webnovel

Sobreviviendo al fin del mundo en Latinoamérica

El caos se desato en todo el mundo, múltiples brechas dimensionales se han abierto y de ellas monstruos han invadido la tierra. Los intentos de defensa han fracasado y tratando de sobrevivir en latino américa un lugar donde los corruptos y criminales abundan se encuentra Leo un estudiante de ingeniería que era bombero voluntario con múltiples cicatrices mentales y una gran determinación se enfrenta al mundo para proteger a los que ama.

EXCALIBUR_st · Fantaisie
Pas assez d’évaluations
102 Chs

Capítulo 19 – Misión de Sonia

Julia: ¿Qué le pasará?

Sara: Esta molesta por que el subdirector tomo todos los suministros del hospital y nos botó a este lado.

Leo:…

Sara continúo comiendo felizmente su plato de estofado mientras que Diana había llegado a la oficina de Sonia.

*Toc *Toc

Sonia: Adelante

Sara entro y vio a Sonia acostada en una camilla. Este era el consultorio que ella usaba cuando estaba dando consultas.

Diana: Leo hizo un poco de estofado y me pidió que te diera un poco.

Sonia: No lo necesito. Dáselo a alguien más que lo necesite y agradécele al chico guapo.

Diana: No has comido nada en 4 día come esto esta vez.

Sonia vio a Diana que estaba siendo terca y dijo.

Sonia: Puedo aguantar todavía.

Diana: Si no lo comes lo botare a la basura.

Sonia: …

Viendo la determinación en la cara de Diana no le quedo de otra que tomar el plato.

Sonia: ¿Qué esperas?

Diana: No saldré hasta que te termines todo.

Sonia: …

Sonia empezó a comer el estofado ante la intensa mirada de Diana. Poco tiempo después Diana le entrego una botella de agua.

Diana: Leo la envió.

A regañadientes Sonia tomo el agua y la bebió por completo. Ya no había agua potable ni electricidad en toda la ciudad y posiblemente en el país entero. Sin contar el valor de la comida se podía decir que el precio del agua era astronómico. Los ríos y mares estaban contaminados a tal punto que no podemos beber directamente de ellos sin enfermarnos porque las botellas de agua eran la única fuente segura de poder obtener este líquido vital.

Sonia: ¿Como están los refugiados?

Diana: Reportando a la directora. De nuestro lado tenemos alrededor de quince personas de las cuales cuatro son niños cinco son hombres y seis son mujeres. Solo tenemos dos doctores disponibles que somos nosotros dos y por parte de otras carreras solo tenemos un policía y un carnicero que están dispuestos a salir y buscar comida.

Diana dio un informe completo de la situación en el hospital y de cómo ya fueron vaciadas por completo las máquinas expendedoras y que actualmente ya no quedaba nada. Pero excluyo a Leo y su grupo.

Sonia: ¿y el chico guapo?

Diana: No los eh incluido debido a que es nuevo en el hospital y prácticamente no hemos hecho nada por él. No creo que esté dispuesto a salir y buscar comida por nosotros.

Sonia: Eso es porque no has negociado adecuadamente con él.

Diana: No creo que les haga falta comida ya que fueron generosos con su comida eh incluso le dieron a la pequeña Sara.

Sonia se levantó y dijo.

Sonia: Reúne a todos los voluntarios que quieran salir a buscar comida. No podemos seguir así.

Diana asintió y salió por la puerta mientras que Sonia salió, pero se dirigió en un camino completamente diferente.

Sala de emergencia

Sonia entro por las puertas y vio a Julia y Sara pintándose las uñas mientras conversaban. Leo estaba mirando hacia la pared vacía mientras que parecía que tocaba algo y Alejandra estaba limpiando a Melissa con trapos húmedos.

Sonia: Leo ¿Puedo hablar contigo?

Leo: ¿?... Claro no hay problema. Dime.

Sonia:…

Sonia: Pero a solas

Leo: …

Julia miro furtivamente a Sonia mientras que yo me levanté y le dije.

Leo: Ya vuelvo.

Sali con Sonia y nos dirigimos con un rumbo desconocido para mí.

Sonia abrió una puerta y dijo.

Sonia: Pasa

Entre por la puerta cuando escuche un click. Posteriormente Sonia se arrojó a mi espalda y sus enormes pechos estaban sobre mi otra vez. Luego empecé a sentir que mi espalda se mojaba y una voz quebrada hizo eco.

Sonia: Po… Por… Por favor… Ayúdanos…

Sonia empezó a llorar mientras yo miraba los estantes de suministros médicos frente a mí.

Sonia: Si… Si puedes ayudarnos me entregare a ti.

Las palabras de Sonia hacían eco, pero sin embargo no me movieron. Volteé y agarre a Sonia de los brazos y le dije.

Leo: No entiendo por qué dices eso, pero no necesito que hagas eso. Ayudaste a Melissa sin pedir nada a cambio por lo que estoy dispuesto a ayudarte.