webnovel

Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Anime et bandes dessinées
Pas assez d’évaluations
858 Chs

Apócrifo - Gods land - Capítulo 24

Hoy era día sábado, y Kain salió como a eso de las siete de la tarde a una cita. El sol aún estaba alto en el horizonte y las calles transitadas. Los jóvenes y niños aún se podían ver por las calles, pero el público nocturno poco a poco empezaba a salir de sus cuevas. Se podían ver a los amantes de la fiesta caminando con dirección al centro de Orario, mientras que las mujeres y mayores acompañados de niños, iban en la otra dirección. Kain seguía la dirección de los primeros, no era como si iba a una fiesta o algo. Hoy era el día libre de Isabel e iban a salir a comer. La chica había salido más dura de roer de lo que Kain pensó en un principio. Por lo menos, después de tres semanas de estar saliendo, aún no habían ido más allá de los besos. Kain se dijo que no importaba ya que eso solo haría más satisfactorio el momento en que ella cediera. Así que mientras pensaba en esas cosas, siguió caminando con una sonrisa rebosante de confianza hasta la avenida principal. Después siguió hacia al centro con dirección a la torre de Babel.

Una vez que llego a la plaza que bordeaba la torre, el sol había bajado bastante y la brisa era más fresca. No obstante, como era verano, el ambiente se mantenía cálido. Por otro lado, en la plaza quedaban uno que otro aventurero y también Isabel. Ella estaba sentada en una banca de concreto al lado de unos arbustos de hoja verde. Un tipo le estaba preguntando algo con una sonrisa lasciva e invasiva. Otros dos tipos estaban también respaldado al invasor. Todos se veían como aventureros promedio, con ropa un tanto vieja y descolorida.

-Vamos, solo una cerveza- dijo el invasor en un tono sugerente. Se sentó al lado de Isabel y ella se movió un poco más allá. Pero con la intención de no dejar escapar a su presa, el tipo la siguió y le puso su brazo derecho sobre los hombros. Ella estaba claramente disconforme con tal actitud, pero no se atrevió a levantar la mirada por miedo a las reacciones.

-Señor- dijo Isabel con miedo -las asesoras y los aventureros no pueden estar en una relación-

-Pero si es solo una cerveza- dijo el tipo mientras soltaba una risita molesta y sus compinches lo acompañaban -no es nada serio-

Kain camino hasta ellos y le dijo -entonces anda a tomarte esa cerveza solo-

Los tres tipos quedaron viendo al alto elfo, su cabeza estaba un palmo por encima de la de ellos

- ¿Qué te importa?- dijo el tipo que estaba al lado de Isabel, se paró de su banca y le plantó cara con sus dos compinches.

Kain sonrió ante tal actitud y elevo su mano derecha como si estuviera sosteniendo algo. Como un acto reflejo, los tres tipos se elevaron en el aire. Ahora podían ver a Kain a la cara sin tener levantar la mirada. No obstante, eso no los hizo sentir mejor. Estaban pataleando y sentían que les faltaba el aire.

Por su parte, Isabel se levantó de la banca y corrió para ganarse detrás de Kain. Este último soltó su agarre y dejo caer sobre sus traseros a los tres aventureros.

-Váyanse- dijo Kain -no vuelvan a molestar a Isabel por varias razones. Una; es por su propia seguridad, hay leyes que protegen a las asesoras. La otra razón; es que yo no los dejaré ir tan fácilmente la próxima vez-

Los tipos quedaron mirando a Kain con claros rostros de disconformidad, pero solo se pusieron de pie y se fueron como perros con la cola entre las piernas. De vez en cuando se daban vuelta para mirar a Kain, pero este último nunca les quito los ojos de encima.

Una vez que se fueron los tipos, Kain se enfocó en Isabel. Ella estaba hermosa, con su larga trenza dorada acomodaba al costado de su cuello mientras descendía por encima de su seno derecho. Sus ojos inocentes habían perdido ese sentimiento de miedo y ahora sonreían en un gesto de alegría. Por otro lado, sus labios estaban pintados de una cereza inocente, casi natural y su rostro parecía de porcelana. Hoy llevaba una blusa blanca y una minifalda que le llegaba hasta los muslos. Sus piernas largas y esbeltas destacaban con unas pantimedias oscuras que la hacían ver sexy.

Isabel se acercó a Kain con las mejillas ruborizadas y apoyándose en su pecho, estiro sus labios para que él la besara. Kain paso sus manos por las pronunciadas caderas y la beso. Primero con pequeños toques, hasta transformarse en un apasionado beso.

-¿Cómo está la chica más hermosa de la guild?- pregunto Kain medio en broma mientras emitía una cándida sonrisa

-Hermosa, dices- respondió Isabel avergonzada mientras agachaba la cara y la ocultaba en el pecho de Kain -seguro que le dices eso a todas-

-Solo tengo una chica de la guild- respondió Kain

Isabel escucho esto y medio molesta y en broma, le dijo -seguro que el gran Kain Dragonroad tiene mucho de dónde escoger- y se apartó de Kain dando un paso hacia atrás.

Kain compuso una sonrisa inocente mientras se rascaba la cabeza e Isabel no pudo mantener su molestia. Se acerco una vez más y se colgó del cuello para besarlo.

Después de un largo intercambió, Kain le susurro al oído - ¿Vamos? -

-Sí, vamos, tengo permiso hasta las once- respondió Isabel

Kain la quedo mirando un tanto impresionado. En este mundo se maduraba a los quince años, igual que en el otro lado. Pero esta mujer que tenía un poco más de diecisiete era demasiado obediente con sus padres. Kain quiso pensar que era porque vivían bajo el mismo techo.

Después bordear la torre de Babel, llegaron al sector norte de la zona comercial. Ahí habían varios restaurantes de buena apariencia. En un principio, Kain había pensado en utilizar la suite de la torre de Babel, pero aún no habían reparado el ventanal y las otras cosas, así que opto por esta opción. El restaurante era uno de los mejores en toda Orario, así que, para acceder a una rápida reservación, Kain tuvo que tirar de algunos hilos y sacar a flote el nombre de sus discípulos. El lugar era bastante sobrio, con una iluminación a base de candelabros. Las murallas estaban revestidas de madera café y lustrosa. Por otro lado, las mesas estaban repartidas en hileras de cuatro mesas redondas con dos sillas cada una. Entre un puesto y el otro había una separación de tres metros. Cada mesa tenía un mantel blanco, cubiertos cuidadosamente colocados y un candelabro de plata en su centro.

Por su parte, Kain había reservado una mesa en el tercer piso, al lado del ventanal que daba a la calle. El lugar no difería mucho del primer piso, salvo que no tenía una barra para servir tragos a nobles solitarios.

Por otro lado, Isabel miraba todo con ojos brillantes y llenos de asombro. Todo era muy bonito y elegante, cargado de un toque aristocrático y minucioso. No puedo encontrar ningún reparo a nada. Solo al garzón que los atendió una vez que llegaron al tercer piso. Ella supuso que la miró de esa manera porque parecía una chiquilla normal.

Una vez que el garzón se fue y ella y Kain quedaron sentados al lado del ventanal. Ella agacho la cabeza mientras pensaba en estas cosas, pensó que a lo mejor estaba avergonzando a Kain. No obstante, sintió una gran y cálida mano sobre su mano izquierda. Levanto su rostro y vio a Kain sonriendo. Miró sus ropas y no las encontró tan diferentes a las de ella.

- ¿Qué te preocupa? - pregunto Kain mientras la miraba a los ojos

- ¿Me veo muy mal? - pregunto Isabel poniendo unos ojos de cachorro abandonado

-No, para nada, incluso estas más hermosa que de costumbre-

Isabel se sonrojo y mejoro su expresión -es que el garzón me quedo mirando raro- dijo

-No lo puedes culpar, estos tipos pasan todos los días viendo gente rica. Si de repente aparece alguien con ropa que cuesta menos de cien mil valis, les llama demasiado la atención-

-Pero tú no te ves diferente- respondió enfurruñada

Kain le dio una sonrisa tierna -no es así- respondió -aunque mi ropa se ve común, está hecha de los mejores materiales. No es que me importe mucho como me veo, pero mis esposas se preocupaban mucho por la imagen que daba. Así que llegamos a un acuerdo. Yo me pondría la ropa que me gusta, pero debía ser hecha con los mejores materiales. Después se volvió una costumbre-

Isabel mostro una cara compungida -después de todo- dijo -te estoy avergonzando-

Kain soltó una risita y le respondió -no te preocupes por eso, te prometo que compraremos algo mejor-

Isabel agacho la cabeza y se sonrojo -pero no estamos casados- dijo -no quiero ser solo una amante-

- ¿Oh? Pero para mí no eres solo una amante-

- ¿Eh? ¿Qué dijiste? -

No obstante, en el momento en que Isabel le preguntó a Kain, llego el garzón con las bebidas y entradas. A los dos les sirvió un plato hondo con una sopa humeante. Después vino otro garzón y les trajo una botella de vino. Una vez que estuvo todo preparado, le dijeron que en veinte minutos traerían el plato principal y ambos garzones hicieron una reverencia para después irse.

Cuando por fin estuvieron solos, Isabel insistió en su pregunta -¿Qué me dijiste hace un rato?-

-Nada, nada- respondió Kain con una sonrisa. Tomo una de las cucharas y la limpió con una de las servilletas -solo disfruta de la velada, después conversamos de estas cosas- dijo en un tono juguetón y se dedicó a probar la sopa

-Pero para mí es importante, sé que dijiste algo importante- respondió Isabel con una voz angustiada

Kain solo se rio y no respondió, en cambio, se dedicó a comer.