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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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858 Chs

Capítulo 13 - Señales del preludio.

-Cuando era niño- dijo Charles mientras miraba el cielo nocturno desde su mecedora -mi hermana y yo mirábamos desde nuestra habitación como mi madre y mi padre fumaban y bebían mientras miraban el cielo nocturno- Charles acerco su mano izquierda y tomo la mano de la mujer a su lado, la cual también estaba en otra mecedora -siempre me pregunte que tenía de especial, ellos solo estaban ahí callados, compartiendo tabaco y vino y después se iban a acostar- Charles soltó una risita -ahora entiendo lo especial que era ese momento-. La mujer al lado de Charles apretó su mano y lo miro con una sonrisa.

-¿Como son tus padres?- le pregunto Éowyn -¿Qué hacen?-

Charles la miro y después mostro una sonrisa mientras se balanceaba en la mecedora -mi madre es una doctora, a ella le encanta ayudar a las personas, algo por lo que siempre discute con mi padre- Charles tomo el vaso con su mano derecha y le dio un sorbo -mi padre es un herrero, pero como no retribuye tanto la herrería se dedicó a trabajar la tierra- Charles dejo el vaso en la mesa y le pregunto a Éowyn -¿y los tuyos?-

Éowyn negó con su cabeza y dijo algo cabizbaja -ellos murieron hace años, mi tío Théoden nos adoptó a mi hermano y a mí y nos trató como hijos. Y mi tío Théoden, bueno, tú ya lo conoces-

Charles soltó un suspiro y Éowyn soltó una risita. Ella sabía que Charles tenía algunas aprensiones, él le había contado durante meses como había llegado al reino de Rohan y en que condiciones. Él fue transparente, un hombre hábil con las espadas y con las palabras, sin embargo lo que mas le gusto a Éowyn, fue que él la trato como su igual. Después, por sus relatos conoció a su hermana y ayer después de que por primera vez compartieron la cama, ambos se soltaron y empezaron a conversar de sus familias.

-Tu padre es un hombre muy autoritario ¿no lo crees?- pregunto Éowyn mientras miraba a Charles.

Por su parte, Charles le relleno el vaso con vino y le respondió -no lo creo, mi madre es una persona de buen corazón. Al principio pensaba como tú, pero después de salir al mundo pienso que la forma de actuar de papá es correcta. Este mundo es muy peligroso y la gente no te tratara mejor por ser bueno con ellos-

Éowyn tomo el vaso y probo el vino, lo miro y le dijo -creo que si ella quiere hacer algo, él no debería detenerla-

-Papá no la detiene, pero siempre está ahí con su ceño fruncido mirando a las personas que se quieren aprovechar de la amabilidad de mi madre- Charles miro al cielo y le dijo -un día un hombre de estos que viajan por los pueblos vendiendo todo tipo de cosas, paso por la casa y le dijo a mi madre que se había herido. Ella le creyó y le dio algunas medicinas para las heridas, después de tratarlo se fue. Al mes nos enteramos por nuestro abuelo que el hombre andaba vendiendo las medicinas que le regalo mi madre-

Éowyn quedo mirando al cielo y no supo que responder. Charles la miro y mientras sonreía le dijo -mi papá nunca le ha prohibido nada a mi mamá, pero siempre le dice que no sea tan confiada. Si es por luchar, bueno, papá fue el maestro de mamá y sabe más o menos lo fuerte que es ella, así que la deja ir a cazar acompañada de nuestro lobo huargo-

Éowyn abrió los ojos como platos y le pregunto -¿lobo huargo?¿es un broma?-

Charles levanto los hombros y le dio otro trago a su vaso -no es broma, nuestro lobo es grande, casi como esta casa. Ahora esta viejo, pero cuando era joven fácilmente podía llevarnos a todos-

Éowyn frunció el ceño y dijo -no me mientas, eso es exagerado-

Charles soltó una carcajada y le dijo -depende de ti creerme, pero es verdad, nuestro lobo es enorme-

Después de compartir un rato más, entraron a la casa e hicieron el amor. En plena madrugada Éowyn se fue a su casa y Charles se fue a dormir.

-o-

Charles llevaba un año y ocho meses fuera de casa, había conseguido muchos logros y uno fue Éowyn, un chica hermosa, de largo cabello y muy poco femenina. Ahora que Charles lo pensaba creyó que encajaría bien en la familia.

Charles durmió durante unas horas y después del medio día fue despertado por uno de sus clientes. Un hombre joven que tenía una esposa y dos hijos. Ninguno de los niños tenía más de diez años. Por otro lado, Charles recuerda como la madre de los niños, un día vino y se levantó la falda, invitándolo a "entrar". Así que ahora que estaba frente al marido, esto se había vuelto algo incomodo, nunca paso nada con la mujer pero cada vez que ve al hombre, Charles siente un poco de lastima por él.

Charles bostezo, se vistió y fue a ver a su cliente. Era un tipo alto, macizo y no pasaba los treinta años pero ya le faltaban cuatro dientes, dos arriba y dos abajo. El hombre iba con sus hijos y miro Charles, le paso un hacha y pregunto si podía afilarla. Charles fue con una sonrisa y paso el hacha por la piedra de afilar. Como le había vendido con regularidad algunas espadas al viejo Théoden no necesitaba dinero, así que le dijo al hombre que era un favor para un "vecino". El hombre se rio y le palmeo los hombros mientras soltaba una risotada. Charles pensó que no se reiría tanto si supiera que su esposa, a plena luz del día, le andaba mostrando la entrepierna a un muchacho desconocido.

-o-

Charles era joven, no tanto pero casi, este año cumpliría diecisiete y él con humildad se encontraba bastante sexy. Miro su reflejo en un cubo de agua y sonrió pensando que era lógico que pudiera comer carne "real". Por referirse a Éowyn de alguna manera, pero después de pensarlo se golpeó así mismo y dijo -imbécil, casi te matan la última vez por pensar así-. Después de que ordeno la herrería iba a encender el horno pero su estómago sonó primero. Le reclamo que le faltaba combustible para funcionar. Charles cayo en la cuenta que no había comido nada, dejo cerrada la herrería y volvió a la casa. Se preparo unas chuletas con papa y después de comer como dios manda, se fue a trabajar.

Cuando Charles termino su tercera espada apareció un hombre, venía con las botas sucias, una capa desgastada pero en buen estado y un pelo bien cuidado. Charles le sonrió y le dijo -Señor Tim, tanto tiempo ¿Cómo ha estado?¿Qué puedo hacer por usted?-

El señor Tim mostro una sonrisa sardónica y dijo -muy bien muchacho, quiero algunas espadas-

Charles ladeo la cabeza señalando el estante y lo invito a entrar, saco una de las espadas y le dijo -como puede ver la calidad ha mejorado pero por ser usted mantendré el mismo precio ¿Qué tal?¿le interesa?-

El señor Tim miro la espada y le dijo -hazme un descuento y te comprare diez-

Charles soltó un suspiro y negó (pensó que si su padre supiera que estaba vendiendo sus espadas tan baratas lo mataría) -lo siento señor Tim- dijo -treinta monedas de oro ya es un regalo-

El señor Tim frunció el ceño y dio un silbido, después entraron tres hombres con espadas a la herrería y quisieron atacar a Charles qué los miro con molestia. Le quito la espada a Tim y le corto la cabeza, se acercó a los otros hombres y mientras caminaba, bloqueaba y los cortaba uno a uno. Al final los hombres perdieron sus extremidades y rogaron por sus vidas, pero Charles no lo pensó y los decapito.

Al final de la tarde, Charles tomo los cuatro cuerpos y los empalo en estacas dejándolos a unos veinte metros de su tienda. Cuando algunos clientes cruzaron la colina que tapaba la herrería, se encontraron con cuatro cadáveres empalados con letreros que decían "ladron". Durante una semana nadie se aventuró a ver al amigable herrero.

-o-

-No deberías haber hecho eso, hasta yo me asuste- dijo Éowyn mientras dormía con Charles -¿no crees que te citara la corte de mi tío por haber hecho tan extremo?-

Charles estiro sus brazos y la abrazo mientras la miraba a la cara -me atrevo a todo lo que se atreva un hombre- sonrió y continuo -o al menos eso pretendo-

Éowyn lo encontró algo tonto pero lindo y lo beso, Charles respondió y después de un pequeño intercambio siguieron al siguiente encuentro nocturno.

-o-

Charles miró a Éowyn dormida, era hermosa, su piel, su cuerpo, sus ojos. Él pensó que ella se debía ir y la despertó -Éowyn- la movió con cuidado -Éowyn, despierta, debes volver a tu casa-

Éowyn lo miro a los ojos y le dijo -no quiero volver. Ese hombre que molesta a mi tío, últimamente me mira con demasiada intensidad y me perturba. No quiero dejar este lugar-

Charles le pregunto -¿ese tipo que se cree el consejero de tu tío? no sé cómo el viejo Théoden lo tolera-

Éowyn lo pellizco y le dijo -trata a mi tío con más respeto, fuera de que él es el rey, es mi tío y casi mi padre- Charles soltó una risa y Éowyn continuo -últimamente mi tío no se siente bien y sospecho que algo le hizo ese tipo-

La sonrisa de Charles se esfumo y se levantó de la cama. Éowyn vio el blanco trasero de Charles y le dio una buena mirada. Por otro lado, Charles no se preocupó, empezó a revisar un mueble. No encontró lo que buscaba así que tuvo que prender una vela. Al final saco una botella y se la paso a Éowyn. Ella iba a abrir el contenido pero Charles la detuvo y le dijo -esto es hecho por mi madre, es algo que te puede ayudar con los venenos. Si vez a tu tío muy mal, le das esta medicina y se recuperara-

Éowyn le dio un profundo beso que le hizo pensar a Charles que podrían hacer algo más, pero ahora Éowyn se levantó y se vistió para irse, dejando a Charles esperando algo que no llego. Cuando Éowyn estaba lista, Charles la acompaño a la salida y ella se fue en su caballo.

-o-

A la semana siguiente un grupo de gente paso por el pueblo, eran de las montañeses y no venían con buenas intenciones. Varios de sus vecinos vinieron a buscar refugio en la herrería. Conocían al buen herrero, sabían que era fuerte, muchos caballeros habían probado su mano y se habían ido con varios dientes de menos, así que esperaban que él los protegiera. Charles por otro lado, no los defraudo. Se pertrecho con una armadura de cuero y les dijo que escondieran a los niños. Al rato después aparecieron diez montañeses. Hombres con ropa harapienta de un aspecto mal cuidado.

-¿A qué vienen?- pregunto Charles mientras se colocaba entre medio de su casa y los guerreros.

Un hombre fornido con una enorme hacha y lleno de cicatrices, empezó a gritar -¡cállate! Ustedes nos robaron todo los que nos pertenecía. Ahora tomaremos todo de vuelta-

Charles cruzo lo brazos, torno los ojos al cielo y dijo -yo llevo viviendo dos años aquí ¿Cómo robe tus cosas?-

El hombre titubeo y respondió -¡cállate!- grito mientras corría con su hacha -eso no importa, ahora muere-

Charles se agacho mientras dejo pasar el hacha por encima de su cabeza, desenfundo una de sus espadas y paso por debajo del segundo golpe. Cuando el hacha paso de largo, Charles tomo postura y apuñalo al hombre en la garganta. Después de que el montañés cayó al suelo muerto, el resto de los nueve guerreros se lanzaron contra Charles y este último utilizo toda su pericia para matarlos de un solo corte a cada uno.

Varios adultos salieron de la herrería, los niños se quedaron escondidos y Charles les grito -ahora deben proteger a sus familias y sus hijos. Hay espadas en la herrería, tómenlas y protéjanse- Charles camino en dirección al pueblo mientras uno de sus vecinos le pregunto en un grito -¿A dónde vas?-

Charles dijo -¿A dónde más? Al pueblo a matar a esos hijos de puta-

Charles guardo su espada y empezó a correr. Al llegar al pueblo paso por la entrada que estaba a medio caer. Unos hombres gritaban y corría por las calles detrás de una muchacha mientras otro, a unos metros más allá, machacaba el cadáver de un hombre de edad. Charles corrió y desenfundado sus espadas decapito a los que corrían detrás de la muchacha, después fue a donde estaba el que machacaba el cadáver y lo pateo. Cuando el tipo reacciono fue muy tarde porque Charles de un movimiento lo decapito.

Charles se acerco a la muchacha y le dijo -ve a mi herrería, ahí hay varias personas que te pueden ayudar, pero recuerda, en estos momentos en quien mas puedes confiar es en ti misma- la muchacha asintió entre llantos y corrió como pudo fuera del pueblo.

Charles miro alrededor y empezó a matar a todo hombre que pareciera un montañés y que nunca antes hubiera visto. Contó por lo menos cien y cuando se acabó el día fue a buscar a los pocos que sobrevivieron. Solo sobrevivieron la mitad de los pobladores, en su mayoría niños, viejo, mujeres y niños. Los tomo a todos y en algunas carretas improvisadas con caballos que no eran para ese trabajo, viajaron a Edoras.

En medio de la noche llegaron a Edoras en donde fueron detenidos por los soldados de la ciudad. Miraron a Charles y le quisieron quitar sus espadas, pero este ultimo los ignoro y no se las entrego. Un capitán actuó feroz y estiro sus manos para tomar las armas pero antes de que se diera cuenta, estaba en el suelo con el pie de Charles sobre su cuello.

Charles lo miro desde arriba y le pregunto -¿todavía quieres mis espadas? tu rey estaría avergonzado-

El capitán ocupo toda su fuerza para empujar el pie de Charles pero no lo pudo levantar. Los caballeros sacaron sus espadas y Charles les dijo -muchachos, deberían detenerse antes de que salgan heridos-

-Suficiente- grito una voz de mando -¿Qué esta pasando?- dijo el rey Théoden que venía acompañado de su hijo, sus sobrinos y un hombre de ropa oscura.

Charles iba a decir algo pero fue interrumpido por el hombre de negro, el cual tenía una tez pálida, casi espectral -ese hombre ataco al buen capitán y le falto el respeto a tus caballeros mi buen rey-

Charles sonrió y dijo -no, ellos me querían robar-

-Mientes- grito el hombre de negro -¿Qué podría querer el capitán de un mugroso como tú?-

Charles mostró una sonrisa que desapareció tan rápido como salió, miro al hombre y le dijo -te matare si vuelves a decir mierda-

El hombre de negro quiso parecer fuerte y le quito una espada a uno de los soldados. Camino en dirección de Charles y este ultimo con una sonrisa carnívora, le lanzo un cuchillo que le atravesó el cuello y al instante le hizo explotar la cabeza. Trozos de cerebro se esparcieron por todos lados y el resto de los hombres horrorizados, sacaron sus espadas listos para atacar a Charles.

Charles camino y los guardias con arcos los apuntaron. Sin embargo Charles solo se detuvo a uno diez metros y le dijo -traigo a estas personas, los atacaron los montañeses y mataron a sus familias. No tengo tiempo para idioteces, ¿nos ayudaras o no? Rey Théoden-

Théoden con el ceño apretado les dijo a sus hombres -por el asesinato de lengua de serpiente iras a juicio y esperaras en las mazmorras. Al resto lo acogeremos e investigaremos el famoso ataque de los montañeses-

Charles sonrió y dejo que los hombres le quitaran las espadas y lo aprisionaran. Antes de irse le grito a Théoden -viejo, cuida de mis espadas, si mi padre se entera de que me las robaron, buscara al ladrón y lo matara a él y a toda su familia-

Théoden miro al muchacho y susurro -estúpido, no era necesario que mataras a tal basura-

-o-

Una semana paso y solo Éowyn vino a visitar a Charles, tenía un moretón en un ojo izquierdo y había perdió la vista del otro. Ahora no se veía su preciosa pupila café, ahora todo se veía de un solo blanco. Parece que su relación salió a la luz, pensó Charles, se sintió terrible y lo único que pudo decirle fue -no te preocupes, cuando salga de aquí, iremos a buscar a mi madre, seguro que ella sabe algo que te ayuda-

Éowyn negó pero Charles insistió varias veces y al final ella acepto. Juntos compartieron las tardes, mientras Charles trabajaba en algunos ungüentos que ayudarían a Éowyn a recuperar sus heridas. Ella le conto algo que él no sabía, ella estaba comprometida y después de enterarse de lo que paso entre los dos, su primo la quiso matar. Si no fuera por su tío lo habría logrado, pero igual quedaron secuelas en su rostro.

Charles apretó el puño, se odió así mismo y se quiso arrancar un ojo, pero ella lo detuvo. Éowyn le quito la mano que tenía sobre su ojo y le dijo con todo el amor que había en su corazón -yo ya perdí uno, si tu quedas igual, cuando tengamos hijos será más difícil cuidarlos-

Charles asintió y lloro mientras abrazaba con Éowyn.

-o-

Cuando llego la noche lo llamo el carcelero, salió de la celda que estaba en lo más profundo de la mazmorra. Se pregunto qué pasaba, nadie lo miraba feo. Incluso algunos de los presos le dieron gracias por proteger a sus familiares. Charles camino como si nada y cuando salió de la cárcel, se encontró con él capitán de la guardia que aún lo miraba con recelo y le dijo -sígueme, el rey te llama-

Charles descalzo camino por la calle, lo apuntalaban con lanzas dos guardias mientras el capitán de la guardia caminaba por delante. Edoras estaba tranquilo, había poca luz y poca gente en la calle. A la distancia se veían las antorchas en las empalizadas que protegían la ciudad. Charles notó que habían más guardias, por lo menos el doble de los que había cuando llego hace una semana. Siguió su camino y llego a una gran casa hecha de madera, pensó que seguramente era la casa del Rey. El capitán de la guardia abrió las puertas y avanzo hasta llegar a unos cinco metros del trono. El rey estaba sentado, junto a él estaba su hijo y su sobrino. Éowyn estaba en una esquina tapada por una capucha.

El rey examino a Charles, tenía un buen semblante para haber estado una semana en una mazmorra. Después le dirigió una mirada a su sobrina y esta última agacho la cabeza. Théoden soltó un suspiro y se dirigió al muchacho -Charles Hill así te llamas ¿verdad?-. Charles asintió y el rey continuo -por haber matado a lengua de serpiente, consejero del rey, te condeno a muerte-

-Tío- se escuchó la voz suplicante de Éowyn, ella camino en frente del rey y le dijo -por favor reconsidere-

Théodred apretó su puño pero fue detenido por su primo y siguieron escuchando al rey.

Théoden soltó un pesado suspiro y dijo -Éowyn, vuelve, todavía no he terminado-. Éowyn volvió a su lugar con un rostro lleno de preocupación y Théoden continuo -Charles Hill, te condeno a muerte. Pero por matar a los montañeses y proteger a mi pueblo, perdono tus pecados y te exilio de Rohan-

Charles sonrió y dijo -me llevare mis espadas y a Éowyn. Si me detienes, algún día volveré cuando tenga la destreza y matare a tu progenie-

-¡Charles!- grito Éowyn pero Charles no la escucho y miro al rey Théoden esperando su respuesta.

Este hombre, el rey de Rohan, no se inmuto y dijo -puedes llevarte las espadas, pero no a Éowyn, eres solo un herrero y no sé si le darás una buena vida-

-¿Mejor se la dará tu hijo?- pregunto Charles haciendo una sonrisa sardónica -que le entinto los ojos y por sus golpes le quito la vista de uno-

El rey Théoden apretó su ceño y dijo -pue…-

Pero fue interrumpido por Charles -ya pago un ojo, ahora esperas a que viva el resto de su vida con su enemigo…Mi padre siempre desde pequeños nos ha enseñado que este no es un mundo amable. Rey Théoden, tu conoces a tu hijo mejor que nadie y sabes de lo que es capaz. Por favor reconsidera-

Théoden soltó una exhalación, algo cansado se recostó sobre su silla y dijo -váyanse los dos, no los quiero volver a ver-

-Padre- grito Théodred.

Pero el rey sin mirarlo le dijo -déjalo, ya fue suficiente, deja de envenenarte-

-Una última cosa más rey de Rohan- dijo Charles mientras se acercaba para pedir sus cosas -la aldea en donde vivía esa gente, que yo supiera no vivían más de sesenta personas. La atacaron más o menos cien montañeses- arreglo sus ropas y se puso sus botas, pateo el suelo acomodando su pie y miro al rey -ese era un grupo de exploración, lo más probable es que fueron con la intención de aniquilar al poblado y utilizar el pueblo como base- Charles le dirigió una sonrisa que no lo era -prepárate, pronto va a ver guerra-

Théoden recompuso su postura y le dijo -ese no es tu problema. Mas te vale cuidar bien de Éowyn-

Charles asintió y se fue con Éowyn. Esta ultima cuando iba a pasar las puertas, retrocedió, le dio un abrazo a su tío y se fue entre lagrimas que cubrían su rostro.

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-¿A dónde vamos?- pregunto Éowyn que de vez en cuando se daba vuelta a ver el castillo de Edoras -¿vamos a ver a tus padres o a la herrería?-

-Vamos a la herrería primero, después de eso a Vados del Isen- dijo Charles mientras se detuvo y pensó en su hermana, su rostro cambio a uno serió y después de mirar a Éowyn, suavizo su expresión -y por último, fuerte y derecho hasta pasar Eriador, cuando lleguemos a la Comarca te presentare a mis padres. Seguro que te llevas bien con mi madre-

Éowyn lo miro algo preocupada y pregunto -¿seguro?-

-Segurísimo- Charles puso un rostro asustado -lo más probable es que sea yo el que corra peligro-

Éowyn soltó una risa y Charles sonrió al verla sonreír. El le robo un beso, la tomo de la mano y caminaron juntos por las planicies.

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-¿Cómo era este poblado?- pregunto Éowyn mientras pasaba por el pueblo que estaba cerca de la herrería. Era la tarde del segundo día de viaje y todo el lugar estaba roto o quemado. Se podían ver algunos vestigios de civilización pero en su mayoría parecía un pueblo fantasma.

Charles camino y recordó como de vez en cuando venía a devolver algunas herramientas que le encargaban que arreglara. Las muchachas siempre lo seguían y los viejos lo veían con desconfianza, como diciendo que era un lobo que andaba detrás de las ovejas. Negó con su cabeza y siguió su camino, este lugar no volvería a ser el pueblo que algunas vez conoció.

Cruzaron la colina y fueron a la herrería. Charles abrió las ventanas y Éowyn calentó agua en la chimenea mientras buscaba comida. No quedaba nada, así que Charles salió a cazar, volvió con dos conejos y los prepararon en un guiso. Le faltaron verduras, así que fue al pueblo y se metió en una de las huertas que no habían sido destruidas. Saco lo que no se había echado a perder y volvió a la herrería. Éowyn movía una cuchara de palo para revolver el contenido de la olla mientras le añadía las verduras, pensaba en algo pero fue interrumpida por el toque de Charles que la abrazo por detrás. Ella sonrió, compartieron un pequeño beso y después comieron cuando la comida estuvo lista.

Esa noche hicieron el amor. Éowyn lloro antes de dormirse y Charles apenas pudo dormir ya que pensaba en todo lo que había pasado. Se culpo así mismo y pensó en su padre y su madre. Se pregunto cómo lo hicieron sin vivir una vida de penurias. Su madre era hermosa y estaba seguro que más de alguna vez su padre tuvo que pelear por ella. Al final con suspiro aparto esos pensamientos, abrazo a Éowyn y durmió hasta el otro día.

-o-

Había pasado una semana desde que llegaron a la herrería y no se habían ido, Charles le dijo a Éowyn que se quedaran, pero después de todos estos días, Éowyn estaba preocupada. Mientras preparaban la cena, ella le pregunto -Charles ¿está bien que nos quedemos tantos días?-

Charles miro el rostro preocupado de Éowyn, él mostro una sonrisa y le dijo -está bien- la tomo en sus brazos -tu familia debe estar muy ocupada peleando contra los montañeses y quien los respalda-

-¿Alguien los respalda?- pregunto Éowyn algo confundida.

Charles le dio un beso y le dijo -sí, alguien los respalda. Por lo que me contaron los viejos, los montañeses abandonaron hace años estas tierras y nunca han atacado. Si de repente atacan se me ocurren dos cosas. Uno, un caudillo joven tomo el poder y está incitando a los otros, o Dos, alguien los está incitando al odió y les dicen que reclamen lo que es suyo. Por mi intercambio con ellos, creo que es lo segundo-

Éowyn asintió y apretó su abrazo mientras escucha el corazón de Charles. Después de un tiempo le dijo -creo que deberíamos esperar un tiempo más y viajar. No vaya ser que nos encuentren los soldados de Rohan-

Charles asintió y dijo -está bien, te protegeré, pero como tú dices, deberíamos irnos pronto. Esperemos una semana y continuamos nuestro viaje ¿te parece?-. Éowyn continuo su abrazo hasta que algo empezó a oler y tuvieron que sacar la olla en donde las verduras se estaban quemado.

Ambos soltaron un suspiro y tuvieron que empezar a preparar la comida de nuevo.

-o-

-Se siente raro estar vestida así- exclamo Éowyn mientras ajustaba su armadura. Charles le hecho una mirada a Éowyn y como no llevaba capa, los pantalones le delineaban su lindo y redondo trasero. Asintió varias veces y cuando Éowyn se dio cuenta de lo que estaba mirando, le dio un empujón y coloco sus manos para cubrirse. Ella lo miro con el ceño fruncido y le dijo -ya me conoces por completo ¿Por qué tienes que darme esa mirada pervertida?-

Charles mostró una sonrisa y dijo -lo siento, pero no me puedes culpar, me gusta lo que veo-

Ella lo miro disconforme y le dijo -sucio-

Charles soltó una risotada y le dijo mientras movía sus cejas de arriba abajo -anoche no me decías lo mismo-

Éowyn puso un rostro serió y Charles borro su sonrisa mientras se disculpaba.

Ambos cerraron la herrería, llevaban provisiones, caballos y armas. Éowyn había dejado sus largos vestidos y ahora llevaba un pantalón, capa, armadura, espada y escudo. Charles le estuvo enseñando a luchar pero al final ella insistió en utilizar el estilo de Rohan. Charles trajo los caballos y juntos viajaron por las praderas.

De día cabalgaban y paraban para comer y alimentar a los caballos. De noche hacían lo mismo y dormían. La amplias praderas le dieron miedo a Éowyn, ya que solo perduraba la oscuridad y no se divisaba vida. A eso súmale las historias de Charles cuando paso por las montañas en donde vivían los espectros y Éowyn se volvió incapaz de dormir por su cuenta. Charles estaba feliz, durmió cómodo con Éowyn a su lado y de vez en cuando si tenía suerte, hacían el amor hasta cansarse. Esto último se volvió un problema, ya que una semana después de empezar su viaje por las planicies, llevaban varios días retraso. Ellos se levantaban muy tarde y cuando estaban listos para partir, el sol ya había avanzado mucho. Éowyn se quejó mucho pero no tenía credibilidad según Charles, ella al igual que él eran jóvenes y tenían mucha energía.

En medio de la noche Charles quiso hacer su camino pero fue detenido por Éowyn -Charles detente- dijo -hoy es el tercer día que posponemos el viaje-

Charles soltó un suspiro y asintió con pesar -ok, como tu digas-

Éowyn lo vio algo cabizbajo y le dijo -no es que no me guste, pero si queremos llegar, hay que avanzar. Esta semana, por lo menos hemos perdido cuatro días de viaje. Creo que deberíamos controlarnos-

Charles de nuevo asintió con pesar. Ignorando sus deseos se acurruco junto a Éowyn y durmieron.

-o-

Éowyn y Charles cabalgaron durante dos semanas tratando de avanzar, sin embargo cuando llegaron al Vado de Isen se toparon con un panorama extraño. Pillaron varias patrullas orcas surcando los caminos, se movían explorando el terreno, algunos venían con lobos huargos y cuando sintieron el olor de la pareja, los atacaron. Charles ocupo sus cuchillos explosivos y los mato con rapidez, después se ocupó de los jinetes pero estos no quisieron revelar ninguna información.

Ahora que había quemado los cuerpo a unos cuantos kilómetros, se acercaron a un pequeño rio y prendieron un fogata.

Mientras Charles cocinaba unos peces, Éowyn lo miraba y trataba de encontrar la forma de preguntarle. Varias veces quiso decirle pero siempre se quedaba callada y no dejaba que sus palabras salieran. Charles noto la incomodidad con que lo miraba Éowyn y tomo la iniciativa -devolvamos a Edoras surcando el bosque de Fangor- dijo mientras se ponía de pie -lo más probable es que hayan más patrullas orcas escondiéndose en ese lugar. Con esa información, puede que tu tío no nos mate-. Éowyn lo abrazo y le dio un beso. Sin embargo Charles hizo una sonrisa pícara -no tan rápido princesa, yo no movería al mejor guerrero por nada, vas a tener que pagar un gran precio-

Éowyn se sonrojo y le dio un beso -pagare el precio que quieras-

Charles asintió contento y le dijo -bien- y siguieron compartiendo ese instante

Ella lo pellizco y le dijo -eres tan lujurioso-

Charles con una sonrisa le contesto -no veo que te moleste-