espere un mes más para empezar a practicar.

Elen y Lim, siguen viniendo a entrenar con Rose. Han mejorado mucho desde que nos conocimos, ya casi es un año al parecer. A veces converso con Elen sobre sus sueños; parece que Vissarion a transmitido sus sentimientos a esta pequeña, ya que ella a heredado el mismo sueño que mi padre y Vissarion.

Llevo casi un año fuera de casa, extraño a mi familia. Me pregunto ¿cómo lo está haciendo mi padre? ¿cuánta gente a muerto en todo este tiempo? -Suspiro- espero que todos estén bien, sería bueno que pronto recibiera una carta de mi padre.

-o-

Vigésimo primer año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, capital de Hyperion, mes de mayo.

Hace un mes recibí carta de mi padre, decía que estaba orgulloso por mi desempeño, por como luche y mi gallardía, blablabla. En la carta me dio la orden de retirarme del campo de batalla y volver a casa. Según él esta guerra ya está ganada. De todas maneras va a necesitar a los soldados y mercenarios, pero mas que nada, para mantener el orden y seguridad de la región.

Padre también recalco que si todo va bien, estaría en casa en un mes y medio, dos máximo. Así que empaque y envíe la carta al general. Le dije a Vissarion que cómo no iban a hacer nada serio, que dejara a Elen y Lim conmigo. Ellas podrían aprender cosas nuevas y enriquecer su lenguaje. Me dijo que lo pensaría, yo le dije que estaba bien, tenía una semana para decidirse ya que ese era la fecha de mi partida.

Al día siguiente llego Vissarion con las dos niñas, Elen súper excitada con conocer a mi familia. Por otro lado, Lim como siempre actuó con modestia y agradeció la oportunidad.

-Kain, muchas gracias por la oportunidad que le das a estas mocosas, cuídalas por mí por favor- dijo Vissarion haciendo una reverencia como si estuviera entregando a sus hijas en matrimonio.

-Vissarion, estás haciendo las cosas complicadas- respondió Kain -es solo un viaje de estudios, no es como que se vayan a casar. Cuando hayas terminado tu trabajo te prometo que sabrán etiqueta y modales, no creo que Elen deje de gritar y correr, pero se hará el intento-

-Kain traidor ¿Cómo dudas de tu hermana pequeña?- pregunto Elen

Kain y Vissarion se miraron y no pudieron evitar reírse a carcajadas -Elen dijo Kain -el día en que tu estés tranquila y callada, ese día vas a estar enferma-

-Hmph, ya no te hablo más, me estas difamando- dijo Elen enfurruñada

-Vissarion no te preocupes por las niñas, estarán bien-

Vissarion asintió, se despidió de las niñas y se fue en su caballo.

-¿Traen todas sus cosas?- pregunto Kain

Elen y Lim -Sí-

-Bien, las llevare a su habitación que compartirán por mientras, en cinco días más partimos-

Ellen y Lim -Sí-

-No es necesario que griten, no soy su general, pueden considerarme su hermano mayor-.

Elen y Lim se miraron con una sonrisa y dijeron -gracias, Kain-

-Vamos, no molesten a Rose, no se siente muy bien ahora- añadió Kain mientras entraban a su capa.

-¿Está en sus días?- pregunto Elen

-Elen, esas cosas no se dicen, son privadas de la persona- Kain le dio un coscorrón

-Lo siento-

-Existe algo llamado delicadeza, deberías aprender de Lim-

Elen camino por la carpa y se detuvo, miro un objeto y no pudo evitar exclamar -Por muchas veces que vea esto no me canso de maravillarme, ¿Qué es? ¿parece un insecto con grandes cuernos de toro y piel de reptil?-

-¿Reptil? esa es una palabra complicada, ¿Dónde la escuchaste?- pregunto Kain

-No lo recuerdo, pero he vivido toda mi vida en Silver Gale. Por supuesto que he estado en todo tipo de lugares y he conocido todo tipo de personas. Así que conozco un montón de palabras complicadas, no me menosprecies-

-Así es, parece una mezcla de muchas cosas, la gente lo llama demonio, pero ahora es un cadáver y un trofeo, no se preocupen-

Rose se levantó de la cama, abrió la cortina de su habitación y les dijo -Elen, Lim, ¿les dieron permiso?-

Kain le dio una sonrisa y respondió en su lugar -tranquila, Vissarion mismo vino a dejarlas, ellas están autorizadas-

-Hermana Rose ¿te sientes bien? ¿necesitas ayuda?- pregunto Elen

-No te preocupes Elen- respondió Rose -Kain ya me cuido bien, solo necesito descansar (suspiro) buenas noches- se dio media vuelta y se fue a acostar.

Después de descansar y esperar unos días, hicimos todo el camino hasta la capital y aquí nos encontramos, frente a la entrada de la ciudad.

-o-

Frente a las enormes puertas de la ciudad amurallada, Hyperion. Kain se presento sin escoltas, solo acompañado de Rose, Elen y Lim. Cada uno a caballo. Como estaban en plena guerra, el par de puertas de cinco metros por tres de ancho, estaban cerradas. Kain tuvo que llamar varias veces, bordeando los alrededores de la muralla hasta dar con un guardia. Una vez que lo pillo hurgándose la nariz mientras miraba los alrededores. Lo llamo.

-Buenos días guardias, soy el príncipe Kain, déjenme pasar-

-¡Príncipe!, espéreme un momento, de inmediato abro la puerta- dijo el guardia. Dejo de hurgarse y se puso firme. Incluso si lo podían ver cuando estaba apoyado en la muralla, ahora era invisible. Por lo menos desde abajo, Kain ya no lo podía ver. Pero el guardia igual se puso firme, después tomo su alabarda y corrió para abrir la puerta.

Elen estaba nerviosa mientras estaba en su caballo-Kain ¿estás seguro que no hay problemas?- pregunto -estoy segura que diré algo fuera de lugar ¿no me acusaran de lesa majestad?-

-No te preocupes- dijo Kain en completa calma -si pasa algo te defenderé, pero eso no quita que si dices algo fuera de lugar tengas que disculparte-

-Y tu madre ¿me aprobara? ¿si le caigo mal me mandara a las caballerizas?-

-Mi madre es muy amable y una mujer de carácter, no te preocupes…ella tiene mucha paciencia, parte de la base que ella fue una de las personas que me educo-

-AAAAAAA, estoy tan nerviosa-

-Elen no grites, asustas a los caballos. Además, ya estamos aquí, es muy tarde para arrepentirse-

Rose sonrió con confianza y les dijo -Elen, Lim, no se asusten. Conozco a la reina hace años; es una mujer muy amable y amorosa, es imposible que las maltrate-

-Gracias hermana Rose, me siento mas segura ahora- dijo Lim mientras suspiraba de alivio, aunque mantenía su pequeño rostro inexpresivo, sus manos transpiraban mucho.

-o-

Capital de Hyperion, entrada del castillo, mes de mayo.

En la misma escalera que da a la entrada al castillo. Donde hace un año despidieron a Kain, ahora lo estaban recibiendo. Su madre y su hermana menor estaban presentes. Por supuesto, también un gran séquito de caballeros y nobles, pero Kan se olvido de todo ellos y solo se concentro en lo que amaba.

-Por fin haz vuelto a tu madre- dijo Magdalena entre lagrimas. Abrazo a Kain sollozando y cerciorándose de que no era un sueño; mala alimentación y noches de insomnio le habían dejado ojeras en la cara.

-Te extrañe madre- dijo Kain. No se sintió en casa hasta después de este abrazo. Aquí estaba su familia.

-*Sob* * sob*, qué bueno que hayas vuelto sano y a salvo, no sabes cuantas noches pase en vela-

-No llores madre, estoy acá y pronto padre estará con nosotros-. Después de consolar y soltar los abrazos de su madre, Kain se acercó a la pequeña Ariel que estaba escondida detrás de Magdalena. Se puso hinco en su rodilla, estiro sus brazos y dijo -hola pequeña ¿adonde esta mi abrazo?¿no piensas saludar a tu hermanito?-

Ariel que vio a su hermano, corrió a él y él la tomo en brazos. Se puso de pie y le pregunto -¿Cómo estas preciosa? ¿te portaste bien?- Ariel asintió, pero no decía nada. Solo se abrazaba al cuello de Kain y no lo soltaba.

-Madre te quiero presentar a alguien- dijo Kain -se podría decir que son como las hijas de Vissarion, el viejo amigo de mi padre. Esta niña de pelo blanco se llama Eleonora y la otra se llama Limalisha-

Elen con movimientos torpes quiso hacer una reverencia tomando los extremos de su vestido. No obstante, puso demasiada fuerza y lo rompió -¡Ha!, lo siento, lo siento- dijo en un hilo de voz, parecía que en cualquier momento se iba a largar a llorar -me equivoque, lo siento-

Magdalena que vio el lamentable rostro de la niña, trato de consolarla -no te preocupes querida, ven conmigo. Aquí hay mucha gente. Vamos al anexo del castillo donde vive Kain, hay podrás cambiarte-

Como su madre guiaba a Elen y Lim. Kain tomo su caballo y llevo a Ariel sobre él. Cuando llegaron, los estaban esperando las personas que siempre estuvieron con Kain desde pequeño.

-Es bueno que hayas vuelto, Kain- dijo Ann entre lagrimas. Si no hubiera estado la reina, es probable que se hubiera lanzado a sus brazos.

Lucy al ver a Kain sonrió y dijo -espero que hayas cuidado bien de Rose-

-Kain hay muchas cosas que quiero discutir contigo- Justina le dio un mirada coqueta.

Sofía hablo con su habitual sonrisa -es bueno que hayas vuelta niño, esa hija mía se la pasaba en vela pensado y creyendo que te podría haber pasado algo-

-¡Niñas! por favor mantengan las cosas calmadas, Ariel también está aquí- dijo Magdalena y después le dirigió una mirada a Sofía -mamá, puedes ayudar a esta niña, se llama Eleonora, tuvo un pequeño accidente. Lucy puedes pasarle tus ropas antiguas por favor-

-Enseguida señora-.

-Niña, vas a ser mi nuera, debes llamarme madre cuando no hay nadie más que nosotros, lo mismo tu Rose-

-Gracias por tu consideración, mamá- Rose sonrió. La reina siempre a tenido muy buenas intensiones con ellas. Ella es amable y considerada, pero no entiende la dificultad de llamar mamá a la reina siendo un simple ciudadano.

Lucy y Sofía se llevaron a Elen para tener un cambio de ropa, solo quedaba que Lim se presentara.

-Su majestad esta humilde se llama Limalisha. Como soy de humilde procedencia no tengo apellido, espero que no le moleste mi humilde presencia mientas permanecemos aquí- con una postura y desplante casi perfecto expreso su mas sinceros sentimientos. Tenía miedo, una cosa era la promesa de Kain, pero si la reina no lo aceptara, ambas, ella y Elen tendrían que irse.

-Demasiados "humildes" niña, ven acá- dijo Magdalena en un tono serio

Lim se sintió un poco asustada. Pero traicionando sus expectativas, Magdalena le dio un abrazo cariñoso -yo también soy de humilde procedencia- dijo -pero Kain y mi marido me acogieron con cariño y respeto. No te preocupes de donde vengas, mientras trates a mi familia con respeto y sinceridad, yo no tengo ningún problema con que estés aquí-

Lim sonrío como nunca y se preguntó (¿esto se siente tener una madre?).

Kain que vio extenderse demasiado los saludos, dijo -madre entremos a la casa y continuamos esta conversación en el comedor-

Todos hicieron caso y cuando solo faltaba que Kain y Ariel, alguien se cerco a la entrada del anexo y lo llamo.

-¡Príncipe! ¿Dónde dejamos sus cosas?- dijo un soldado. Venía con un séquito de ayudantes.

-No te preocupes- respondió Kain -deja las cosas acá, cerca de la entrada-

-¿Algo más príncipe?-

-No, nada más, después de eso te puedes retirar-

-Ya oyeron al príncipe, dejemos estas cosas allá y volvemos a lo nuestro-

Kain miro cómo los soldado hacían su trabajo, acarrearon dos grandes cofres y se retiraron.

Magdalena salió a ver qué pasaba y le pregunto -¿Kain por qué no entras? ¿Qué es eso?-

-Te puedo mostrar, pero cuando no este Ariel; no es algo lindo-

Una vez llegaron al comedor, esperaron a que Elen volviera para reanudar las conversaciones. Como el cuerpo de Elen no estaba tan desarrollado, le quedo perfecta la antigua ropa de Lucy. Ahora que volvió junto con Lucy y Sofía, Magdalena una vez más le pidió que se presentara -está bien querida, preséntate tú misma, no es necesario que estés nerviosa-

Elen hizo una reverencia y dijo -muchas gracias su majestad, yo soy Eleo ouch- fue traicionada por su propia lengua y lagrimas empezaron a caer.

Magdalena vio esto y trato de consolarla -se quién eres- dijo -mi hijo ya me lo dijo. Sé que estas nerviosa, pero no tienes que sentirte mal, ¿ok?- poso sus manos en la espalda de Elen y la llevo a una silla -ven, dejemos las presentaciones para después, tomemos un té y conversemos. Cuando te sientas preparada podemos intentar de nuevo las presentaciones-.

Elen se sintió aliviada -gracias-

Después de compartir té y dulces, Magdalena miro a Kain que jugaba con Ariel y no pudo esperar mas -Kain ¿Cómo te fue en tu campaña?-

-Bien madre, ¿Qué te puedo decir?- dijo Kain -había de todo tipo de personas allá- Kain tenía una cara molesta. No quería hablar de esas cosas, por lo tanto trato de cambiar la conversación -¿Cómo ha estado el reino últimamente?-

-Más o menos, Kain- respondió Magdalena -mucha gente se queja porque el rey prolongo la guerra. Muchos comerciantes quieren rebajas de impuesto o dejaran de producir algunos bienes. Si no fuera por esta niña Justina, no sé qué habría sido de mí. Gracias a su eficiencia he podido despachar a varios idiotas que no conocen sus limites-

-Gracias Justina- dijo Kain

-No te preocupes Kain- respondió Justina -es la perdida de los avariciosos. Te sugiero que les hagas una visita, tengo una lista con todos los comerciantes que se pasaron de la raya-

-Me haré un tiempo y los enviare en un viaje sin retorno- dijo Kain mientras limpiaba la boca de Ariel.

Magdalena se preocupo -Kain, no es necesario que hagas eso- dijo -ya está zanjado y hemos roto relaciones con esos comerciantes-

-Eso no es bueno madre, los comerciantes se pasan "datos". Si uno de esos idiotas cree que puede venir y decir cualquier cosa sin repercusiones, el día de mañana vamos a tener un montón de comerciantes sin respeto insultándote-

Magdalena suspiro ante su ingenuidad y dijo -trata de no sobrepasarte ¿ok?-

-Eso depende de lo que te hayan dicho esos imbéciles-

Ariel puso atención, había escuchado un palabra nueva -¿Imbécil? ¿Qué es eso?, Kai-

-Eso es una mala palabra, usted no lo diga ok-

-Ok- y siguió comiendo galletas mientras estaba sentada en las piernas de Kain.

Kain sonrió y se sintió en paz -hablemos de algo bueno, pude ver muchas cosas en el camino. Varias tierras prometedoras. Así que se me ocurrió pedirle la región de la costa a mi padre. Todavía no la he visto, pero por lo que he leído en los libros se convierten en tierras muy ricas y diversas-

Magdalena sorprendida por la aparente partida de su hijo exclamo -¡¿ya te quieres ir?!, todavía no han pasado ni siquiera un año-

-No ahora madre, pero cuando cumpla unos 12 o 13 años, quiero dirigir una ciudad y ver que puedo lograr con ella ¿Qué piensas?-

Magdalena suspiro y miro a Kain a los ojos -no tengo ningún problema Kain, pero tengo condiciones-

-Dime tus condiciones-

Magdalena asintió -primero que todo tienes que venir a visitar a tu madre una vez al años. No te perdonare que me dejes abandonada. Segundo, tienes que enviar constantes informes de avance en la economía y la ciudadanía. Si no logras un avance satisfactorio, te devuelves a la capital. Tercero, vas con Rose, Lucy, Ann y Justina. Necesitas a alguien que te supervise y me avise si te sales de los márgenes. Cuarto, por ningún motivo se te permite aceptar una casa de juego o un burdel, tu sabes a lo que me refiero, ¿cierto?. Y quinto, no puedes viajar sin avisar a tu madre. Te conozco bien jovencito. Sé que si te quito los ojos de encima seguramente vas a empezar a deambular por las tierras aledañas, sin escolta y sin resguardo-

-Madre ¿no crees que son muchas condiciones?- pregunto Kain

-Tómalo o déjalo, no estoy negociando, o cumples mis condiciones, o te quedas aquí en la capital- respondió Magdalena con completa indiferencia

Kain suspiro y la miro a los ojos, realmente no había ninguna posibilidad de negociación -ok madre, como tú digas-

De repente se escuchó una carcajada estruendosa por todo el comedor. Era Elen y no podía parar de reírse.

-Elen, son malos modales reírse sin ningún tipo de mesura- dijo Magdalena algo disconforme -vamos a tener que trabajar mucho-

-Tía, es que en el campamento todos los soldados respetaban a Kain- respondió Elen sin para de reírse, le corrían las lagrimas por los ojos -pero míralo ahora, todo sumiso aceptado un contrato unilateral-

Magdalena se sonrojo, pero sabía que si a este muchacho no lo restringían un poco, quizás como crecería -lo siento por ser una madre autoritaria, pero es por tu bien- dijo Magdalena, tomo su tasa de té y le dio un sorbo. Se sentía un poco apenada.

Kain suspiro y se apartó de las cosas complejas para dedicarse a alimentar a Ariel.

-Ahora que veo a la risueña señorita, no les he preguntado el motivo de su visita- dijo Magdalena

Kain levanto su cabeza y respondió -yo quise traerlas madre, el campo de batalla no es un lugar para niños, menos unos que todavía no saben defenderse-

-Hmph, tú también eres un niño Kain, deben tener casi la misma edad-

-Cough cough, ese no es el punto madre. Lo que pasa es que esta niña Elen heredo la visión de mi padre y Vissarion y quiere construir su propia nación. Pero hasta el momento solo sabe blandir un poco la espada, pero nada mas. Entonces la traje aquí para que aprenda un poco de comercio y etiqueta-

-Creo que te he subestimado un poco- dijo Magdalena -pensé que solo venias a jugar, pero parece que tienes grandes aspiraciones-.

Elen se sonrojo al ser alabada.

Magdalena tomo otro sorbo de té y la miro una vez mas -hablare con María que fue mi maestra de etiqueta y modales- después miro a Justina -Justina, por favor ayuda a esta niña a mejorar su capacidad para hacer negocios. Creo que la visión de mi marido ha hecho de esta generación mucho mejor que la anterior, así que apóyala por favor. Si necesitas algo o materiales habla con Kain, él te dará dinero-

-Como usted diga- respondió Justina

Toc toc, sonó la puerta y Sofía se levantó para ver quién era. Después de atender a un soldado, volvió y dijo -Magdalena, te vienen a buscar del palacio, es una reunión-

-Ok mamá, voy de inmediato- respondió Magdalena, se limpió los labios con una servilleta y se levanto de su asiento con gracia -niñas, fue un placer conocerlas, pero tengo deberes que atender. Ariel cariño ¿quieres quedarte con la abuelita y tu hermano? o ¿quieres ir con mamá al castillo?-

-Hermano- dijo Ariel con su boca llena de galleta.

-Cuida a tu hermana Kain, a la noche la llevas al castillo para que duerma en su cama y no muchos dulces, ¿ok?-

-Bueno madre- respondió Kain -cuídate y sí pasa algo diles que el príncipe ha vuelto. Que si tienen problemas muy serios les haré una visita a sus casas y conversaremos las cosas desde otro ángulo-

-Kain, tu padre te ha hablado muchas veces de ser déspota y tirano ¿no es así?-

-Mi familia es sagrada para mí, madre. Cuando alguien molesta a mi familia pierden toda capacidad para reclamar sobre mis actos-

Magdalena suspiro; su hijo es muy protector de su familia, pero es demasiado déspota y tirano, no conoce el perdón cuando transgreden lo que atesora.

-Ok madre- dijo Kain -no pongas esa cara, mientras ellos no te insulten está bien-

-Ok hijo, yo sé que no lo haces con mala intención- respondió Magdalena

Kain vio irse a Magdalena y después miro a Justina -necesito un informe de todo lo que ha pasado- dijo

-No te preocupes lo tengo todo listo- respondió Justina

Kain sintió unas pequeñas manos tomándolo desde la camisa, miro hacia abajo y vio a Ariel cabeceando -¿Qué pasa princesa? ¿tienes sueño? -entonces tomó el pequeño cuerpo de Ariel y poso la cabeza en su hombro. Kain se rio ante la ternura de Ariel y dijo -te llevare a dormir bella durmiente. Permiso a todos, después de devolver Ariel conversaremos todo lo pendiente. Lucy, ayuda a Elen y Lim a instalarse en habitaciones del primer piso por favor-

-Bueno Kain, acuérdate que tenemos una conversación pendiente- dijo Lucy

-No me he olvidado, pero como puedes ver tengo las manos llenas- entonces Kain se fue a su habitación.

-¿Sorprendidas de ver este lado de Kain?-dijo Rose mientras miraba a las niñas. Un sonrisa se dibujo en su rostro. Ella creció viendo a Kain así que nunca se lo pregunto, pero su madre un día hizo un comentario. En ese momento se dio cuenta de lo aterrador que puede ser el príncipe de Lemuria y lo suave y cariñoso qué era con ella. Fue un shock, pero le dio mas razones para amarlo.

Elen y Lim -sí-

-Como decirlo- continuo Elen -es otra persona. No es malo en ningún modo, pero es ¿revelador?-. Elen sentía que había visto el nacimiento de alguna criatura mística. Era peculiar ver al muchacho que tanto miedo y respeto inspiraba, ser tan obediente con su madre y cariñoso con su hermana.

-Niñas, el joven Kain- dijo Sofia -a pesar de que se ve intimidante, es muy amable y bueno, ustedes ya deben haberse dado cuenta, ¿no?-

Elen y Lim -sí-.

Lucy dijo entre risas -no se preocupen, verán más facetas de él desde ahora en adelante- después miro a su mejor amigo y le pregunto -Rose ¿espero que no te hayas adelantado?-

-Una guerrera de honor como yo siempre cumple su palabra- respondió Rose. Ambas amigas chocaron sus manos y se rieron como antes. Gracias a dios nada había cambiado y seguían siendo tan amigas como siempre.